Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de historias en los mitos griegos que tienen que ver con el orgullo. Atención.
0:00:08 Hoy vamos a informar a todos ustedes que hay una diosa en los mitos que es la presa de la venganza.
0:00:20 Pero no de la venganza será terrible sino de la venganza, de la revanza. Se llama Némesis.
0:00:29 Venganza acude presto con un nombre secreto entre los labios.
0:00:37 Olvido no ha olvidado los agravios. La diosa encuentra un taita bien dispuesto que un poco rechiflado por el escabio va a buscar a la mina y le da el presto.
0:00:51 ¿Qué es eso? ¿Dónde lo tenía que decir?
0:00:53 Ese es un beso escrito por dos personas en colaboración. Un poeta lundfardo y un poeta clásico.
0:01:00 Es que tiene un logre sin inscripción.
0:01:03 Bien, Némesis es la divinidad que castiga los crímenes. Pero usualmente le ha invocada para castigar también la demasiala hactancia.
0:01:14 Cuando un tipo era muy compadrito, iba Némesis. Némesis encarnaba la posibilidad de suprimir la desmesura, la híbris de la que hablaban los griegos.
0:01:25 Los griegos solían la desmesura tanto fuera por algo malo como también por algo bueno.
0:01:31 Cuando nació Alejandro de Macedonia, su padre Filippo, había tenido otras dos alegrías.
0:01:37 Los griegos se habían vencido y unos caballos suyos habían ganado un sartamen en Olympia y tuvo miedo porque le pareció que eran demasiado los sucesos venturosos y que la diosa lo castigaría.
0:01:50 El caso es que para el espíritu elénico todo cuanto sobresale de su condición, tanto para bien como para mal, se expone a las represalias de los dioses.
0:02:02 En Ramnonta, una pequeña ciudad deláctica poca distancia de Maratón, Némesis tenía un santuario famoso.
0:02:11 La estatua de la Divinidad era una obra de filias y para los griegos la Némesis Ramnusia había dado fuerza al ejército ateniense de Maratón.
0:02:23 Recuerde que el ejército que impidió el avance de los persas, etc.
0:02:28 Pero en verdad esta ayuda había tenido lugar porque los persas se encontraban demasiado seguros de su victoria y orgullosos de sus ejércitos.
0:02:38 Y por eso los dioses resolvieron castigarlos con la derrota.
0:02:42 Y aquí tenemos esta noche algunas historias de demasiado orgullo.
0:02:50 Poseidón, el dios del mar, andaba con una ninfa, andaba.
0:02:54 La ninfa sénide, que le dio su amor por decirlo así.
0:02:58 Y le pidió una recompensa a cambio, vio como son las ninfas.
0:03:02 Y si yo te di a mi amor, pero dame algo que te cree.
0:03:05 Le dijo, transformame en un luchador invulnerable porque estoy harta de ser mujer.
0:03:13 Oye, mal.
0:03:16 Poseidón accedió cortesmente y la cambió de sexo directamente.
0:03:20 ¡Pachau!
0:03:24 Pero además, luchador invulnerable tenía...
0:03:26 Pero además no sólo hombre, sino también luchador invulnerable.
0:03:29 Le cambió el nombre, pues se lo llamó ese Seneo.
0:03:32 Tuvo tanto éxito en la guerra que los habitantes de aquella región, los Lapitas, de larga forma, pronto lo eligieron como rey.
0:03:39 Seneo, rey de los Lapitas.
0:03:42 Incluso engendró un hijo, al que llamó Corona,
0:03:46 exaltado por esta nueva situación de rey exitoso.
0:03:50 Seneo clavó una lanza en medio de la plaza del mercado,
0:03:56 y así obligó a todos a hacer sacrificios a su lanza, como si di un Dios se tratara.
0:04:04 Prohibió incluso rendir culto a cualquier otra divinidad.
0:04:10 Nemesis notó este exceso, y se lo fue el que agüeteara Zeus,
0:04:15 quien instigó a los centauros para que cometieran un asesinato.
0:04:20 Y así, durante una fiesta, Seneo fue atacado por sorpresa.
0:04:24 Como era tan fuerte y tan dotado para la contienda, mató a unos cuantos ensereridos.
0:04:29 En realidad, las armas de los centauros rebotaban en el cuerpo de Seneo sin hacerle daño,
0:04:36 pero era mucho los centauros.
0:04:38 Y lo fueron golpeando en la cabeza con unos troncos de abeto.
0:04:43 Abeto lo deja tranquilo.
0:04:45 Lo golpeaban en la cabeza. No lo herían, no podían herirlo.
0:04:50 Pero ¿qué pasaba? Lo iban enterrando.
0:04:54 Lo clavaban.
0:04:56 De tanto, pegar en la cabeza le iban clavando en el piso.
0:05:00 Cuando lo tuvieron bien enterrado, disculpe la inflexión.
0:05:05 Pusieron un montón de piedras y troncos encima del tipo.
0:05:10 Y Seneo, ¿qué hizo? Se afexió.
0:05:13 Que hace uno cuando lo enterran a golpes de abeto en el marote.
0:05:17 Y que da uno enterrado parado y con piedras encima se afexia.
0:05:22 Y eso es lo que sucedió a Seneo y se murió.
0:05:25 Al poco tiempo salió volando de aquel montículo un ave de alas pardas,
0:05:32 que el adivino Mothso reconoció como el alma de Seneo.
0:05:36 Dijo el adivino que estaba ahí, sentado en un escalón.
0:05:40 Miren, ahí iba el alma de Seneo.
0:05:43 Cuando fueron a buscar su cuerpo para enterrarlo, así para enterrarlo de forma ritual.
0:05:49 Y ya lo habían enterrado.
0:05:51 Los lapitas eran así.
0:05:53 Enterrarlo costado.
0:05:54 Enterraban por lo menos dos veces.
0:05:57 Se encontraron con el cuerpo de una mujer extraordinaria.
0:06:01 Al abandonarlo su alma, el cuerpo volvió a su condición original de nympha.
0:06:11 Niove se había casado con el rey Amfion de Tebas y le había dado siete hijos y siete hijas.
0:06:18 Tan orgullosa estaba de aquella descendencia que un día menospreció a la propia diosa Letto.
0:06:25 ¿No, Roberto Letto?
0:06:26 No, ¿cómo va Roberto Letto?
0:06:28 Y no a la diosa Letto por tener solo dos hijos.
0:06:31 Famosamente Letto era la madre de Apolo y de Artemis.
0:06:35 La profetiza Mante, hija del mago Tiresias, escuchó este comentario.
0:06:41 No que ni un hijo.
0:06:42 Dice, ¿puedes todo?
0:06:43 Ella tiene dos hijos, lo que sí, yo tengo catorce.
0:06:46 Y dijo, mira, la diosa Letto se va a enojar.
0:06:51 Y aconsejó a las mujeres tebanas que trataron de aplacar la ira de Letto,
0:06:57 de un incienso y adornándose el marote con hojas de laurel.
0:07:01 Cuando el aroma del incienso flotaba ya en el aire, apareció Niove,
0:07:05 seguida de una multitud de sirvientes, vestida con una larga túnica frigia,
0:07:11 y su largo cabello al viento.
0:07:13 Niove interrompió aquel ritual y preguntó,
0:07:16 ¿por qué Letto, una mujer de oscura ascendencia,
0:07:19 madre de una heja ombruna y de un hombre afeminado,
0:07:22 se refería a Arte Mench, que era diosa de la casa,
0:07:25 y que era virgen que detectaba el amor,
0:07:27 y a Polo que navegaba a Abela y a Motor.
0:07:32 Confirmado?
0:07:34 Sí, confirmado.
0:07:36 Entonces dijo, ¿por qué Letto, que es una mujer de la loblea,
0:07:41 madre de una heja ombruna y de un hombre afeminado,
0:07:43 es preferida, antes que yo, que soy nieta de Zeus y Atlante,
0:07:49 temida por los frígios y reina de la casa real de Carmo.
0:07:53 Las mujeres tebanas asustadas, se vieron rajando,
0:07:57 e intentaron calmar a la diosa Letto, mormurando plegarias,
0:08:01 pero era tarde.
0:08:03 Letto mandó a sus hijos, a Polo y Artemis,
0:08:09 con sus arcos y sus flechas a castigar a Niove.
0:08:13 A Polo encontró a los hijos de Niove,
0:08:15 que estaban casando en el monte Ciclarón,
0:08:18 y las mató a todos, menos a Mielas,
0:08:21 que había ofrecido una plegaria propisatoria.
0:08:25 Artemis encontró a las siete hijas,
0:08:27 hilando en el palacio, y las mató a todas,
0:08:31 pero salvó a una, a Melibea, que también había rezado.
0:08:36 Estos dos supervivientes construyeron mitad del miedo que tenían.
0:08:43 Un templo a Letto, cuentan que Melibea se asustó tanto
0:08:47 que, siendo morena, quedó rubia.
0:08:50 Ya saben todos ustedes que el susto te tiñe de rubia.
0:08:59 Hay incluso peluquerías,
0:09:02 donde en vez de someterte un tratamiento con tinturas,
0:09:06 que al final te arruinan el pelo,
0:09:08 te pegan un lindo chucho,
0:09:11 y del Julés, pésarís rubia como madona.
0:09:16 No será el caso inverso.
0:09:19 Es decir, el rubio que se asusta no deviene, Morocho.
0:09:23 Y queda rubio.
0:09:25 Queda siempre rubio, se va en rubio y se siente más.
0:09:27 El susto aclara el pelo.
0:09:29 Podría resultar que los actos de valentía los jurecieran.
0:09:33 Se acuerdo un jugador de independiente,
0:09:35 que de un susto se le había caído el pelo, quedó pelado.
0:09:38 Y hay muchos asustados en el futuro argentino,
0:09:41 que eran Morocho si son rubios.
0:09:48 También parece que el esposo de Nihobe, Ampión,
0:09:51 también fue muerto por Apolo, lo mató como postre.
0:09:56 Nihobe lloró durante nueve días seguidos,
0:09:59 sin encontrar cómo enterrar a sus muertos,
0:10:01 porque nadie los quería enterrar.
0:10:03 Zeus, para complacer aleto, había convertido en piedra
0:10:05 a todos los tebanos.
0:10:07 Ya es mucho. Todas las ciudades son piedras de acá.
0:10:12 Algunos en actitudes totalmente inconvenientes.
0:10:15 Me agarraba donde te agarraba un tipo agachado, juntando a monedas.
0:10:19 Lo convertí en piedra y quedaba así.
0:10:22 Sá que me va a petrificar, déjeme comenzar.
0:10:25 Esperé que me pongo en pos.
0:10:28 Finalmente, al décimo día fueron los propios dioses olímpicos,
0:10:32 los que se dignaron a llevar a cabo el funeral.
0:10:35 Nihobe huyó al monte Síspilo, donde estaba su padre,
0:10:38 pero Zeus la siguió y la convirtió a ella también en estatua.
0:10:42 Una estatua que lloraba, según se dice, al principio del verano.
0:10:47 La última historia de venganza es la historia de Alzione,
0:10:53 la hija de Eolo, aquel que guardaba los vientos en una canta implora.
0:10:58 Alzione se casó con un señor llamado Sakes de Trachis.
0:11:03 Fueron tan pero tan felices, pero tan felices,
0:11:06 que ella se atrevió a llamarse así misma,
0:11:09 era como la esposa de Zeus, el Príncipe de los dioses,
0:11:12 y a él lo llamaba Zeus como el matrimonio divino.
0:11:16 Horrible, si, que si se imaginé si estaban ahí tomando mate
0:11:21 y cambiando de canal, que es la idea de la felicidad que tenemos todos.
0:11:27 Y el tipo vea a la novia y le dice, era verdad,
0:11:31 y dice, medio tirada, ahí rascándose,
0:11:37 rascándose medio contra el repuesto de la silla, con el mate de la madre.
0:11:42 Somos tan felices que a partir de ahora te voy a decir era,
0:11:47 y vos a mí decime en Zeus.
0:11:50 Y la novia le dice, está bien, la verdad que sí, Zeus.
0:11:55 Y no sabe los felices que he show, los felices que he Zeus.
0:12:00 Seus dice, ¿cuándo salí del baño?
0:12:04 Por lo menos tirar a cadena.
0:12:07 ¿De dónde está la divinidad?
0:12:11 El caso es que esta pareja, al Sion y Sakes,
0:12:15 con este hábito de llamarse Zeus y Hera,
0:12:19 ofendieron a los dioses que descargaron una tormenta sobre un barco
0:12:24 justamente en el momento en que Sakes viajaba en ese barco.
0:12:28 Sakes murió.
0:12:30 Sus fantasmas se le apareció al Sione,
0:12:33 que se había quedado en la ciudad de Trachis contra su voluntad.
0:12:37 ¿Cuándo lo vio?
0:12:39 Al Sione calculó que el tipo había muerto.
0:12:41 Claro, cuando uno ve el fantasma de alguien,
0:12:43 hay que calcular qué tipo esfinado.
0:12:46 No hay fantasmas de los vivos.
0:12:50 Y ese cálculo le produjo tanto dolor que se volvió loca.
0:12:54 Algun dios compasivo la transformó,
0:12:58 transformó a ella y al espectro de Sakes en pájaros.
0:13:03 Esos pájaros se llaman ahora Martín Pescador.
0:13:07 ¿Es verdad esto?
0:13:09 ¿Es?
0:13:11 Los martines pescadores que usted ve por allí
0:13:15 son las almas de Al Sione y Sakes.
0:13:19 También llamados por ellos mismos, se usieran.
0:13:22 Así que el consejo de este último historiaje
0:13:24 es nada de que los novios quese o quese era.
0:13:28 Además, que ya fuese los vecinos.
0:13:31 Por ejemplo, ¿qué haces reina?
0:13:37 Y los vecinos le dicen que se llevaba el lavandinero del fondo.
0:13:42 Ahí invocan de falsa monarquía y, en este caso, falsas divinidades.
0:13:49 Bueno, estas son las historias de orgullo.
0:13:55 ¿Usted cuál le gustó más?
0:13:57 Me gustó la de Seneo, se llamaba la mujer que le volvieron hombre.
0:14:02 A mí también me gustó de ella.
0:14:04 La mujer que le volvieron hombre
0:14:06 y que se hizo tan poderoso que para matarlo
0:14:08 no tuvieron que enterrar a golpe de abeto en el marote.
0:14:11 Yo iba a ser un espectáculo indigno de verse.
0:14:13 Pero además, ese gesto de clavar, de clavar la lanza
0:14:17 en medio de la plaza del mercado
0:14:19 y hacerse adorar la lanza,
0:14:22 como si se tratase de un dios,
0:14:25 es el sueño del PIBE.
0:14:30 Me ni adorar.
0:14:31 Me ni era.
0:14:34 Me ni adorar la lanza.
0:14:41 Incluso en la ciudad de Tebas...
0:14:45 Eran tebas, aquí yo no me acuerdo.
0:14:49 Un dicho que es...
0:14:51 Vamos a adorar la lanza.
0:14:54 Que significa...
0:14:57 Vamos a tradicionar a los dioses tradicionales
0:14:59 reemplazándolos por otros.
0:15:01 Cuando le contesté esta historia,
0:15:02 el discotecario inmediatamente sacó...
0:15:04 ¿Sabes esto que no me gustó a mí?
0:15:07 ¿Qué usted dijo que Apolo era afeminado?
0:15:10 Dije que navegaba a Motoria Vela
0:15:13 y que cualquier colectivo lo dejaba en la puerta.
0:15:16 Se me vino abajo...
0:15:17 Yo me voy a contar una historia extra de Apolo.
0:15:21 Según se dice, en los mitos griegos,
0:15:24 el que inventó la homosexualidad,
0:15:27 es que la inventó.
0:15:29 ¿A su invento?
0:15:30 Sí, un invento.
0:15:32 La sorpresa para muchos.
0:15:34 Se llamaba Yacinto.
0:15:37 Fue el primero que adoptó esas prácticas.
0:15:42 Y el segundo, y también el primero,
0:15:44 ya que la homosexualidad como el teléfono,
0:15:47 solo tiene sentido con la aparición del segundo.
0:15:50 Sí, tiene razón, homosexualidad.
0:15:56 El que no secundó...
0:16:09 Alexander Graham Bell.
0:16:12 Fue Apolo.
0:16:14 Apolo y Yacinto anduvieron.
0:16:18 Y Yacinto después murió en un accidente muy desagradable.
0:16:22 Y Apolo lo convirtió en una flor
0:16:27 que es la que hoy conocemos como Yacinto.
0:16:31 Vamos a escuchar para el dedicado a Senegal,
0:16:34 aquel de la lanza,
0:16:36 y también Apolo y Yacinto,
0:16:40 el tema que se llama La Crabada,
0:16:43 en la versión de Don Horacio Salgan, adelante.
0:16:52 La Crabada.
0:16:55 La Crabada.
0:16:57 La Crabada.
0:18:53 La sub Gill'sigg.
0:18:55 La Crabada la appeared.
0:18:57 La caja de la basiqueria.
0:18:59 La B worried aropata.
0:19:05 La cubomma spinds.
0:19:11 La B abob organisation.
0:19:43 Oráceos al Gán, que la venganza será terrible, la clavada.
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