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6 de Noviembre de 2007

Mollier (catálogo de muertes extrañas: •Molière•Tycho Brahe•Antoni Gaudí•Pedro Arias Dávila•Papa Adriano IV•Esquilo•Pietro Aretino•Franz Reichelt•Felipe III•Catalina de Médici)

Transcripción automática

0:00:00 Bien, señores.
0:00:02 Hoy es el día de los muertos.
0:00:05 De manera que esta noche...
0:00:08 Es una noche que tiene...
0:00:10 Qué tremenda significada.
0:00:12 Para que le diga esa noticia.
0:00:13 Yo digo, hay momentos en que un zombie
0:00:16 acaba de rompir en la sala
0:00:20 y se producen desmayos por doquier.
0:00:22 Pero mírelo.
0:00:25 Restos de mortaja rastra atrás de sí.
0:00:28 ¡Granba!
0:00:31 Ahí lo están rejuntando al señor.
0:00:34 ¿Sabe que se alimentan de cerebro de humanos vivos?
0:00:38 Es que dietan algunos lugares, ¿no?
0:00:41 Por eso están flacos.
0:00:49 Bueno, como hoy es el día de los muertos,
0:00:52 hablaremos de muertes,
0:00:55 pero no de muertes cualquiera,
0:00:58 sino de muertes extrañas.
0:01:03 la primera muerte extraña de la que le damos cuenta
0:01:06 es la de nuestro amigo Morier,
0:01:09 el autor teatral más célebre de Francia.
0:01:13 Como sabemos, se llamaba Jean-Baptiste Poquelon.
0:01:16 Era un tipo alto de modales nobles.
0:01:19 Andaba en la corte de Luis Catorce, escribía obras.
0:01:24 Él mismo era actor.
0:01:26 En aquella época de cualquier manera,
0:01:29 el trabajo de los actores no era prestigioso como es ahora.
0:01:33 Y entonces, para no avergonzar a sus padres,
0:01:36 que eran nobles, los poquelon,
0:01:38 el amigo Bautisto así mismo como Morier.
0:01:42 Bueno, recorrido todas las frases.
0:01:44 Ustedes conocen las obras.
0:01:46 Que empezó a representar una obra
0:01:49 que se llamaba El Enfermo Imaginario.
0:01:52 Y justamente, cuando la estaban representando,
0:01:55 él andaba bastante fulhería de salud.
0:02:01 La obra, incluso, es en contra de los médicos.
0:02:06 Morier, como muchos de nosotros,
0:02:08 odiaba a los médicos.
0:02:10 Y estaba representando El Enfermo Imaginario.
0:02:14 Y el día 17 de febrero de 1673,
0:02:17 en el transcurso de la Cuarta Representación,
0:02:20 en el Teatro del Palermo Agnal,
0:02:22 ese que queda ahí en la calle de Rivoli,
0:02:25 Morier sufrió un acceso de tos que no pudo detener.
0:02:29 Larry simuló...
0:02:32 En francés, es más fácil todo ser.
0:02:36 En castellano.
0:02:39 Y hizo algunas muecas, unos visajes.
0:02:43 Y se retiró detrás de la culiz.
0:02:47 Y allí murió.
0:02:50 Tenía 51 años, le estaba haciendo de enfermo.
0:02:54 Y al principio todos creían que era parte de la representación.
0:02:58 Cuando vieron que no se movía y que no respiraba,
0:03:01 calcularon que aquel realismo actoral era demasiado.
0:03:06 Y desistieron de sacarlo al último acto.
0:03:11 Morier estaba ese día vestido de amarillo.
0:03:14 Y entonces proviene el mito teatral,
0:03:17 conforme a lo cual trae mala suerte a los actores,
0:03:21 vestirse de amarillo.
0:03:23 Por eso es muy raro, por ejemplo,
0:03:25 que Alfredo Alcón representa la muerte de un viajante
0:03:27 vestido de amarillo.
0:03:30 Muy raro y impropio.
0:03:32 Sí, claro, tampoco está en el libro.
0:03:34 Tampoco está en el papel de un hombre tan gris,
0:03:36 un viajante de comercio vestido de amarillo,
0:03:38 sería absolutamente inverosímil.
0:03:40 Ese es la primera muerte rara.
0:03:42 Y la segunda es esta.
0:03:45 Y es la que más me gusta.
0:03:47 En la corte de Praga, a mediados del siglo XVI,
0:03:50 Rodolfo II, que era emperador de Bohemia,
0:03:53 era un tipo que era amigo de los altimistas,
0:03:55 de los magos,
0:03:58 pero también de los matemáticos y de los astrónomos,
0:04:01 que eran más o menos los mismos para él,
0:04:04 tenían subcorte una cantidad de estos señores.
0:04:09 Y el chicho braje,
0:04:11 que venía exilado, ciliado de Dinamarca,
0:04:14 se refugió en aquella corte.
0:04:16 Ya empezó mal, braje, ¿no?
0:04:18 Porque un día él tenía un perro,
0:04:20 y el perro de Braje le ladró un funcionario,
0:04:22 y el funcionario le encajó una patada.
0:04:25 No a Braje, al perro.
0:04:27 Y Braje empezó a defender al perro
0:04:29 y se le agarró con el funcionario,
0:04:31 y casi lo echó.
0:04:33 Pero no iba a durar mucho en esa corte.
0:04:35 Un año después, en medio de una velada,
0:04:38 se le mandó a ir a lo año,
0:04:40 y no se atrevió a pedir permiso.
0:04:48 Se le reventó la vejiga, como quien dice,
0:04:54 Tenía 55 años de edad.
0:04:58 Por cuidar la amistad, por cuidar la amistad,
0:05:01 al final le plotaron las tripas.
0:05:04 Ay, qué dolor, ay, qué dolor,
0:05:06 no lo pudieron salvar.
0:05:11 También fue curiosa la muerte que Antonio Gaudí,
0:05:14 y ustedes conocen el arquitecto de Barcelona.
0:05:18 De los azulejos.
0:05:20 Sí, era un poco raro, no.
0:05:22 No le gustaba participar de la vida pública.
0:05:25 Nunca habló de cuáles eran sus ideas.
0:05:29 No militó ninguna doctrina estética.
0:05:32 Nunca escribió nada, nunca dio una conferencia.
0:05:35 Tampoco se le conocieron amantes.
0:05:39 Construía.
0:05:42 Construyó el Parque Güell, construyó la Casa Esa,
0:05:46 la Pegrería, claro.
0:05:48 Y un día estaba mirando la Sacrada Familia,
0:05:52 que es una iglesia imponente de Barcelona,
0:05:54 que no alcanzó a terminar.
0:05:56 Entonces paró la vereda, empezó a mirar para arriba,
0:05:58 y después retrocedió un poco,
0:06:00 y retrocedió otro poco porque no tenía una visión adecuada.
0:06:04 Y vamos, que otro poco más,
0:06:06 y otro poco más, pues un tranví lo reventó.
0:06:15 Tenía 74 años, pero no importa eso.
0:06:20 ¿Quién tiene que ver que tuviera sin...?
0:06:30 Y todos aquí... Ah, con razón.
0:06:33 Bien, sabemos que las personas de 74 años,
0:06:36 más tarde o más temprano, las atropellan los tranvíes.
0:06:41 Cuando uno encuentra en la calle un señor y le pregunta,
0:06:44 ¿cuántos años tiene que el tipo de 174,
0:06:46 y inmediatamente se corre
0:06:49 para no ser atropellado por el mismo tranvíe?
0:06:52 A mí me gusta esta historia de uno que no se murió, en realidad.
0:07:04 Que fue Pedraria Dávila,
0:07:07 fue un conquistador español, la S. Segovia,
0:07:11 ya por 1439, era una familia noble,
0:07:14 aunque de origen judío.
0:07:16 Participó en la Guerra de Granada,
0:07:18 participó en las campañas de África,
0:07:20 y después se vino a América.
0:07:22 En 1513 partió al frente de 25 navíos
0:07:26 y alrededor de 2.000 personas
0:07:28 hacia Santa María, donde gobernaba
0:07:31 nuestro amigo Vasco Núñez de Balboa.
0:07:34 Dávila viajaba para apresar a Balboa
0:07:37 para someterlo en cuicio por algunos abusos
0:07:40 que había cometido.
0:07:41 Pero Dávila era peor que Balboa.
0:07:43 Aquí en este escenario somos hinchas de Balboa.
0:07:47 Dávila era uno de los tipos más malos del barrio.
0:07:51 Ahora bien, cuando llegó a América,
0:07:54 Dávila tenía 63 años.
0:07:56 Y tiempo atrás, antes de viajar a América,
0:08:00 por una equivocación, lo habían llevado a enterrar.
0:08:04 Creyeron que estaba muerto.
0:08:07 Entonces lo velaron en un monasterio
0:08:10 y ya lo iba a meter en la sepultura,
0:08:13 y un criado, que nunca falta,
0:08:15 se abrazó a la caja
0:08:18 y oyó que adentro se movía algo.
0:08:21 Y entonces destaparon el Atabud
0:08:24 y pedrarias salió vivito y coleando.
0:08:29 En memoria de ese milagro,
0:08:32 él mismo se hacía decir cada año
0:08:34 una misa de requien
0:08:37 que escuchaba desde su sepultura.
0:08:41 En la propia iglesia, habría de ese punto,
0:08:43 el tipo se metía en el honka
0:08:45 y escuchaba una mesa en honor de su alma,
0:08:48 que todavía estaba junto al cuerpo.
0:08:50 Y cada vez que viajaba lo hacía siempre con el Atabud.
0:08:54 Y se llegó a América con el honka a cuestas
0:08:57 y a veces la polillaba adentro.
0:09:02 Era tan malo, y tenía esta historia,
0:09:07 que empezaron a hacer correr el rumor
0:09:10 de que pedrarias no moriría jamás.
0:09:13 Primero porque ya no se había muerto
0:09:15 cuando le tocaba, y segundo porque era malísimo.
0:09:17 Las personas malas parecen tardar en morir.
0:09:20 Pero esto no sucedió.
0:09:25 Sin embargo llegó a una edad sobrenatural.
0:09:28 Murió el León en Nicaragua en 1531
0:09:31 a los 92 años de edad.
0:09:34 Y se decía que era verdad, no iba a morir jamás.
0:09:39 Me gusta también la muerte extraña del Papa Adriano IV.
0:09:43 Se llamaba en realidad Nicolás Bricksburg
0:09:46 y fue el único inglés en alcanzar el pontificado.
0:09:50 Había nacido en Inglaterra en el año 1100,
0:09:53 fue elegido Papa por unanimidad.
0:09:56 Bueno, Adriano era enemigo de Federico I. Barbarroja,
0:10:00 el emperador del Sacro Imperio Romano Germálico.
0:10:03 Siempre hubo una pica entre el Vaticano y el Imperio.
0:10:08 Bueno, con este se llevaba muy mal.
0:10:11 Un día en 1159 Adriano regresaba caminando
0:10:15 hacia su residencia después de haber pronunciado
0:10:19 un terrible sermón en contra de Barbarroja
0:10:23 y amenazándolo con la X Comunión.
0:10:26 En un momento se detuvo ante una fuente pública
0:10:30 para refrescarse.
0:10:33 Bueno, empezó a tomar agua,
0:10:36 como hacen los que toman agua de una cuaca, así.
0:10:39 La boca de costado abre mucho
0:10:42 y de golpe una mosca se le metió en la garganta.
0:10:46 En la boca se atragantó, vinieron médicos,
0:10:50 trataron de extraérsela, me refiero la mosca.
0:10:55 No pudieron y Adriano murió, murió aficiado por una mosca.
0:11:03 En el mismo sentido digo que tenía 59 años,
0:11:06 que decía que ya no se extraña tanto,
0:11:09 porque esa es la edad en que uno se atraganta con moscas.
0:11:15 Se mojaba el menor, se mojaba el menor
0:11:17 y una mosca dentro en la garganta.
0:11:20 Ay, qué dolor, ay, qué dolor, no se la pudo sacar.
0:11:27 También fue extraña la muerte de Esquilo,
0:11:30 el famoso dramaturgo griego.
0:11:33 Era soldado además de dramaturgos.
0:11:36 Él estaba más orgulloso de ser soldado que de ser dramaturgos.
0:11:40 Escribió 90 tragedias, quedaron 7 nada más.
0:11:43 ¿Sabe cómo eran los grigos de poco cuidadosos?
0:11:47 Perdieron todo.
0:11:50 ¿Y cómo murió Esquilo?
0:11:52 Pues muy bien, paseaba, ya viejo, ya viejo.
0:11:56 Paseaba por ahí, unos caminos cercanos a Tena, me imagino,
0:12:00 y una águila que volaba,
0:12:03 llevando una tortuga entre sus garras,
0:12:06 tuvo la idea de soltarla.
0:12:10 Lo demás ya se lo imaginan ustedes.
0:12:13 ¿Qué sucede cuando una águila en vuelo suelta la tortuga
0:12:17 que apresaba entre sus algas?
0:12:19 Le cae en la cabeza Esquilo.
0:12:25 Caer una tortuga desde las guerras de una águila
0:12:29 significa que su destino final es la cabeza de Esquilo.
0:12:32 Y así se murió.
0:12:34 No sabemos cuántos años tenía.
0:12:37 Pero en cualquier caso...
0:12:41 Hay que barbarila, hay que barbarila,
0:12:44 le casó una tortuga en el mate.
0:12:47 Hay que dolor, hay que dolor, no se lo puede sacar.
0:12:53 Si tenemos a Pietro Aretino, que era un poeta
0:12:56 que había nacido en Arezzo, en Italia, ya por 1492,
0:13:00 lo desterraron de su pueblo natal,
0:13:03 porque había escrito un soneto satílico
0:13:07 sobre las indulgencias papales.
0:13:10 Está mal las indulgencias papales.
0:13:13 Para empezar...
0:13:15 No sé si es un soneto, pero sí algo con ocho versos.
0:13:20 Se trasladó a Roma y allí consiguió el favor
0:13:23 del Papa León X, el mismo que empezó a reformar
0:13:27 la Iglesia de San Pedro.
0:13:30 Empezó a construir la Nueva Iglesia, la que vemos hoy.
0:13:33 Bueno, pero también se tuvo que rajar de Roma
0:13:35 por escribir unos sonetos las ciegos.
0:13:41 Era conocido como el asote de los príncipes.
0:13:44 Todos querían evitar que el Aretino los ridiculizara.
0:13:48 Le tenían miedo, porque hacía rimas.
0:13:56 Alcón de divenedetto y de la rima.
0:14:00 Todos los ridiculizaron.
0:14:03 Pero un día, una de sus hermanas, no de sus hermanas,
0:14:06 una de las hermanas de El Aretino,
0:14:10 le contó un cuento picante.
0:14:13 Le contó el cuento del japonés que no encontraba el baño.
0:14:16 Y Pietro Aretino comenzó a reírse
0:14:19 de tal forma que se cayó de la silla
0:14:22 y se rompió la cabeza.
0:14:25 Inmediatamente le dio un ataque de apoplejía
0:14:28 y se murió.
0:14:31 Qué triste esa mera, qué triste esa mera
0:14:33 cuando algunos se mueren de risa.
0:14:36 Ay, qué dolor, ay, qué dolor, no lo pudieron salvar.
0:14:41 Qué linda la muerte del Aretino.
0:14:46 Hablemos de una rara muerte en París.
0:14:51 Allí murió un señor, un sastre austríaco
0:14:54 llamado Reichelt, afincador en París.
0:14:58 Este hombre, este sastre, había inventado una capa
0:15:02 con la que aseguró que sería capaz de volar como un murciélago.
0:15:08 Y pidió autorización para lanzarse
0:15:11 con esa capa que había inventado desde la Torre Iferno.
0:15:16 Y los propietarios de la Torre le aconsellieron
0:15:20 la autorización con cierto desagrado
0:15:26 o mejor dicho, imponiendo la condición
0:15:29 de que Reichelt consiguiera también permiso de la policía
0:15:33 y firmara también una renuncia a sus derechos
0:15:38 en la que dejara libre de responsabilidad
0:15:42 los dueños de la Torre.
0:15:44 Yo como es, se tiran de la Torre,
0:15:46 después vuelo a tener que pagar por vuelo.
0:15:49 Increíblemente la policía también le dio la autorización.
0:15:53 Ahora hay un día que había mucha cor, se llama SIL.
0:15:56 SIL ya le dice.
0:15:57 SIL ya.
0:15:59 Este es el del cambio de domicilio.
0:16:04 A las 7 en Ponto de la Mañana,
0:16:07 del 23 de febrero de 1912,
0:16:09 el Sastre, acompañado de un grupo de animadores
0:16:13 y de fotógrafos de la prensa,
0:16:15 subió hasta el nivel de la primera plataforma.
0:16:19 Se detuvo sobre el borde y se lanzó al vacío.
0:16:37 Es gracioso como murió el rey Felipe III también.
0:16:42 Había una etiqueta,
0:16:47 una etiqueta muy pronunciada en la Corte de Madrid.
0:16:52 Por ejemplo, cada vez que el rey quería tomar agua,
0:16:56 pasaba lo siguiente.
0:16:57 Un ujier de la sala llamaba al gentil hombre de Boca,
0:17:01 que llegaba acompañado por la Guardia.
0:17:03 El copero separaba frente al rey
0:17:05 y a la menor señal servía la copa solo en la mano izquierda.
0:17:08 Al hacerlo el copero debía encargar una rodilla en el suelo
0:17:11 para que el rey terminara.
0:17:12 Si quería beber más,
0:17:14 era otra la comitía que entraba.
0:17:16 Había una comitiva para la primera copa
0:17:18 y otra para la segunda copa.
0:17:20 La primera, mientras tanto, se retiraba de la habitación.
0:17:23 Y un detalle de esa tremenda etiqueta
0:17:26 hizo que Felipe III terminaba mal.
0:17:29 El rey estaba un día sentado frente a una chimenea
0:17:32 en la que se quemaba una gran cantidad de leña,
0:17:35 mucha leña,
0:17:37 tanta leña que el rey estaba muerto el calor.
0:17:40 Pero no se permitía levantarse para llamar a nadie
0:17:44 porque la etiqueta se lo impedía.
0:17:46 ¿Cómo va a andar el rey levantándose diciendo,
0:17:48 eh, no podía?
0:17:50 Y ninguno de los sirvientes se acercaba
0:17:52 porque tampoco estaba permitido.
0:17:55 Por fin apareció el marqués de Polar,
0:17:58 al cual el rey le pidió que apagase ese fuego,
0:18:00 pero el marqués se excusó con el pretexto
0:18:02 de que la etiqueta le prohibía hacerlo.
0:18:04 En realidad había que llamar al duque de Uceda,
0:18:07 que estaba habilitado para eso.
0:18:09 El duque había salido y las llamas continuaban aumentando
0:18:12 y el rey para no disminuir nada,
0:18:15 su majestad seguía aguantando como podía.
0:18:18 Sufró un calor tan fuerte que según los cronestas
0:18:21 le calentó de tal forma la sangre
0:18:24 que el día siguiente se murió.
0:18:30 Terminaremos con la muerte de Catalina de Medvedichís.
0:18:36 Es curiosa también.
0:18:39 Catalina era muy mala, en realidad.
0:18:41 Era la mujer de Enrique II de Francia,
0:18:43 tenía una barra de perfumistas
0:18:49 que en realidad eran envenenadores profesionales,
0:18:51 tenía un escuadrón galante,
0:18:53 un grupo de muchachas hermosísimas
0:18:55 que se acostaban con políticos de la oposición
0:18:59 para sacarle secretos en el momento cúlmine del amor.
0:19:04 Por ejemplo, te amo, te amo, te amo,
0:19:07 hay una flota en la Rochelle dispuesta a invadir.
0:19:12 Ya se sabe que en el momento culminante del amor
0:19:15 los opositores al régimen de Enrique II de Francia
0:19:19 empiezan a gritar secretos.
0:19:27 Aprovechar ese momento para decir
0:19:30 que llevo 10 cuotas a la FIP.
0:19:36 Dice uno agarrándose de los barrotes de la cama.
0:19:45 Pero un día, uno de estos perfumistas,
0:19:47 astrólogos y envenenadores, le dijo a Catalina,
0:19:51 usted morirá cerca de Saint Germain.
0:19:56 Y durante toda la vida,
0:19:58 la Reina evitó, con el mayor de los cuidados,
0:20:01 permanecer o acercarse, siquiera,
0:20:03 a los lugares que portasen ese nombre tan temido.
0:20:07 Identificó la advertencia con Saint Germain en Los Serroins
0:20:10 y no quiso vivir en el Louvre.
0:20:12 Por la misma razón, se negaba a ir a una residencia
0:20:15 que tenía en el barrio de Saint Germain.
0:20:17 Estaba finalmente ya vieja y decía,
0:20:20 ya no me voy a morir porque con solo no ir a ningún lugar
0:20:23 llamado Saint Germain, ya está.
0:20:27 Y un día se sentía mal llamado al médico
0:20:31 y vino el médico y estaba a punto de retirarse.
0:20:37 Cuando ella le agradeció su gestión,
0:20:39 le preguntó cómo se llamaba.
0:20:42 Y el médico le dijo, me llamo Saint Germain, señor.
0:20:47 Entonces, Catalina lo miró fijamente y le dijo,
0:20:50 voy a morir.
0:20:52 Y efectivamente eso fue lo que sucedió minutos después.
0:20:59 Y de luego nosotros no creemos en esto
0:21:01 y es porque no creemos que la muerte nos parecía extraña.
0:21:05 Si creiéramos, no incluiríamos esta muerte
0:21:08 en un catálogo de muertes extrañas
0:21:10 y no entre tantas otras muertes
0:21:12 que se producen por las carlatinas, etcétera.
0:21:18 Yo creo, honestamente, que herido Rolón
0:21:20 es un error que la muerte siempre extraña.
0:21:23 Sin que tener que abandonar una de nuestras vidas
0:21:26 es una cosa no extraña, absolutamente inconcebible.
0:21:29 Injusta, sobre todo eso, ¿no?
0:21:31 Y especialmente en Noche Comuneta.
0:21:45 Yo brindo Rolón por aquellos momentos en que uno es inmortal.
0:21:49 Ser inmortal quiere decir no tener ni en el cuerpo ni en el ánimo
0:21:54 ni una molécula dispuesta a pensar en la muerte
0:21:58 de tan vivo que no está.
0:22:00 En ese momento es inmortal, uno. Dura poco, segundo.
0:22:03 ¿Y ese es el momento culmín de la muerte?
0:22:05 Es el momento de la muerte, ningún otro.
0:22:07 Si, eres, y eso es inmortal, ningún otro.
0:22:09 Pero por un rato, no por una hora tampoco.
0:22:12 No, por un rato.
0:22:14 Pero qué importa, esos ratos son los que iluminan
0:22:17 toda nuestra miseravidad de mortales.
0:22:21 ¿A quién quiere dedicar este catálogo de Finaus Curioso?
0:22:26 Amolier, si, lo voy a dedicar porque me gusta mucho.
0:22:30 Al amigo Gaudí, ya que hemos podido
0:22:33 tener gusto de visitar juntos, Alejandro la Casa Batlló,
0:22:36 el Museo del Parque Güell, y hemos ayudado a financiar
0:22:39 la sagrada familia para ver los muchachos de arriba
0:22:42 un tablón, porque no se veía otra cosa.
0:22:45 Este se la estamos pagando nosotros.
0:22:47 ¿Y al empleado de pedrarias, que se le tiró encima del cajón?
0:22:52 No, y si no fuera por esa chupa media, digamos.
0:22:57 Pedrarias hubiera muerto mucho antes.
0:23:01 ¿Y qué? Aquí viene el taoísmo,
0:23:03 otra vez al calope, y que se morió igual.
0:23:06 Pedrarias ya está muerto igual.
0:23:08 Y es una pena, no porque pedraria fuera buena gente, Alejandro,
0:23:11 pero esto que decían acerca de que nunca iba a morir,
0:23:14 de haberse de cierto, no dejaba de ser una linda esperanza,
0:23:17 lindo milagro.
0:23:18 Sí, la lástima que murió, porque con uno solo que no murió.
0:23:21 Ya, ya no podemos anotar.
0:23:23 Ahora, existir al velorio propio es una fantasía
0:23:26 que algunos de sus pacientes le contarán.
0:23:28 ¿No es cierto, Rolón?
0:23:29 Casi todas las personas tienen el cuerpo.
0:23:31 Hay uno de los locos que van a su consultorio, le cuentan,
0:23:33 soñé que iba mi velorio, etcétera.
0:23:36 No soño aburridísimo, porque en el día uno no sueña eso.
0:23:39 No se puede soñar eso.
0:23:40 Uno inventa que lo soñó y, como si lo cuenta el sicurarista,
0:23:43 dice, anoche soñé que iba mi velorio,
0:23:46 y ¿sabés quién no estaba?
0:23:48 Fulano.
0:23:56 Pero, ¿cuánta gente que quisiera ir a su propio velorio?
0:24:00 Por odio.
0:24:02 Por odio, para poder decirle cuánto frescas a los que están
0:24:05 y mejor todavía los que no están.
0:24:07 ¿Qué me andan llorando vos?
0:24:09 Me vi bien contenta, estarás que me pagaste los 100 pesos que me debía.
0:24:14 Echame lo AS.
0:24:19 Me he muerto malo, ¿eh?
0:24:22 Está bien eso, mi tenebrero.
0:24:24 Se levanta el muerto.
0:24:25 Mira, disculpe, si no lo saludó nadie.
0:24:28 ¿Hay muerto malo?
0:24:30 Me he muerto de pura mala sangre que me han hecho ser.
0:24:34 Bueno, esa está.
0:24:35 ¿Qué le llamas por teléfono que no vivó?
0:24:37 ¿Te enteraste que me he muerto?
0:24:40 En dos horas me llevan inibilista todavía.
0:24:43 Mira, no creas que no me di cuenta que no viniste.
0:24:47 Pero bueno, usted sabe que la fantasía de estar uno presenciando el momento
0:24:50 de su propia muerte es bastante común.
0:24:52 No solo en sueños.
0:24:54 Todo el mundo quiere saber quién lo quiere, quién no, quién lo llora.
0:24:57 En realidad uno quiere ser inmortal, Alejandro, en esa fantasía.
0:25:00 Es estar percibiendo aún después de muerto.
0:25:03 Eso es lo que se quiere.
0:25:05 Me importa seguir vivo.
0:25:07 Pero sin embargo, su velorio sería muy divertido.
0:25:10 Sí, pero le divertido es que no te moriste.
0:25:15 Porque ir al velorio de otro, por ejemplo,
0:25:17 que sería lo mismo, no es divertido.
0:25:20 Aunque hay algunos velorios más divertidos que otros,
0:25:23 hay algunos donde se arman cada lío.
0:25:25 Yo he ido a algunos velorios
0:25:28 que todo esto que dije no lo dijo el muerto, pero a quién lo dijo.
0:25:35 ¿Vos sobra que andaba con mi marido?
0:25:44 del Parlamento de Córdoba
0:25:47 y nos dimos cuenta de que no hay tal discoteca.
0:25:51 ¿Para qué va a tener la discoteca en un Parlamento?
0:25:55 Pero en homenaje a Catalina de Medici
0:25:58 hemos resuelto dos de sus propios votos.
0:26:01 Pero en homenaje a Catalina de Medici
0:26:04 hemos resuelto, vamos a hablar esta charla,
0:26:07 con la canción gitana, que se llama Catalina
0:26:11 y que escucharemos en la versión clásica de Don Miguel de Molina.
0:26:31 Catalina, Catalina de Medici
0:26:34 a bebé la guardia de Mayo
0:26:38 porque se pone a ver a Catalina de Medici
0:26:42 Catalina de Medici
0:26:45 Catalina de la Fuente
0:26:48 trajo un beso y un amo
0:26:55 y sacada de una rosa
0:26:59 y de bolita que volvió
0:27:02 Catalina así, Catalina no
0:27:05 y a Catalina había un corazón
0:27:12 Catalina se aconcha
0:27:15 un panón de calmería
0:27:18 Catalina, Catalina así
0:27:22 un cubón de pes y o pelo
0:27:25 y una cacalía de catalina
0:27:29 Catalina así
0:27:32 Catalina, Catalina
0:27:36 quien se habilitó y quien se vio
0:27:43 tan bonita y tan contúesta
0:27:46 ah, solo la patrubalso
0:27:49 Catalina así, Catalina no
0:27:53 Catalina así abre mi corazón
0:28:00 a la Fuente Catalina
0:28:03 y no ha vuelto más a ver de Catalina
0:28:07 su catalina se ha despejado
0:28:10 y no sale de su casa
0:28:13 aunque se muera de ese Catalina
0:28:17 es que su catalina es alguien
0:28:20 se apuesta un traje de luto
0:28:24 y aonde raste un corazón
0:28:32 y se le apuesta la cara
0:28:35 con rosa de pasión
0:28:38 Catalina así, Catalina no
0:28:42 Catalina, Catalina había un corazón
0:28:50 Catalina, Catalina
0:28:54 la enteraron por la tarde
0:28:58 ah, y al atuesto
0:29:02 ah, y al atuesto
0:29:05 ah, y al atuesto
0:29:08 y los alabos del frío
0:29:12 repetían la canción
0:29:20 Catalina así abre mi corazón

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