Transcripción automática
0:00:00 Bueno, para complacera nuestro...
0:00:03 Tereo amigo, vamos a ver hoy de mitología griega.
0:00:06 Bueno, ¿de verdad?
0:00:09 Y tenemoslax, dos magos,
0:00:12 dos magos que se llamaban mobso y calcante.
0:00:16 Hablaremos de ellos y vamos a ver cómo se unen las historias de uno y de otro, si es que se unan.
0:00:21 Con respecto a mobso, que es el menos conocido,
0:00:25 a menudo se lo considera hijo de Apolo,
0:00:27 pero esto es común en la mayor parte de los adivinos,
0:00:29 ya que todos decían provenir de Apolo.
0:00:32 Otras veces se lo presenta como hijo de Manto, que era una chica,
0:00:35 una muchacha hija nada menos que de Tiresias,
0:00:38 aquel mago del que hemos hablado muchas veces aquí,
0:00:42 aquel que fue hombre y fue mujer,
0:00:44 y después volvió a ser hombre.
0:00:46 Entonces le preguntaron virtud en la discusión a ver quién disfrutaba más del acto venerio,
0:00:52 si el hombre o la mujer.
0:00:54 Discutían esto era Iséus, los príncipes del olimpo,
0:01:00 quién gozaba más.
0:01:02 Entonces no tuvieron mejor idea que preguntarle a Tiresias,
0:01:06 que después de todo había sido hombre y también mujer,
0:01:10 y había ejercitado ambas profesiones.
0:01:15 Entonces lo llamaron y le preguntaron,
0:01:18 que si de 10 partes se compone el goce, 9 corresponden a la mujer y una a la hombre.
0:01:25 Entonces ahí era, se enojó muchísimo porque eso no era lo que ya sostenía,
0:01:31 y le quitó la vista.
0:01:34 Otros dicen, sin embargo, que quedó ciego cuando vio dos serpientes acoplándose,
0:01:42 Es muy difícil, yo no he... Mira que he visto cosas.
0:01:44 Es difícil, ¿no?
0:01:45 Incluso acoplándose.
0:01:49 Pero no serpientes, he visto gente, perros, pero serpientes,
0:01:57 incluso hasta no se me ocurría como harían esas, esos batracios.
0:02:05 La vista debe parecer el mismo, parece eso.
0:02:08 Claro, primero no se sabe cuántas son, y ni qué están haciendo.
0:02:14 Bueno, esta chica era hija de Tiresias, la mamá de Mobso,
0:02:20 así que tenía a ser nieto de Tiresias, que era un gran mago y un gran adivino,
0:02:24 quizá el mejor de todos.
0:02:26 Parece que después de la muerte de Tiresias, Manto, la hija del mago,
0:02:30 permaneció largo tiempo en Delfos, dedicada a perfeccionarse en el arte adivinatorio,
0:02:36 incluso desempeñando la función de civilas y en el oráculo.
0:02:40 Un día, Dios Apolo la mandó a la ciudad de Claro, y ella se casó con un tal ratio.
0:02:47 El hijo que nació de esa unión fue justamente Mobso, que heredó de su madre y de su abuelo el don profético.
0:02:56 Mobso fue fundador de ciudades, ahí nomás fundó la ciudad de Colofón,
0:03:01 y era muy conocido, pero no tanto como el otro, Calcante.
0:03:05 Calcante había nacido en mis senas,
0:03:08 y era el mejor en la interpretación del vuelo de las aves.
0:03:12 Él veía volar una vez, y enseguida te decía el futuro.
0:03:19 También era el que mejor conocía el presente, desde luego, y el pasado.
0:03:25 Pero bueno, es más fácil el presente y el pasado que el futuro.
0:03:30 Fue augur titular de la expedición griega-contra-trosa, como usted sabe.
0:03:35 En todos los momentos importantes de la guerra y en su preparación, aparecía una profecía de Calcante.
0:03:43 Cada vez que necesitabas saber algo, se lo consultaba, y tipo, mira, oye, acá se viene un comunismo, se viene.
0:03:51 Y se iba.
0:03:57 Cuando estuvo a punto de, hasta próxima de tonar la guerra de Troya,
0:04:03 el viertis advirtió a su hijo Aquiles que si iba a la guerra moriría.
0:04:09 Y que se no iba a viviría mucho tiempo, pero no sería heroico.
0:04:16 Entre las dos posibilidades que se le ofrecían, una vida corte y gloriosa o larga, pero sin gloria,
0:04:22 Aquiles pensó que era mejor convertirse en un héroe de poca vida y marchó a Troya.
0:04:28 Sin embargo, los poetas trágicos citan esta historia de manera muy distinta.
0:04:32 Dicen que un oráculo había abaticionado a Tétis que Aquiles moriría en la guerra,
0:04:38 por lo que para evitar que lo incorporaran, había que ocultarlo.
0:04:42 Entonces, Tétis lo ocultó, lo vistió de mujer y lo escondió en la corte del rey Licomédes de Esíro.
0:04:50 Allí, Aquiles pasó nueve años escondido, ni uno menos.
0:04:53 Es mucho tiempo para estar escondido.
0:04:56 El tipo disfrazó de mujer entre todas las muchachas de la corte de Licomédes de Esíro.
0:05:02 Allí, los llamaban Pirra.
0:05:05 La rubia.
0:05:07 Pero el disfraz fue inútil para la sagacidad de Odiseo, de Ulissa.
0:05:19 A mí me parece que el tipo en la corte de Licomédes habrá aprovechado para seducir a algunas amiguitas,
0:05:28 haciéndose pasar primero por Dame y después por caballero.
0:05:34 Ulisses se enteró de que le estaba escondido allí y también intervinó Calcante, el mago,
0:05:39 porque Calcante dijo que la guerra de Troya no podría ganarse sin la intervención de Aquiles.
0:05:46 Y entonces Ulisses lo fue a buscar.
0:05:49 Perseveró en la búsqueda y lo encontró así, baneándose con unas muchachas disfrazadas.
0:05:54 Recuerda, como entró Ulisses, el astuto Ulisses, el escondite de Aquiles.
0:05:58 Fingió que era un vendedor.
0:06:00 Y entonces ahí mostró unas telas, unas vestimentas femeninas.
0:06:04 Y se dice, ay, qué lindo, qué lindo, los adornó.
0:06:07 Y por ahí sacó un cuchillo, un cuchillo blamante.
0:06:11 Y por ahí apareció la rubia y dijo, ¿qué es eso?
0:06:15 A ver, dice, mostrame esa fariniera.
0:06:20 Otra premanición de Calcante fue la siguiente.
0:06:24 En Aulide interpretó el presagio representado por la serpiente que devoró a unos pájaros en el altar
0:06:30 y declaró que la ciudad de Troya sería tomada al décimo año de la guerra.
0:06:35 Ay, nomás.
0:06:36 Predijo también a los griegos que la ciudad no podría ser tomada,
0:06:39 a menos que se procurasen el arco y las flechas de Heracles.
0:06:44 Por lo cual Ulisses fue a ver a Philoctetes, uno que se había quedado con las armas de Heracles.
0:06:51 Heracles se las había dado.
0:06:53 Cuando murió Heracles le dijo a Philoctetes que escondiera su cadáver.
0:06:57 Y que a cambio de ese servicio le iba a dar el arco y las flechas.
0:07:03 Philoctetes escondió el cadáver, pero después bateó donde estaba.
0:07:11 En realidad golpeó con el pie.
0:07:14 No dijo nada, pero golpeó con el pie. Ese es un batimento.
0:07:17 Fue ese parvaje en Arco Lasigas.
0:07:20 Igual, consiguieron las armas de Ulisses también ahí en Aulide.
0:07:28 Las armas de Ulisses no, las armas de Heracles, pero...
0:07:31 A Aulide se mandó Calcante la premonición que le costó la vida, al menos en una versión.
0:07:39 Le costó la vida, digo, a... ¿Cómo se llama?
0:07:44 A Iphigenia.
0:07:46 Ah, la hija de Gamelo.
0:07:48 Porque estaban ahí las tropas griegas y no soplaba viento.
0:07:52 Que no una calma chicha y no podían ser para.
0:07:56 Calcante dijo, bueno, acá dice, no va a haber viento,
0:08:01 hasta que no sacrificen a los dioses a la hija de Agamemnon y Figenia.
0:08:06 Muy bien dijo Agamemnon.
0:08:08 Y Figenia dice, venga para acá.
0:08:10 Y la sacrificó y no más.
0:08:12 Y empezó a soplar la virazón.
0:08:17 Pero hay muchas versiones, ¿no?
0:08:19 De este episodio siniestro.
0:08:21 Hubo mitógrafos que se escandalizaron ante aquello con justa razón.
0:08:25 Y trataron de convertir ese sacrificio espantoso en alguna otra cosa.
0:08:30 Por ejemplo, la mandaron a Iphigenia Tauryd.
0:08:36 En vez de sacrificar, las piantaron, no sé de dónde.
0:08:40 El caso es que Calcante fue el que anunció, pero engañosamente,
0:08:45 a los troyanos, que el caballo de madera era una ofrenda para la diosa Atenea.
0:08:50 Y que si lo rechazaban caería sobre ellos un desastre inexorable.
0:08:54 Una profecía que más bien era un engaño, ¿no?
0:08:56 En cambio, aseguró que alcante a los troyanos,
0:08:59 si la dejan entrar conquistarán mis enas y obtendrán el favor de la diosa.
0:09:04 Y al rey Primo, que era un poco pavo, creyó,
0:09:08 agrandó las puertas de trolla porque el caballo no la entraba.
0:09:12 Lo que hicieron entrar y no pasaba por la puerta del caballo.
0:09:15 O sea, grande la puerta, dijo.
0:09:19 Bueno, eso no era una gran piolada por parte de los griegos.
0:09:24 Sin la idea era que los troyanos aceptaran el caballo,
0:09:28 tendrían que haberlo construido como para que pase por la puerta.
0:09:33 ¿Cómo vas a construir un caballo?
0:09:36 Para que los tiempos lo metan en una casa y vos podés acceder a ella
0:09:41 y si el caballo no pasa por la puerta.
0:09:43 Qué clase de piola son.
0:09:48 Eso es una objeción muy seria, ¿eh?
0:09:51 Que la puerta no permita el paso del caballo.
0:09:54 Yo no sé, ¿eh?
0:09:56 Si hubieran podido quedar tranquilamente afuera, por eso.
0:09:59 Muchas gracias, pero no me entra.
0:10:03 La famosa frase.
0:10:08 Es un inciso de uso burbillar en carpintería
0:10:12 y en muchos otros menestés.
0:10:19 Prigamo era tan sonso que dijo, no me entra, pero voy a gran dar la puerta.
0:10:23 Y así le fue, ¿no?
0:10:25 Justamente, bien.
0:10:27 Cuando volvían de la guerra calcante predijo a los griegos
0:10:30 que el viaje no sería nada fácil
0:10:32 para decir lo cual no había que ser adivino, ¿no?
0:10:35 Pero él se negó a volver con el grueso de la tropa
0:10:39 puesto que sabía que no llegaría de ese modo a buen puerto.
0:10:42 Pero atención, también había una profecía oracular destinada
0:10:47 a la persona que se había enviado al propio calcante.
0:10:50 Y aquí viene la historia que queremos contar.
0:10:53 Todo esto que hemos dicho no importa.
0:10:56 Si le había anunciado a Calcante que moriría,
0:10:59 el día en que encontraron un adivino más hábil que él,
0:11:03 mm...
0:11:05 Morirás calcante, dijo el oráculo,
0:11:08 el día que encuentres un adivino más hábil 오�áculo que tú.
0:11:12 Calcante se embarcó de reg Gabe,
0:11:15 y los pocos fueron a parar unas costas del Asia menor
0:11:18 en las tierras de Colofón.
0:11:20 ¿Y quién vivía en Colofón?
0:11:22 Nada menos que aquel adivino del principio del programa
0:11:25 llamado Mobso.
0:11:27 El carácter agonal de los asuntos míticos
0:11:30 apareció rápidamente, es decir, hubo competencia.
0:11:33 Cada vez que había dos tipos que hacían la misma cosa,
0:11:35 te juego a ver quién la hace mejor.
0:11:38 Enterado de la llegada de Calcante,
0:11:40 Mobso lo retó a una competencia de predicciones
0:11:44 de saberes maravillosos, y Calcante tuvo que aceptar.
0:11:48 Concurso a ver quién adivina mejor.
0:11:52 En Colofón crecía una higuera notablemente fecunda.
0:11:58 Calcante quiso poner en ridículo a Mobso,
0:12:01 y le preguntó si podía decirle cuántos sigos tenía el árbol.
0:12:06 Dice el mitógrafo que Mobso, cerrando los ojos, contestó
0:12:10 10.000 y empezaron a contar los sigos.
0:12:14 ¿Me entendé lo que te digo?
0:12:18 La intuición de Mobso había sido exacta.
0:12:23 Y entonces, ya un poco a gran dado, dijo,
0:12:26 para bajar de miles a cantidades menores,
0:12:29 podría usted decirme, señor Calcante,
0:12:32 Mobso a Calcante, cuántas crías hay en el vientre
0:12:35 de esta chanchapreñada.
0:12:37 Esta chanchapreñada tiene nombres, saltó una señora.
0:12:41 No, no, me refiero a esta.
0:12:44 Esta otra, la más linda.
0:12:46 Parece que había una chancha, y la señaló,
0:12:50 entonces para evitar equivocaciones,
0:12:52 cuántas crías para irá de cada sexo y cuándo.
0:12:57 Parecía una pregunta más fácil que cuántos sigos
0:13:00 hay en la chancha.
0:13:03 No, hay en la higuera.
0:13:06 Calcante respondió,
0:13:08 parirá ocho chanchitos, todos machos,
0:13:11 y los parirá dentro de nueve días.
0:13:14 Algunos dicen que Calcante contestó eso
0:13:17 con la esperanza de poder, y dice,
0:13:19 antes de que pariera la chancha.
0:13:22 Si me permiten este dicho.
0:13:25 Un poco menos usual que muchas gracias,
0:13:28 pero no me entra.
0:13:31 Pero Mobso dijo, yo soy de otra cuinió.
0:13:35 Te acuelo tres chanchitos, uno solo macho,
0:13:38 y nacerán mañana al mediodía,
0:13:40 ni un minuto antes ni un minuto después,
0:13:42 y acertó.
0:13:44 Al otro día, al mediodía, la chancha,
0:13:46 tuvo tres chanchitos, uno macho.
0:13:49 ¿Y Calcante murió?
0:13:52 ¿De puro desesperado, de puro pesaroso,
0:13:57 o de pura exactitud del oráculo que lo había medicinado?
0:14:01 Algunos dicen que se suicidó, o ance.
0:14:03 El caso es que sus compañeros lo enterraron en Nocio.
0:14:07 El alma de Calcante
0:14:11 anda en pena por el monte Drío de Daunas,
0:14:14 cerca de Colofón.
0:14:16 Allí en la cumbre mantiene un pequeño oráculo.
0:14:22 No quiero decir el diminutivo.
0:14:25 De oráculo.
0:14:28 Basado en la interpretación de los sueños,
0:14:31 que todos ustedes pueden consultar si es que viajan así.
0:14:34 Y aquí termina la historia de Calcante y Mobso,
0:14:37 la historia de que el adivino que sabía que iba a morir
0:14:39 cuando encontraba uno mejor que él.
0:14:42 Es una historia extraña y muy obesa.
0:14:46 ¿A quién quiere dedicarla?
0:14:49 Le digo que no es sencilla esa competencia, Alejandro,
0:14:53 en los adivinos griegos que por lo general acertaban siempre.
0:14:57 Es muy difícil que uno sea mejor que el otro si los dos aciertan.
0:15:00 Acá hubo que buscar que uno de ellos se equivocara.
0:15:03 Para poder contar la historia, se necesitó un error grosero.
0:15:06 Claro, que no solían cometer realmente.
0:15:09 O sea, suena forzada esta competencia.
0:15:12 Bueno, yo lo voy a dedicar.
0:15:14 También a alguien que encontró la muerte
0:15:16 por haber encontrado alguien mejor que él.
0:15:19 Y es el amigo Santos Vera.
0:15:22 Que se topó con Juan Sinroca.
0:15:24 Si cantando murió aquel que vivió cantando,
0:15:27 decía suspirar, porque el diablo lo venció.
0:15:34 Bueno, quiero dedicarse también a Ifigenia,
0:15:39 pobre que se levantara bien todas las cosas que tuvieron que hacer.
0:15:44 Después a los otros hijos de Agameno, Orestes,
0:15:47 y Electra.
0:15:49 Un poquitito asesino, Orestes.
0:15:51 Un poquitito asesino.
0:15:53 Y se cargó a la vieja y a la amante.
0:15:56 Aquel señor Egisto.
0:15:58 Qué cosa, las pirámides de Egisto.
0:16:01 Y no se conmovió ni ante la visión de los pechos matarnos.
0:16:08 Dicen que, para que la clitennestra le mostró los pechos al hijo,
0:16:17 y al hijo acostumbrado a saber que...
0:16:20 ¡Cinco mil!
0:16:24 Dijo disculpe, men.
0:16:28 Pero bueno, hemos sido a la discoteca, nos han dado un disco que tiene algo que ver con la magia,
0:16:40 ya que los magos suelen mirar al cielo para ser profecías,
0:16:47 y el propio calcante que miraba al vuelo de las aves.
0:16:50 Pedacito de cielo, se llama este bal que escucharemos ahora,
0:16:55 en atención al cuadrante que solía utilizar este mago para descubrir qué era lo que no se esperaba.
0:17:06 Pedacito de cielo será cantado en esta ocasión por nuestro amigo Horacio Molina.
0:17:17 La casa tenía una reja pintada con quejas y cantos de amor.
0:17:31 La noche llenaba de hojeras, la reja la hiedra y el viejo balcón.
0:17:41 Recuerdo que entonces reías si yo te leí a mi verso mejor.
0:17:50 Y ahora que ha pricho del tiempo leyendo esos versos, lloramos los dos.
0:18:05 La reja está dormida de tanto silencio y en aquel pedacito de cielo se quedó tu alegría y mi amor.
0:18:19 Los años han pasado terribles, malvados, dejando esa esperanza que no ha de llegar.
0:18:29 Y recuerdo tu gesto travieso después de aquel beso robado al azar.
0:18:50 Tal vez se enfrió con la brisa tu cálida risa, tu límpida voz.
0:19:00 Tal vez escapó a tus hojeras la reja la hiedra y el viejo balcón.
0:19:09 Tus ojos de azúcar quemado traían distancias doradas al sol.
0:19:19 Y hoy quieres hallar como entonces la reja de bronce temblando de amor.
0:19:33 La reja está dormida de tanto silencio y en aquel pedacito de cielo se quedó tu alegría y mi amor.
0:19:47 Los años han pasado terribles, malvados, dejando esa esperanza que no ha de llegar.
0:19:56 Y recuerdo tu gesto travieso después de aquel beso robado al azar.
0:20:17 En la venganza será terrible hemos escuchado pedacito de cielo en la versión de nuestro amigo Horacio Molina.
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