Transcripción automática
0:00:00 En los primeros tiempos bébicos a los muertos en la India se los podía enterrar o quemar.
0:00:07 Te lefíe.
0:00:08 O lo enterramos o lo quemamos.
0:00:10 Y esas dos costumbres estaban basadas en creencias diferentes que tenían que ver con el estado futuro de la existencia.
0:00:18 Hay un nigno, una canción, que hace referencia a la Casa de Barros, porque entre algunas tribus áreas,
0:00:26 ¿qué tal Arias?
0:00:28 Existía la creencia original de que los espíritus rondaban en lugar de la sepultura
0:00:34 y se suponía que los enterrados perseguían a los vivos,
0:00:38 pero había una forma de terminar con esta persecución y que era quemar los cuerpos.
0:00:44 Quiere decir que no eran dos creencias sino una.
0:00:47 Aquellos que practicaban la ceremonia de la incineración creían que de este modo
0:00:53 transferían las almas por medio del fuego a un sitio, a una especie de paraíso,
0:01:00 al que no podía llegar si te enterraban solamente.
0:01:04 Este paraíso estaba gobernado por Yama.
0:01:07 Yama era también el primero de los hombres.
0:01:12 Algunos dicen que era el primer hombre
0:01:17 y que tenía también una hermana, otros dicen que era hijo de los hijos del sol.
0:01:26 Es decir, de los adictias, creo que se llamaban, que eran los hijos del sol.
0:01:34 Así que vendría a ser nieto del sol.
0:01:36 En el budismo se cree, sin embargo, que Yama gobierna no el paraíso, sino el infierno.
0:01:42 Y que él mismo está purgando, vaya a saber qué clase de iniquidades.
0:01:48 Está ahí con ocho de sus generales y ochenta mil de sus soldados.
0:01:52 Y todos los días reciben cobre fundido en sus bocas para burgar sus culpas.
0:02:01 Pero en todo caso, esto es más budista que braba Mánico.
0:02:07 Pero el budismo también tuvo nacimiento en la India, así que tenemos que decirlo.
0:02:13 El caso es que volvamos a lo dicho.
0:02:16 Si usted quemaba el muerto, el muerto era transferido a un paraíso gobernado por Yama.
0:02:22 Yama, rey de los muertos, parece que había explorado las regiones escondidas
0:02:27 y encontró el camino que luego se llamó el sendero de los padres.
0:02:32 Y que se que siguen las almas, siempre que usted haya tenido la precaución de quemar al final.
0:02:39 Las almas parece que subían en unos carros dispuestos a tal efecto.
0:02:44 En el cielo de Yama, los hombres recobraban su antiguo cuerpo, el que tenían antes de ser quemado,
0:02:51 ante morese, y se encontraban incluso con sus antepasados, como suele ocurrir en todos los paraíso.
0:02:59 Siempre que el antepasado no se haya ido al infierno.
0:03:03 Esta era la primera alegría del cielo de los hindúes.
0:03:09 Cuando los antepasados reconocieron como parientes al resen llegado, este obtenía de Yama un hogar.
0:03:17 Lo instalaban.
0:03:19 También se dice que cada alma que llegaba a este paraíso tenía que pasar entre dos perros.
0:03:25 Terrible, ¿no? Que eran guardianes que si eras bueno no te hacían nada.
0:03:31 Pero si eras malo te chumbaban y te comían y no te dejaban pasar.
0:03:38 Una vez que pasaba por el trámite de los perros y la instalación a cargo de tus parientes,
0:03:44 entraves en una vida perfecta, coronada con el cumplimiento de todos tus deseos.
0:03:50 Lo cual ya no sé si es perfecto después de todo, ¿no?
0:03:53 Esto es que cada deseo automáticamente se te venga a cumplir.
0:03:58 No sé. Y yo descubierto esto en los últimos días.
0:04:01 Mire qué sencillo y qué estúpido seré que no me había dado cuenta antes.
0:04:06 Y si pensamos nosotros que en general en Oriente, a partir de la idea del karma y del Irbana y etcétera,
0:04:14 la meta es aniquilar el deseo y que en Occidente, a partir de esta forma positiva de vivir,
0:04:25 lo digo positiva con cierta desconfianza, ¿no?
0:04:29 Lo que vale es cumplir el deseo, que aquello que deseas se te venga a cumplir.
0:04:35 Y se me ocurre una tercera posibilidad que es la más razonable,
0:04:40 que es mantener el estado de deseos.
0:04:43 El estado de deseos es un estado en el que a lo mejor uno elegiría estar
0:04:51 y que el cumplimiento viene a aniquilar.
0:04:55 El deseo se puede aniquilar, aniquilar por simple, por terrible desaparición de nuestros impulsos,
0:05:04 por el Irbano, como te le quiera llamar, pero también porque se cumple.
0:05:08 Te quería comerse un flan, se lo comió, comió 20 kilos de flan, ya, no lo desea más.
0:05:14 Y a lo mejor, a ni hora, quese estado de deseo que tenía antes del flan.
0:05:20 Y a lo mejor lo que uno está no diría deseando para no complicar,
0:05:26 lo que uno podría llegar a elegir, lo que podría enriquecer más alarma,
0:05:33 permanecer en un estado de deseo tal que no fuera ni desalentado por el nulo cumplimiento,
0:05:42 ni saciado por el demasiado cumplimiento.
0:05:46 En este sentido Alejandro, si usted me permite,
0:05:50 hay una diferencia bastante importante, que es la diferencia que hay entre necesidad y deseo.
0:05:57 La necesidad de alimentarse que puede colmarse con algo
0:06:01 y el deseo que sobre todo cuanto más elevada es la chiquis o la emocionalidad de la persona,
0:06:08 y me sumo lo que usted decía recién de la música,
0:06:10 por mucho que uno se acerque y por mucho que uno lo disfrute jamás,
0:06:14 se acaba porque siempre queda un poco más el deseo para perseguir la mente.
0:06:18 Pero eso sucede en las formas más cumplidas justamente del deseo, si no quiere hablar del amor.
0:06:27 En el paraíso de la India, en otro orden de cosas, todos andaban a pie, eso es un detalle.
0:06:35 Nadie andaba en carro, ni a caballo, ni en nada, andaban a pie, en carro te llevaban,
0:06:40 pero después en el paraíso todo el mundo a pie.
0:06:43 La vida perfecta, como vemos lo es, hasta que tratamos de describirla,
0:06:50 porque cuando uno cuenta qué cosa es finalmente la vida perfecta, aparecen los disensos.
0:06:56 Y ahí está la famosa subjetividad que aplicada al paraíso crea unos problemas burocráticos imposibles de solucionar.
0:07:04 ¿A Juan le gusta esto? Pero Pedro, ¿a qué?
0:07:07 Y aquí está el problema, ¿qué hacemos con las calles del paraíso?
0:07:10 Para empezar, hacemos calles, las empedramos, las apaltamos, las dejamos de tierra.
0:07:17 Bueno, aquí las prefiero, de un modo y otro, de otro.
0:07:20 El empedrado, que es el paraíso de Juan, es el infierno de Pedro, que es taxista, que está empedrado.
0:07:26 Un infierno que está empedrado probablemente con buenas intenciones.
0:07:34 Pero en el cielo de llama había muchas bellezas que fueron cantadas por el sabio Narada.
0:07:40 Así se llamaba este sabio, Narada.
0:07:43 Y cuenta Narada, lo conocí esa Narada.
0:07:47 ¿Qué Narada?
0:07:49 El que te encajó una pastada.
0:07:51 Narada cuenta que en aquel hermoso dominio nada era demasiado caliente ni demasiado frío.
0:07:57 Y ahí hay otra circunstancia que muchos de nosotros va a detestar.
0:08:01 Muchos preferimos lo que está frío o lo que está bien caliente, pero no lo tibio.
0:08:08 Así que los que detestan lo tibio estarán bastante mal en el infierno, en el paraíso de Narada.
0:08:16 Que para nosotros puede le dar a hacer un infierno.
0:08:19 Su larga se tiene sentido.
0:08:20 Pero la vida allí, en el paraíso de llama y Narada, estaba exenta de tristeza.
0:08:27 No sé si está bien tampoco, yo que he escrito algún erogio de la tristeza.
0:08:31 La edad no conllevaba la habilidad, esto sí está bien.
0:08:36 Nadie tenía hambre ni sed.
0:08:42 No sé, no quiero tener hambre ni sed.
0:08:53 Las flores en aquel cielo perfumaban más que en cualquier florería.
0:08:58 Había unas ninfas que bailaban y cantaban al sol de Arpa Celestial.
0:09:04 O sea que era un paraíso hecho a la medida de los hombres.
0:09:07 Las damas que iban allí no podían sentirse muy halagadas por unas ninfas que cantaban y bailaban.
0:09:13 Qué le importa una mena.
0:09:15 Y además por eso que las ninfas se revían todo el tiempo.
0:09:19 Así que tampoco sí, si quiero ver.
0:09:23 Había una asamblea en aquel paraíso.
0:09:26 Lo había organizado.
0:09:27 Y la asamblea de llama tenía el esplendor del sol.
0:09:32 Así los siervos de llama contaban los días de los mortales.
0:09:36 Esos funcionarios del paraíso vestían de blanco con brasaretas de muchos colores y aros de oro.
0:09:46 Cualquier cosa te queda bien, Guiletti.
0:09:50 En aquella tierra de los padres védigas el paraíso era reluciente.
0:09:55 Y llama estaba siempre sentado debajo de un árbol tocando la flauta.
0:10:01 Curioso, ¿no?
0:10:02 Y bebía también el licor de la inmortalidad, que se llamaba Soma.
0:10:09 Y que se parece a la hambreta que hemos mencionado días atrás.
0:10:14 Solo que la Soma existía porque Soma se llama una planta y se destilaba de esa planta el licor.
0:10:26 Tenía un color seniciento, lo describen.
0:10:30 Así que es un licor que existía, ¿no?
0:10:33 Llama se encargaba de dar a los fieles un traguito de Soma.
0:10:39 Los infieles, a su turno, eran destruidos o sino condenados al infierno llamado Put.
0:10:46 En virtud de las expresiones los que allí se encontraban.
0:10:56 Los mensajeros de llama eran la Paloma y el Buvo como en Radio Rivadavia.
0:11:03 Tenía también dos perros llamas, cada uno con cuatro ojos.
0:11:07 Llama es Corobar, ¿no?
0:11:09 De gusto.
0:11:10 En los tiempos posbédicos llama Presidía ya un sistema más complicado de infiarnos,
0:11:16 que era el llamado Dandarjara.
0:11:21 Bueno, había un portador de la vara o el mazo, que tenía una soga también para atar a las almas.
0:11:29 Y a golpes de vara o de mazo llevaba a cabo los secretos de los dioses, etcétera.
0:11:36 Un detalle interesante.
0:11:37 Llama podía consentir que se prolongara la vida de alguien cuyos días se habían terminado,
0:11:43 pero a condición de kilotroneato entregar a sus propios años.
0:11:50 Es una estructura que se ha repetido en distintas mitologías.
0:11:56 En la Griega, por ejemplo.
0:11:58 Contaremos una historia que aparece en el más abarasta.
0:12:01 Parece que una docella llamada Pramadarva era la más hermosa de todas las mujeres.
0:12:07 ¿Cuál era la más hermosa de todas las mujeres?
0:12:09 Preguntaban en los boliches y todo respondían Pramadarva.
0:12:16 Un joven brajamán llamado Ruru, el Ruru Flores, se enamoró de ella
0:12:25 y fue a pedirle al papá de Pramadarva que le diera autorización para casarse.
0:12:33 Hubo acuerdo y Pramadarva fue prometida en matrimonio.
0:12:37 Pero sí, unos días antes de la boda, Pramadarva estaba jugando con sus compañeras,
0:12:43 pisó una serpiente, la serpiente la mordió y, chau, la mató.
0:12:49 Los brajamanes se reunieron alrededor del cuerpo de Pramadarva y la lloraron.
0:12:56 Pero Ruru, desesperado, rogó a Yama que ejecutara aquel poder
0:13:02 de que un individuo pagara con sus años la vida de otro.
0:13:07 Apareció un mensajero de Yama y respondió,
0:13:11 que renuncias a la mitad de tu propia vida a favor de tu amada,
0:13:15 Pramadarva se levantará de nuevo.
0:13:17 Y Ruru agarró viaje, sin dudarlo.
0:13:21 El emisario celestial se presentó antes de Yama, habló del pedido del enamorado,
0:13:27 dijo, mira, aquí hay un señor así y así.
0:13:31 Aquí hay un señor así y así, ese pantoso.
0:13:35 Es un inciso extraordinariamente ineficaz.
0:13:39 Por eso lo incluí aquí.
0:13:41 En un texto supuestamente poético, usted incluye este inciso y ya se le arruina.
0:13:49 Dice, el mensajero celestial bajó de su carro de nubes y dijo lo siguiente,
0:13:57 mire, aquí hay un señor así y así.
0:14:00 Pero se usa mucho.
0:14:05 Parece que tiene su gracia.
0:14:07 Para breviar.
0:14:09 Para breviar.
0:14:11 Bueno, ya lo explicamos.
0:14:13 Le dijo, allá hay un señor así y así.
0:14:17 Ya me entiendo.
0:14:19 Habló del pedido del enamorado y Yama cumplió con su poder.
0:14:25 Pramadarva se levantó y Ruru tuvo a su esposa.
0:14:29 Compartieron los años juntos, pero no fueron muchos, porque ya la mitad...
0:14:33 Ya la había puesto en arriba de la mesa, se los había gastado en la mena.
0:14:38 Pero dice que fueron felices, ¿no?
0:14:40 Y ahora viene otra vieja y ociosa cuestión.
0:14:42 La de saber si es preferible vivir 40 años solo o 20 años con la mena.
0:14:49 También se puede formular la pregunta al revés.
0:14:51 Si es preferible vivir 20 años solo o 40 años con la mena.
0:15:04 Depende qué mina.
0:15:06 Y depende qué tipo de años.
0:15:10 Bueno, una de las condiciones para asegurar la entrada del cielo de Yama
0:15:15 era que el hombre tuviera descendencia.
0:15:22 Cada padre podía alcanzar el cielo, pero solamente si su hijo varón
0:15:27 después de llevar a cabo la ceremonia de la cremación
0:15:31 ofrecía la oblación y realizaba otros servicios necesarios a los muertos.
0:15:35 Es decir, que para ir al cielo tenías que ser padre y padre de un hijo varón.
0:15:39 Por lo tanto, todos los hombres mostraban una enorme ansiedad por tener hijos varones.
0:15:45 Una ansiedad que se presaba del modo más usual.
0:15:51 El nacimiento de una hija era terrible.
0:15:54 Era curioso ver a los hombres que no habían logrado tener hijos varones
0:15:58 insinuarse a las mujeres con el propósito estricto de la fecundación.
0:16:03 Si no crea, señorita, que quiero faltar el respeto.
0:16:07 Yo lo único que quiero es fecundarla.
0:16:10 Así que no la tome a mal.
0:16:13 Sí, sí, sí, ya la suelto.
0:16:17 Era frecuente que muchas mujeres generosas entregaran su amor para dar al cielo...
0:16:22 Para dar al cielo, digo...
0:16:26 ...a que no había podido ser padre de un varón.
0:16:31 Yo digo que siempre te están dando el cielo si te dan el amor, ¿no?
0:16:35 Digo, por fin.
0:16:37 Qué lindo lo que dijo.
0:16:44 Dice el cronista.
0:16:46 Pocos datos históricos son tan contundentes como los antedichos
0:16:50 para dar cuenta de una idea feliz.
0:16:53 El primer escalón al paraíso indio, distinto al de otros paraíso,
0:16:56 necesitaba, inexorablemente, de los calores de la sexualidad.
0:17:03 Yo agregaría el primer escalón y el único al paraíso,
0:17:06 son los calores de la sexualidad.
0:17:09 Bien, esta es la descripción de este paraíso de Yama,
0:17:13 tan extraño, tan poco convenciente,
0:17:16 pero un paraíso al fin es preferible un mal paraíso
0:17:21 a ningún paraíso.
0:17:24 Así que habrá que ir y realizar uno mismo, en el paraíso de Yama,
0:17:29 las refacciones correspondientes.
0:17:32 Muchos de nosotros estamos esperando,
0:17:34 en grasa a cualquier paraíso, para juntar unos amigos,
0:17:37 ellos iban, bueno, muchachos,
0:17:39 vamos a ver si cambiamos esto, a ver si...
0:17:41 esa pintura, esa pared dorada,
0:17:44 ¿por qué no me la rebajo un poquito?
0:17:47 O díganle a las ninfas que no se rían tanto.
0:17:51 Y al de la flauta que se calle a la hora de la sierra.
0:17:56 Está bien eso, de ir a modificar el paraíso.
0:18:00 Es una idea interesante, la modificación del paraíso.
0:18:04 Reformas aplicadas al paraíso.
0:18:08 Bueno, ¿quién quiere dedicar esto, o no?
0:18:12 Alquisto, primero Alejandro,
0:18:16 me permito que un poco alejado esto,
0:18:19 casi en ciertas antípodas,
0:18:21 tiene que ver ese camino con la pasión,
0:18:23 y no con el aniquilamiento,
0:18:25 sino con esto que tiene de padecimiento,
0:18:28 estar mejor.
0:18:30 Y fíjese, mientras estos perros al bueno le hacen el camino más ancho,
0:18:34 y pensaba también en el puerto en Chimbar,
0:18:36 que se hacía en Sancillo,
0:18:38 el Cristo planteaba por el contrario
0:18:40 que ancho era el camino que llevaba la perdición,
0:18:42 y muy angosto el que llevaba la salvación,
0:18:44 que era difícil salvarse, decía.
0:18:46 Y voy a dedicar también a Ruru,
0:18:49 que me hace acordar a dos personajes que quiero mucho.
0:18:52 Es muy similar la historia de Orfeo,
0:18:54 la de Ruru, su mujer picada por una serpiente,
0:18:56 el siendo pedir que le devuelvan la vida,
0:18:58 si tiene una broma,
0:19:00 y me hace acordar también a nuestro querido amigo,
0:19:02 y hablábamos de la pereza, nuestro querido amigo Manuel,
0:19:04 que también pagaba el amor con años de su vida.
0:19:07 Senores, hemos ido a la discoteca
0:19:11 a buscar discos...
0:19:14 Música Hindu, misma que en el mismo tiempo.
0:19:16 Música Hindu.
0:19:18 Buscamos básicamente música Hindu, entramos,
0:19:20 y nos recibió el discotecario,
0:19:22 que se...
0:19:24 Le digo, mire, yo no quiero un disco así,
0:19:27 así le digo...
0:19:29 Música Hindu,
0:19:34 le digo que tenemos,
0:19:36 me dice, tenemos la samba del Indio Poeta,
0:19:40 y caminito al mismo.
0:19:45 Caminito del Indio.
0:19:47 Pero no digo de la India,
0:19:49 en el sentido de aquella península,
0:19:52 a el sur de Asia.
0:19:54 No, de eso lo podemos decir.
0:19:55 No, de eso lamentablemente no trabajamos.
0:19:57 Entonces tuve que traer un disco nuestro,
0:20:00 y como teníamos una versión del tango después,
0:20:03 y como el paraíso es algo que ocurre después,
0:20:06 no antes.
0:20:12 No estaría mal,
0:20:14 según, porque...
0:20:16 La vida empezó en el paraíso, ¿no?
0:20:18 Pero en general, en tanto que lugar de recompensa,
0:20:22 viene después.
0:20:24 Es que tiene que ver justamente con la idea
0:20:26 que usted transmitía recién del deseo, Alejandro.
0:20:29 El deseo justamente es lo que nos dice que el paraíso está después.
0:20:32 Por eso nos sigue movilizando.
0:20:34 Cuando uno desea es porque está antes.
0:20:36 Cuando uno está asciado es porque está después.
0:20:39 Y hay una tendencia hacia buscar el después,
0:20:43 pero también hay una tendencia
0:20:45 a pretender estar siempre en el antes.
0:20:48 Así que a lo mejor el lugar del paraíso,
0:20:51 el paraíso es un lugar que viene después,
0:20:54 pero donde uno siente que está antes.
0:20:57 Después se llama este tango,
0:20:59 y escucharemos con la idea que el paraíso
0:21:02 se llama este tango,
0:21:04 y escucharemos en la versión de nuestra querida amiga platense,
0:21:08 Ruth Atagele.
0:21:33 Y el anticipo del final,
0:21:39 en un oscuro nubarrón,
0:21:45 luego y remedioblemente,
0:21:49 tus ojos tan ausentes,
0:21:51 llorando sin dolor.
0:21:54 Y después,
0:21:58 la noche enorme en el cristal,
0:22:03 y tu fatiga de vivir,
0:22:08 y mi deseo de luchar,
0:22:12 luego su piel como de nieve,
0:22:16 y en una ausencia leve,
0:22:18 tu padrido final.
0:22:22 Todo retorna del recuerdo,
0:22:26 y tu silencio,
0:22:28 con gustia y tu misterio.
0:22:31 Todo se misma en el pasado,
0:22:35 tu nombre repetido,
0:22:37 tu duda y tu cantancia.
0:22:41 Sombra más fuerte que la muerte,
0:22:46 grito perdido en el olvido.
0:22:51 Paso, te duele del fracaso,
0:22:55 canción echa pedazos,
0:22:58 que aún no es canción.
0:23:13 vendrá el olvido o no vendrá,
0:23:19 y mentiré para reír,
0:23:24 y mentiré para llorar.
0:23:29 Torpe, fantasma del pasado,
0:23:32 bailando en el tinglado,
0:23:35 tal vez para olvidar.
0:23:41 en el silencio de tus ojos,
0:23:46 se hará un dolor de soledad,
0:23:51 y gritaré para vivir,
0:23:55 como si huyeran el recuerdo,
0:23:59 en arrepentimiento para poder morir.
0:24:06 Todo retorna del recuerdo,
0:24:09 tu pena y tu silencio,
0:24:11 tu angustia y tu misterio.
0:24:15 Todo se misma en el pasado,
0:24:18 tu nombre repetido,
0:24:20 tu duda y tu cantancia.
0:24:25 Sombra más fuerte que la muerte,
0:24:30 grito perdido en el olvido.
0:24:35 Paso, te duele del fracaso,
0:24:38 canción echa pedazos,
0:24:43 que aún es canción.
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