Transcripción automática
0:00:00 Bueno, atención, porque hoy hablaremos de muertos vivientes, de modo que este programa abandona,
0:00:07 su carácter riguroso, para internarse en espantanosos terrenos, en la conjetura cuando no de la mera charlatanería.
0:00:16 Ya lo hemos hecho igual, en otras ocasiones hemos hablado de los ravenants, del taxing,
0:00:22 y de los cuey, aquellos muertos sinos que se movían en línea red, ¿sí?
0:00:27 Y que eran entonces fácilmente frustrados en su acercamiento a los vivos,
0:00:32 instalando biomos a su paso, como este espíritu maligno.
0:00:35 Sólo se podía mover en línea recta, que le ponía un ropero en el medio,
0:00:40 ya terminaba la gestión del muerto.
0:00:45 Resuscitar para solo poder moverse en línea recta, es resuscitar inutilmente.
0:00:52 El muerto viviente chino pensaría esto, esto mismo, allá en su coleto.
0:01:00 ¿Para qué resuscito?
0:01:02 Haciendo esfuerzos inútiles para doblar.
0:01:10 También hemos hablado naturalmente de los zombies y los rituales del búbio.
0:01:15 Pero hay otros procedimientos para que estén regresos,
0:01:19 que no tienen que ver con el búbio, ni con nada de lo que hemos conversado en otras ocasiones.
0:01:27 En otros pueblos, más allá de Haití, hay hechiceros que dominan,
0:01:34 o había hechiceros que dominaban el arte de capturar las almas de los vivos.
0:01:38 En Surinam, los magos ofrecían, por siempre orínese desde el precio,
0:01:44 dos criados de madera y carne, los vascrus, a los que animaban con almas robadas.
0:01:52 Estos hechiceros tomaban un poco de madera, un poco de carne y robaban un alma,
0:01:57 y así cualquiera se producía usted.
0:02:02 En el tibet era famoso el rolán, no el rolón, el rolán.
0:02:09 Es decir, usted que habla tibetano, el muerto del pie.
0:02:16 Cuando un hombre moría, fulminado por un raso, era probable que se convirtiera en rolán.
0:02:23 Todos, al ver que una persona moría alcanzada por un raso,
0:02:26 una cosa que después no sucede con tanta frecuencia, decían,
0:02:31 es probable que este hombre se convierta en un rolán.
0:02:34 En tal caso, el cadáver permanecía en pie con los ojos cerrados y comenzaba a andar.
0:02:40 Eso ya era un síntoma mucho más evidente que el ser alcanzado por un raso.
0:02:46 Es decir, si usted era alcanzado por un raso, moría y luego permanecía de pie y comenzaba a andar,
0:02:53 era muy probable que se convirtiera en un rolán.
0:02:56 El rolán no podía darse vuelta, ponerse de costado.
0:03:03 Por otra parte, quien tocaba a un rolán caía enfermo y moría.
0:03:08 Esto yo creo que es la característica central de un rolán.
0:03:11 ¿Cómo saber si una persona era o no era rolán?
0:03:14 Pues tocándolo.
0:03:18 O mejor todavía haciéndolo tocar por algún conocido.
0:03:21 Si el conocido, en cuestión, caía redondo, a no darlo, ese hombre era un rolán.
0:03:29 En cambio, si el conocido mantenía su actitud siempre, si él permanecía vivo,
0:03:38 entonces el hombre no era un rolán, por mucho que lo hubiera alcanzado un raso
0:03:43 y por mucho que caminase con los ojos cerrados.
0:03:46 Dice el cronista que los rolán eran seres que vagaban por las montañas,
0:03:52 lo cual en el tío es inévitable, les sabe.
0:03:57 Todos los seres vagan por las montañas porque el tío es que es las montañas.
0:04:01 Algunos dicen que se los podía detener lanzándoles una chancleta.
0:04:12 Alexandra Davinell, que estudió la magia tibetana, motivo por el cual seguramente no creía en ella,
0:04:19 ha escrito sobre el rolán.
0:04:22 Contó Alexandra otros procedimientos que tenían los tibetanos para dar vida a algunos muertos.
0:04:30 Contemos esos procedimientos para ilustración de nuestros asociantes interesados en resurrecciones agenas.
0:04:39 El hechicero debía contar con la ayuda de un colaborador vigoroso y osado
0:04:45 y, por supuesto, también con un muerto.
0:04:47 No se puede sacar la salida de las piedras ni los suscitados de la nada
0:04:51 para completar una resurrección, primero de haber producirse una muerte.
0:04:57 La presencia de un colaborador era necesaria porque si el valor del hechicero flaqueaba
0:05:03 era preciso que su compañero siguiera recitando fórmulas mágicas protectoras.
0:05:09 Aquí verán la cual los tibetanos son maestros.
0:05:14 No obstante algunos hechiceros muy audaces preferían oficial a solas.
0:05:20 El hechicero debía atenderse, disculpe usted Rodón, a lo largo de cada haber.
0:05:29 Tenía que posar sus manos, sus pies y su boca sobre los pies y la boca del difunto.
0:05:35 Pero sí tenía que tirarse encima del muerto, sino más, como quien se tira encima.
0:05:43 Mientras permanecía en esa posición suacólico, es decir, el ayudante,
0:05:49 recitaba las fórmulas para que pasara una porción de alma del vivo al muerto.
0:05:55 Es decir, hay mucho científico en esto.
0:05:57 Sí, no.
0:05:58 Según se ve.
0:05:59 A veces no era el hechicero quien se acostaba sobre cada haber,
0:06:04 sino un ayudante a quien animaba a efectuar ese peligroso cometido con la promesa de una ganancia.
0:06:12 Es decir, acostarte vos sobre el muerto que yo te prometo una ganancia.
0:06:17 Un borracho allá en Extremadura se acostó sobre una sepultura.
0:06:22 Comienza una graciosa cuarteta española.
0:06:26 Y eso la hemos dado en las primeras líneas.
0:06:32 Pasado cierto tiempo habíamos dado un ayudante tirado sobre el difunto.
0:06:36 Las palabras mágicas surtían, efecto.
0:06:39 Y el cadáver empallaba a moverse.
0:06:42 Ese era el momento más peligroso, cuando el muerto empieza a moverse.
0:06:47 El muerto se ponía de pie, saltaba y se acitaba.
0:06:51 Mientras tanto, el oficiente y el hechicero, bueno, el ayudante que se había posado sobre el muerto,
0:06:57 también se paraba y se abrazaba el muerto y saltaba con el muerto.
0:07:01 No sé para qué, pero eso es lo que hacía.
0:07:04 Era como una especie de doma, de doma de muerto, de doma del resucitado.
0:07:11 Porque al resucitado hay que domarlo.
0:07:13 Lo peor que hay es un resucitado chúcaro,
0:07:16 que anda por ahí sin aceptar órdenes.
0:07:21 ¿Para qué resucita una persona?
0:07:23 Si no, para impartirle toda clase de órdenes y encargarle comisiones.
0:07:27 Bueno, entonces procedía a la doma del final.
0:07:30 Esta doma debía ser hecha con total rigor, porque si el abrazo, el hechicero, no funcionaba,
0:07:38 el nuevo reanimado se libraba del abrazo y escapaba corriendo como un loco
0:07:43 y matando incluso a toda persona que contaba su paso.
0:07:47 Si iba al monte, huía al monte el resucitado.
0:07:52 Ahora bien, si la doma del muerto resultaba eficaz,
0:07:55 el muerto pasaba a cumplir enteramente las órdenes del mar.
0:08:02 Estos muertos no hablaban, no dormían, no comían
0:08:07 y permanecían sin presentado, sin hacer nada.
0:08:11 Si resucitar a uno de estos tipos y resucitar a un florero, era más o menos lo mismo.
0:08:18 Sin embargo, era una marca de la decadencia con los zombis
0:08:21 que a veces eran utilizados por granjeros prosperos para trabajar sus tierras.
0:08:26 Estos muertos, que también se llamaban Roland,
0:08:29 eran apenas utilizados para comisiones muy tontas, enviar mensajes o para hacer maldades.
0:08:35 ¿Qué maldades?
0:08:36 Bueno, recuerde que quien tocaba a uno de estos moría inexturablemente.
0:08:42 Así que solían utilizarse con propósitos criminales.
0:08:45 Lamento decir esto en esta radio, hacer esta acusación
0:08:50 que involucra incluso a personas muy adineradas y prósperas del tibet.
0:08:57 Pero aquí no le tenemos miedo a nadie, especialmente cuando viven en el tibet.
0:09:10 Este muerto vivía en Tevo, y volvía a morir cuando moría el mago que lo había reanimado.
0:09:16 Si a su vez el mago era reanimado por otro, entienden lo que le digo.
0:09:21 Entonces era igual, el muerto igual se iba muerto.
0:09:25 Este lo hubiera gustado que no.
0:09:28 Y hubiera tenido una cierta...
0:09:29 Establecer como una ristra de muertos y resucitados.
0:09:34 No, no tenía nada que dar.
0:09:36 Cuentan que a mediados del siglo XIX había en la Zafamosa,
0:09:39 la capital del tibet, unos empresarios fúnebres que estafaban a sus clientes.
0:09:46 Un hombre que quisiera ser enterrado en un lejano semestrio familiar,
0:09:52 podía pagar por adelantado el traslado de su cuerpo,
0:09:56 y estos empresarios fúnebres tenían un mago que te convertía,
0:10:01 convertía el muerto en Roland, y lo hacía ir caminando.
0:10:04 Hasta que el cementerio ahorrándose los gastos de traslado.
0:10:11 Qué inescrupuloso.
0:10:18 Todos estos asuntos se vuelven más curiosos de lo que ya son,
0:10:22 cuanto ante semejante absurdo se hace que interviene la ley.
0:10:29 En Haití existió un artículo legal, el 246, el Coego Penaltro, probablemente,
0:10:35 que prohibió la creación de zombies, y algo similar sucedió en Laza.
0:10:41 Lo extraño es que no sólo se penó la práctica, sino la reaparición de estos muertos.
0:10:47 Se desarrollaron disposiciones atinentes a la vinculación de los resucitados con heredades,
0:10:56 lazos legales, parentes, reclamos particulares.
0:11:00 Aquí es lo que habló el HIPPO en un simpóceo, famosamente, en la antigua Grecia.
0:11:07 Los simpócios, saben ustedes, eran reuniones a las que iban los hombres a tomar vino y a hablar más acá.
0:11:15 Y plantearon como tema de conversación,
0:11:23 el descubrir una situación legal que fuera muy difícil de resolver,
0:11:27 y HIPPO dijo, un hombre resucita y quiere recobrar sus propiedades.
0:11:35 Y ahí hay un problema.
0:11:37 Especialmente como hemos dicho, que no se programa donde vendamos incluso consejo legal
0:11:44 a personas que han resucitado, o mejor todavía, personas que, habiendo heredado a un señor,
0:11:50 se encuentran, llegado el caso, porque esto resucita y viene por sus bienes.
0:11:55 Bueno, eso ya lo vendí en ese tiempo.
0:11:57 Es un problema, pero que en Laza estaba legislado.
0:12:03 Los consultos chinos tienen una frase que se aplica en estos casos, que es, un muerto es un muerto.
0:12:12 Y así se decía la señora.
0:12:14 El muerto serio, sostiene los siglos, no vuelve.
0:12:19 Un muerto serio se muere, como quien dice, se deja de corrobar.
0:12:25 Ya, no molesta más algo.
0:12:27 No molesta más, ya molesto bastante.
0:12:29 Se murió, se murió.
0:12:31 Y que viene, que se aparece, que se presenta en sueños, que dicta venganzas a sus sucesores,
0:12:40 que quiere que termine con un tipo que le habiese un daño.
0:12:45 Se murió.
0:12:46 ¡Came ahora!
0:12:48 Y si lo hubieras hecho, no estaba ahí.
0:12:51 Claro, eso es lo que hay que decirle.
0:12:53 Ah, esto es muerto cuando hubiera.
0:12:55 En la cina también había, digo, ya terminaba la tectoria, una cuestión interesante, que era que a veces se resucitaba por neglicencia de los funcionarios del infierno.
0:13:13 Que con muchas frecuencias llamaban a morir a tipos que todavía no debían morirse.
0:13:21 Los funcionarios del infierno cometían errores en la cina, lo mismo que los funcionarios del mundo de todos los comunidades.
0:13:29 Y entonces, claro, imagínense, se muría, se buscaban ahí en el registro, no lo encontraban, lo tenían ahí dos tres días dando vuelta de gusto.
0:13:39 Y después, ya bueno, comence la.
0:13:41 Se habían equivocado.
0:13:43 Se habían equivocado y se volvía la vida.
0:13:44 En ese modo, por esa ineficiencia del funcionario apto, por un final, muchos regresaban a la vida.
0:13:52 Y a un señor se le había ocurrido que existía la posibilidad de que esos resultados examinaran en el infierno durante su breve paso por el infierno
0:14:02 y que se habían tomado las listas de los condenados, de los bienaventurados, de los que iban a morir pronto, etcétera, etcétera.
0:14:14 Y luego, comunicaran a su regreso estas novedades a sus amistades y a las personas para que comaran los recabos.
0:14:20 Y había un señor, un ser muy poderoso dejan que mataba a personas y las mandaba espiar.
0:14:32 Recomendando a los que luego trataran de volver con información.
0:14:36 Y sí mató a muchos, personas que incluso cobraban un dinero por dejarse matar.
0:14:42 Bueno, si yo te mato de siete señores, anda a espiar los registros y fíjate cuánto me falta para morir a mí, etcétera.
0:14:50 Hasta que, cuando vio que nadie regresaba, este funcionario dejó de creer.
0:15:00 Se hizo escéptico. Era un hombre de poca fe, evidentemente.
0:15:06 Y claro, cuando mató a 10 o 15 y no le volvió ninguno, eso.
0:15:12 El deserticismo es preferible.
0:15:14 Bien, ¿a quién quiere dedicar esta charla acerca de los muertos resucitados?
0:15:20 Los muertos que fueron enviados en el infierno por error, Alzando.
0:15:24 El tipo que les quedaban unos años todavía y que les equivocaron.
0:15:26 O peor, que estaban destinados al cielo y fueron al infierno.
0:15:32 Pero, según dice un amigo, ese es el verdadero infierno.
0:15:36 El verdadero infierno tiene que ser injusto.
0:15:38 Un infierno merecido ya no es tanto infierno.
0:15:43 Ya admite una cosa peor, un infierno merecido.
0:15:47 Ya sí, al tipo, mientras suje le quede el consuelo, de que el mundo funciona con un criterio de justicia.
0:15:55 Justicia.
0:15:57 Si yo me estoy asando, pero el mundo tiene un criterio de justicia.
0:16:03 Lo peor, el verdadero infierno, el único que existe es irse al infierno porque sí.
0:16:09 Porque sí, por culpas a quienas, o por culpas inexistentes, o por capricho.
0:16:15 Entonces uno está ahí asandose y no sabe por qué.
0:16:21 Y no sabe por qué.
0:16:25 Ese y no otro es el infierno, no se engañen.
0:16:31 Hemos ido a la discoteca a buscar discos acerca de leyendas, de cosas imposibles de creer.
0:16:41 Y como la cinera, no solo monstruo de la antigua intología griega, sino una palabra con la que se designa aquello que es la existencia es imposible.
0:16:55 Y tenemos el tango que se llama cinera por el cantante oriental, Don Carlos Garde.
0:17:25 No sé si lo que se llama es el sonido de la música.
0:17:31 No sé si lo que se llama es el sonido de la música.
0:17:37 No sé si lo que se llama es el sonido de la música.
0:17:49 La música se llama el sonido de la música.
0:18:13 Algo grande es encarga y cubrir con un alto ideal de la poderaltad.
0:18:25 Por el don rito y al dios abujo hacer los mismos parecieron.
0:18:33 La mi paura, traicionoche, un conde con fuego en el corazón.
0:18:41 Dulce que me da el guarde en la despa de alucinar la piel esperar.
0:18:49 Dulce que el destino será la calma, todo al recuerdo como tu mirar.
0:18:57 Oh si la traición era que matas la guión,
0:19:01 que te saces de aquí de la vida en mi corazón.
0:19:05 Oh, cojón de ese día, paso un sol fascinar.
0:19:13 Y en su dueña tal vez, a una flor virgenar.
0:19:21 Y en uniegral de grande, algo grande es encarga
0:19:29 y cubrir con un alto ideal de la amor en la neta.
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