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0:00:00 Hablaremos entonces de Murat III, así que vamos a ubicarnos en Estambul, más precisamente en el Palacio Topkapi, en 1574.
0:00:12 El 15 de diciembre de ese año, el sultán Selim II se desnudó, no, se desnucó en la bañadera.
0:00:22 ¿Es asesinado a hacer las dos cosas?
0:00:24 Sí, hizo las dos cosas, se desnudó primero y se desnucó después.
0:00:29 Al inverses, imposible también.
0:00:31 Se desnucó porque estaba borracho, y tal vez se desnudó también por los niños.
0:00:36 Como no es.
0:00:38 La esposa principal de Selim, que se llamaba Núruvánu, mantuvo el cuerpo del sultán en el hielo, o sea, le agregó hielo a la bañadera y lo mantuvo así,
0:00:49 para ocultar su muerte hasta que pudiera llamar a Estambul, a su hijo Murat, que estaba como gobernador, allá donde Judas perdió el poncho.
0:01:00 Tenía miedo, Núruvánu, de que si inmediatamente anunciaba a la muerte del sultán, algunos conspiradores alejaran a su hijo del sultanato.
0:01:13 Así que lo dejó en la bañera con hielo y Murat llegó 12 días después y fue consagrado sultán.
0:01:20 Ese mismo día Murat hizo que estan angularan a sus cinco hermanos más jóvenes, a fin de eliminarlos como posibles rivales al trono.
0:01:28 Era clásico, ellos en general, solían encarcelar a los hermanos en una cárcel bastante lujosa, llamada con toda simpatía la jaula.
0:01:38 Murat tenía por entonces 29 años.
0:01:41 Descripción de un cronista. Descripción realizada por un cronista.
0:01:49 El sultán es un poco gordo, tiene ojos grandes, nariz aquilina y buen color de piel.
0:01:56 Creo que lo conozco.
0:01:58 Casi siempre está recluido en compañía de unucos, pajes, mudos y esclavas. Lo dicho, lo conozco.
0:02:08 Dice para él no existe ninguna persona con la que valga la pena hablar, excepción de algunas mujeres.
0:02:15 Este es mi retrato.
0:02:18 Con frecuencia pide que se toque música y disfruta mucho con los fuegos de artificio.
0:02:24 Ese es el retrato de Murat.
0:02:26 Cuando Murat alcanzó el poder tenía solamente una esposa llamada Safille.
0:02:33 Una mujer albanesa era con la que se había casado en 1563.
0:02:38 Y era la madre de su primer hijo, el futuro mejemer III.
0:02:42 Había un problema.
0:02:44 La esposa de Murat era considerada por Nurbanu, la mamá de Murat, como una rival.
0:02:50 Siempre ocurre esta cosa.
0:02:51 Llegaban mal la vieja y la mujer.
0:02:54 Disputaban poder e influencias sobre el sultán.
0:02:58 Nurbanu, la mamá, ayudada por sus hijas, trataba de atenuar la influencia de Safille.
0:03:05 Incluso animaba al sultán a llevar otras mujeres a su harem.
0:03:10 El intento fracasaba.
0:03:12 Le habían presentado a las más hermosas mujeres.
0:03:16 Pero Murat desoció a su madre.
0:03:20 ¿Qué dice?
0:03:22 Desoció con él.
0:03:24 ¿Qué le digo yo?
0:03:26 La vieja... No, no. La desoció.
0:03:29 Se lo merecía la vieja.
0:03:32 Incluso también a sus hermanos, cuando le urgieron juntarse con estas mujeres.
0:03:40 O sea, según si es una especie de desparramos al inoliento con toda la familia.
0:03:44 Claro. Sólo porque le decían que se juntara con otras mujeres.
0:03:48 En diciembre de 1583, Nurbanu murió.
0:03:53 Es decir, para ser una mujer desollada...
0:03:57 La muerte se ríe de la desollada.
0:03:59 Sí, sí. Tardó bastante morir.
0:04:02 Murat quedó destrozado con la muerte de su madre.
0:04:06 Y la honró con un funeral, con una pompa poco usual.
0:04:11 Pero además, lleno de culpa por haber desollado los deseos de su madre...
0:04:20 El sultán decidió cumplirlos.
0:04:24 Y entonces, tras largo tiempo de monogamia, Murat empezó a aumentar su aren de un modo notable.
0:04:31 Y fue quizás el más mujeriego de los sultanes otomanos.
0:04:35 Sientos de mujeres tenía.
0:04:38 La esposa principal trató de usar encantamientos, magia y polvos para mantenerlo atado a ella, pero no hubo caso.
0:04:47 El sultán se volvía cada día más promiscuo.
0:04:51 Dice la crónica. Cada noche duerme con dos o tres mujeres.
0:04:56 Como las leyes de su religión requieren que un hombre que ha estado con una mujer se lave antes de ir con otra.
0:05:02 Mira, lo hacían por piedad.
0:05:07 El sultán, en sus noches más entusiastas, se baña diez veces.
0:05:13 Y esto representa un auténtico peligro para su vida.
0:05:16 Claro, tanto bañarse.
0:05:19 Y si su salud es débil, podría morir de repente.
0:05:25 Ahora entiendo que es el famoso baño turco.
0:05:28 Por ahí todavía le quedan los hielos en la bañadera del otro.
0:05:31 Los archivos de la aren acreditan a Murat, 24 hijas y 32 hijas.
0:05:39 Un récord en la dinastía Osmanli.
0:05:43 34 de estos chicos nacieron durante los últimos 12 años de la vida del sultán.
0:05:48 Desde luego la esposa quedó ensombrecida, por no decir otra cosa, ante tantos rivales.
0:05:54 Saffille, ¿no?
0:05:57 Según informes de embajadores extranjeros...
0:06:00 Saffille no, en realidad, es la siguiente.
0:06:03 No, Saffille era la primera mujer.
0:06:06 Saffille, sí, sí. La única, ¿no?
0:06:09 ¿Pero que se muere esta la hispanina ahí quedando?
0:06:12 Sí, ahora espere.
0:06:14 Según informes de embajadores extranjeros,
0:06:16 desde el momento de ese entusiasmo por el aren,
0:06:19 Murat apenas y salió del palacio Topkapi.
0:06:22 Ni siquiera lo hacía para los servicios religiosos de los viernes.
0:06:25 Muchos le aconsejaban que fuera, al menos para reconfortar al pueblo con sus apariciones,
0:06:30 pero Murat se recluía entre sus damas.
0:06:33 El rival que él tenía era siempre el mismo.
0:06:35 Llegaba hasta la sela del aren, hasta la sala, ¿no?
0:06:38 Hasta la sela.
0:06:39 Allí estaban todas reunidas esperándolo,
0:06:42 se ponían de pie, realizaban uno humilde reverencia ante él,
0:06:46 les decían felices encuentros,
0:06:48 y Murat, sin responder, las miraba con una sonrisa,
0:06:52 luego se volvía a un eunucho que venía trayendo unas joyas y regalos,
0:06:57 repartía unos regalos bien envueltos,
0:07:00 y la última en recibir un obsequio era frecuentemente a la invitada
0:07:04 y hacer con él en aquella jornada.
0:07:06 Bueno, no parece gran cosa, ¿no?
0:07:08 En el otoño de 1594, el sultán se enfermó.
0:07:15 Parece que tenía una dolencia espática tenía.
0:07:19 Y claro.
0:07:20 Al principio de 1595, aseguró a sus acompañantes que se estaba por morir.
0:07:25 Mire, si me permite que les sea franco, me estoy por morir,
0:07:29 estoy por espichar.
0:07:31 Entonces pidió que nos llevaran a un lugar del palacio
0:07:34 desde donde se podían ver las embarcaciones.
0:07:37 Era el llamado Pavellón de la Perla,
0:07:40 y desde allí se veía el Mar de Mármara hacia un lado...
0:07:44 ...al otro Europa.
0:07:45 Durante los últimos cinco años de su vida,
0:07:48 Murat tenía la costumbre de visitar esa altura
0:07:51 para observar las embarcaciones.
0:07:53 Decidió esperar la muerte allí.
0:07:55 Reunió músicos del palacio,
0:07:58 y dos galeras de la flota otomana pasaron frente al Pavellón
0:08:02 y sabiendo que el sultán se encontraba allí esperando la muerte,
0:08:06 dispararon una salva de saludo con tanta mala suerte
0:08:11 que hicieron sonar unas ventanas del Pavellón
0:08:15 e irieron unos cuantos de lo que acompañaban a Murat.
0:08:19 Cuentan que el sultán creyó que eso era una señal.
0:08:22 Bueno, para los que murieron,
0:08:26 fue mucho más que una señal.
0:08:28 Si un tiro en el estómago no es una señal.
0:08:31 Es una señal demasiado contundente.
0:08:34 El caso es que murió tres días más tarde,
0:08:37 el 16 de enero de 1595,
0:08:40 a los 49 años de edad,
0:08:42 y subió entonces al trono,
0:08:44 M. Hemed, el primo génito que Murat había tenido
0:08:47 con su primera esposa, Safille.
0:08:49 Las otras mujeres y concubinas de Murat
0:08:52 fueron enviadas tal cual se usaba
0:08:54 al famoso Palacio de las Lágrimas,
0:08:57 donde iban las viudas del sultán muerto.
0:09:00 Y también todos los hijos, nodrillas,
0:09:03 eunuchos, sirvientes, mayorejas.
0:09:07 El éxodo lo registró el cronista Salomone,
0:09:11 que algunas cosas la saca y otras no las pone.
0:09:17 Y escribe Salomone, Salomone, Salomone.
0:09:21 El populacho esperó en la puerta
0:09:24 la salida de las esposas del muerto.
0:09:27 Para esto se emplearon todos los carruajes,
0:09:29 mulas y caballos de la corte.
0:09:31 En su nueva residencia podían llorar
0:09:33 cuanto quisieran, pero en el Palacio no,
0:09:36 bajo pena de castigo capital,
0:09:38 no te podía quedar la viuda
0:09:40 y un sultán no se podía quedar en el palacio.
0:09:42 Sin embargo, tiempo más tarde,
0:09:44 el mejemed, el sucesor de Murat,
0:09:47 visitó el Palacio de las Lágrimas
0:09:49 y rescató algunas que pasaron a poblar nuevamente el palacio.
0:09:53 Naturalmente había que ser muy hermosa
0:09:55 para conseguir esa distinción.
0:09:57 Esto es todo lo que le tengo que contar.
0:09:59 Acerca de este hombre,
0:10:01 Monogamo hasta un día en que
0:10:05 resolvió por homenajear a su madre.
0:10:08 Yo ya entendí que se le había muerto con la consorte.
0:10:11 Pero parece que terminó vivita y coleando.
0:10:14 Bueno, en realidad creo, Alejandro,
0:10:16 que en estos tiempos en que tantas cosas se dicen acerca
0:10:19 de la diversidad en términos de la elección amorosa,
0:10:22 vale la pena reivindicar algo de la personalidad de Murat,
0:10:25 además de su apego a la conversación trascendente
0:10:28 y descartarla inútil, etc.
0:10:31 Digo, esta especie de concentración,
0:10:33 primero en una idea que puede ser la del amor
0:10:35 pero que puede ser también la de la obsesión,
0:10:37 un tiempo y una vez abandonar esa idea por muerte
0:10:39 o por arrepentimiento o lo que fuere,
0:10:41 acceder a la diversidad que algunos llaman promiscuidad,
0:10:45 pero no en el sentido en que habitualmente occidente narra eso.
0:10:48 Es decir, como la tortura del hombre
0:10:50 que va cambiando de amante simplemente porque está buscando,
0:10:54 sino simplemente porque descubre, Murat o alguno otra,
0:10:57 cierta altura de la vida,
0:10:59 que la única verdad posible es la de la diversidad
0:11:01 por haber entendido el amor de una manera diferente.
0:11:03 Me parece que en ese sentido es una dedicatoria adecuada,
0:11:07 pensando que si no se pierde demasiado tiempo,
0:11:09 el oscuros e inútiles desvelos.
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