Transcripción automática
0:00:00 Bueno, nos encontraremos hoy de nuevo con Napoleón III.
0:00:04 Es un señor tan divertido.
0:00:06 Digo, el tío pues tenía muchas menas, era un pésimo gobernante, pero tenía muchas menas.
0:00:12 Entonces, es más divertido contar la historia de un gobernante aficionado a las mujeres que...
0:00:19 Que hablan vivido.
0:00:21 Que hablan vivido, sí.
0:00:24 Más divertido, digo, que glosar los desaciertos de Luis Napoleón, aunque muchas veces lo hemos hecho.
0:00:30 Vamos al año 1850, cuando Luis Napoleón era príncipe presidente.
0:00:34 Todavía no se había proclamado emperador.
0:00:37 Como ustedes saben, Napoleón III, Luis Napoleón, era sobrino nieto de Napoleón el Grande.
0:00:44 A él le decían Napoleón el Pequeño, un apodo que le puso Víctor Hugo.
0:00:50 Víctor Hugo Morales.
0:00:55 Por ese entonces, para conseguir amantes, se acercaba casi a un solo grupo de mujeres.
0:01:02 Las que trabajaban en la ópera.
0:01:05 Las bailarinas de la ópera o las actrices de la ópera.
0:01:08 Él sabía que allí había muchas menas.
0:01:11 Entonces, casi todas sus novedades provenían de eso, de ese fútbol.
0:01:17 Pero, según el cronista, estas damas no constituían más que un entremes para Luis Napoleón.
0:01:26 Entonces, harto, quizá de pequeños episodios, resolvió buscar episodios más contundentes.
0:01:35 Pero sin cambiar del lugar.
0:01:37 Pero en vez de dirigirse a coristas, empezó a buscar grandes figuras de la ópera, a las famosas.
0:01:47 Napoleón III recordó que su tío, Napoleón Bonaparte, había sido amante de Mamacel Zold,
0:01:54 una de las grandes trágicas de esos tiempos.
0:01:57 Y Luis Napoleón pensó que no podía ser menos, por más que era menos.
0:02:01 Y se postuló entonces para ser amante de Magdalena Brojan,
0:02:05 que era una celebridad en aquellos días con apenas 17 años.
0:02:10 Cuentan que movilizaba la admiración de los franceses, esta chica,
0:02:15 no solo por su estupenda figura, sino por algunas actitudes y posturas que entusiasmaban a todos.
0:02:22 Por ejemplo, una noche un señor muy atrevido abordó a Magdalena después de haberla seguido durante unas cuantas cuadras.
0:02:31 Y ella le dijo con tono seco,
0:02:33 se equivoca, señor, soy una mujer honesta.
0:02:37 Pero mientras lo iba diciendo y iba mirando un poco al tipo, que era muy apuesto,
0:02:41 y entonces se agregó, aunque sepa que lo lamento infinitamente.
0:02:49 Magdalena era una persona extravagante, incluso en sus gastos.
0:02:53 De modo que un amigo le hizo notar ciertos excesos, y ella prometió llevar un libro con las cuentas.
0:02:59 Sólo lo hizo un día. Y esto fue lo que escribió.
0:03:03 Limos en pobre cinco francos.
0:03:06 Alpice para un pájaro dos francos.
0:03:10 Varios mil francos.
0:03:18 Bueno, Luis Napoleón se enamoró de Magdalena.
0:03:22 Según dice la crónica, esta actriz tenía senos de enorme talento.
0:03:30 El príncipe presidente pensó que sería muy agradable llevar a su cama a esta exquisita mujer,
0:03:36 admirada por miles de personas.
0:03:39 Envió entonces hasta ella a un amigo de este programa, Abachioki.
0:03:44 El fiel Abachioki, que era el gran ordenador y proveedor de los placeres de Luis Napoleón.
0:03:53 Se están haciendo algunos bonapartistas.
0:04:00 Y le pidió que le invitara al palacio.
0:04:04 Le dijo, Andá, Abachioki, invítame a esta mena.
0:04:08 Así así, invítale al palacio.
0:04:11 Pero Abachioki regresó con la cara sombrera y le dijo,
0:04:16 no quieres cenar con usted en la intimidad.
0:04:19 Y me ha tirado en la cara el sobre que usted le envió.
0:04:24 Luis Napoleón quedó desolado, pero decidió insistir.
0:04:29 Y la insistencia tuvo éxito, pero el atropello amoroso de Luis Napoleón hizo que sucediera lo siguiente.
0:04:38 Luego de unas piernas cartas que le mandaba y algunos regalos,
0:04:44 promesas de decencia, garantía de encuentros discretos, etc.
0:04:50 Magdalena Brohan accedió a verlo.
0:04:53 Entonces, Luis Napoleón le encargó a Abachioki que un coche real pasara a buscar a estado de amar por su casa para concretar el encuentro.
0:05:03 Es cuando Abachioki buscaba también a la casa con un coche o mandaba un cochero y que me la traigan acá al palacio.
0:05:10 Pero hubo un error.
0:05:12 Abachioki delego esa tarea a un mensajero, un experto, un notario, un turro, dirían, en la República Oriental.
0:05:22 Y este turro se equivocó, ya que entregó la carta a la hermana de Magdalena.
0:05:31 Se equivocó.
0:05:33 Y este muchacha era extremadamente gruesa, se dedicaba a oficios de Burdel y portaba unos encantos un poco estropeados por los clientes.
0:05:46 Como baqueteada.
0:05:52 La baquete.
0:05:55 Bueno, vivía con la hermana.
0:05:57 Se sorprendió un poco por la noticia que le habían comunicado.
0:06:01 Pero cuando llegó el coche y el mensajero se puso el chai y se subió.
0:06:07 O sea, llevaron al palacio, le dijeron que esperara al príncipe presidente, que no tardó mucho en encontrarse con ella.
0:06:14 Cuando Luis Napoleón vio lo ocurrido, tuvo una cierta decepción, pero no se desesperó.
0:06:23 Se lo tomó con gracia.
0:06:25 Y entusiasmado por una posibilidad amatoria sorpresiva, procedió a amar a la hermana de Magdalena alcinoma.
0:06:35 Fue un error.
0:06:37 Cuando Bachocky vio pasar a la mina equivocada, inmediatamente intentó reparar el asunto y fue a buscar a la dama correcta.
0:06:47 Magdalena, que no sabía nada de lo que estaba sucediendo, fue al palacio real.
0:06:53 Bachocky llegó junto a ella, golpeó la puerta de los aposentos de Luis Napoleón y le dijo,
0:07:00 Príncipe, soy víctima de un error.
0:07:04 Os traigo a la verdadera, la que tenéis es su hermana.
0:07:09 Y el otro estaba dentro con la gorda.
0:07:14 Y Luis Napoleón gritó desde su habitación que esperara a que terminara de gestar su equivocación para repararla inmediatamente después.
0:07:26 Al rato se abrió la puerta y salió la hermana de Magdalena estaciada.
0:07:31 Besó a Luis Napoleón para despedirse y al pasar le guiñó un ojo a su hermana.
0:07:37 Al fin una para mí, dijo.
0:07:39 Pero Magdalena Broján se espantó.
0:07:42 No pudo soportar después de tantos halagos que Luis Napoleón amara a su hermana y por celos o por vestigio de alguna moralidad,
0:07:51 huyó indignada a través de los corredores del palacio.
0:07:56 Triste otra vez, Luis Napoleón se quejó a Bachocky por su torpesa y después lo perdonó cuando recordó las propias.
0:08:04 Acaso la de haber eludido abstinencias aconsejables, más en este caso,
0:08:12 se trataba de una dama que le había conquistado de un modo muy frágil.
0:08:16 Cuando la conquiste frágil hay que andar con piedeplombos.
0:08:20 No podés hacerte el seguro ni tomar riesgos.
0:08:25 No podés tomar riesgos.
0:08:27 Si no es a las ocho no voy.
0:08:30 Es algo que el tipo que ha conquistado frágilmente no puede hacer.
0:08:35 Te dice a las ocho y no te comienzan, da igual.
0:08:38 Sí, ocho menos cinco.
0:08:40 Da igual.
0:08:44 Luis Napoleón nunca volvió a ver a Magdalena Broján
0:08:49 y sí consumó algunos débiles amores con aquella hermana poco recomendable.
0:08:56 Me parece que esta historia honra a Luis Napoleón
0:09:00 porque aún a las sopas menores las trataba como el más delicado pastel de lenguas de dragón
0:09:08 servido en fuentes de plata a otras personas.
0:09:11 Dedicamos a esta mujer de los senos talentosos Magdalena Broján
0:09:20 y a la gorda, la sopa menor que le digo.
0:09:25 Y yo que también soy sopa menor,
0:09:28 puedo dedicarle esto a las que me han permitido alguna vez estar en su mesa
0:09:33 aunque más no sea tapándose la nariz.
0:09:38 Vamos a escuchar un tango que tiene relación con un teatro de revistas.
0:09:46 El sueño de todo porteño hace algunas décadas era salir,
0:09:52 no ya con alguna de la operar,
0:09:54 pero sí con alguna de teatro de revista,
0:09:57 con alguna bailarina, con alguna cantante.
0:10:00 Y neablemos de las...
0:10:02 Media Vedette o Vedette.
0:10:04 O Vedette que era realmente la aspiración máxima de un libertino porteño.
0:10:10 Así que escucharemos el tango que lleva el nombre de uno de los más grandes teatros
0:10:15 de revistas y que es el tango llamado Maipózca.
0:10:19 Lo escucharemos en la hermosa interpretación de Aníbal Troilo y Roberto Grela.
0:10:26 El tango es un tango de arolas, uno de los más lindos que hay.
0:11:15 La música es muy lindosa.
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