Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos entonces de Napoleón y Esther Berge.
0:00:05 Es un episodio oscuro de la historia de Napoleón que algunos historiadores muy pocos han tratado.
0:00:13 Como bien sabemos, Napoleón vivió sus últimos años en una isla, la isla de Santa Helena, que estaba bajo el protectorado inglés.
0:00:22 Allí custodiado por los ingleses, pero acompañado por algunos de sus équitos, Napoleón tuvo amores acerca de algunos de los cuales hemos hablado aquí.
0:00:34 Pero en aquella isla de Santa Helena pasaban algunas cosas curiosas.
0:00:38 Los franceses que compartían el destierro de Napoleón, los que formaban parte de sus équitos, se divertían con las esclavas de James Town, que era la capital de Santa Helena.
0:00:51 Las mulatas en las cuales recaía la elección de los compañeros de Napoleón sentían entonces una gran vanidad.
0:00:59 Algunas incluso no querían hablar más que en francés.
0:01:03 Parecía que la opiola era ser seducidas por los franceses que formaban parte de aquella pequeña corte de destierro de Napoleón.
0:01:14 Y disfrutaban muchísimo los encuentros con los exiliados franceses.
0:01:19 Y era quizá un modo de revelarse contra el maltrato de sus dueños los ingleses, que es lo que estaban allí.
0:01:26 En algún caso, los marinos ingleses que paraban en James Town eran desdeñados por sus propias servidoras, llamémosle así, y estaban desde luego furiosos.
0:01:38 Una noche en una taberna del puerto, donde parece que paraban marinos ingleses y franceses,
0:01:45 una morena hermosa y muy querida por todos que llamaba Stelberghi,
0:01:52 osó declarar que los súbditos de Napoleón eran los mejores amantes de la isla y que sólo amaría a ellos.
0:02:03 La idea de que aquella seductora, muchacha, concediera a los franceses algo que pertenecía por derecho a Inglaterra, pensaban ellos,
0:02:13 enojo mucho a los ingleses.
0:02:16 Se levantaron entonces, con la intención manifiesta, de hacerle olvidarme,
0:02:22 y de un castigo ejemplar, el recuerdo de cualquier abrazo francés.
0:02:27 Pero los marinos franceses también saltaron, se produjo un barulho tremendo, volaron botellas, vasos, taburetes.
0:02:36 Hubo tres muertos y 21 heridos en aquella bronca.
0:02:40 Después del escándalo, Stelberghi pasó a servir a la señora de Monzolón,
0:02:47 que era una dama del séquito de Bonaparte en la isla.
0:02:50 La hemos hablado de Monzolón y también de la mujer.
0:02:54 Al poco tiempo, Stel reveló, asusamos los matrimonios Monzolón, que estaba embarazada.
0:03:03 Yo llora, estoy embarazada, dijo la Morocha.
0:03:07 La noticia no tardó en causar una gran preocupación entre los desterrados, quiero decir, entre los franceses.
0:03:13 Esther, que tenía costumbres muy ligeras, había estado en diversas camas muy importantes.
0:03:21 La consideraba la amante habitual de Marjan.
0:03:25 Marjan era la ayuda de Cámara de Napoleón.
0:03:30 Pero no era imposible que la chica hubiera intentado consolar también al emperador.
0:03:39 Al menos esa era la opinión de los ingleses.
0:03:43 Ellos decían que la señora de Monzolón había contratado a Stelberghi para ponerla cerca a Napoleón,
0:03:49 mientras que Marjan hacía de tapadera.
0:03:52 En realidad, es factible que Esther haya sido amada por muchos
0:03:56 y que entre todos ellos figurara Napoleón.
0:04:00 Pero, aunque nadie tuviera certezas, si había que atribuir una parternidad,
0:04:06 era lógico que fuera atorgada al más importante de esos amantes, sólo por un exceso de sentido común.
0:04:13 El asunto fue que aquel embarazo puso muy nerviosos a todos los habitantes de la isla.
0:04:18 Todos pensaban que Napoleón iba a tener otro hijo.
0:04:23 Y esos rumores, mejor todavía rumores, llegaron hasta el propio Napoleón que se indignó y negó todo.
0:04:33 Dice, no, ahí no tengo nada que ver en esto.
0:04:35 Y ordenó que Esther fuera expulsada de su séquito.
0:04:39 Los ayudantes de Napoleón le hicieron observar respetuosamente
0:04:43 que ese despido causaría un muy mal efecto en la población
0:04:48 y que los ingleses publicarían en los periódicos que el emperador caído
0:04:52 echaba las criadas a la calle después de haberles hecho un niño.
0:04:56 La verdad es que todos los hombres del séquito francés estaban enamorados de Esther.
0:05:01 No querían que se fuera.
0:05:03 Entre los enamorados figuraba Marjan
0:05:06 y también el general Gurgot, ayudante de Campo de Napoleón.
0:05:11 Bueno, parece que desesperado ante la posibilidad de una expulsión,
0:05:16 Marjan se plantó ante Napoleón y le ofreció una solución.
0:05:20 Propuso casarse él directamente con Esther.
0:05:25 De ese modo los rumores de un embarazo gestado por Napoleón se esfumaría.
0:05:30 Napoleón le dijo Marjan que estaba loco, que no podía casarse con una chica tan generosa en amores.
0:05:38 También le dijo que ningún hombre de aquella pequeña tropa francesa
0:05:42 podría mirarlo a los ojos o afectar indiferencia.
0:05:46 Y Marjan insistió, aseguró que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por el bien de su emperador.
0:05:53 Y Napoleón prometió pensarlo.
0:05:56 A los pocos días nos llamó a Marjan y le negó su autorización.
0:06:02 Le explicó que en los periódicos no dejarían de decir
0:06:05 que había sido él el culpable de aquel embarazo
0:06:08 y que había obligado a su ayuda de cámara a casarse con la sospechosa
0:06:12 según la costumbre de los grandes señores.
0:06:15 Y ordenó otra vez a Marjan que expulsara a Esther de su casa.
0:06:19 Bueno, Marjan se retiro apenado y al rato apareció el ayuda de Campo.
0:06:25 Gurgó en general.
0:06:28 Se plantó ante Napoleón y le dijo,
0:06:30 vea, me quiero casar con Esther por el bien del emperador.
0:06:35 Y una parte indignada sustuvo aquellos mismos argumentos que había expuesto ante Marjan.
0:06:40 Aquella misma tarde, en octubre de 1816,
0:06:44 Esther Bergui era inglesa, ¿no?
0:06:51 Odiable inglesa.
0:06:52 Salió del séquito de Napoleón y de la servidumbre de la señora de Montolón
0:06:59 y se fue a vivir una humilde casa en Jainstown
0:07:03 con la estricta prohibición de acercarse a la fortaleza donde se alojaba el emperador.
0:07:09 Marjan gurgó y catorce marinos del ejército francés la despidieron muy tristes.
0:07:15 En su casa, el Jainstown, Esther tuvo a su hijo y lo llamó Jimmy.
0:07:21 En 1821, después de la muerte de Napoleón,
0:07:25 Esther emigró con su hijo a Londres y se casó con un relojero llamado Gordon.
0:07:32 Jimmy se estableció más tarde en los Estados Unidos, en Conérrica,
0:07:38 y se dedicó al periodismo y a la política.
0:07:42 Le decían el Napoleón Negro porque dicen que era el vivo retrato del emperador
0:07:48 y las personas que no estaban en el secreto de su nacimiento,
0:07:52 o los veían por primera vez, se quedaban asombradas por su parecido.
0:07:57 Él, por su parte, era muy reservado a este respecto
0:08:01 y sólo hablaba de su ascendencia bajo el influjo de la bebida.
0:08:07 Jimmy murió el 25 de mayo de 1886
0:08:11 y esta es la historia que queríamos contar acerca de Esther Bergi
0:08:15 y de lo que pasaba con los franceses en Santa Elena
0:08:18 y de los celos nacionales que suelen existir una más de las tantas supersticiones,
0:08:24 xenófobas, que hicieron por ahí.
0:08:28 Los franceses son mejores amantes que los ingleses,
0:08:32 los ingleses son más valerosos que los belgas,
0:08:34 los belgas son mejores vizcaristas que los checos, yo qué sé.
0:08:39 Pero sería bueno dedicar esta charla a Esther que era hermosísima.
0:08:46 Es una mulata muy hermosa, merece nuestra dedicatoria.
0:08:49 Y también a la ayuda de Cámara Merzangue y al general Gurgo, el ayudante de campo,
0:08:55 o sea, los hombres que quisieron casarse con la chica
0:08:58 para que no le echaran para favorecerla, o porque estaban enamorados.
0:09:03 ¿Qué les importaba a ellos si la chica era generosa en amores?
0:09:07 Para mí es preferible la generosidad en amores que la mezquindad.
0:09:12 No hay peor cosa que ser una chica mezquina en amores.
0:09:18 Pero más bien es de mezquina.
0:09:21 Si se va a dar de la mano.
0:09:22 Ah, ve usted.
0:09:23 Si se pasa de generoso ya sé.
0:09:25 Ya sabía que iba a salir este.
0:09:27 ¿Y cómo sería pasarse de mezquina?
0:09:29 No se puede pasar una mezquina y una mezquina.
0:09:32 Es generoso, es generoso.
0:09:35 Bueno, no se pelee.
0:09:37 Hay muchas que son mezquinas y de amores, pero lo convierten en una virtud.
0:09:43 Hay muchos que al hablar, convierten sus defectos en virtud.
0:09:49 Va un tipo a la peluquería y dice,
0:09:51 yo en mi barrio no saldo a nadie.
0:09:53 Y lo dicen como...
0:09:56 Pareció grugas, yo, como lo dijo él.
0:10:02 Yo en el barrio no saldo a nadie.
0:10:04 No salo seguro.
0:10:06 Y como dicen, por favor, para que lo aplaudan los tipos.
0:10:11 Que carácter fuerte, que no sé qué nos saluda a nadie.
0:10:14 Visorable el tipo que nos saluda a nadie.
0:10:17 Caso es que hemos ido a la discoteca y hemos pedido un disco
0:10:24 que tuviera algo que ver con Stenberg.
0:10:28 Un disco que no hay.
0:10:29 Morocha Triste.
0:10:31 Es una canción muy hermosa que va a cantar Ignacio Corsini,
0:10:35 que evidentemente está dedicada a esta mulata que fue amante de tantos.
0:10:43 La letra lo disimula porque, por empezar...
0:10:47 No, no, nombra Napoleón, no, nombra...
0:10:49 No nombra Almarezcal Gurgónia.
0:10:51 Y Aterla, nombra.
0:10:52 No, no, ni siquiera Aterla.
0:10:55 Ni siquiera la isla de Santa Elena.
0:10:56 Pero eso es para quedar bien con el comisario.
0:10:59 Morocha Triste es una bella canción que canta ahora mismo dedicada
0:11:03 a todas las mulatas lindas, Ignacio Corsini, adelante.
0:11:29 Morocha Triste.
0:11:31 Es una canción muy hermosa que va a cantar Ignacio Corsini,
0:11:34 que va a cantar Ignacio Corsini,
0:11:36 que va a cantar Ignacio Corsini,
0:11:38 que va a cantar Ignacio Corsini,
0:12:00 que va a cantar D Colonel,
0:12:02 que va a cantar C Sage,
0:12:06 que va a cantar D Angelica,
0:12:08 que va a cantar D Angelica Cache,
0:12:10 que va a cantar Dairy,
0:12:12 que va a cantar D Angelica Cache,
0:12:14 que va a cantar D Angelica Cache,
0:12:16 que va a cantar D angelica Cache,
0:12:20 que va a cantar C Sage,
0:12:26 tan parecido a tu pena, morocha.
0:12:35 Cuando el sol se esconde, morocha.
0:12:42 Cuando esta obra lleve y nadie te espera y yo no te nombre,
0:12:47 sola con tu sombra llorará de amor, morocha.
0:12:53 Que grande es tu pena, como un pájaro ciego que canta muy cerca de tu corazón.
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