Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos entonces de Narciso.
0:00:02 El primer obiso.
0:00:04 Narciso era hijo de la ninfa azul, que se llamaba Liriope,
0:00:10 a la que el dios fluvial Cephiso había envuelto una vez con los remolinos
0:00:17 y cuando la tuvo atrapada por las corrientes, la amó.
0:00:22 De esa unión nació Narciso.
0:00:27 El adivino Tiresias, el más célebre de los adivinos griegos,
0:00:32 más célebre me parece a mí que Calcante.
0:00:35 Sí, que además había tenido la fortuna alguna vez de pisar a dos serpientes,
0:00:39 apareándose lo cual le permitió cambiar de sexo.
0:00:42 No, pero es en la Tiresias, no Calcante.
0:00:45 Calcante era el adivino de Agamemnon,
0:00:50 cuando la flota griega estaba sin viento para zarpar en las playas de Aulide,
0:00:56 y entonces, consultado por Agamemnon a ver cómo podía hacerse para obtener algún ventichelo,
0:01:04 le dijo muy fácil, basta con que sacrifiquesa tu hija.
0:01:07 Tu pibes de hygenia.
0:01:08 Cosa que hizo Agamemnon.
0:01:10 Que no se andaba con chiquitas.
0:01:11 Este era otro.
0:01:12 El adivino Tiresias le dijo al Iriope, a la mamá de Narciso lo siguiente.
0:01:17 Narciso, tu hijo, podrá vivir muchos años bajo la condición
0:01:24 de que nunca se contemple a sí mismo.
0:01:29 Bien, piso la condición.
0:01:31 Parece que cualquiera podía enamorarse de Narciso porque era muy, pero muy hermoso.
0:01:38 Cuando tuvo 16 años, su camino estaba sembrado de amantes rechazados.
0:01:45 Siempre rechazaba cruelmente a los amantes que cayían a sus pies.
0:01:51 Tal era el obstinado orgulio que sentía de su propia belleza
0:01:56 y consideraba a este hombre, además, o a este muchacho,
0:01:59 que nadie estaba a su altura para recibir su amor.
0:02:02 Así que mi respuesta es no.
0:02:04 Retirece, me compromete,
0:02:06 saque la mano de ahí porque la tiene muy fría, etcétera.
0:02:09 Todas esas frases de rechazo que son clásicas.
0:02:12 Usted por quién me toma.
0:02:14 Es otra.
0:02:16 Entre los enamorados de Narciso estaba la ninfa Eko.
0:02:20 Y la historia de Eko es también interesante.
0:02:24 Cuentan que ya no podía hacer uso de su voz, la ninfa Eko,
0:02:29 para repetir...
0:02:31 O sea, solamente podía usar su voz para repetir lo que decían otros.
0:02:35 ¿A repetir lo que decían otros?
0:02:37 No tenía discurso propio.
0:02:39 Entonces tenía que esperar a que alguien dijera algo para emitir sonido.
0:02:44 Esta desgracia, ¿por qué le ocurría Eko?
0:02:47 Bueno, por un castigo.
0:02:49 Resulta que Zeus, el príncipe de los dioses,
0:02:53 andaba con unas ninfas ahí, con unas minas, medio.
0:02:56 Y Eko era usado por ser para entretener a su mujer, a Era,
0:03:02 contándole el cuento, mientras que él se iba a los bolichunes con las minas.
0:03:09 Así le dijo, señor.
0:03:10 Ya, contále cuentos a Era, mientras...
0:03:13 Bueno, contás cuento, yo aprovecho y me voy por ahí.
0:03:16 Y Era se dio cuenta de lo que estaba pasando en la pieza del fondo,
0:03:22 que era donde tenía lugar esta francachela,
0:03:24 y dijo, por haber ayudado a mi infiel esposo,
0:03:30 te condeno a que solamente hables para repetir lo que otros han dicho.
0:03:36 Y ya que Narciso salió a casar siervos, junto con unos compañeros de la Unidad Básica.
0:03:42 Sí, con la Unidad Básica del Olipo.
0:03:44 La ninfa Eko lo siguió de cerca por un bosque tratando de no ser vista.
0:03:51 Intentó hablarle, pero a causa de su castigo fue incapaz de iniciar la conversación.
0:03:57 Finalmente, Narciso viendo que se había alejado de sus compañeros, gritó,
0:04:02 ¿por qué por aquí? Aquí respondió Eko.
0:04:06 Esto sorprendió mucho a Narciso, porque no veía a nadie.
0:04:10 Y gritó, ven, y Eko repiteó, ven.
0:04:14 ¿Por qué me evitas?
0:04:16 Preguntó a Narciso y escuchó de la ninfa la misma palabra.
0:04:19 Evitas.
0:04:20 Después, Narciso dijo, juntémonos aquí.
0:04:24 Tras una serie de repeticiones, Eko salió corriendo en lugar en que se escondía
0:04:29 para abrazar a Narciso.
0:04:31 Pero él la apartó violentamente y se alejó diciendo,
0:04:36 prefiero morir antes de acostarme contigo.
0:04:40 Antes de acostarme contigo, repiteó la ninfa, pero Narciso ya se había marchado.
0:04:48 Eko pasó el resto de su vida en cabañas solitarias,
0:04:53 consumiéndose de amor y mortificada, hasta que solo quedó su voz.
0:05:00 Ella desapareció.
0:05:02 Lo único que quedó fue su voz, repitiendo la última frase de todo lo que oía.
0:05:10 Las doncellas rechazadas, incluso antes de lo sucedido con Eko,
0:05:17 rechazadas por Narciso, quiero decir,
0:05:20 tomaron aquella desgracia de Eko como emblema y pidieron venganza al cielo.
0:05:26 Dijeron, señores dioses, mire lo que hace este tipo.
0:05:29 La pobre ninfa Eko ha desaparecido, le queda solamente la voz.
0:05:35 Pero los dioses rechazaron aquella solicitud.
0:05:40 Entonces las novia despechadas esperaron otro rechazo de Narciso
0:05:46 para que las divinidades concedieran el castigo.
0:05:49 Rechazan algo, le vamos y mire, otra vez.
0:05:52 Un día Narciso mandó una espada, que tal, a Aminias,
0:05:59 un señor que también era pretendiente,
0:06:02 incluso era el pretendiente más obstinado que tenía.
0:06:05 Pero en realidad el señor Aminias quería Narciso y no espadas.
0:06:10 Entonces al ver aquella espada, que era lo único que podía poseer de Narciso,
0:06:14 decidió usarla para matarse.
0:06:18 Y se mató no más.
0:06:20 En el umbral de la casa de Narciso, implorando a los dioses que vengan a su muerte.
0:06:25 Un verdadero canalla.
0:06:27 Si, sucio además.
0:06:29 El peor canalla.
0:06:30 No te quieres que rechazas a un tipo.
0:06:32 Imagínate, levante la mano a alguna joven linda de acá.
0:06:40 Bueno, a quién le va a gustar que un amante que uno rechaza,
0:06:44 venga le toque el tiempo a las 4 de la mañana y se mate ahí delante la casa.
0:06:47 Pero lo que es peor todavía, el tipo, o sea Narciso o cualquier otro que no le sienta bien la mina,
0:06:53 lo que va a ser la manera siguiente, es pasar por encima y decir,
0:06:55 otra vez no sacaron la basura.
0:06:57 Y esto va a ser mucho más grande.
0:06:59 Bueno, por dónde iba?
0:07:03 Sí, el tenés.
0:07:04 Bueno, la diosa Artemis escuchó la súplica
0:07:07 e hizo que Narciso se enamorara, aunque le negó que pudiera consumar su amor.
0:07:13 Ese fue el castigo de los dioses.
0:07:15 Es decir, te enamorarás, pero no podrás consumar tu amor.
0:07:20 Por ahí llegó Narciso en un arrozo claro, en Tespia,
0:07:27 tan claro como la plata, un arrozo que nunca era perturbado ni por el ganado,
0:07:31 ni por los pájaros, ni por la fiera,
0:07:33 ni ni siquiera por las ramas dobladas de los árboles que le daban sombra.
0:07:37 Narciso se inclinó sobre la orilla para tomar agua
0:07:41 y se enamoró de su propio reflejo, como bien sabemos.
0:07:44 Al principio intentó abrazar y besar al joven que tenía enfrente,
0:07:49 pero entonces se dio cuenta de que era él mismo.
0:07:52 Narciso permaneció tumbado y embelesado hora tras hora
0:07:57 y dice Graves, cómo podía soportar el hecho de poseerse y no poseerse al mismo tiempo.
0:08:03 El dolor lo consumió, pero un poco se regocijaba de su tormento,
0:08:09 sabiendo al menos que su otro yo siempre le sería fiel pasar a lo que pasara.
0:08:16 Aunque la nínfae con un perdón a Narciso compartió su dolor, mire si será buena.
0:08:23 Y repitió compasivamente las exclamaciones de dolor que hacía Narciso, los lamento.
0:08:31 Y cuando él se clavó una daga en el pecho,
0:08:35 solo por no poder conseguirse así mismo, dijo,
0:08:41 ¡Ah, joven amado en vano, adiós!
0:08:47 Y Eko dijo, ¡Ah, joven amado en vano, adiós!
0:08:54 La sangre de Narciso empapó la tierra y de ella nació el Narciso Blanco.
0:09:00 Es una flor que se puede adquirir en las buenas florerías.
0:09:05 Según pausañas del Narciso, se destila un bálsamo recomendado para las afecciones de los oídos
0:09:14 y también para curar la congelación.
0:09:17 Si uno está congelado, basta tomar un Narciso, destilar un bálsamo
0:09:21 y inmediatamente seguiras saltando lo más fresco.
0:09:25 También para las cervicales.
0:09:35 Un último detalle.
0:09:37 Aún en el estigia, el estigia es uno de los ríos del infierno,
0:09:41 Narciso trata de contemplar los rasgos amados, al mismo.
0:09:46 Se mira o trata de mirarse en esas aguas, pero las aguas se mueven delante de él,
0:09:52 pero nunca consigue verse.
0:09:54 Está siempre agitado el estigia.
0:09:57 Es un estupendomento.
0:09:59 Y este último detalle tan poco conocido de Narciso,
0:10:03 tratando de mirarse inútilmente en las aguas infernales,
0:10:07 del mismo río que los dioses utilizan para jurar.
0:10:10 Es un detalle extraordinario.
0:10:12 ¿A quién quiere dedicar usted esta historia?
0:10:15 Estaba pensando, Alejandro, en este fluir que tiene la conciencia de uno,
0:10:19 que el primer movimiento de dedicatoria apuntaría hacia aquellas personas
0:10:24 que son casi una especie de antípoda del narcisismo.
0:10:29 Digo, aquellas personas tan desprendidas, desaprensivas,
0:10:32 respecto de sí misma, que hacen un alar de esto.
0:10:35 No piensan de San Francisco hasta la madre Teresa a trabajo,
0:10:37 y no piensen de habla y también.
0:10:39 Dicen que yo realmente me despreocupo, me interesa de lo manera,
0:10:43 y me parece que sería un error.
0:10:45 Sobre todo porque ante un asetismo así uno debe sospechar.
0:10:48 Claro, soy el más humilde de todos.
0:10:50 Tengo que encontrar uno más humilde que yo.
0:10:52 Y cuando aparecen sus pechas se me ocurre que es justo,
0:10:56 dado la belleza del mito y dado la belleza del relato este que acabo de hacer,
0:10:59 pensar en una especie de...
0:11:02 a ver, ultraversión del narcisismo, digo, aquellos narcisistas,
0:11:06 que a tal punto lo son, que esconden su acción heroica,
0:11:10 o esconden su efecto maravilloso,
0:11:12 su operación maravilloso sobre el mundo,
0:11:14 escondiéndose como para que solo ellos puedan contemplar
0:11:17 la verdadera dimensión y la grandeza de su propia persona.
0:11:20 Está muy bien, aquellos que tienen gestos de grandeza en el mayor secreto.
0:11:24 Pues justamente, digo, pienso en algunos espías,
0:11:27 digo, aquellos que pueden retirarse y no exigen después la gloria,
0:11:31 escribiendo biografías botonas, digo, pienso también en aquellos
0:11:35 que han preferido ocultar incluso algo de su obra literaria,
0:11:38 pidiendo que se la queme.
0:11:40 Sabiendo que siempre hay un blog...
0:11:42 Por suerte siempre hay un amigo infiel.
0:11:44 Y después el eco que se haga de ellos sin mencionar su nombre.
0:11:48 Bien, hemos sido a la discoteca y hemos obtenido
0:11:52 un fragmento de lo que me costó el amor de Laura,
0:11:57 que ha sido escrito para solista y eco-coral,
0:12:02 para cumplir con la pobre eco,
0:12:06 de la cual solo quedó su voz repetida.
0:12:09 Así que escucharemos, le hablaré de Laura.
0:12:13 Y Laura.
0:12:19 Se la servirá alguien.
0:12:21 No, Mozo, gracias.
0:12:23 Voy a seguir con esto.
0:12:25 Pero que nadie se burle.
0:12:28 Si el Señor me escucha,
0:12:33 me hablaré de Laura.
0:12:37 De el último beso
0:12:42 de su alma obstinada
0:12:47 siempre lo repito.
0:12:52 Ella me propuso
0:12:57 una prueba odiosa
0:13:01 no admitió disputa
0:13:06 a que el cuerpo hermoso
0:13:11 despertó mi instinto.
0:13:16 Oye mi desgracia.
0:13:21 Me dito y calculo
0:13:26 que en cualquier momento
0:13:29 moriré de amor.
0:13:36 Era Alejandro Dolina en la venganza.
0:13:40 Le hablaré de Laura.
0:13:45 Con coro y conjunto orquestal dirigido por Federico Mija.
0:13:49 Raje.
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