Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza...
0:00:04 Claro que sí, sí, sí. Acabo de dar la razón en una cosa, a un señor.
0:00:08 No es poco.
0:00:09 Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en el Multiteatro de Buenos Aires, mañana también,
0:00:14 vamos a estar aquí, en vivo, corrientes 1283, la entrada es...
0:00:20 Multiteatro, ¿eh?
0:00:21 ...de Quintos.
0:00:22 ...Exmalts.
0:00:23 Hablaremos hoy acerca del científico polaco más notable,
0:00:28 Nicolás Copérnico.
0:00:30 Estudió en la Universidad de Cracovia, Matemáticas y Pintura.
0:00:35 En el año 1496 marchó a Italia, que por entonces era el centro del saber,
0:00:44 y permaneció así por espacio de 10 años.
0:00:48 Estudió medicina en Padova y derecho en Boronia.
0:00:53 En todos estos campos, en estos dos, se envolvió con soltura.
0:01:01 Cuando finalmente regresó a Polonia, no a Bologna, sino a Polonia,
0:01:05 en 1506, ingresó la medicina profesionalmente y a él acudían pobres y ricos,
0:01:14 a que lo curaran naturalmente.
0:01:17 Era miembro del capítulo Catedralicio de su diócesis y administraba dos de los distintos...
0:01:25 No, de los distintos, no, de los distritos, tienen que ser principales.
0:01:30 Pero, en realidad, no fue ni en derecho ni en medicina ni en los asuntos de gobierno,
0:01:37 pese a que también sobresalió en ellos, donde Copérnico adquirió fama, sino en astronomía.
0:01:44 Y su afición a estos asuntos también nació durante el viaje a Italia.
0:01:51 Ayer, en el año 1500, como se ha dicho, Italia era el centro del mundo intelectual,
0:01:57 había un período de grandes logros, de cambios culturales en las artes, en las ciencias,
0:02:04 por ejemplo, en las teorías acerca del movimiento de los cuerpos celestes.
0:02:09 Ahí te quiero cerrar.
0:02:12 ¿En qué se pensaba en aquel tiempo, me preguntará usted?
0:02:16 Bueno, todas las estrellas, así como el sol, la luna y los planetas,
0:02:22 giraban cada día alrededor de la Tierra de este a oeste.
0:02:27 ¿Estamos en claro?
0:02:29 Sí, hasta ahora, con esto quería explicar que el sol salía por el este, por ejemplo.
0:02:33 Sin embargo, sin embargo, los hombres de ciencia coincidían en que la Tierra era un globo,
0:02:41 era todo aquello una apariencia, porque en verdad la Tierra era un globo
0:02:46 que giraba en torno a su eje de oeste a este, y el movimiento diario de los cielos era ilusorio.
0:02:54 Si la Tierra no girase, decían los heruditos, las estrellas aparecerían quietas en el mismo cielo.
0:03:05 Muy bien, la luna sin embargo cambia de posición, decían estos mismos tipos u otros diferentes,
0:03:12 respecto de las estrellas, porque durante 29 días recorre un circuito celeste completo de oeste a este.
0:03:19 El sol hace lo mismo, lo mismo que la luna, recorre un circuito y necesita 365 días para recorrerlo.
0:03:33 Y a todos los hombres de ciencia resultaba evidente que la luna y el sol giraban alrededor de la Tierra,
0:03:40 nadie discutía eso.
0:03:41 Hasta aquí la cosa iba bien, lo que nunca jaban eran los planetas.
0:03:46 En tiempos de Copérnico se conocían cinco planetas, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
0:03:56 Los cinco cambiaban de posición respecto de las estrellas, pero lo hacían de una manera muy rara y complicada.
0:04:05 Lo hacían igual que ahora en realidad.
0:04:08 Mercurio y Venus salían unas veces por la mañana, otras por la tarde, nunca aparecían en lo alto de los cielos
0:04:15 y no cerca del horizonte, más mercurio que Venus.
0:04:19 Por el otro lado Marte, Júpiter y Saturno aparecían en ciertas ocasiones sobre la cabeza del observador.
0:04:27 Cada uno de ellos describía un círculo completo en el cielo de oeste a este, pero sus movimientos no eran constantes.
0:04:35 En cada revolución había un momento en que el planeta se frenaba, daba marcha atrás y iba para el otro lado.
0:04:45 Este desplazamiento hacia atrás se llamaba Movimiento Retrógrado.
0:04:50 Júpiter describía el Movimiento Retrógrado doce veces en cada una de sus revoluciones y Saturno treinta veces en cada vuelta.
0:05:02 Los antiguos griegos trataron de explicar estos extraños movimientos.
0:05:09 En primer lugar porque creían que el universo estaba gobernado por una ley natural, de modo que no podían descansar
0:05:17 hasta no haber hallado la ley en que se basaba el movimiento planetario.
0:05:23 En segundo lugar creían que el movimiento de los planetas incluía en el destino humano
0:05:28 y pensaban que entendiendo a fondo los cielos podrían comprender el pasado del futuro.
0:05:35 Claudio Tolomeo, que era matemático y astrónomo, nacido en el Alto Egipto, en la Tevahida,
0:05:43 trabajó en Alejandría presubidamente en la Biblioteca, escribió ya por el año 150 un libro llamado Armagesto
0:05:52 en que daba las fórmulas para calcular los movimientos de los planetas.
0:05:57 Estas ecuaciones se basaban en la sepótesis de que todos los planetas giraban en transectorias circulares alrededor de la Tierra.
0:06:07 Para explicar el movimiento retrogrado se suponía Tolomeo que cada planeta se movía en un pequeño círculo
0:06:15 cuyo centro describía otro más grande, como el pulpo del parque de tí.
0:06:23 Había momentos en que el planeta tendría que moverse de este a oeste en el círculo más pequeño
0:06:30 y la combinación de movimientos daría como resultado el movimiento retrogrado.
0:06:36 No estaba mal la idea, no estaba mal.
0:06:39 Como la pestaña de la rueda del ferrocarril va a marcha atrás en algún punto del recorrido entre caceros y retí.
0:06:51 A medida que se fueron acumulando las observaciones celestes hubo que apilar círculos sobre círculos
0:06:58 y los cálculos matemáticos hicieron cada vez más complicados.
0:07:02 Y estas dificultades sugirieron a Copérnico que tal teoría debía contener algún error básico
0:07:09 y en consecuencia empezó a leer numerosas obras riegas que trataban de asuntos de astronomía.
0:07:16 Ahora bien, hay que ser muy piolas para darse cuenta, al ver algunas anomalías,
0:07:26 de que estas provienen del siguiente hecho.
0:07:32 El cuerpo en el que vos estás montado gira alrededor de uno, de otro cuerpo que está en el espacio
0:07:41 y todos, incluido el tuyo, giran alrededor de este.
0:07:46 Si vos estás montado en un cuerpo celeste, estás girando alrededor de otro
0:07:56 y algunos también giran alrededor de eso, los que giren por afuera de ti eventualmente te van a pasar
0:08:07 y entonces vos los vas a ver retroceder en la noche.
0:08:11 Eventualmente vos vas a pasar, vas a sobrepasarlo, vas a girar con mayor velocidad
0:08:18 y en ese caso verás a los otros como si retrocedieran.
0:08:28 Por otra parte, algunos describirán su círculo en otros ángulos
0:08:35 de manera que los verás todo el tiempo y venir aparentemente sin sentido, trazando una sola línea en el cielo.
0:08:45 La budiza, Alejandro, es una de las vivesas centrales,
0:08:48 este tipo de astuces en haber considerado el propio lugar del observador como parte integrante de eso,
0:08:53 cosas que muchos no hacían en esa época.
0:08:54 Claro, como lo vas a hacer si estabas pensando que todos giraban alrededor de la tía.
0:09:01 Bueno, Copernicom empezó a observarlos a todos y empezó a calcularles una posición, a calcularles un tiempo,
0:09:16 a calcularles también a las tierras un tiempo de giro, el chef de la...
0:09:23 Y no ignoraba tampoco que, al hacer estos cálculos, que el matemático y astrónomo griego Aristarco de Samos,
0:09:39 allá por el año 250 a.C., había defendido la creencia de que era la tierra a la que giraba alrededor del sol y no al contrario.
0:09:48 Pero bueno, aquella no era más que una teoría y había sido inmediatamente rechazada.
0:09:53 Copernicom sospechaba que Aristarco tenía razón.
0:09:57 Sin embargo, sabía que el mundo científico y la iglesia resistirían sus ideas,
0:10:03 a menos que lograra demostrar que la teoría tenía sentido.
0:10:06 Copernicom no tenía instrumentos apropiados para este propósito.
0:10:11 El telescopio recién fue inventado un siglo más tarde, pero contaba con la fuerza de la lógica.
0:10:19 En primer lugar, si la tierra se moviera alrededor del sol, quedaría explicado de inmediato el movimiento retrogrado.
0:10:26 Imaginemos que la tierra y Marte, bueno, los que acá dicen lo que más o menos imaginaban, yo decía.
0:10:35 Bueno, todos esos cálculos fueron realizados por Copernicom,
0:10:43 las matemáticas necesarias para representar los movimientos planetarios,
0:10:47 eran mucho más sencillas en el sistema Copernicano que en el Tolemáico, era más fácil todavía.
0:10:55 Entonces Copernicom procedió, pero procedió con cautela.
0:11:00 Sabía que entre los eruditos académicos se daban a veces las mentes más dogmáticas e intransigentes del barrio.
0:11:10 Allá por el año 1530 expuso su teoría en forma manuscrita y dejó que circulará libremente.
0:11:17 Encontró seguidores entusiastas, pero también enemigos a sérrimos.
0:11:22 Y uno de ellos fue Martín Lutero, que ya había aprendido la reforma para el entonces.
0:11:29 Dijo Lutero que Copernico era un necio que negaba la Biblia.
0:11:34 Dice, este loco desea revisar toda la ciencia de la astronomía.
0:11:39 Pero, dijo Lutero, la Sagrada Escritura nos dice que Josué mandó detenerse el sol.
0:11:49 Recuerda, y no a la tierra.
0:11:52 Calvino, que también estaba indignado, escribió,
0:11:55 ¿quién se aventurará a colocar la autoridad de Copernico por encima del Espíritu Santo?
0:12:03 Incluso luego de publicar su libro, el Cardinal Belarmino,
0:12:09 declaró que este pretendido descubrimiento, el Librito de Copernico,
0:12:14 visiaba todo el Plan Cristiano de Salvación.
0:12:21 Copernico entonces comprobó que su cautela era justificada.
0:12:26 En 1540 el señor von Läuenhagen, fiel discípulo de Copernico,
0:12:33 publicó un resumen de la teoría Copernical.
0:12:37 El Papa Climente VII aprobó ese resumen
0:12:42 y pedió que se publicara el mano escrito en forma íntegra.
0:12:47 Copernico aceptó, se lo dedicó al Papa,
0:12:54 siendo un vigoroso ataque contra aquellos que utilizaban citas bíblicas
0:12:58 para refutar demostraciones matemáticas.
0:13:01 Y el 24 de mayo de 1543 estaba el libro publicándose,
0:13:08 pero ahí estaba Copernico muriéndose en su lecho, en Franenberg, Polonia.
0:13:13 Tenía 70 años. Le llevaron un ejemplar impreso de su obra.
0:13:19 Su primera minada al libro fue casi la última sobre las cosas terrestres.
0:13:24 Ya había perdido su memoria y su regor mental muchos días antes
0:13:29 y vio su obra acabada el mismo día en que murió.
0:13:32 No pudo leerlo, afortunadamente,
0:13:36 porque se aborró la humillación de saber que habían debilitado su obra
0:13:41 con un cobardell anónimo prefacio que negaba la verdad de la teoría Copernicana
0:13:47 y la presentaba como una especie de truco o divertimento matemático
0:13:51 para simplificar el cálculo de los movimientos planetarios.
0:13:56 Parece ser que este amigo, como se llamaba, el Fannauge...
0:14:04 Bueno, tuvo problemas, y hubo de abandonar la ciudad
0:14:10 y dejó la publicación del libro de Copernico en manos de su amigo Andrés Oceáner,
0:14:16 que era pastor luterano y andaba ahí con miedo.
0:14:23 Es posible que Oceáner no quisiera que nadie lo acusara de negar la Biblia
0:14:27 y fue él el que insantó el prefacio.
0:14:30 Y la teoría pasó a convertirse en un bichocas.
0:14:37 En el centro de todas las polémicas científicas y teológicas,
0:14:41 después fue prohibida por la iglesia,
0:14:44 fue causa de la condena contra Jordano Bruno, contra Galileo
0:14:51 y uno de los mayores fracasos de la política científica y cultural de la Iglesia Católica.
0:14:59 Problema para incluirlo en ficción o no ficción del libro.
0:15:03 Bueno, para incluirlo en ficción y no ficción,
0:15:07 siendo la parte de ficción la que le toca las estrellas.
0:15:11 Pensando, Alejandro, bueno, usted nombró a Jordano Bruno, a Galileo.
0:15:15 Pensando en otro amigo de este programa como Oceus,
0:15:18 que tantas alegrías le ha dado al cielo con las constelaciones,
0:15:21 en Verne que supo hacer los suyos y estudiar demasiado en los mayas,
0:15:24 que aprendieron bastante más que lo que suponían algunos predicadores por ahí,
0:15:28 también en Hiendel, porque, dejarlo afuera,
0:15:30 que también suponía que había alguna música que correspondía a las estrellas.
0:15:33 Pero, en todo caso, me parece que hay dos maneras de acercarse a esta historia,
0:15:38 una es esta, la de los precursores,
0:15:40 y ambas tienen que ver, la otra es la de la dignidad, digo, levantar la cabeza.
0:15:44 Con levantar la cabeza allí cuando otros insisten en mirar para abajo,
0:15:47 porque es finalmente el que retiene la dignidad.
0:15:50 Y la dignidad no es la de mirar por encima, sino la de mirar hacia arriba,
0:15:54 la de saber que seguramente hay una lógica que nos supera,
0:15:57 que hay miserias que van a tratar de alterar esa lógica,
0:16:00 y que, sin embargo, si uno mantiene la cabeza mirando hacia arriba,
0:16:06 probablemente puede encontrar alguna forma de barrat,
0:16:09 aunque esa verdad a uno lo encuentre, ya agorizando
0:16:12 y sin poder disfrutar de las mieles de alguna concreción.
0:16:15 Porque además de esas dos cuestiones, la dignidad, la ciencia,
0:16:18 también cada uno sabe que hay alguna forma de relación entre esta vida cotidiana
0:16:23 y aquellas cosas que le dan vueltas encima, cuando mira con dignidad y con curiosidad para arriba.
0:16:28 Y que también ahí, además de la ciencia, la verdad, la dignidad,
0:16:32 puede haberse quedado la alegría de esa y el amor de uno,
0:16:35 digo, porque todo finalmente a veces se resuelve en un pedacito de cielo.
0:16:39 Que es el bals que va a cantar ahora Héctor de Rosa con la orquesta Ojaldo Requena.
0:16:54 La casa tenía una reja pintada con quejas y cantos de amor.
0:17:02 La noche llenaba de ujeras, la reja, la hiedra y el viejo balcón.
0:17:11 Recuerdo que entonces reías, si yo te leía mi verso mejor.
0:17:19 Y ahora, capricho del tiempo, le sento esos versos.
0:17:25 Lloramos los dos, los años de la infancia pasaron, pasaron.
0:17:30 La reja está dormida de tanta silencio.
0:17:34 Y en aquel pedacito de cielo se quedó tu alegría y mi amor.
0:17:42 Los años han pasado terribles, malfados, dejando esa esperanza que no ha deslegar.
0:17:51 Y recuerdo tu gesto travieso después de aquel beso robado a la sal.
0:18:00 Tal vez se enfrió con la brisa, tu cálida risa, tu ímpida voz.
0:18:07 Tal vez escapó a tus ojeras, la reja, la hiedra y el viejo balcón.
0:18:15 Tus ojos, de azúcar quemada, tenían distancias doradas al sol.
0:18:23 Y hoy, quieres hallar como entonces la reja de varón se temblando de amor.
0:18:30 Los años de la infancia pasaron, pasaron.
0:18:34 La reja está dormida de tanta silencio.
0:18:46 Los años han pasado terribles, malfados, dejando esa esperanza que no ha deslegar.
0:18:54 Y recuerdo tu gesto travieso después de aquel beso robado a la sal.
0:19:03 Y recuerdo tu gesto travieso después de aquel beso robado a la sal.
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