Transcripción automática
0:00:00 Tenemos nuevas historias de milagros, roló no, unos milagros no nuevos porque ya se
0:00:05 sabe que en estos tiempos que corren o se hacen milagros y tampoco nuevos en el
0:00:10 programa porque algunos no son otros, ya han sido contados por nosotros,
0:00:15 tal vez de un modo diferente, en fin, o sea que milagros nuevos no hay, cambio lo
0:00:23 que dije entonces, tenemos historias de nuevos mejor dicho de viejos milagros.
0:00:32 En las historias de milagros hay muchas veces una restitución de algún bien,
0:00:37 por ejemplo la restitución de la salud perdida o incluso de la vida en el caso
0:00:42 de los resucitados, o el despliegue de poderes específicos tales como la
0:00:47 habitación o el poder de soportar las llamas o de asunar, en fin, San Pedro gestó
0:00:55 entre tantos de sus milagros un milagro espantoso, un prodicio nefasto que poco
0:01:03 tuvo que ver con la dádiva o la justicia lo que sea.
0:01:06 No, lo voy a contar para que vean qué milagro de porquería realmente.
0:01:11 Dicen que San Pedro tuvo una hija a la que se llamó Petronila y otros dicen que
0:01:18 Petronila eran verdad, no sus hijas sino simplemente una protegida espiritual,
0:01:22 sea como fuere, lo que es seguro es que Petronila era una doncella admiteira en
0:01:29 el círculo de amigos de San Pedro. Cuenta la tradición que Petronila era una
0:01:35 chica de extraordinaria hermosura a tal punto que San Pedro tenía seriamente por
0:01:43 su virtud, no por la del, si no por la del. Entonces para evitar complicaciones,
0:01:50 operó el siguiente milagro, el bueno de San Pedro, consiguió que Petronila se
0:01:55 volviera fea y enferma de modo que no existiera ocasión de peligro para su
0:02:01 doncellez.
0:02:05 ¿Cómo me gustaría tener un amigo milagrero como San Pedro?
0:02:11 El caso es que los rasgos de Petronila sufrieron un cambio notable de la noche a la mañana y de
0:02:17 Zapa, una enfermedad vino a postrarla.
0:02:20 Muchos sintieron lástima, desde luego, e instaron a San Pedro a quisiera algo por esa.
0:02:28 Digo con gran audacia porque después lo que había hecho, pedirle que hicieran más todavía.
0:02:32 Y no dejaba problema.
0:02:33 Dejá, no me ayudes más, San Pedro.
0:02:36 Pero el apóstol aseguraba que la fealdad y la enfermedad eran para Petronila más útiles que la belleza y la salud.
0:02:45 Pasó mucho tiempo hasta que Pedro decidió renunciar a ese prodigio punitivo.
0:02:51 En verdad le devolvió a Petronila su hermosura y su salud cuando creyó que ella había aceptado ya su condición
0:02:58 virginal.
0:02:59 Muy bien, entonces Petronila recuperó su belleza y tal como Pedro había supuesto, ella misma rogó
0:03:06 recuperar la fealdad y la invalidez para que los hombres no la anduvieran molestando.
0:03:13 Digo como es esto, eh, todas las jóvenes bellas dicen, ah, si yo fuera un poco más fea,
0:03:17 un poco cachuza para que los hombres no me molestaran porque es terrible como la molestan a uno los hombres.
0:03:27 Usted mismo no me niegue que alguna vez habrá pensado, ay, ché, mirándose al espejo, la mañana, no.
0:03:34 Así recién levantado.
0:03:35 Ay, sí, caramba, no.
0:03:37 Podría ser un poco más feo, yo porque ahora salgo de acá, ya empiezan todas.
0:03:42 A Dios, bonbon, que se yo vení, con el colorado, y, cierto, a veces comienes a ser un poquito más.
0:03:48 No es para tanto.
0:03:49 Bueno, como quiera que sea, ella misma rogó recuperar la fealdad y la invalidez.
0:03:56 En realidad, un muchacho, un joven juez de nombre Flaco, ¿qué hace Flaco?
0:04:01 ¿Flaco?
0:04:03 Creo que lo conozco.
0:04:04 Sí, yo conozco mucho.
0:04:05 Sí, yo conozco mucho.
0:04:06 ¿Qué hace Flaco?
0:04:07 Se llamaba Flaco lo mismo que Horacio, el poeta, que era quinto Horacio Flaco, como saben todos los estudiantes del extras.
0:04:14 Pues Flaco la vio y se enamoró.
0:04:19 Pero cuando ella se volvió linda, ¿eh?
0:04:21 Ah, después que Pedro desanduvo el milagro.
0:04:28 Bueno, se enamoró.
0:04:29 Y le propuso matrimonio.
0:04:31 Petronila rechazó la oferta, puesto que había decidido permanecer Virgen a perpetuidad.
0:04:39 Que es la única manera de permanecer Virgen.
0:04:45 Entonces, el Flaco decidió raptarla.
0:04:49 Mira vos.
0:04:50 Mira Flaco.
0:04:51 Y asaltó la casa de San Pedro al frente de una pequeña compañía de Sinvergüenza.
0:04:57 Y la rató a la mina, el Flaco.
0:05:00 La llevó a un lugar y la encerró.
0:05:02 Y Petronila le pidió tres días para hacer los preparativos de la boda.
0:05:07 El Flaco le concedió el plazo.
0:05:10 Y entonces Petronila empezó a rezar furiosamente para volverse fea.
0:05:15 Ay, ay, ay.
0:05:16 Quiero volverme fea, quiero volverme fea.
0:05:18 Se volvió fea, ¿no, Mario?
0:05:20 Yo lo que para tanto hacer fuerza te volvió fea.
0:05:23 Porque acá somos de la New Age y creemos que cuando uno desea mucho una cosa,
0:05:28 lo consigue, la consigue.
0:05:31 Claro, porque es una cosa.
0:05:34 Bueno, se volvió fea y cuando el Flaco la volvió, la fue a buscar para casarse,
0:05:38 la encontró fulera.
0:05:42 Y se sorprendió.
0:05:44 ¡Qué fea que está esta mina!
0:05:46 Pero, te hiciste algo, ¿voy?
0:05:48 Se dio cuenta de que él la quería igual.
0:05:51 Una de dos, era un amor muy espiritual o el tipo entraba en cualquier componente.
0:05:55 Vagasino, flaco.
0:05:57 Vagasino que entraba en...
0:05:59 No tenía ninguna clase de preferencia que veniera a perturbar su vida amorosa.
0:06:04 Sí, es mujer mejor.
0:06:05 Porque convengamos que la vida amorosa se perturba cuando uno prefiere.
0:06:08 Si uno le da lo mismo a cualquiera, tiene una vida plena y llena de aciertos.
0:06:13 No discriminan.
0:06:14 Y de felicidades.
0:06:15 Pero cuando uno les gustan unas sí y muchas no.
0:06:19 Ahí empieza a ponerse brava.
0:06:21 El más difícil.
0:06:23 El caso es que el Flaco no lo importó y la quiso igual.
0:06:30 Dijo, yo te quiero igual por más fea que estuviera.
0:06:33 Que estés.
0:06:34 Petronera, horrorizada, agregó a su nueva fealdad unas fiebres.
0:06:39 Empezó a robar que le agarrara alguna enfermedad.
0:06:42 Y le dieron unas fiebres curibundas que volvieron a postrarla.
0:06:47 Y de resultados de las cuales se murió a los tres días.
0:06:52 Bueno, a eso le llamaron milagros.
0:06:59 Y ahí terminó el milagro.
0:07:03 Una persona que estaba tan interesada en mantenerse en casta.
0:07:07 ¿Qué se murió?
0:07:12 El cual te da una casi seguridad.
0:07:16 Otra clase de milagro.
0:07:19 Tenemos hoy que a una vez si hay algo un poco mejor.
0:07:22 Mejor difícil.
0:07:23 No, ve que hemos hablado alguna vez que es el famoso milagro de Policarpo.
0:07:28 Policarpo, el obispo de Schmierna, fue sentenciado a morir en la boguera.
0:07:33 Y cuando al tipo ya lo estaba pasando, se usó una voz desde el cielo que gritaba.
0:07:40 Valor, Policarpo.
0:07:44 Aguante, Policarpo, dijo la voz del cielo.
0:07:49 Y poco después las llamas de la hoguera se separaron del cuerpo de Policarpo y no lo quemaron.
0:07:55 Entonces lo sacaron de la hoguera, Policarpo, y le cortaron la cabeza.
0:08:02 Se pregunta el tionista, ¿para qué sirvió entonces el primer milagro?
0:08:09 ¿Por qué las llamas perdieron su naturaleza?
0:08:14 Y en cambio no se detuvo el hacha del ejecutor.
0:08:19 Bueno, un milagro, no dos.
0:08:21 Uno por persona no está mal.
0:08:23 Un milagro por vez, caballero.
0:08:25 ¿A usted ya lo sacamos del espiero?
0:08:28 Bueno, ya está. Ahora qué quiere.
0:08:30 Que el hacha no le puede cortar la cabeza, no puede mandar de milagro en milagro.
0:08:34 El siguiente.
0:08:36 El siguiente es Zoroastro, un amigo del programa.
0:08:41 Si usted quiere llamarlos Zaratustra, también puede hacerlo.
0:08:45 Granastro le dijo Zaratustra al sol.
0:08:48 ¿Qué sería de ti si los que iluminaste faltara?
0:08:53 Bien, el verdadero Zoroastro fue un reformador de la religión persa.
0:09:00 Es el autor del libro sagrado del matemismo, el Cend Abehta.
0:09:06 Y fundó esta religión allá por los siglos VII o VI antes de Cristo.
0:09:11 Era la religión de Ormus y Ahrimán.
0:09:15 Aquella religión que admitía el puente Sinbat, que se te envía sobre los infiernos.
0:09:21 Y que había que atravesar al morir.
0:09:26 Entonces, para las almas buenas, el puente era ancho y de fácil tránsito.
0:09:33 Y para los atorrantes y compadritos, el puente era estrecho y uno se caía a los abismos infernales,
0:09:42 donde Ahrimán se lo morfaba o lo atormentaba.
0:09:47 Así es todo aquello que hacen los diablos con sus huéspedes.
0:09:52 Pero esta religión no tuvo mucha aceptación, porque por los mismos tiempos un poquito después
0:09:57 apareció el budismo que tuvo mucho más éxito en Oriente.
0:10:02 Según dice en el nacimiento de Zoroastro fue milagroso.
0:10:06 Nació riendo a carcajas.
0:10:09 Qué notable, eh.
0:10:11 Chico, además que me imagino la sorpresa de la madre.
0:10:17 A ver que un niño, en lugar de la ser zorando como cualquiera, nació a las risas.
0:10:28 Cuando llegó Zoroastro, ya mozo, ¿no? Lamoso grande.
0:10:32 A donde vivía el rey Gustav de Persia, el rey de Lijo al Profeta.
0:10:37 Si crees que te crea todo esto que me estás diciendo, dame alguna prueba.
0:10:42 Era un rey escéptico.
0:10:45 Y en seguida Zoroastro hizo crecer, solo para convencer al rey, ¿no?
0:10:50 Hizo crecer ante la puerta del palacio un cedro tan alto que no podía verse su copa.
0:10:56 Y puso en la cumbre del cedro una hermosa habitación a la que era imposible acceder.
0:11:04 Y esto ya era un detalle totalmente superlovo porque el rey, me imagino, ya estaba convencido.
0:11:10 Cuatro magos del barrio, cuatro magos de Persia, que eran muy envidiosos y perversos,
0:11:20 vieron ese milagro y le agarró la envidia.
0:11:23 Entonces Zoroastro estaba alojado en el palacio, en uno de los aposentos,
0:11:29 y ellos consiguieron la llave y mientras Zoroastro estaba ausente, anda a saber dónde habría ido,
0:11:36 le revisaron la pieza y le pusieron entre los libros, entre los libros de Zoroastro,
0:11:43 huesos de perros y de gatos, uñas y pelos de muertos,
0:11:48 y varios de esos elementos que usan los magos para echarte lescomúnica, para darte mala suerte.
0:11:54 Y después se presentaron ante el rey y acusaron al profeta de ser el chisero y envenenador.
0:12:00 Le dijeron al rey, vaya don rey, y fíjese lo que tiene Zoroastro en la pieza,
0:12:05 tiene todas esas manganetas que tienen los magos para echizar.
0:12:11 Entonces el rey mandó aquí, se abriera la habitación y allí encontraron todo lo que habían puesto los magos allí.
0:12:16 Y el rey sentenció a Zoroastro a la orca.
0:12:20 Pero aquí sucedió otro milagro.
0:12:23 Justo cuando iban a orcar a Zoroastro, el caballo más hermoso del rey se enfermó.
0:12:31 Y acá era una extraña enfermedad, el caballo del rey.
0:12:34 La enfermedad consistía en lo siguiente, se le metieron en el cuerpo las cuatro patas,
0:12:39 de modo que el animal quedó apoyado sobre la panza.
0:12:44 Un extraña enfermedad, de luego.
0:12:48 Y entonces cuando lo estaban por orcar, Zoroastro dijo,
0:12:52 Magistrar, su caballo preferido, ese alasanto estáo que tiene ahí ese ruano,
0:12:58 se ha enfermado, dice.
0:13:00 ¿Cómo se? ¿Quién enfermedad tiene? Pregunta al rey.
0:13:03 Y Zaratustra, ya con la soga y el cuello, le dijo, se le metieron las patas para adentro.
0:13:11 Nunca he visto un caballo con esa enfermedad, pero ya que estamos de milagro en milagro,
0:13:17 hemos hecho tantos que más da que se le metan las patas para adentro un caballo.
0:13:26 Y yo le prometo a usted, don rey, que se curar el caballo con la condición de que no me ahorquen.
0:13:32 Vamos a ser distintos, dijo el rey.
0:13:35 Mejor yo no lo voy a ahorcar si usted cura el caballo, es una cosa distinta.
0:13:39 Bueno, Zoroastro se presentó ante el animal que no parecía un caballo, pasé una valija.
0:13:46 Y entonces hizo salir una pata sola del vientre del animal.
0:13:57 Y le dijo al rey, momento, dice, no voy a sacar la segunda pata,
0:14:02 si no me prometo a usted, o rey, abrazar mi religión, es decir, hacerse más de vista.
0:14:09 Y el rey lo prometió, dice, si le sacara la segunda pata al caballo, yo me hago más de vista.
0:14:15 Que me lo habrá dicho el mismo sentido que si mi equipo gana el domingo, me hago cura.
0:14:23 Será eso.
0:14:24 Esa forma de decir, bueno, el caso es que Zoroastro hizo que la segunda pata saliera del caballo
0:14:30 y el rey fiera su palabra, se hizo más de vista.
0:14:36 Y ante la aparición de las dos patas restantes, muchos cortesanos, muchos mirones, tipos que había ahí,
0:14:44 se convirtieron al más deismo.
0:14:47 Y si el más deismo no fue la religión universal desde aquel entonces,
0:14:50 es solamente por el escaso número de patas de aquel caballo.
0:14:59 Como detalle secundario, acaba de decir que los cuatro magos envidiosos fueron muertos.
0:15:05 Aunque más no sea para que esta historia que acabo de contar, que no tiene mucho sentido,
0:15:10 sea también edificante.
0:15:12 Los niños piensen, no conviene ser un mago envidioso.
0:15:17 Bueno, le han gustado los milagros de hoy.
0:15:21 A mí no, fueron de los peores.
0:15:23 Mucho, mucho, mucho.
0:15:24 Y a quién podemos dedicar esto?
0:15:27 Vamos a dedicarle, ya que esta mujer era bella, no ella porque después...
0:15:33 Ah, Petronila.
0:15:34 Petronila porque después eligió esto de...
0:15:37 Eligió la fealdad, sí.
0:15:38 Cualcuna mujeres eligen la fealdad, ¿eh?
0:15:41 Eligen, sin saber que eligen posiblemente, sin querer,
0:15:45 pero no conozco gente que se ha vuelto fea y no porque hayan pasado los años.
0:15:53 Y como la falta de erotismo, esta renuncia, la sexualidad,
0:15:58 siempre conduce igual a violencia o a la muerte por lo general, ¿no?
0:16:02 Lo veíamos en arte, mis por ejemplo y sus actitudes, buen esto.
0:16:07 De que me dedicaron las mujeres bellas que aceptan su belleza,
0:16:10 que ellas en sí mismos milagros.
0:16:12 Que ellos en sí mismos milagros, saltan.
0:16:15 Acá hay otras víctimas de milagros, de estos milagros que realmente, ¿no?
0:16:20 El policarpo, el pobre caballo del rey Gustavo,
0:16:23 que también para sacarlo al otro de la orca,
0:16:26 vio como se les metía las patas para adentro.
0:16:29 Te pongas en lugar del caballo.
0:16:31 No, gracias.
0:16:34 A mí me gustó el dato de Sorbastro y su nacimiento a Carcajadas, ¿no?
0:16:41 Sino de enorme precociidad la risa, porque la risa requiere un cierto sinismo, ¿no?
0:16:49 Cierto reconocimiento del desatín, ¿no?
0:16:52 Y uno tarda un poco en obtener ese don, digamos, cinco años.
0:16:57 Sí, más o menos.
0:16:58 Hasta que captan eso, ¿no?
0:17:01 Un chico decía a alguien, no conoce esta forma de sinismo hasta los cinco años,
0:17:09 porque, fíjese, una respuesta cínica de un bebé muy rara, ¿no?
0:17:14 Pero ya al anotarse en el primer inferior,
0:17:17 un chico ya puede ser un cínico perfecto,
0:17:19 si se ha dicho a día extravía.
0:17:22 El niño que no es cínico, también es inmortal.
0:17:26 Contábamos una vez que, en los mitos escandendinados, los dioses de Lázcar,
0:17:33 no conocían el destino hasta que no conocieron la malicia.
0:17:39 Es decir, que conocieron al mismo tiempo la posibilidad de engañar y también la muerte.
0:17:46 Es decir, de algún modo, la posibilidad de haber sido engañados.
0:17:51 La muerte es, ciertamente, cuando uno la reconoce por primera vez, el fin de un engaño.
0:18:00 Cuando te dicen, existe la muerte y sos mortal, uno siente que lo hayan engañado.
0:18:13 Hemos ido a la discoteca para ver si había discos de milagros, y estaba lleno.
0:18:22 ¿Y cuál es el digió?
0:18:23 No, finalmente me decidí por Santos. Fui por Santos.
0:18:27 Y encontramos Santa Milonguita, que es un hermoso tango.
0:18:32 Y vamos a escuchar la milagrosa versión de Roberto de Dijilipo,
0:18:37 el mejor bandoneonista que ha existido.
0:18:42 Tocar de un modo prodigioso.
0:18:46 Santa Milonguita, el tango Enrique del Fino, en la versión instrumental de Roberto Dijilipo.
0:19:16 Santa Milonguita, el tango Enrique del Fino, en la versión instrumental de Roberto Dijilipo.
0:19:23 Santa Milonguita, el tango Enrique del Fino, en la versión instrumental de Roberto Dijilipo.
0:21:55 Hemos escuchado a Roberto Dijilipo, interpretando desde el Fino y Cádicamo, Santa Milonguita.
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