Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Ribles desde el auditorio de Radio Nacional.
0:00:08 Estamos en la calle Maipú, 555 de la ciudad de Buenos Aires.
0:00:12 Odín era el más alto y el más sagrado de los dioses de las razas nórdicas.
0:00:18 Era el espíritu omnipresente del universo, la personificación del aire,
0:00:25 el Dios de la sabiduría, el Dios de la victoria universal,
0:00:29 y el líder y protector de príncipes y héroes.
0:00:33 Casi todos los dioses eran sus descendientes, o muchos eran sus descendientes,
0:00:40 y se los llamó al Fader, el padre de todos.
0:00:44 Y entre los más ancianos y principales de los dioses,
0:00:50 él ocupaba el asiento más elevado, en Asgard, que era el asentamiento principal de los dioses.
0:00:58 Aquel trono, llamado Lidskjalf, no solo era un trono elevado, sino también una torre,
0:01:07 un bangrullo, diríamos aquí, del cual se podía observar todo el mundo
0:01:14 y ver de un solo vistazo todo lo que sucedía entre los dioses, entre los gigantes, los elfos,
0:01:21 los enanos y los hombres.
0:01:23 Nadie, excepto el mismo y su esposa y reina Frigl,
0:01:28 tenían el privilegio de poder sentarse en el trono Lidskjalf.
0:01:35 Y cuando lo ocupaban, solían mirar hacia el sur y hacia el oeste,
0:01:42 repito, hacia el sur y hacia el oeste, que eran los puntos cardinales
0:01:49 y también el objeto de todas las esperanzas y todas las excursiones de las naciones del norte.
0:01:55 Odín era, eso está bien, ¿eh?
0:02:00 Solamente marchaban hacia el sur y hacia el oeste, pero no siempre.
0:02:10 Hacia el norte es obvio que no había mucha tela para cortar,
0:02:16 ya venían las regiones polares y las eternas nieves, etcétera, pero los eternos hielos, sería mejor decir.
0:02:27 También es cierto que rumbieron hacia el oeste y llegaron a Groenlandia,
0:02:34 llegaron al Labrador y probablemente algunas otras regiones de la América del Norte,
0:02:39 lo que se usaban bien, pero en realidad también marcharon hacia el oeste,
0:02:45 hacia el oeste, si bien de una forma extraña.
0:02:50 Los Vikings, desde luego, sacaban hacia el sur Dinamarca y la misma Inglaterra,
0:02:57 eran presas codiciadas, pero también llegaron más al sur.
0:03:03 Y del otro lado, a veces marcharon hacia el oeste, alguna vez probablemente por el Mediterráneo mismo,
0:03:15 pero muchas veces a través de los ríos que alcanzaban y que no eran ya de la cuenca atlántica,
0:03:22 sino que eran de la cuenca mediterránea, incluso de la cuenca del Mar Negro, etcétera,
0:03:27 a través del Danubio, a través de esos ríos, fueron para el otro lado
0:03:33 y llegaron hasta las regiones de lo que hoy es Rusia.
0:03:36 Y así se haquearon, hicieron su intercambio, dejaron alguna huella de su cultura
0:03:45 y se llevaron algunos objetos.
0:03:50 Y las cosas que se llevaron, se llevaron también algunas ideas,
0:03:58 de las cuales hablaremos alguna vez.
0:04:00 Finalmente, todos estos tipos se hicieron cristianos más tarde o más temprano.
0:04:05 También tenían el cristianismo en Omas para que ir hasta Rusia.
0:04:08 Pero ya hablaremos de lo que llevaron y trajeron los bequens desde aquellas regiones.
0:04:19 Pero ahora volvamos aquí al trono de Odín.
0:04:25 Esos gemidos que ustedes escuchan son...
0:04:28 Es la silla, sí.
0:04:30 No, es porno para todos. No programan.
0:04:35 No sé si salió el aire.
0:04:37 Odín generalmente era representado como un hombre alto, vigoroso, de alrededor de 50 años.
0:04:43 A veces era pelado, a veces era morocho.
0:04:50 Tenía una larga barba, estaba ataviado con vestiduras grises,
0:04:55 con una capucha azul, y su cuerpo musculoso estaba envuelto con un amplio manto azul,
0:05:02 salpicado de gris, que era un emblema del cielo con las nubes.
0:05:06 En su mano, Odín portaba generalmente una lanza, la infalible lanza Gungnir,
0:05:12 la cual era tan sagrada que un juramento realizado sobre su punta nunca podría ser roto.
0:05:19 En el dedo, o quizá en el brazo, llevaba el maravilloso anillo Draupnir,
0:05:26 el emblema de la fertilidad.
0:05:29 Aquí el anillo era hermoso, y tenía propiedades mágicas de las que también hablaremos alguna vez.
0:05:37 Cuando Odín se sentaba sobre su trono, o cuando se preparaba para alguna batalla,
0:05:44 llevaba un casco, un casco de águila.
0:05:49 Sin embargo, cuando deambulaba tranquilamente por la tierra con apariencia humana,
0:05:54 como así a veces, para espiar y ver lo que hacían los hombres,
0:05:58 hacía lo que, según dicen las mil y una noches, hacía jarunga al rasher.
0:06:05 Se disfrazaba de paisano, y se metían los boliches para ver qué decían los hombres de él.
0:06:12 En ese caso se ponía un sombreo de a la ancha, con el cual tapaba su frente,
0:06:22 para ocultar un hecho importantísimo en su rostro, que es que tenía un ojo solo.
0:06:30 Había dos cuervos, Huyging, el pensamiento, y Muning, la memoria.
0:06:36 Estos cuervos se posaban sobre sus hombros cuando él se sentaba en el trono,
0:06:42 y cuando había algo que no podía ver claramente desde allí, mandaba los cuervos.
0:06:48 Los cuervos recorrían el mundo todas las mañanas.
0:06:51 Después regresaban a la nochecer y les usurraban al oído a Huyging
0:06:57 las noticias de cuánto habían visto y escuchado.
0:07:00 De esta manera se encontraba bien informado acerca de todo lo que acontecía en la tierra.
0:07:06 A sus pies, digo, cuando estaba sentado, se acurrucaban dos lobos o acaso sabuesos de caza.
0:07:15 Se llamaban gheri y freki, animales que eran sagrados para él,
0:07:20 y considerados de buen agüero cuando se cruzaban en el camino de alguien.
0:07:24 Odin siempre alimentaba estos animales con sus propias manos.
0:07:29 En cuanto a comidas, el propio Odin no necesitaba ningún tipo de comida para su sustento,
0:07:36 y rara vez probaba nada, excepto el hidromiel sagrado, porque a tanto se mandaba un traguito, por placer nada más.
0:07:45 Cuando se sentaba ceremoniosamente sobre su trono, Odin ponía las patas sobre un banquillo de oro, obra de los dioses.
0:07:54 En realidad, todos los muebles que tenía Odin, los platos, la bajilla, todos los objetos, todos los sutencillos,
0:08:02 estaban hechos de oro o de plata.
0:08:09 Además, había un lugar llamado Glassheim, donde se encontraban los doce asientos que ocupaban los dioses cuando se reunían en asamblea.
0:08:19 Ese era uno de los lugares que Odin tenía para su uso, después estaba el Barasquí Alf, era donde él tenía el trono.
0:08:29 Y tenía un tercer palacio en la tierra de los dioses, que estaba en medio de la maravillosa arboleda llamada Glassheim,
0:08:38 cuyas relucientes hojas, me refiero a la arboleda, eran de oro rojo.
0:08:43 Es un maravilloso lugar.
0:08:45 Hemos hablado muchas veces del Marantiato.
0:08:59 O sea que Odin era más el ordenador del mundo.
0:09:04 Y en muchas culturas, incluso culturas americanas, como por ejemplo en la cosmología de los onas,
0:09:12 el dios más venerado no es el que creó el mundo, sino el que le dio sentido, el que le dio acasoleyes,
0:09:21 o el que favoreció a los hombres, siempre víctimas de los elementos cuando otros están sueltos y nadie los ofrena.
0:09:36 Bien, este era Odin.
0:09:39 Para terminar aquí se cuenta la larga y aburrida historia del hidromiel que confiere el don de la poesía.
0:09:53 Según creían los nórdicos, la poesía provenía o se podría lograr,
0:10:03 tomando un hidromiel maravilloso que estaba hecho con miel por un lado, pero con sangre por otro.
0:10:11 Está muy bien definir la poesía de esa manera.
0:10:15 Las mieles de la forma, las mieles del orfebre de las palabras,
0:10:24 pero también la sangre del que sufre por la conición humana.
0:10:30 Especialmente, la poesía está hecha de música y es de leitosa,
0:10:35 pero implica también, según decía Octavio Paz, un juicio acerca de la condición humana.
0:10:41 Esta miel provenía de la sangre de un dios que fue asesinado
0:10:50 y después de unos larguísimos cambios de mano,
0:10:59 los senanos se lo robaron un gigante, un gigante se lo robaron los senantes, unas cosas así.
0:11:04 Finalmente, Odin consigue enamorar a la hija de un gigante,
0:11:10 que era el único y el último poseedor de sofrascos de hidromiel.
0:11:16 Y allí, Odin aparece con su costado negativo,
0:11:24 porque es engañoso, es mentiroso, extraidor, se transforma para engañar
0:11:33 y todo lo hace para convertirse en un dios de sabiduría y en un dios de poesía.
0:11:40 Y al fin logra ese hidromiel y se lo toma.
0:11:47 Y dice, me gusta mucho el final de la historia que es.
0:11:50 Desde aquel día, Odin habló en verso, solamente hablaba en verso,
0:11:57 porque había tomado aquella maravillosa hidromial.
0:12:00 Yo les voy a ahorrar a usted la historia, una historia parecida a una persecución cinematográfica.
0:12:07 Sí, de enredos, el tipo que escapa por una ave, se convierte en algo para que no lo vean
0:12:14 y cosas por el estilo.
0:12:16 Si ya es molesto en el cine, calculen la literatura, calculen la radio.
0:12:22 La literatura de Leda está bien, porque está en verso, es lindo de Leda, pero aquí contado.
0:12:29 Bueno, este era el dios Odin.
0:12:33 Como todos los dioses paganos, no eran del todo bueno y no eran del todo malo.
0:12:43 Ni siquiera Loki, que era lo más parecido a un dios malo, lo era del todo.
0:12:50 Sus intereses eran más o menos los de los dioses.
0:12:54 Sólo que le gustaban las bromas, le gustaban robarse algo, le gustaban apoderarse de algo que no le correspondía.
0:13:06 Repito lo mismo que dije antes, eso quiere decir robar.
0:13:09 Pero era un pícaro más que el dios del mal.
0:13:13 Ni por casualidad era el dios del mal, ni le interesaba la perdición del hombre,
0:13:17 ni el triunfo del mal solver bien, ni nada de eso.
0:13:20 Era un tipo, así como tantos pícaros que conocemos nosotros, que no son enteramente malos,
0:13:26 sino que se quedan con algún vuelto.
0:13:32 Del mismo modo, Odin no era enteramente bueno, a pesar de sus aurias virtudes.
0:13:38 Por ahí cada tanto se mandaba algo bueno.
0:13:41 Hemos sido a la discoteca y le hemos contado estas historias al discotecario
0:13:48 que inmediatamente solicitó que le contásemos otros cuentos.
0:13:53 Porque para él no había nada más lindo que los cuentos y que éste le había dado ganas de otros.
0:13:59 Y nos dijo que le contáramos, por ejemplo, el de Capreucita Roja.
0:14:03 Pero no tiene nada que ver, señor Corén.
0:14:05 Son cuentos.
0:14:06 Son cuentos, los tienen.
0:14:08 Son muy buenos, de la cenicienta.
0:14:10 Pero estamos hablando de edades, de otra cosa.
0:14:14 No importa, yo le dije eso mismo, pero no se dejó convencer.
0:14:18 Le conté, justamente, ya mencioné, de la bella durmiente del bosque, el de Pulgarcito,
0:14:24 el de Hansel y Gretel, y el de los tres pelos del diablo, que fue mi preferido.
0:14:31 Y ahí siguió insistiendo que le contara otros y otros y otros y otros,
0:14:35 y entonces yo le apagué la luz y lo dejé solo.
0:14:38 Y se llevó algún disco, algo extraño.
0:14:40 Pero vea, sí.
0:14:42 Uno que ha solución a los dos cuervos, a estos cuervos, pensamientos y memoria,
0:14:47 que volaban por el mundo y volvían rápidamente a la nochecer
0:14:54 para contar todo lo que habían visto.
0:14:56 Y me imagino a los habitantes de las regiones lejanas ver pasar aquellos cuervos.
0:15:03 Y ahí están, esos son los cuervos de Odín.
0:15:05 Ah, ahí va la sabiduría.
0:15:07 Y va la memoria, y va el pensamiento.
0:15:10 Pero usted sabe cómo son el pensamiento y la memoria.
0:15:13 Llegan y se van, especialmente en algunos de nosotros.
0:15:17 Entonces, el disco que alcance a robarme es Ave de Paso,
0:15:22 que menciona aquellos efimeros cuervos de Odín.
0:15:27 Escucharemos la versión de su autor, que es Charlo.
0:16:07 Mi cariño ponabe de paso y tu beso de miel y de raso
0:16:15 con besos sagrados de noche daré.
0:16:20 Adiós, muñequita de todo, muchacha morera, tu amor tropical.
0:16:28 Exalo un perro, me degrices al ove como una canción sentimental.
0:16:37 La luna de río se queda para que en las noches me cuente que yo
0:16:45 pase por tu lado mi aqueo incansable, pase por tu lado mi detalle de corazón.
0:16:59 Mi vestido es andar en la vida y se me alenchoñar a tu lado.
0:17:08 Si ha tenido ese cielo rosado al concurro de dar, jefe, adiós,
0:17:17 perdonar mis promesas morena, olvida mi locura, te amarte.
0:17:26 Adiós, muñequita de todo, muchacha morera, tu amor tropical.
0:17:42 Exalo un perro, me degrices al ove como una canción sentimental.
0:17:51 La luna de río se queda para que en las noches me cuente que yo
0:17:59 pase por tu lado mi aqueo incansable, pase por tu lado mi detalle de corazón.
0:18:11 Perdonar mis promesas morena, olvida mi locura, te amarte.
0:18:23 Buenos Aires me obliga a dejar y bajo esos cielos por ti soñaré.
0:18:40 Era charlo en la venganza, será terrible, ave de paso.
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