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24 de Noviembre de 2009

Orestes

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos esta noche de Orestes. Orestes, el hijo de Agamemnon, el jefe de las tropas de los Aqueos en la Guerra de Troza.
0:00:13 Pero hace ya unos meses hablamos de la maldición de los átridas, aquellos hermanos atreo y tiestes que se pelearon y sus descendientes y sus descendientes.
0:00:24 Y no habíamos llegado hasta aquí porque Agamemnon era descendiente de esos tipos y también el padeción de algún modo de esa maldición.
0:00:35 Y Orestes, como hijo de Agamemnon, también. Vamos a contar.
0:00:39 Sus simpáticos padres eran entonces Agamemnon y Clitemnestra, reyes de misenas.
0:00:46 Agamemnon se había casado con Clitemnestra, que era, aquí entre nosotros, hermana de Helena de Troza y hermana también de Cáctor y de Pollux, los diósculos, aquella pareja de gemelos, que en realidad son los gemelos de Gémenes.
0:01:06 Cáctor y Pollux, sí.
0:01:08 Pero para casarse con ella, Agamemnon había matado al primer marido de la muchacha, llamado Tantaló, y también al hijo de aquella pareja.
0:01:17 O sea que era un sujeto que hacía cualquier cosa por amor, según se ve.
0:01:22 La pobre chica, entonces, estaba un poco a la fuerza junto a Agamemnon y la verdad es que no tenía muchos motivos para amarlo.
0:01:30 Además de haber matado a Tantaló y a su hijo, se embarcó en la guerra de Troya, era el jefe de las tropas aqueas en Troya, y en una ocasión, estando todas las tropas reunidas en la playa de Aulide, esperaban vientos favorables para hacerse al amar.
0:01:47 Y había una calma chicha que te la volvió a vivir. No soplaba viento para ningún lado.
0:01:53 Descubrieron que esto era por la ira de los dioses, quizá la ira de Ártemis, ya que Agamemnon se había hactado de ser mejor cazador que Ártemis.
0:02:05 Entonces, habiendo llegado al pensamiento científico, tan propio de los griegos, a la conclusión de que los vientos no soplaban porque Ártemis estaba enojada,
0:02:15 Agamemnon resolvió sacrificar a una de sus hijas, y Figeña, para calmar la ira de Ártemis.
0:02:23 Bueno, esto tampoco le debe haber hecho mucha gracia, aquí es de Mnestra, imagínense.
0:02:28 Las hijas de Agamemnon eran tres. Electra, Grisothemis, la nombrada y Figeña, y también tenía un hijo que era Orestes.
0:02:38 Bueno, se fue Agamemnon a luchar a Troya, y dejó a esta clita Nestra, a quien había tomado por la fuerza, y que mucho no lo quería.
0:02:49 Como he dicho, le había dado cuatro hijos, pero con un poco de asco. Eso se lo agregué yo.
0:02:56 En cuantito Agamemnon se fue a luchar a Troya, apareció ahí en mis senas un señor llamado Egisto.
0:03:06 No Egipto. Egisto se llamaba.
0:03:11 Muy bien. Era hijo de Piestes, y trató de seducir Aglita Nestra.
0:03:18 Hay que decir que la mujer no se hizo rogar mucho que digamos, ya que no solo se entregó a los brazos de Egisto,
0:03:25 sino que además empezó a conspirar con su amante para matar a Agamemnon en cuanto regresara.
0:03:32 Bueno, un día estaban ahí, haciéndose arrumacos y hablando de esas cosas de las que hablan los amantes cuando el marido está luchando en Troya.
0:03:41 Y él le dijo, oye, en cuanto venga a este, vos me vas a dejar.
0:03:46 Y ella le dijo, vos quedate tranquilo, verancio.
0:03:49 En cuantito venga, Agamemnon, lo hacemos sonar.
0:03:56 Y empezaron a conspirar, pero Agamemnon no llegaba, porque como saben ustedes la guerra de Troya fue muy larga.
0:04:02 Ahora, temiendo que apareciera inesperadamente,
0:04:05 Clitemnestra le escribió una carta a Agamemnon,
0:04:09 pidiéndole que a la vuelta encendiera una señal luminosa en el monte Ida, muy leza,
0:04:16 para anticipar su regreso.
0:04:18 Así ella ya se iba a preparar.
0:04:22 Pero en realidad lo que estaba preparando era la muerte de Agamemnon.
0:04:27 Apostó también un vigilla.
0:04:30 Yo cuando era chico pensaba que apostar un vigilla era jugárselo.
0:04:35 No, señor, es un punto si.
0:04:38 Le ha puesto un vigilla a que le gano esta mano a la Escobar de Quince.
0:04:43 Bien, el caso es que apostó un vigilla que era un fiar servidor de Agamemnon,
0:04:49 que pasó un año entero en el techo mirando a ver si llevaba el resplandor del monte Ida.
0:04:54 Cuando vio el resplandor, corrió a despertar a Clitemnestra.
0:04:58 Era un criado muy fiel y creía que todo era para bien, a favor de Agamemnon.
0:05:04 Pero unos días después, Clitemnestra recibió a su marido,
0:05:10 que vino cansado por el viaje y por 10 años de guerra a Calcule.
0:05:15 Ella se hacía la que estaba muy contenta, se hacía.
0:05:19 Hizo tender para él una alfombra de púrpura, lo condujo a los baños,
0:05:24 donde supuestamente lo esperaban las esclavas para enjuagarlo y todo.
0:05:30 Agamemnon se pegó, no más una enjuagada, y sacó un pie de la bañadera.
0:05:36 Clitemnestra se le acercó como para envolverlo en una toalla.
0:05:40 Pero en realidad era una especie de camisa de fuerza, le hizo meter los brazos
0:05:45 y no tenían agujero en las mangas.
0:05:48 Era como una salida de baño, pero era una trampa, quedó medio pialado.
0:05:52 Y entonces apareció Jisto, que estaba escondido atrás del Inodoro.
0:05:57 ¡Lindos papeles de la mante!
0:06:00 Y lo atravesó con su espada como churrasco y croto.
0:06:04 Para rematar la actuación, cuando cayó hacia atrás, Agamemnon,
0:06:09 que se acordó de todas las que le había hecho pasar el peipo,
0:06:13 le cortó la cabeza con un hacha.
0:06:16 Se ve que le tenía bronca.
0:06:19 Las hijas de Agamemnon...
0:06:22 Era terrible la guerra, le digo, de tipo.
0:06:25 Para que se corte la cabeza con un hacha, yo Agamemnon me quedó.
0:06:30 Las hijas de Agamemnon se quedaron junto a su madre y junto a Jisto,
0:06:35 pero el hijo Orestes se escapó.
0:06:38 La nodrista de Orestes, Arsinoe, lo ocultó.
0:06:43 Y en realidad sucedió que Clicanestra y Jisto,
0:06:47 viendo que Orestes podría llegar a vengar a su padre,
0:06:50 que hace un niño cuando crece, venga a su padre.
0:06:54 Resolvieron liquidarlo.
0:06:56 Dicieron, ya matamos al padre, matemos también al hijo.
0:06:59 ¿Pero era el hijo de ella?
0:07:00 Claro, eso es lo que le dijo Jisto.
0:07:02 Es hijo tuyo.
0:07:03 Y ella respondió, ¿qué me importa?
0:07:05 Después de todo, soy una mala madre.
0:07:08 Y le dijo, ¿somos malo o no somos malos?
0:07:13 Bueno, entonces lo mandaron a matar.
0:07:25 Pero la nodrista, Arsinoe, viendo que venían a matarlo,
0:07:29 lo que hizo envió a su propio hijo a que se acostara
0:07:32 en los aposentos de Orestes
0:07:35 y dejó que lo mataran en lugar de Orestes.
0:07:38 Y Orestes se salvó.
0:07:40 ¡Lindas madres!
0:07:42 Bueno, cuando Orestes tenía 10 años,
0:07:45 se hizo amigo de un chico que se llamaba Pilades.
0:07:50 Pasaron los años.
0:07:52 Jisto reino en Misenas durante 7 años.
0:07:55 Viajaban el carro de Raminón.
0:07:58 Se sentaba en su trono, empuñaba su cetro,
0:08:02 usaba sus túnicas, dormía en su lecho y dilapidaba sus riquezas.
0:08:08 Pero a pesar de todo, era un esclavo de Clitennestra,
0:08:12 que era la verdadera gobernante de Misenas.
0:08:15 Pero no podían vivir tranquilos.
0:08:17 Tenían miedo.
0:08:19 Tenían miedo a una posible venganza.
0:08:22 Porque alguien les había dicho que Orestes vivía.
0:08:26 El que habían matado no era.
0:08:28 No era, pero Orestes vive.
0:08:30 Entonces ellos ofrecieron una enorme recompensa
0:08:34 por el asesinato de Orestes.
0:08:36 Además, habían dispuesto una estricta vigilancia
0:08:41 sobre las chicas, especialmente sobre el extra.
0:08:44 Y le habían dejado en una habitación tétrica.
0:08:49 Habían prohibido que ningún muchacho se acercara a la joven,
0:08:53 porque tenían miedo de que le embarazaran.
0:08:55 ¿Por qué tenían miedo?
0:08:57 Porque pensó Clitennestra.
0:08:59 A esta le embarazan.
0:09:01 Tiene un hijo y el hijo va a crecer y va a venir a vengarse.
0:09:05 No era para no ir.
0:09:09 En todo este rato, mientras nosotros hablábamos,
0:09:12 Orestes llegó a la Edad Viril.
0:09:15 Y un día se mandó una visita al oráculo de Delfos
0:09:20 para preguntar si debía o no destruir a los asesinos de su padre.
0:09:24 La respuesta del oráculo fue...
0:09:26 Sí, andá y matálo.
0:09:30 Orestes volvió a su hogar, decidido a matar a Egisto
0:09:33 y también a su mamá Clitennestra,
0:09:35 porque los dos habían matado a su padre.
0:09:38 Así que una mañanita, acompañado por pilares,
0:09:41 chachosea millete que tenía,
0:09:43 fue a visitar la tumba de su padre Gamenón.
0:09:46 Se cortó un mechón de pelo
0:09:48 y lo dejó como frenda en la tumba.
0:09:50 Y se le metió un mechón de pelo.
0:09:52 Cuando veo que se acercaba un grupo de esclavas,
0:09:55 se refugió en un matorral
0:09:58 y vio que el Eitra, su hermana, formaba parte del grupo.
0:10:04 Sí, el Eitra.
0:10:06 La habían dejado salir de la habitación, que sé yo.
0:10:09 Bueno, el Eitra llegó a la tumba
0:10:11 y al ver el mechón de pelo, lo reconoció.
0:10:14 ¿Cómo reconocer un mechón de pelo?
0:10:17 Es entre hermanos.
0:10:19 Hay otra sensibilidad.
0:10:21 Entre hermanos...
0:10:23 ¿Están conectados?
0:10:27 Tú una revelación, ¿no?
0:10:29 Este pelo es de Orestes.
0:10:31 Bueno, como quiera que sea,
0:10:33 Orestes
0:10:35 no se pudo contener
0:10:37 y salió del matorral.
0:10:39 El Eitra se emocionó mucho.
0:10:41 Imagínense,
0:10:43 y Orestes le dijo, no digas nada que me viste.
0:10:45 Nosotros, acá con este pilares,
0:10:47 vamos a disfrazarnos de extranjero
0:10:49 y vamos a pedir hospitalidad en el paráseo
0:10:51 de nuestra perversa madre, etcétera.
0:10:53 ¿Le contó todo el plan?
0:10:55 Sí. Efectivamente, al día siguiente,
0:10:57 Orestes, disfrazado de extranjero.
0:10:59 No sé cómo se disfraza uno de extranjero.
0:11:01 Con una máquina de fotos, ¿no?
0:11:05 Pidió hospitalidad
0:11:07 y hizo algo mejor.
0:11:09 Dijo que traía malas noticias.
0:11:11 Dijo, señora,
0:11:13 nosotros vinimos de lejos.
0:11:15 Somos el extranjero.
0:11:17 O no ve.
0:11:19 Y vinimos a comunicar la muerte
0:11:21 de su hijo Orestes.
0:11:23 Cuando escuchó esto,
0:11:25 le terminaste de decir, en serio.
0:11:27 Viento, dijo.
0:11:29 No pudo evitar
0:11:31 la alegría, la traicionada.
0:11:33 Después disimuló y hizo entrar
0:11:35 a estos dos, ¿no?
0:11:37 Ocultó su alegría a los sirvientes,
0:11:39 mandó a buscar a Jistos, o amante.
0:11:41 Aquí se apreció con té, no crees que es yo.
0:11:43 Pero ni bien existo
0:11:45 entró en la habitación donde estaban los extranjeros.
0:11:47 Orestes
0:11:49 desembainó su espada y lo mató.
0:11:53 Cliternestra entonces reconoció a su hijo
0:11:55 por la manera de matar a la amante, probablemente.
0:11:57 Y trató de aplacarlo
0:11:59 mostrándole un pecho.
0:12:01 Mostrándole un pecho.
0:12:03 Uy, curioso.
0:12:05 Puedes remitiendole una etapa muy primitiva
0:12:07 de Orestes.
0:12:09 Mostrándole un pecho
0:12:11 es decir, pelando,
0:12:13 no, apelando.
0:12:15 Apelando a su deber filial.
0:12:17 Pero Orestes la decapitó
0:12:19 de un solo golpe
0:12:21 y Cliternestra casó junto
0:12:23 al cuerpo de su amante.
0:12:25 Curioso este dato.
0:12:27 Cuando la hermana de Cliternestra,
0:12:29 Elena, Elena de Troya,
0:12:31 fue descubierta
0:12:33 durante el saqueo de Troya
0:12:35 por su esposo, Melelao, que la había ido a buscar.
0:12:37 A quien había traicionado,
0:12:39 vio que Melelao se le venía encima
0:12:41 con la espada para matarla.
0:12:43 Y ella
0:12:45 demostró uno de sus henos.
0:12:47 ¿Y qué quiere decir eso?
0:12:49 Y Melelao no la mató.
0:12:51 Quiere decir que era
0:12:53 una costumbre de aquella familia.
0:12:55 Era una especie de...
0:12:57 Cada vez que se veían en dificultades...
0:13:09 Bueno, no estás yo de abogado,
0:13:11 eso.
0:13:13 Sámenos.
0:13:17 Cabe decir que en Grecia,
0:13:19 cuando vos cometías un crimen,
0:13:21 había una especie de divinidad
0:13:23 llamada las heriñas,
0:13:25 de las que hablamos aquí algunas veces.
0:13:27 Las entidades con cabello de serpiente,
0:13:29 cabezas de perro,
0:13:31 alas de murciélago,
0:13:33 tenían unos láctigos y en lo que hacían
0:13:35 a los criminales.
0:13:37 Volvían loscos, que lo venía,
0:13:39 que hacían en un modo metafórico.
0:13:41 Los jueces de Mycenas
0:13:43 juzgaron ahora este por matricida,
0:13:45 le negaron el albergue,
0:13:47 el fuego y el agua, y se tenía que ir.
0:13:49 El descierro funcionaba así en Grecia.
0:13:51 No es que te obligaban a irte.
0:13:53 Te negaban albergue, fuego y agua,
0:13:55 y entonces te tenías que ir.
0:14:01 Apolo empezó a protegerlo,
0:14:03 pero no había nada que hacer con las heriñas.
0:14:05 Junto a su amigo Pílares,
0:14:07 se fue a purificar a distintos lugares.
0:14:09 El descierro era la pena por homicidio en Grecia.
0:14:11 Tenías que irte a otro lado
0:14:13 y purificarte, después podías volver.
0:14:15 Anduvo por todas partes,
0:14:17 pero siempre perseguido
0:14:19 por las heriñas que lo volvían locos.
0:14:21 Se lavaban el agua de los arrozos,
0:14:23 pero nunca quedaba limpio.
0:14:25 Se volvió tan loco
0:14:27 que un día de humor y concierran
0:14:29 el dedo de una mano.
0:14:31 Después se realizó otro juicio
0:14:33 y el propio Dios Apolo
0:14:35 se presentó como defensor,
0:14:37 pero las heriñas
0:14:39 se presentaron como fiscales.
0:14:41 Y hay un discurso de Apolo
0:14:43 que hoy en día sería el horror
0:14:45 de cualquier feminista, ¿no?
0:14:47 Porque negó importancia
0:14:49 a la maternidad, dice Apolo.
0:14:51 Después de toda la mujer,
0:14:53 no es más que un sur culinerte
0:14:55 en el que el marido
0:14:57 deposita sus amegas.
0:14:59 Un ángulo, ¿no?
0:15:01 Bueno, después declaró
0:15:03 que la acción de Orestes estaba justificada.
0:15:05 Bueno, qué sé yo.
0:15:07 Al final lo absolvieron,
0:15:09 lo preguntaron.
0:15:11 Los votos, en realidad los votos
0:15:13 se vivieron en partes iguales,
0:15:15 pero al final tomó partido la diosa Atenea
0:15:17 a favor de Orestes
0:15:19 declarado inocente.
0:15:21 Las heriñas se enojaron,
0:15:23 dijeron, si ustedes no revocan la sentencia
0:15:25 nosotros haremos caer una gota de sangre
0:15:27 de nuestros corazones
0:15:29 que hará estéril toda la tierra.
0:15:31 Hasta el tan venenosas herián.
0:15:35 las contentaron edificando
0:15:37 un templo allí mismo,
0:15:39 en honor a las heriñas,
0:15:41 y las heriñas con chauchas se calmaron.
0:15:43 Una vez absuelto Orestes
0:15:45 le preguntó a Apolo qué debía ser
0:15:47 asambleo a Táscheinlich,
0:15:49 y dice a KNIPX
0:15:51 y le attachó ahistos
0:15:53 a 묻os.
0:16:09 Al final le preguntó quéleased
0:16:11 En feesоворos
0:16:13 como las cuentasAlexis
0:16:14 ent�에 c ainda fue el기
0:16:16 La hermana sacrificada el comienzo del programa
0:16:19 ¿Y qué hacía ahí?
0:16:21 La sacrificada en áulide para invocar buenos vientos
0:16:25 En realidad le contó que había sido sustituida por un siervo, por un animal y cualquiera
0:16:31 Y secretamente en barco había huido a áulide y que estaba vivita y coleando
0:16:38 Pues no ha sido otra cosa
0:16:40 Bueno y ahí fueron todos felices para siempre
0:16:43 ¿Por qué? ¿A fin?
0:16:45 Se estableció en argólide, se casó con una mina
0:16:50 Reino vivió hasta los 90 años
0:16:55 Y se murió a consecuencia de la mordedura de una culebra
0:16:59 Y así terminó la historia de una familia desgraciada
0:17:03 De una familia muy desgraciada
0:17:05 Y cuando usted piense que su familia se pelea, se odia
0:17:11 Piense en esta familia
0:17:13 En esta familia que la mujer lo mata al marido
0:17:17 Primero el otro que lo mata al marido anterior, atántalo con su hijo
0:17:21 Después se casan, el otro se va a la guerra
0:17:23 Este cuando viene lo hace sonar el amante y viene el hijo y la mata a ella
0:17:27 Y que es...
0:17:28 Escúcheme, señor
0:17:29 Yo que me hago problema porque tengo un cuñado que me debe 500 pesos
0:17:43 Bien, la historia es fabulosa
0:17:45 La historia es fabulosa y me parece que más que nada es un homenaje a las madres
0:17:52 No, a las madres no
0:17:54 Pero la vengaza de Orestes...
0:17:57 Sí, pero igual, una madre siempre es madre por más que...
0:18:01 Que haya matado...
0:18:04 Que haya matado...
0:18:05 No, bueno, pero no la va a perdonar, madre, no sé
0:18:08 Para mí una madre sagrada, señor
0:18:10 ¿Para eso qué leí?
0:18:11 No, no fue lo que me dijo en los cotecarios
0:18:13 Ah, ya me parecía, señor
0:18:14 Cuando me pude a pedir un disco, digo, esta es una historia para el día de la madre, dice
0:18:18 No, no, no
0:18:19 Una madre dice, lavate la boca, dice, antes de hablar de las madres, me dijo
0:18:24 Y se puso muy nervioso, el día
0:18:26 Pero si no había dicho nada
0:18:27 Yo no tolero que alguien hable mal de flexibility y tiró una pila de disco al piso
0:18:31 Y le saltó encima
0:18:33 Así que yo agarré el viaje, agarré el disco y me fui rápidamente
0:18:36 ¿Y qué dijo le digo?
0:18:37 Soné con mamá
0:18:38 Pero sí, yo...
0:18:39 Y ha sido compuesto evidentemente por orestes en homenaje a su mamá Cliten Nestra
0:18:44 Soné a mamá, si
0:18:45 Evidentemente
0:18:47 Así que escucharemos ahora a nuestro amigo Juan Serrat en esta canción
0:18:52 Soneto a mamá
0:18:55 A vos mamá Cliten Nestra
0:19:09 No es que no vuelva porque me he olvidado
0:19:29 Te turo a tu ombillo y a cocina
0:19:36 De lejos dicen que se ve más claro
0:19:41 Que no es igual quién anda y quién camina
0:19:49 Y supe que el amor tiene ojos verdes
0:19:55 Que cuatro palos tiene la baraja
0:20:01 Que nunca vuelve aquello que se pierde
0:20:06 Y la marea sube y luego baja
0:20:11 Supe que no es sencillo, no es lo necesario
0:20:17 Que no hay que confundir un valor y precio
0:20:23 Y un manjar puede ser cualquier bocado
0:20:28 Si el horizonte es luz y el rumbo un beso
0:20:38 No es que no vuelva porque me he olvidado
0:20:46 Es que perdí el camino de regreso
0:20:54 Mamá

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