Transcripción automática
0:00:00 Continuamos la venganza Serata Arrible, estamos en Verasategui, en el centro Roberto de Vicenzo,
0:00:08 con muchísima, muchísima gente aquí.
0:00:15 Este programa se hace con público presente.
0:00:18 Claro, hay que seguirlo al público también, y cuando el público va a comprar pancho.
0:00:22 Hay que tener...
0:00:23 No le largueses programas cuando están en medio del...
0:00:26 Mire la cola que hay para comprar pancho.
0:00:28 No lo digas que hagas, señor, ahora me lo están entregando.
0:00:32 Bueno, vamos a esperar.
0:00:33 Vamos a esperar a la gente que compre su pancho, que es lo más que tiene.
0:00:36 Qué bello, enche.
0:00:38 Es pancho.
0:00:39 Pancho.
0:00:41 Choclo.
0:00:42 Choclo.
0:00:43 Choclo.
0:00:44 No, entonces no.
0:00:45 Choclo sí quiero, no está mirando otro con uno, pero...
0:00:48 Pochoclo o choclo, dicen.
0:00:53 Con poco.
0:00:54 Con poco choclo.
0:00:55 Sí, con choclo.
0:00:56 Ahí está, le está mostrando.
0:00:58 Eso que le muestran.
0:00:59 Le parece un choclo, te.
0:01:01 Bueno, he visto cosas más raras, señor.
0:01:05 Espos choclo.
0:01:08 Muy pos.
0:01:10 Muy bien, continuemos programa adelante, pero despacio para que nos alcanzen los amigos del pochoclo.
0:01:18 Una pregunta más.
0:01:19 Es dulcio salado el pochoclo.
0:01:22 Dulce.
0:01:23 Ah, ahí vamos.
0:01:24 Ahí vamos queriendo.
0:01:25 Pero porque usted no hace esterodoxo para el pochoclo.
0:01:28 No, no, el pochoclo salado no.
0:01:31 Ay, pochoclo.
0:01:32 Yo soy saladista del pochoclo.
0:01:34 Para gallinas.
0:01:37 La gallina no puede.
0:01:38 ¿Qué trae, Eche?
0:01:39 ¿Qué trae?
0:01:40 Eso no es pochoclo.
0:01:43 Por lo menos chorrea.
0:01:44 Bueno, eso es cuchero.
0:01:45 Vamos, programa adelante.
0:01:48 Hablemos de oro feo.
0:01:51 Ya que estamos hablando del pochoclo.
0:01:56 Orfeo es hijo de señor Eagro y de Caliope.
0:02:01 Nació en Tracia, no lejos del Monte Olímpico.
0:02:05 Orfeo es el cantor.
0:02:08 Es el músico, el poeta.
0:02:09 Fue inventor de la Lira y de la Cítara.
0:02:13 O al menos fue el que aumentó el número de cuerdas del instrumento.
0:02:17 Parece que antes tenía siete cuerdas y Orfeo le agregó dos sin mayor provecho.
0:02:23 Según cuenta Norfeo entonaba, cantos tan dulces que las pieras lo seguían y los árboles se agachaban.
0:02:35 Eso resulta difícil de creer.
0:02:39 No, los árboles inclinaban hacia él y además suavizaba el carácter de los hombres más violentos.
0:02:49 Bastaba que Orfeo cantara un sierrito para que los hombres violentos se tornaran malzos.
0:02:57 Orfeo participó en la expedición de los argonáuticas.
0:03:01 Con casón.
0:03:02 Pero no remaba.
0:03:03 A veces señalaba con su canto el ritmo de los remeros.
0:03:09 Ehhh, el remero.
0:03:13 Se dice que también lo hacían cantar en las tempestades con la esperanza de que los vientos se sossegan.
0:03:22 Y también usaban su canto cuando había peleas o conflictos entre los tripulantes, después de todo una nave, el argo.
0:03:31 Y eran marineros.
0:03:33 Así que se peleaban a cada momento.
0:03:35 Bueno, en ese caso, estaban a los botellazos y apareció Orfeo.
0:03:44 Se ponía entre los dos.
0:03:46 La la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la la sunlight.
0:04:02 A veces interrumpía el canto y participaba de la pelea.
0:04:07 ¿Cómo pasa con los que se meten a separar?
0:04:10 Claro, siempre.
0:04:11 La la la la la la la la la la la la.
0:04:18 ¡Que me mira!
0:04:19 La la la la la la la la la la la la la la la...
0:04:23 Amo, amo.
0:04:23 Amo, te di.
0:04:26 Bueno, su participación fue decisiva cuando las sirenas trataron de seducir a los argonautas con sus canciones tal como habían hecho con Odysseus o Luis, claro.
0:04:38 Pues bien, Orfeo superó con asentos más dulces aquellos seres y salvó a todos de una muerte.
0:04:48 Además era esa cerdote de los Argonauta.
0:04:53 Ante él reclamaban el cumplimiento de las promesas.
0:04:57 Algunos dicen que con ciertos conjuros mágicos Orfeo logró fijar, por ejemplo, aquellas cifras errantes
0:05:05 que dificultaban la navegación, las emplegadas, las islas y las caribris que estaban ahí estupando a los viajeros.
0:05:15 Una al borde, a cada borde de un estrecho, y que se movían y por ahí te aplastaban en el medio, fijaos.
0:05:23 Vos pasabas con la nave y aquellas islas que parecían que se movían y te tricudaban.
0:05:31 Orfeo evitó este asunto con un ardil. Dice, larguen una paloma delante.
0:05:41 Entonces largaron una paloma delante, cuando vieron la paloma las rocas se abalanzaron sobre la paloma, la aplastaron
0:05:49 y cuando ya se estaban retirando, ahí se metió la nave. O sea, eran rocas medio largas.
0:05:56 No distinguir entre una paloma y una nave grandeza es la cinta o la divas.
0:06:01 Bueno, como quiera que sea su mito más célebre, relativo a los argonautas, no tiene nada que hacer con el descenso a los infieres,
0:06:14 de por lo que todos recordamos a Orfeo. Parece que todo esto sucedió por amor a su novia, su noviadorio.
0:06:24 Sí, a la novia de él llamada Euridice.
0:06:27 Se dio conmigo también.
0:06:29 Era una nínfa que con permiso de Zeus andaba con el tiempo, porque si no te daba permiso, no podías andar con nadie.
0:06:36 Un día, Aristéo, que era casador, pastor, lechero y apicultor, además de adivino, la vio a Euridice a la orilla del río
0:06:50 y tuvo la ocurrencia de atropellar.
0:06:54 Bueno, Euridice salió corriendo entre los usos y así la sorprendió una víbora que la picó y le causó la muerte.
0:07:03 Al fin de cuentas, habrá pensado inextrénmidamente.
0:07:08 Orfeo decidió entonces ir al infierno en busca de su esposa.
0:07:14 No era un tiempo que se resignaba.
0:07:18 Y, por supuesto, para avanzar a los monstruos infernales, enseguida.
0:07:25 La la la la, la la la, la la la la, la la la, la la la la la.
0:07:42 Bueno, muy bien, al escucharlo, la ruedad de edición dejó de enfilar.
0:07:49 roca de sísipo que doven equilibrio aquella que caía desde una pendiente, tántalo aquel
0:07:55 que quería tomar agua y se le escapaba entre los dedos pudo beberse un medio litro y hasta
0:08:01 las danaides aquellas que llenaban toneres sin fondo pudieron llenar uno.
0:08:08 Finalmente después de hacerle cantar algunos estelos o falsecitos y el tango mano a mano,
0:08:15 aides y percéfone accedieron a devolverle a Uri y Inicia.
0:08:19 Le digo, está bien, te la vamos a devolver.
0:08:22 Después de recital.
0:08:23 Eso sí impusieron una condición, que Orfeo volviera al mundo de los vivos seguido de su novia,
0:08:32 pero sin darse vuelta el...
0:08:37 Sin darse vuelta a mirarla hasta no haber salido del infierno.
0:08:41 Parecía bastante fácil de cumplir, cierto.
0:08:44 Pero ya sabemos que en la condición está la trampa de los dioses y cuando ya estaban
0:08:53 por llegar a la luz del sol Orfeo Orfeo dudó.
0:08:56 Ese ché, no me habrán engañado y se dio vuelta a ver si venía.
0:09:02 Y en ese mismo momento ella se defaneseó y murió por segunda vez.
0:09:07 Nada suerte.
0:09:08 Yo trató de recuperarla, fue de nuevo a ver a Caronte, pero ahora fue inflexible.
0:09:17 Le dijo, señor mío, este es el infierno y no la comensaría de Uri.
0:09:26 Una vez está bien.
0:09:27 La muerte de Orfeo, la de Orfeo, no la de Uri.
0:09:33 Ha dado origen también a un gran número de tradiciones.
0:09:37 Según algunos, lo mataron las mujeres trasias, lo mataron.
0:09:42 Hay quien dice que por envidia de la fidelidad que mantenía a la memoria de Uri dice, todas
0:09:50 se lo querían transar y el tipo no agarraba de viaje con ninguno.
0:09:54 Y dice, ah, la memoria de Uri dice, la memoria de Uri dice.
0:09:57 Entonces también se enojaron y se la dijeron.
0:10:01 También se ha dicho que Orfeo para evitar a las mujeres se rodeaba de muchachos y hasta
0:10:09 llegan a afirmar que fue el inventor de la pederastia.
0:10:14 ¿Adiviná qué es esto?
0:10:15 Lo acabo de inventar.
0:10:17 Mira lo que inventé.
0:10:19 Conceso, Iram.
0:10:20 Y su compañero, ya que tanto para inventar la pederastia como para inventar el teléfono,
0:10:27 se ha hecho un complemento.
0:10:31 Cuando Graham Bell inventó el primer teléfono, no servía de gran cosa.
0:10:36 El asunto vino cuando inventó el segundo.
0:10:39 Y lo mismo pasó cuando Orfeo inventó la pederastia.
0:10:44 Hasta ahí es como...
0:10:45 Esa no es la pederastia.
0:10:46 Es un llamado de licencia, le dije.
0:10:51 Ese es el trigo.
0:10:53 Otros se obtienen que Orfeo, al volver del infierno, insultó...
0:10:58 Mejor dicho, instituyó...
0:11:00 Ah, es así, escuchar eso no es insulto.
0:11:02 ¿Cómo salimos de esto?
0:11:05 Insultó... no, instituyó unos misterios basados en experiencias recogidas en el mismo
0:11:13 infierno.
0:11:14 Ah, que Dios.
0:11:16 Para estos misterios había prohibido el ingreso a las mujeres.
0:11:22 Los hombres se reunían con él en una casa cerrada, dejaban sus armas afuera.
0:11:29 Y a las mujeres también.
0:11:32 Y con todo esto que le acabo de contar, las mujeres del trasero ya la tenían montado
0:11:36 entre ceja y ceja.
0:11:39 Una noche las mujeres se apoderaron de esas armas.
0:11:43 Y cuando los hombres salieron, asesinaron a Orfeo y algunos de sus compañeros para
0:11:49 disimular.
0:11:50 Enseguida despedazaron el caráber de Orfeo y arrojaron los cachos al río.
0:11:56 El río los arrastró hasta el amar, que es el morir.
0:12:00 La cabeza y la lira del poeta llegaron a lesbos.
0:12:05 Los habitantes de lesbos le tributaron olores punes.
0:12:09 No, emociones.
0:12:10 Me parece que esta es la cabeza y la lira de Orfeo.
0:12:14 Vamos a tributarle olores punos.
0:12:17 Me dieron una tumba.
0:12:19 Se pretendía que de esta tumba salía a veces el sonido de una liga.
0:12:27 También hay quien dice que la tumba de Orfeo está en Asia menor en la desembocadura
0:12:33 del río Melies.
0:12:35 Allí se cuenta que hubo una epidemia después de morir a Orfeo en Tracia y que un oráculo
0:12:43 declaró que para librar al país de la pésped era preciso recuperar la cabeza de Orfeo y
0:12:49 tributarle olores punes.
0:12:51 Tras larga búsqueda unos pescadores la encontraron así donde yo les dije.
0:12:56 Pero no me hace caso.
0:12:58 No le hace caso.
0:13:00 También la desembocadura del Melies.
0:13:02 Sangrante aún la cabeza y lo que es más extraño, cantando como cuando estaba bien.
0:13:09 Un poco más mortesino, eso sí.
0:13:19 Acerca de la tumba de Orfeo hay otra leyenda en Tesalia.
0:13:36 Allí dicen que la tumba está en la ciudad de Leibetra.
0:13:40 Un oráculo de Dioniso predijo que si las cenizas de Orfeo veían el sol, la ciudad sería
0:13:48 devastada por un chancho.
0:13:49 Un espector.
0:13:50 Los habitantes se burlaron del baticillo ya que pensaron que era imposible que un chancho
0:13:57 destruyera una ciudad.
0:13:59 Pero una tarde a la hora de la siesta un pastor se quedó dormido sobre la tumba del poeta
0:14:07 y en sueños penetrado por el espíritu de Orfeo se puso a cantar Innos Orfeo.
0:14:15 Al oír esa música, todos los habitantes de la región acudieron en más a la secultura.
0:14:26 Y fue tal en un muerto que las columnas que sostenían el sarcófago se quebraron y dejaron
0:14:33 a la vista las cenizas de Orfeo.
0:14:35 A la noche siguiente vino una tormenta y crecieron las aguas del río Sis, que en griego quiere
0:14:52 decir chancho.
0:14:53 Y la inundación destruyó todo.
0:14:55 La lira de Orfeo fue transportada al cielo en forma de constelación, aún hoy puede
0:15:14 verse.
0:15:15 El alma del poeta pasó a los campos elíseos y allí vestido de blanco sigue cantando
0:15:26 para los bienaventurados.
0:15:28 La teología Orfea sostiene que de su descenso a los infiernos Orfeo trajo informes sobre
0:15:50 la manera de llegar al país de los bienaventurados y superar todos los obstáculos y trampas que
0:15:57 verán al alma de poder a muerte.
0:15:58 Por Feo es considerado también fundador de los misterios de el Eusis, pero sobre eso
0:16:07 mejor no hablar.
0:16:08 ¿A quién quiere dedicar este homenaje, esta charla al gran cantor?
0:16:17 Creo, Alejandro, que el caso de Orfeo, en semejante al caso de Prometeo o de otros héroes en
0:16:24 distintas disciplinas que han contribuido a que el hombre adquiera una mayor dignidad
0:16:28 y una mayor felicidad.
0:16:29 Y que otra cosa nos da un cantor sino felicidad permanente.
0:16:33 Reaparece cada vez que es necesaria una voz que permita poner en claro las cosas.
0:16:38 Se han dicho que aquí en el campo, por ejemplo, el campo nuestro de la patria, se escucha hablar
0:16:43 de uno que comenzó con un ligero dulce acorde que encantaba y con voz que modulaba blandamente
0:16:48 los sonidos cantó triste, nunca oíos cantó, cielos no escuchados que llevaban de ramados
0:16:52 la embriaguez de los sentidos.
0:16:54 Y eso es Orfeo también.
0:16:55 Pero además, digo, además de haber hecho estas cosas, encender los infiernos para ir a buscar
0:16:59 a su mujer, que no es poco y que habla bastante del amor, darse vuelta y mirar, es una cosa
0:17:04 que los dioses castigan porque a veces a los que están dirigidos en dioses no les gusta
0:17:08 que se mire para el pasado, que se vea de dónde está viniendo uno.
0:17:12 Porque si uno se da cuenta que hubo una patraña ahí, puede ser que cuestione esos dioses
0:17:16 y el poder de esos dioses, o un límodo, pueda empezar a caer.
0:17:20 Se dice también que en los tiempos altivos, había que ver que se hacía con los restos
0:17:25 y dijo algún poeta latino, en este caso que con los huesos del cuerpo de un hombre muerto
0:17:30 en guerra uno podía hacer una masa para castigar, pero podía hacer también una flauta
0:17:35 y que el prefería que después de una guerra se hiciera una flauta.
0:17:38 Y entonces ahí estaba el funcionamiento de los instrumentos.
0:17:41 Uno dice que la música, aquello que hace el artista, tiene que hacerse justamente con instrumentos nobles
0:17:47 porque si no aquello que suena nunca va a ser realmente un sonido maravilloso.
0:17:52 Y yo pensaba cómo cambiar las cosas del lugar.
0:17:55 Yo puedo hacer música noble con un pedazo de lata cuando me exige la situación.
0:18:00 Eso porque no tengo otra cosa que hacer.
0:18:02 Ahora cuando con ese pedazo de lata yo puedo cocinar y comer y alimentarme dignamente
0:18:07 cómo voy a ser tan charro, tan estúpido, tan tramposo, de usar eso como una pandera y andar casero leando por ahí.
0:18:13 Pero, digo...
0:18:18 Lo mejor de esto Alejandro, es que una vez que terminan las disputas uno dónde va a lavar sus cosas.
0:18:24 Bueno, a un río, al río que pasa por toda una ciudad, y una época merecían en que los paisanos de un lugar
0:18:30 querían lavar sus cosas ahí, pero como el río era un chancho, no podían porque se les ensuciaban más.
0:18:35 Hasta que un día las cosas empezaron a funcionar mejor, alguien se encargó de limpiar ese río
0:18:40 y ahora la gente dice, aquí en la patria ahora lo que era un riachuelo está tan limpio como el arrochito.
0:18:48 Y el arrochito es el tango que escucharemos ahora en la versión de Juanjo Domínguez.
0:19:35 La música es muy linda, pero es muy linda.
0:19:40 Y la música es muy linda, pero es muy linda.
0:19:45 Y la música es muy linda, pero es muy linda.
0:19:50 Y la música es muy linda, pero es muy linda.
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