Transcripción automática
0:00:00 Bueno, recuerden que mañana vamos a estar en La Plata, en el Teatro Coliseo Podestá,
0:00:06 será a las 10 y media de la noche y, como ya hemos dicho, y el redicho...
0:00:11 Con un libro en la mano.
0:00:12 Con un libro en la mano.
0:00:13 Y en la otra también, que es para las redes sociales.
0:00:15 De todos modos, si usted no tiene el libro, lo dejaremos.
0:00:18 Sí, nadie lo más me ala.
0:00:19 Pero esto no lo diga, porque si no van a caer todos, sin dito, van a caer.
0:00:23 Hablaremos de Orión, un caza... del arquero de Bocallum.
0:00:28 Un cazador de Iria, en Beosia, y hay que decirlo, el hombre más bello de todos los mortales.
0:00:38 Era hijo de Posidón, el Dios del Mar, y de Euríale.
0:00:42 Un día, en Kios, se enamoró de Mérope, hija de Enopión, nieta de Dioniso, era la chica Mérope.
0:00:53 En Enopión, el papá, había prometido a Mérope, en matrimonio con Orión,
0:00:59 si éste conseguía liberar la isla de las peligrosas bestias salvajes que le infestaban.
0:01:08 Entonces, Orión dijo, bueno, voy bien, dice, no, voy a limpiar la isla de bestias salvajes,
0:01:15 y usted me dará por compañera a esa otra bestia salvaje, que es Mérope.
0:01:22 Muy bien, al final cumplió con su tarea y la reclamó como esposa.
0:01:29 Y dijo, mire, Enopión ya limpiere vistas salvajes.
0:01:34 Incluso parece que todas las noches le llevaba a Mérope las pieles de los animales que había matado.
0:01:40 Un regalo delicadísimo.
0:01:42 Bien, el caso que le dice Orión a Enopión, y se mire, señor, ya matea todas las bestias salvajes.
0:01:49 Y Enopión mostró su calidad de tramposo.
0:01:54 Y dijo, no, me parece que todavía hay leones, y dice, escuche como rugen, todas esas cosas.
0:02:00 Y se dijo a entregarle a su hija, debido a que en realidad él mismo estaba enamorado de la hija.
0:02:06 ¿Cómo veis cómo es?
0:02:07 Insecto, insecto.
0:02:11 Entonces, Orión, que estaba un poco disgustado,
0:02:14 se bebió esa misma noche un pellejo de vino.
0:02:18 Un pellejo es un odre entero de vino.
0:02:22 Un odre entero de vino, y mitad por la esbornea,
0:02:26 a la noche, y rompió en el dormitorio de Mérope y la forzó a yacer con él.
0:02:34 Ahí está, bien hecho.
0:02:36 Al otro día, enopión se enteró, y fue a ver a su papá, que hemos dicho que era Dioniso,
0:02:42 y Dioniso vio a los átiros para prejudicar a Orión.
0:02:47 En realidad lo animaron a beber más vino, más vino,
0:02:50 hasta que finalmente Orión que cayó dormido,
0:02:53 y en ese momento, enopión el padre de Mérope,
0:02:58 le sacó los dos ojos, le sacó, y lo abandonó en la orilla del mar.
0:03:03 Un oráculo anunció que el ciego, Orión,
0:03:08 recuperaría la vista si viajaba hacia el este,
0:03:11 y volvía las cuencas facías de sus ojos hacia Elio,
0:03:15 en el punto exacto en que asoma por la mañana en el océano.
0:03:19 Elio es el sol, que anda con un carro como todos sabemos.
0:03:23 Orión empezó entonces a remar inmediatamente en una pequeña barca,
0:03:28 y guiéndose por el sonido del martillo de un síclope, llegó a Lemnos.
0:03:33 Ahí entró en la fragua de festos, agarró a un aprendiz llamado Cedalión,
0:03:39 y lo llevó sobre sus hombros como guía.
0:03:42 Cedalión condujo a Orión por tierra y mar,
0:03:46 hasta que finalmente llegaron al lugar más remoto del océano,
0:03:50 donde Eos, la aurora, se enamoró de él.
0:03:55 Y el hermano de Eos, el sol, Elio, le devolvió la vista.
0:04:00 Eos, la de los dedos rosados y túnica color de asafrán,
0:04:07 se levanta al término de cada noche de su lecho en el oriente,
0:04:13 monta su carro, que no es el mismo carro del hermano de Elio,
0:04:18 es otro carro más modesto, tirado por los caballos Lampo y Fahetonte,
0:04:23 y se dirige al Olimpo a anunciar la llegada de su hermano Elio.
0:04:29 Y dice, guarda que ahí viene el diólogo de la aurora.
0:04:33 Fantástico. Cuando Elio aparece, ella se convierte en Hémera
0:04:37 y acompaña al hermano en sus viajes, hasta que ya en su tercera forma de esperilla,
0:04:42 allá en el país de las esperillas,
0:04:45 anuncia la llegada de ambos sanos y salvos a las porillas occidentales del océano.
0:04:50 ¿Qué significa lo caso?
0:04:52 Significa, hemos llegado sanos y salvos al occidente.
0:04:57 Pero Eos tuvo una patinada.
0:05:02 Se puso diamante con Ares, el marido de Afrodita.
0:05:08 Afrodita, la diosa del amor.
0:05:10 Y Afrodita los encontró en la cama, entró y ahí estaba lo más horondo.
0:05:15 No es lo que tú te imaginas, Dijárez.
0:05:17 Y Eos, de le quédeles.
0:05:19 Entonces, se la maldijo esta mina.
0:05:21 Y la condenó a desear constantemente a jóvenes mortales.
0:05:26 Y entonces, a partir de ese momento,
0:05:30 comienza una serie de seducciones vergonzosas.
0:05:35 La primera de las cuales es ésta, de Orión.
0:05:42 Llegó Orión y lo sedujo a la aurora.
0:05:45 A la aurora, como bien sabemos, cualquier colectivo la dejaba en la puerta.
0:05:49 Pero el primero que apareció fue Orión.
0:05:52 El doble cero, sí.
0:05:55 Y eso, vamos a revolcar nosotros, muy bien, muy bien.
0:05:59 Y se revolcaron en la isla de Delos, que es una isla...
0:06:04 Dedicada Polo.
0:06:05 Sagrada, claro, claro.
0:06:09 Y bien, eso fue muy vergonzoso.
0:06:14 Y Afrodita se enteró y se lo fue muchísimo.
0:06:21 Y bueno, todo mal.
0:06:26 Orión regresó para vengarse de Nopión.
0:06:30 Eso era, eso era.
0:06:32 Pero no lo encontró.
0:06:34 Lo buscó por todas partes, pero el tipo ya sabía que venía y se escondió.
0:06:38 Se escondió en una cámara subterránea que le había construido efecto.
0:06:42 Puso rumbo a Creta pensando que Nopión podía haber huido hasta allí
0:06:46 y se encontró con Artemis, la diosa de la caza que compartí.
0:06:51 Él era un cazador.
0:06:52 Y la diosa, de amor cero ni hablaba.
0:06:56 No le interesaba para nada.
0:06:57 No interesaba solo la caza.
0:06:59 Y se va a casar, se va a casar.
0:07:01 Yo olvidó de la venganza y salió a casar con ella.
0:07:04 Pero a Polo ya se había enterado de que Orión había aceptado la invitación de Eos a su lecho
0:07:12 y que se habían amado en la Isla Santa de Delos.
0:07:16 La aurora dicen, todavía hoy se rebuoriza cada día al recordar aquella indiscreción,
0:07:23 a saber haber hecho el amor con un tepo en la Isla Santa.
0:07:28 Bueno, pero entonces se enojó a Polo.
0:07:33 Como van a ser en mi casa esa porquería.
0:07:36 Sí, como puede ser que se yo.
0:07:38 Entonces anduvo intrigando.
0:07:41 Primero fue a la madre tierra y le habló de Orión.
0:07:46 Le dijo que era un vanidoso, que andaba diciendo que iba a matar a todas las bestias salvajes de la tierra, etcétera.
0:07:52 Y la madre de tierra le mandó un escorpión monstruoso para que lo presidiera.
0:07:58 Orión atacó a la escorpión con flecha.
0:08:01 Fue con la espada, pero la coraza de este insecto, de este batracio, resistía a cualquier arma de los mortales.
0:08:09 Entonces se tiró al mar y nado en dirección a Delos para que la aurora lo protegiese.
0:08:15 Pero a Polo lo vio y le dijo a Artemis.
0:08:19 Veis esa cosa negra que se ve ahí en el mar, a lo lejos, cerca de Ortigia.
0:08:25 Mi culpa es mi.
0:08:27 No, faltaba más.
0:08:28 Y si es la cabeza de un vizano llamado Candaón y que acaba de seducir a Opis una de tus sacerdotisas y prebóreas.
0:08:37 Y te desafío a que lo atravieses con una de tus flechas.
0:08:41 En verdad, Candaón era el apodo veocio de Orión, pero Artemis no lo sabía.
0:08:47 Bueno, apuntó sinceramente y lo atravesó a Dios.
0:08:52 A través de lo aleero.
0:08:54 Entonces, bueno, se murió Orión, qué vas a hacer.
0:09:04 La aurora suplicó a Clepio, que reviviera a Orión.
0:09:12 Pero antes de que pudiera terminar su tarea, el rayo de Zeus eliminó a Clepio.
0:09:19 Sí, murió a Esculapio.
0:09:21 Y entonces Artemis, compañera de Cácaras, de Orión, colocó la imagen del arquero de Boca entre las estrellas.
0:09:30 Está realmente procedido por el escorpión, pero es la constelación más bella.
0:09:37 Es la más hermosa de la constelación.
0:09:41 Digo yo, sabiendo como sé que las constelaciones no existen.
0:09:47 Que son ideas humanas respecto a las distruguciones totalmente aleatorias de las estrellas.
0:09:56 Es decir, existirían las constelaciones si hubiera un telón de fondo, ¿no?
0:10:00 Y entonces sí las estrellas formarían algo, podría hablarse de un diseño.
0:10:07 Pero ese diseño solamente fue en su lado, a nuestro punto de vista, que es esto de la Tierra.
0:10:12 Desde otro lugar del universo, Orión no se ve.
0:10:17 Se ve otra cosa distinta.
0:10:19 Entonces, si usted está cerca de Orión, por ejemplo, en medio de las tres marías, forman parte de esa clave,
0:10:28 en medio del punial de Orión, se creó un telón y no hay constelaciones.
0:10:34 Si no hay nada más ficticio de una constelación, por lo cual son lindas, porque después de todo son ideas.
0:10:43 Y las profundamente humanas, ¿sabes?
0:10:45 Y nacidas únicamente de una visión, aprovechando la imperfección de la visión humana del universo.
0:10:53 Bueno, el caso es que Orión es la más hermosa de todas las constelaciones.
0:10:59 Hay otras versiones. Algunos dicen que Orión murió por la picadura del escorpión
0:11:04 y que Artemis estaba resentida con él por haber requerido amorosamente a sus compañeras vírgenes,
0:11:12 otros dicen que no, que es mentira, las playas de Andorra Virgenes.
0:11:16 Tres de ellas se habían tenido relaciones con Zeus, dos composidón, una con Ares,
0:11:20 y la séptima se había casado con Sisyfo de Corinto, razón por la cual la habían sacado de la constelación.
0:11:27 ¿De la constelación, Mister?
0:11:28 ¿Cuál es cierto? Hace unos tres o hace 4.000 años.
0:11:33 Una de las estrellas de la constelación, de la breve constelación de las playas de Sopacus.
0:11:40 Ya pago.
0:11:44 Hay otra versión de la muerte de Orión, incluso de nacimiento de Orión.
0:11:51 Según esta tradición, fíjese, Orión en realidad era hijo de la madre tierra.
0:11:57 Parece que Hirieo, un humilde apicultor y labrador, había jurado no tener hijos
0:12:05 y así se volvió viejo e impotente.
0:12:08 Cuando un día Zeus y Hermes lo visitaron, disfrazados, lo recibió con hospitalidad
0:12:15 y eso le preguntaron cuál sería la dádiva que más podría desear.
0:12:19 Porque los había tratado bien, que se hizo.
0:12:22 Hirieo suspiró profundamente y dijo que lo que más deseaba era ya imposible tener un hijo.
0:12:31 Sin embargo, los deoses le aconsejaron que sacrificara un toro orinara en su piel, la del toro.
0:12:38 Y luego lo enterrase en la tumba de su esposa, al toro.
0:12:49 Así lo hizo.
0:12:50 Qué hierito.
0:12:51 Y a los nueve meses le nació un hijo a quien le puso el nombre de Urión, el que orina.
0:12:57 Y lo cierto es que tanto la salida como la puesta de Orión traen consigo la lluvia allá en la ela de Noaki.
0:13:06 Bueno, yo tengo un dato más.
0:13:15 El cielo tiene un nombre también bastante parecido al de los orines.
0:13:24 Urión es el que orina.
0:13:26 Uranos.
0:13:27 Uranos en realidad es el cielo en griego.
0:13:31 Y el amigo Graves, en asuntos filológicos, es muy creativo,
0:13:39 dice que es consistente con el mito conforme al cual la lluvia se debe a las aguas menores que vierten los dioses sobre el mundo.
0:13:53 Los dioses orinan desde el olimpo, quizá en una libustrina o para saber dónde,
0:14:02 y sus aguas menores caen sobre la tierra y eso lo llamamos lluvia.
0:14:06 Evidentemente es mucho más razonable esa fábula del agua que se vapora y forma nube, etcétera, etcétera.
0:14:16 A otro, por ese puesto.
0:14:17 Porque quieren engañarnos en el Ministerio de Educación.
0:14:20 Estaba pensando en coincidencias de nombre que usted nombró a Faitón, como uno de los caballos.
0:14:27 Y pensaba en Faitón, que es uno de los hijos de Oyjastro de Apolo, que es aquel que le robo el auto una noche para salir de Juerga
0:14:35 y pasó tan cerca de los mortales en la región donde estaban los hombres más felices del mundo,
0:14:39 que hizo que los etíopes fueran negros.
0:14:41 Fueran negros.
0:14:42 Por eso es una explicación racista, aproximadamente.
0:14:46 Decido en el sentido.
0:14:47 En el color de algunas personas.
0:14:49 Pero bueno, está pensando.
0:14:50 También Faitón y Faitonte.
0:14:53 Yo creo que es la misma persona, posiblemente sí.
0:14:57 Pero vamos a invagarlo.
0:14:59 Porque ese es un nombre que se ha dado a los coches.
0:15:03 Claro, sí, sí, sí.
0:15:05 Primero a los coches, cuando digo coches me refiero a los carroajes.
0:15:08 A los carros, sí, sí.
0:15:09 Y posteriormente a los autos.
0:15:11 Estaba pensando, Alejandro, que este...
0:15:13 A una clase de autos.
0:15:14 Doble Faitón.
0:15:15 Claro, como quien dice, se dan.
0:15:17 Está, hay, está, una cosa así.
0:15:19 Estaba pensando que esta historia,
0:15:22 respecto de las cosas que pasan en el este y en el oeste,
0:15:25 que es muy rica también en algunas percepciones del Japón.
0:15:29 Dicho los japoneses, se consideraban el pueblo
0:15:31 que descendía directamente del sol.
0:15:33 El pueblo elegido나, y el pueblo más superior por eso.
0:15:36 Pero una cosa que se comprueba, tanto oriente como occidente,
0:15:39 es que parece haber criaturas diurnas y criaturas nocturnas.
0:15:43 Algo así como que el mundo está dividido en aquellos que conviven,
0:15:46 a partir de que ellos aparecen sobre el mundo,
0:15:49 van viviendo bajo esa luz y otro género.
0:15:52 Y creo que aquí voy a acoplar a su percepción de esta maravisa de orión,
0:15:57 porque creo que si hay algo que los dioses no podrán saber jamás,
0:16:00 es aquella cosa, aquella percepción que tienen los hombres
0:16:03 respecto de las constelaciones.
0:16:05 Y pensaba que de algún modo es enojante lo que pasa,
0:16:08 o con el amor, o con la literatura, o con esas cosas sagradas e inasibles.
0:16:12 Un dios que es eterno, ya que nada le está negado,
0:16:15 pero más podrás saber el milagro de conocer brevemente ese tipo de cosas.
0:16:19 Y digamos, de ahí...
0:16:21 Porque son hijas de la imperfección.
0:16:23 Esas cosas que son tan maravillosas, eso quería ir justamente.
0:16:26 Y pensaba que si hay una tristeza realmente,
0:16:29 es por un lado la de aquellas personas que se encargan
0:16:33 como de desarticular esas cosas, porque les está verado producirlas.
0:16:37 Y por otra parte, digo, la otra tristeza posible,
0:16:40 es aquella de alguien que tiene que atravesar la noche entera,
0:16:44 y poder dedicarse al amor, o a la literatura, o algún milagro.
0:16:47 Semejante, no tiene más que esos tristes pobres y vacos desvelos.
0:16:52 Está muy bien eso, porque la credencial desde el velo es la aurora.
0:16:59 Uno sabe que se ha desvelado cuando la aurora viene de forma.
0:17:03 Escucharemos ahora, entonces, el tango que se llama desvelos
0:17:07 en la versión de Horacio, Saigán y Ubaldo de Leo.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!