Transcripción automática
0:00:00 Tenemos hoy otro vestillario, ya se sabe que cuando no tenemos nada que hacer,
0:00:05 andamos por los zoológicos y imaginarios,
0:00:08 o sea, hoy tenemos algunas vestidas místicas.
0:00:12 El primero es el símurg, que es un pájaro inmortal,
0:00:17 que anida precisamente en las ramas del árbol de la ciencia.
0:00:22 Un iserparton lo equipara con el águila estandinado,
0:00:25 que según el era menor, tiene conocimiento de muchas cosas
0:00:30 y anida justamente en las ramas del árbol cósmico de los nórgicos,
0:00:34 que es el fresno y grácil.
0:00:35 Flóver, en la tentación de San Antonio, dice que el símurg es servidor de la reina Bélix
0:00:43 y lo describe como un pájaro de plumaje anaranjado y metálico de cabeza humana,
0:00:49 atención, provisto de cuatro alas con garras de buitre y con una imensa cola de pavo regal.
0:00:56 En los cuentos originales, el símurg es más importante que un simple servidor de una reina.
0:01:04 Fibluci, en el libro de los Reyes, que recopila y versifica algunas antiguas leyendas en Persia,
0:01:13 lo hace padre adoptivo de Estado, que es, a su vez, padre del héroe del poema,
0:01:19 farida al dinatab, en el siglo XIII.
0:01:23 Y esto sucede en el mountain Altair o coloquio de los pájaros
0:01:30 y en esta alegoridad sucede lo siguiente, atención, esa es la historia del símurg.
0:01:36 Según lo cuentan en Irán.
0:01:40 El remoto rey de los pájaros, el símurg, deja caer en el centro de China una pluma espléndida.
0:01:48 Los pájaros resuelven buscarlo, buscar al rey de los pájaros que ha dejado caer esa pluma.
0:01:56 Saben que el nombre de este pájaro rey quiere decir 30 pájaros.
0:02:01 Saben que su alcáfar está en el caj, la montaña o la cordillera circular que rodea la tierra,
0:02:10 según la cosmogonía y la cosmología china.
0:02:14 Al principio algunos pájaros deciden no participar en aquella especie.
0:02:20 Por ejemplo, el ruiseidor alega su amor por la rosa.
0:02:25 El loro dice que la belleza, que es la razón de que viva en cada un lado, le impide salir de junción.
0:02:34 La perdiz dice que no puede prescindir de las sierras la garza de los pantanos y la lechusa de las ruinas.
0:02:43 Otros pájaros acometen sin embargo la aventura de buscar al símurg, superan siete valles, siete mares.
0:02:51 El nombre del penúltimo es vértigo, el último se llama amicilación.
0:02:57 Muchos desertan, otros mueren en la travesía.
0:03:02 30 pájaros logran pisar la montaña del símurg y al fin lo contemplan.
0:03:08 Perciben que ellos son el símurg y que el símurg es cada uno de ellos y todos ellos.
0:03:17 El segundo animal es la remora.
0:03:21 Remora en latín es de muora.
0:03:23 Ha causado mucho esta palabra en ese sentido.
0:03:29 Y esto es el recto sentido, ¿no?
0:03:31 Y figuradamente se aplica a un animal al que se le atribuye la facultad de detener los guacos.
0:03:41 El proceso en suele invertirse en español remora en sentido propio de ese pescado y en sentido figurado de ese obstáculo.
0:03:50 La remora es un pez de color sinisiento sobre la cabeza y la nuca tiene una especie de placa o vall,
0:03:58 cuyas lámidas cartiláginosas le sirven para adherirse a las rocas o a los guacos.
0:04:05 Plinio declara sus poderes.
0:04:08 Sito a Plinio.
0:04:10 La remora, además de detener las naves, detiene los juicios, los pleitos y los partos.
0:04:18 Pero Plinio no explica cómo detiene los juicios, los pleitos y los partos,
0:04:23 pero insisten que la remora vuelve parsimonioso de algunos desplazamientos y algunos tiempos.
0:04:30 En otro lugar, Plinio recibe que una remora detuvo en la batalla de Atcio,
0:04:35 la famosa batalla donde fue derrotado a Marco Antonio por Octavio.
0:04:41 Octavio que después seguía Augusto, el primer empeor de Roma.
0:04:44 Digo, refiere que una remora detuvo en la batalla de Akiola Galera que Marco Antonio usaba para revistar su escuadra.
0:04:55 Y que otra remora paró el navío de Calígula a pesar del esfuerzo de 400 remedos.
0:05:03 Soplan los vientos y encolorizan las tempestades, dice Plinio ya desesperado.
0:05:08 Pero la remora sujeta su furia y ordena que los barcos se detengan en su carrera
0:05:15 y alcanza lo que no alcanzarían las más pesadas áncoras y los cables.
0:05:23 El Ciervo Celestial.
0:05:26 Han sido detectados en China los Ciervos Celestials,
0:05:30 pero en realidad poco sabemos de sus características, quizá porque nadie los ha podido ver claramente.
0:05:37 Sí sabemos que estos trágicos animales andan bajo la tierra y no tienen otra ansia que la de salir a la luz del día.
0:05:46 Saben hablar, incluso ruigan a los mineros que los ayuden a salir.
0:05:52 Al principio tratan de sobornarlos con la promesa de los tales preciosos.
0:05:57 Cuando falla esta virgencia casi siempre, los Ciervos hostigan a los hombres
0:06:01 y estos entonces los emparelan firmemente en las galerías de la mina.
0:06:06 Se habla sin mismo de hombres a quienes los Ciervos de las profundidades han torturado.
0:06:12 La tradición añade que si los Ciervos emergen a la luz se convierten inmediatamente en un líquido pestilente que puede asolar al país
0:06:21 y es por eso que los mineros impiden su salida de las profundidades.
0:06:27 Ojalá no aparezcan mineros venables que permitan la salida de Ciervos Celestials a la luz del día
0:06:35 porque el mundo entero se contaminaría de un líquido abominable.
0:06:43 El Boramex.
0:06:45 El Boramex es en verdad una planta cuya forma es la de un correo.
0:06:50 Está cubierta de pelusa dorada.
0:06:55 Se encuentra en tartaria.
0:06:57 Se lleva sobre cuatro o cinco raíces y todas las plantas mueren a su alrededor.
0:07:04 Es lo que tiene el Boramex.
0:07:07 Cuando la cortan sale un jugo sangriento.
0:07:11 Es una plaga.
0:07:12 Hay que decir que otros monstruos parecen especies o generos animales.
0:07:21 Pero en el Boramex se combinan como ningún otro monstruo el reino vegetal y el reino animal.
0:07:30 Estoy pensando en unas plantas que yo voy a cuando he sido en el interior de las cueres me decían que habían pajalitos.
0:07:39 Se nos recuerda.
0:07:41 No me acuerdo una especie de petiga pero a mi me engañaban con mucha facilidad.
0:07:48 Recordemos a este propósito a la Mandrágora que grita.
0:07:51 Mandragora es una planta que grita como un hombre cuando la rancan.
0:07:55 ¡Ay grita!
0:07:57 Y la triste celo de los suicidas en uno de los círculos del infierno
0:08:02 de cuyos troncos lastimados brotan sangre y palabras.
0:08:07 No debemos olvidar a qué árbol soñado por Chesterton, el de las plumas.
0:08:12 El árbol que devoraba los pájaros que habían animado en sus ramas
0:08:17 y que en la primavera daba plumas en lugar de hojas.
0:08:20 Un asco, realmente.
0:08:22 Es un cuento muy importante.
0:08:28 Llevamos algo de la chancia con cadena.
0:08:31 A terminar con ese depueblo.
0:08:35 La chancia con cadenas a veces se desliza sobre las vías de las vías férreas.
0:08:40 Otros arriban que no es raro verla correr por los cables del telérafo
0:08:45 produciendo un ruido infernal.
0:08:47 Nadie se ve en la chancia con cadenas.
0:08:50 No se ve en la chancia con cadenas.
0:08:53 No se ve en la chancia con cadenas.
0:08:56 No se ve en la chancia con cadenas.
0:09:02 A pesar de que no es raro verla,
0:09:05 no se ve en la chancia con cadenas.
0:09:15 Es nuestra esa.
0:09:18 Es nuestra.
0:09:21 Es la corba de acá.
0:09:23 No, es el corba y también de Kielmer.
0:09:29 También de Kielmer.
0:09:31 No sé si...
0:09:33 Teníamos que trabajarlo un poco más.
0:09:37 En Kielmer no cree.
0:09:43 Al discoteca yo le gustó la leyenda del Simu.
0:09:46 Si está por Borges, es una leyenda.
0:09:49 Los que buscan el Simu son los que buscan el Simu.
0:09:54 Entonces nos vio el disco que se llama Abre Paso.
0:09:59 Y que va a cantar su autor, Charles.
0:10:27 Es nuestra esa.
0:10:29 Es nuestra esa.
0:10:54 Había sido el mucho en su amor.
0:11:00 Su amor, el salón perro,
0:11:03 las piernas calores,
0:11:05 con la tanquilla,
0:11:08 sentimental.
0:11:11 La luna de Dios que quiera
0:11:14 por las noves,
0:11:16 le cuelde.
0:11:18 No hace nada que hagan el cantable
0:11:22 su pose por su lado.
0:11:25 Solo suave.
0:11:32 Mi destino es andar en la vida
0:11:36 y mi senor de la verdad
0:11:39 que no se hace ni un hilo
0:11:43 en que el cielo rota
0:11:45 al concuro de la verdad
0:11:47 que se adiós.
0:11:50 Perdona mis amenzas morenas
0:11:54 por mil horiapuras,
0:11:57 llamarles
0:11:59 buenos aires,
0:12:01 o mirar a carnes
0:12:03 y va a pecorcer por ti
0:12:05 sus llaves.
0:12:07 Había sido el mucho en su amor
0:12:12 su amor, el salón perro,
0:12:17 las piernas calores,
0:12:20 con la tanquilla,
0:12:22 sentimental.
0:12:25 La luna de Dios que quiera
0:12:28 por las noves,
0:12:30 le cuelde.
0:12:32 No hace nada que hagan el cantable
0:12:36 su pose por tu lado.
0:12:39 Perdona mis amenzas morenas
0:12:43 por mil horiapuras,
0:12:46 llamarles
0:12:48 buenos aires,
0:12:50 o mirar a carnes
0:12:52 y va a pecorcer por ti
0:12:55 sus llaves.
0:12:58 Perdona mis amenzas morenas
0:13:01 por mil horiapuras,
0:13:04 llamarles
0:13:07 buenos aires.
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