Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos entonces de Pablo I de Rusia, hasta el como lo hicimos ayer.
0:00:05 Ayer contamos que Pablo era hijo de Pedro III de Catalina la Grande y que había sido el padre de Alejandro.
0:00:16 Es decir, estaba entre Catalina y Alejandro, que fueron dos autócratas considerables, pero el reino poquito.
0:00:26 Hablamos también de algunos amores, del complot que se armó para asesinarlo, en fin.
0:00:30 Pero también dijimos que el rumor general aseguraba que Pablo I de Rusia estaba loco.
0:00:35 Algunos cuentan que los primeros cuidados que recibió conder al chico forjaron un carácter un poquitín patológico.
0:00:44 Cuando Catalina dio alusa a Pablo, todavía gobernaba la Zarina Isabel.
0:00:50 Luego del bautismo del recién nacido, la Zarina ordenó que lo retiraran de la habitación de sus padres, en quienes no confiaban.
0:00:58 Y lo hizo llevar a unos aposentos personales.
0:01:02 Y allí lo confió a unas nodrisas y ni siquiera permitía que su madre lo viera.
0:01:09 Ahora bien, las nodrisas que tenía miedo que el chico se les enfriara, imagínense, en Rusia se un frío espantoso.
0:01:17 Lo tenían todo el día bajo mantas, no habría nunca la ventana, lo tenían arropado y fajado.
0:01:24 Y el niño creció en unas habitaciones cálidas pero gedeondas.
0:01:29 Y su salud fue precaria. Se tornó proclíbe a los refríos, a las indigestiones, a las crisis nerviosas.
0:01:37 Dicen también que era notablemente miedoso y ante el menor ruido salió rajando y se metía detrás de un mueble o debajo de la cama.
0:01:48 Estos miedos los sostuvo siempre y fueron incluso ahondados por algunas circunstancias de la vida, como por ejemplo que su padre fuera asesinado por su madre.
0:01:59 Bueno, esto le crea a uno una cierta inquietud, evidentemente.
0:02:03 Cuando Pablo llegó a ser Tzar, se repitieron esos miedos.
0:02:09 Un día, poco después de su coronación, visitó el pueblo de Pavlovsk.
0:02:16 En un momento mientras paseaban sonaron unas trompetas.
0:02:23 Habían tocado una alerta y él imaginó que se estaba desarrollando un golpe contra él.
0:02:36 ¿Qué es lo primero que imagina uno cuando oye una trompeta?
0:02:42 Bueno, hay un golpe para destituirlo a uno del cargo de Tzar de Rusia.
0:02:47 Esto es precisamente lo que pensó Pablo y salió corriendo y se escondió en sus aposentos desde luego, donde se va a esconder.
0:02:56 Al rato le llamó la atención la calma que había sobrevenido después de la trompeta y entonces mandó a investigar.
0:03:07 Investigó entre los soldados y se le informó que el disturbio había sido provocado por el trompetista de la Guardia, que estaba ensayando con su instrumento en el cuartel.
0:03:18 Entonces Pablo distribuyó algunos castigos y envió un decreto que ordenaba a los habitantes de Pavlovsk a abstenarse de gritos, siflidos, conversaciones vanas y ejecución de trompetas.
0:03:32 A Teórico Pablo creyó conveniente acercarse a la gente para contarle todo a él todo lo que quisieran.
0:03:44 Entonces en realidad pensaba que era un modo de multiplicar su vista, hacer que sus súbditos le contaran lo que veían.
0:03:54 E inventó una especie de buzón en el que todo ciudadano podía depositar un mensaje que llegaba directamente a él.
0:04:02 Todas las mañanas, antes de las reuniones con sus ministros, leía los mensajes que recibía.
0:04:08 Y claro, la mayoría eran mensajes estúpidos porque quejas anónimas de robos de animales, disputas entre vecinos, súplicas de favores administrativos.
0:04:19 Y Pablo se arrepintió de aquel buzón porque en vez de ayudarlo lo perjudicaba más.
0:04:24 Incluso había mensajes incuriosos, caricaturas, panfletos en contra del gobierno.
0:04:30 Entonces el ZAR mandó cerrar el buzón y tuvo más miedo que nunca.
0:04:35 Y eso también que si disciplinaba el ejército podía evitar levantamientos en su contra.
0:04:43 Dio algunas órdenes inexplicables. Por ejemplo que las tropas llevara unos sombreros que en verdad eran unos tricornios en mesurado y pesaban como tres kilos.
0:04:52 Hizo que los soldados se peinaran con bucles y trenzas encrasadas.
0:04:56 Los hacía levantar a la media noche para que se ayudaran unos a otros a peinarse.
0:05:01 Y los oficiales que no exhibían una presencia irreprochable eran insultados y amonestados por sus superiores delante de todo el mundo.
0:05:10 Si algún oficial se equivocaba de paso durante alguna revista el ZAR lo hacía peantar de la fila y le escribía con tiza en la espalda la cantidad de bastonazos que se había merecido.
0:05:23 Los castigos con bastón o con láctigo o incluso la deportación lisa y llana por presentación inadecuada eran muy corrientes.
0:05:33 Los oficiales adquirieron el hábito de llevar durante los defiles plata por si los deportaban.
0:05:40 Por eso se equivocaban el paso y lo mandaban a ciberias.
0:05:43 Bueno, por lo menos tenían plata en el bolsillo, o sea.
0:05:46 Bueno, Pablo asistía a todas las revistas o los defiles de la guardia y durante el invierno se lo veía rodeado de sus sedecanes dando siempre saltitos para calentarse porque tenían frío.
0:05:59 Sin embargo se negaba a ponerse abrigos de piel, no sé por qué.
0:06:02 Y temblando de frío miraba las revistas.
0:06:07 Al terminar cada defile anunciaba los castigos y a veces las promociones que había decidido para las tropas que se habían presentado ante él.
0:06:18 También tuvo Pablo la idea de disciplinar a sus súbritos civiles ya que estaba bastante preocupado por lo que había pasado en Francia con la revolución.
0:06:27 Y entonces publicó una serie de ordenanzas que obligaban al uso de peluca, coleta empolvada, calzados con hevillas, cosas aristocráticas y un poquito petiteras.
0:06:40 Y los guardias detenían a los contraventores en plena calle y los despojaban de las ropas que no estaban permitidas o recomendadas.
0:06:49 Algunos de los que no vestían, como lo indicaba el S.A.R., volvían a su casa en calzo oncillos.
0:06:56 Además, la corrección de la indumentaria iba acompañada de reglas estrictas de respeto hacia el ZAR.
0:07:03 Cuando un paseante veía en la calle a un miembro de la familia imperial, debía bajarse del carro inmediatamente, siempre que estuviera arriba de un carro.
0:07:12 En el caso de que por negligencia el ciudadano olvidara someterse a la consigna de cortesía, le confiscaban el carro, le confiscaban
0:07:24 y se lo daban al ejército, se lo daban.
0:07:27 Esto era particularmente nojoso para los panaderos, vendedores de fruta o comerciantes de toda Índole,
0:07:34 que al ver a la familia real debían bajarse a mainar sus pregones, etcétera.
0:07:40 Sándia calada, Sándia colorada, pasaba a la familia imperial, te tenía que bajar.
0:07:45 La asistencia al teatro también tuvo nuevas reglas.
0:07:49 Durante una representación teatral, Pablo se enojó porque los espectadores se habían aplaudido a los actores sin que hubiera dado a la señora.
0:07:57 Entonces prometió pena de calaboso al que precediera al ZAR en un aplauso.
0:08:04 Esta disciplina feroz no consiguió que Pablo estuviera salvo del descontento de algunos.
0:08:10 Bueno, desde luego que no.
0:08:12 Es cierto que el ZAR se dormía a las ocho de la noche y había ordenado que todos se acostaran a esa misma hora en el palacio y en Rusia.
0:08:20 Pero algunos no le hacían caso y empleaban las horas de la noche para conspirar, desde luego.
0:08:28 Y así fue que durante la madrugada de...
0:08:31 ¿A qué dice exactamente? Durante la madrugada de 1801.
0:08:37 Bueno, durante una madrugada de 1801, Pablo fue asesinado por unas personas que no habían cumplido esas recomendaciones a costarse a las ocho de la noche.
0:08:47 Claro, un asesino que está durmiendo es casi inofensivo.
0:08:52 Bueno, ése era Pablo, no me parece que sí, que estaba loco nomás.
0:08:57 No es cierto, doctor?
0:09:02 No sé a quién dedicar esta charla, pero al trompetista, al pobre trompetista de Pavlovsk,
0:09:11 y a los que asistían al teatro y tenían ganas de aplaudir y no podían.
0:09:16 Bueno, hemos ido a la discoteca, se sabe que el discotecario también está loco.
0:09:21 Sólo se impresionó por el frío que hace en Rusia.
0:09:25 Pero eso es totalmente lateral, señor, no tiene nadie.
0:09:28 Claro, él quedó impresionado por ese hecho y solo por ese.
0:09:31 No sabía que hacía frío.
0:09:33 ¿Se enteró ahora?
0:09:35 No sabía, creía que hacía menos.
0:09:38 Y nos dio el disco un balcecito que se llama Temblando, que aseguró, se compuso pensando en el frío ruso.
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