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30 de Septiembre de 2005

**INEDITO**

Transcripción automática

0:00:00 Pubiquémonos en el palacio Topkapi de Campbell, esta vez a mediados del siglo XIX.
0:00:07 En el año 1861 murió Tuberculosis, el sultan Abdul Mestik, y se enoen entonces al trono Abdul Mestik.
0:00:18 Tenía 31 años cuando se convirtió en sultan, tras pasar 22, conginado en la Sáhula.
0:00:24 La Sáhula, como saben ustedes, era un sector del palacio destinado a los hermanos del sultan.
0:00:34 Se llamaba la Sáhula porque no lo dejaban salir de allí.
0:00:38 El propósito de seconfiramía, entonces, era evitar que conspiraran.
0:00:42 Casi todos los sultanes tenían dado el régimen poligámico, muchísimos hermanos.
0:00:48 Y al dejarlo suelto, tenían que estos hermanos generalan toda clase de confinaciones.
0:00:55 Así que, en general, los hermanos de los sultanes vivían en las sáhulas.
0:01:01 Bien, Abdul Mestik había arruinado el imperio con sus extravagancias.
0:01:08 El finado, ¿no?
0:01:09 El pueblo de Constantinopla esperaba de Abdul Asif mejoras y mesura.
0:01:16 Pero se equivocó.
0:01:17 Abdul Asif estaba loco.
0:01:20 Dicen las crónicas que Abdul Asif parecía un oso.
0:01:24 Pues estaba 130 kilos con el freno y la montura.
0:01:30 Y hacía uso de esa constitución física en la actividad que más degustaba que era la lucha.
0:01:36 Se la pasaba luchando con amigos y siguientes.
0:01:39 Y hacía que los usadores famosos enfrentaran en su presencia o que lo desafiaran a él.
0:01:45 Algunos dicen que su locura fue la consecuencia de un mal golpe.
0:01:50 Bueno, pero si aquí primero muestran la lucha como el resultado o como la demostración de que estaba loco
0:01:59 y después dice que se volvió loco por un golpe en la lucha, hay algo que no funciona.
0:02:04 Tampoco funciona el decir como demostración de locura que el tipo pesaba 130 kilos.
0:02:13 En todo caso eso demostra que estaba gordo.
0:02:17 Pero no que estaba loco y hasta puede ser que ha sido una persona gorda que no esté loca.
0:02:23 Incluso una persona loca que no esté gorda.
0:02:27 Como quiera que se diga, Abdul Asif disfrutaba también de la lucha de camellos y de carneros.
0:02:37 Y también de las riñas de gallos.
0:02:40 Se entusiasmaba tanto con estos encuentros que felicitaba a los animales ganadores
0:02:46 entregándoles las medallas destinadas a los más altos generales del imperio, sino felicitaba a los dueños.
0:02:53 Si no a los animales, eso me parece muy bien.
0:02:56 Tiene que ver el dueño de un caballo.
0:03:00 Si el mérito está en el caballo.
0:03:01 Sí, le gustaba a Abdul los payasos e imitadores.
0:03:06 Y los pedía que parodíhacen a los dignitarios que le resultaban antipásticos.
0:03:12 Entonces los imitadores tenían por costumbre tratar de hacer mal sus trabajos.
0:03:22 Porque en ese caso eran solo despedidos.
0:03:25 ¿Por qué sucedía esto?
0:03:26 Porque cuando interpretaban a los oleados por Abdul con realismo,
0:03:31 el sultán casi los tomaba por los personajes imitados.
0:03:38 Y entonces los hacía asotar, les tiraba los perros, les tiraba comida encima, etc.
0:03:44 Así que los imitadores no se esmeraban a propósito.
0:03:48 Abdul así fue a París en 1867.
0:03:53 Había sido invitado por el emperador Luis Napoleón a la gran exposición universal.
0:03:59 Abdul fue el primer sultano tomano en abandonar los imitadores del imperio
0:04:04 para otro propósito que no fuera la guerra.
0:04:09 Abdul así y su séquito se alojaron en el Palacio de Delicio,
0:04:14 a donde le llevaban chicas del coro del Poliverzad para entretener.
0:04:21 Dicen que al sultán le desagradó mucho Luis Napoleón, que halló antipático.
0:04:27 Pero fue porque el napoleón III tuvo la idea de sugerirle a Abdul así
0:04:34 que tal vez estuviesen emparentados.
0:04:37 Luis Napoleón inventó una historia y la contó con un enorme árbol genealógico
0:04:42 en una lámina como esenografía.
0:04:45 Le dijo al sultán que la madre de Mahmud II, sultana anterior a Abdul,
0:04:50 conocida como un axíbil, era en realidad el mdivíc de la vida allí,
0:04:55 prima de la emperate José Cilma.
0:04:58 Luis Napoleón esperaba aplausos después de aquella revelación
0:05:02 y tal vez la firma era un tratado comercial con un imperio tan poderoso.
0:05:07 Pero Abdul así se ofendió.
0:05:10 Dijo que todas eran mentiras y que en todo caso
0:05:13 no le gustaba el emperador de los franceses como parentes
0:05:17 y se fue un alterna.
0:05:19 Se nos fue un alterna.
0:05:21 Allí lo residió la reina Victoria
0:05:23 y el encuentro resultó también en cómodo.
0:05:27 Se indicó al sultán una revista naval en Spegel
0:05:33 y parece que era un día ventoso
0:05:35 y el bar con el que iba a Abdul así y también a la regla
0:05:40 se empezó a balancear violentamente.
0:05:43 El sultán se descompuso
0:05:45 y se mareó de tal forma que terminó
0:05:48 gritando en coherencias en un camarote.
0:05:52 Todo el séptito de Abdul trataba de tranquilizarle
0:05:56 y de que se casara porque en su mareo y desde el camarote
0:06:01 declaró la guerra en la terra
0:06:04 e incluso insultó a la reina por todas aquellas incomodidades.
0:06:09 Dadas las explicaciones del caso, Abdul Atis
0:06:12 y sus acompañantes abandonaron en la terra.
0:06:15 Llegaron hasta Viena
0:06:17 y descendieron por el Danubeo hasta el Mar Negro
0:06:20 y así navegaron hasta Constantinople.
0:06:24 Tras aquel viaje, la locura de Abdul se agüizó.
0:06:28 El progreso de Europa occidental lo había impresionado
0:06:32 tal manera que compró, por ejemplo, las locomotoras más modernas
0:06:36 de Inglaterra solo para mirarlas
0:06:39 porque en realidad no había entonces en Turquía
0:06:42 ni un solo mestro de río en este rollo aéreo.
0:06:46 Luego se encargó de preparar la ciudad
0:06:51 para recibir a huestres reales
0:06:53 que había tenido la precaución de invitar durante su gira.
0:06:57 Abdul Atis había notado que en cada salón visitado
0:07:00 y en cada una de las galas ofrecidas había un piano.
0:07:03 Entonces mandó a comprar mil
0:07:06 que hizo distribuir en todas las habitaciones
0:07:08 de todos los palacios de Constantinople.
0:07:11 La primera invitada fue la imperatriz Eugenia,
0:07:15 la mujer de la polémica senera.
0:07:17 Eugenia llegó a la ciudad en 1878,
0:07:20 iba de camino para la inauguración del canal de Suez.
0:07:24 Tras un banqueta en su honor,
0:07:27 Abdul Atis llevó a Eugenia a visitar a su madre,
0:07:31 Peternilla.
0:07:33 La mujer se sintió ultrajada
0:07:35 por la presencia de una desconocida en su aren
0:07:38 y saludó a la imperatriz cruzándole la cara de un bofetón.
0:07:43 Finalmente la diplomacia de Eugenia
0:07:45 frenó lo que estuvo a punto de convertirse
0:07:47 en un conflicto internacional
0:07:49 y Francia perdonó a la vieja.
0:07:52 Un día Abdul tuvo la ocurrencia de disponer
0:07:56 de los 1500 muchachas,
0:07:58 ordenó que se las facilitaran
0:08:03 y visitó a ese gran multitudinario durante varios días.
0:08:09 Pero un suministro tan abundante
0:08:12 despertó en él una cierta aversión
0:08:15 y entonces cambió su preferencia
0:08:17 y pidió muchachos.
0:08:20 Las extravagancias y el desenfreno de Abdul Atis
0:08:24 superaron las de su predecesor
0:08:27 y terminó por vaciar el tesoro del imperio.
0:08:31 Los ministros no podían poner freno,
0:08:35 porque era locura porque no duraban casi nada.
0:08:38 Abdul Atis cambiaba todos los años funcionarios
0:08:41 e incluso ponía en venta
0:08:43 los nombramientos políticos y militares.
0:08:46 Lady Bracey, que había conocido Abdul Atis
0:08:49 en la exposición de París,
0:08:51 vio al sultán a principios de 1670
0:08:54 y sí tres años después
0:08:56 y comentó que le parecía que había envejecido 20 años.
0:08:59 Este sultán fumaba opio, bebía
0:09:04 y visitaba alternadamente su herende hombre
0:09:07 y su herende mujer,
0:09:09 donde se entregaba orgías que a veces duraban cuatro jornadas.
0:09:12 Después de aquellos encuentros
0:09:15 le ganaba una especie de melancolía.
0:09:18 Bueno, desde luego a quien no.
0:09:21 Parece que se encerraba y no era visto durante semanas.
0:09:26 El 29 de marzo de 1876
0:09:29 comenzó una conspiración para deponerlo.
0:09:32 Miembros del Consejo Imperial y Ministros
0:09:35 se confabularon y lo fueron a buscar una noche para presrarlo.
0:09:38 Abdul Atis se había costado contento
0:09:41 después de presenciar la riña de Galdos
0:09:44 y de a veces unido a una seguirita llamada Nestle,
0:09:48 una hermosa circasiada
0:09:50 que cantaban maravillosamente.
0:09:52 Las circasiadas son hermosas y cantan,
0:09:54 según quiere la tradición.
0:09:56 Cuando lo despertaron para detenerlo
0:09:59 se entregó tranquilamente.
0:10:02 Gurmuro que ese era su destino escrito.
0:10:05 Los confabulados despertaron entonces al Príncipe Murat,
0:10:09 un hijo de Abdul Mesit,
0:10:11 para ofrecerle el tono,
0:10:13 pero debieron esperar hasta el otro día
0:10:15 porque el Príncipe estaba profundamente dormido
0:10:18 después de una borrachera.
0:10:20 Así que el poder hubo de esperarlo
0:10:24 a que lo abandonara la esbornia.
0:10:29 Abdul Atis fue encerrado solo en Santibarén,
0:10:33 mejor dicho en las habitaciones
0:10:35 donde funcionaba esa institución.
0:10:39 El 4 de junio de 1876
0:10:42 pidió unas tijeras para cortarse la barba
0:10:45 y se cortó en cambio las venas.
0:10:49 Tenía 46 años.
0:10:51 Esta es la historia de Abdul Atis,
0:10:54 que ciertamente estaba loco,
0:10:57 presaba 130 kilos, parecía un oslo,
0:11:00 y era aficionado a las peleas de carneros,
0:11:03 de camellos y a las riñas de gas.
0:11:09 ¿A quién quiere dedicar a Rolón?
0:11:11 Rolón, cuéntenme.
0:11:12 Es el termo, no es Rolón.
0:11:14 Rolón no está,
0:11:16 pero si hubiera estado con seguridad
0:11:19 y hubiera dedicado
0:11:21 a estallarla a la última mujer nombrada,
0:11:24 aquella circasiana llamada Nessrim,
0:11:27 que cambiaba maravillosa.
0:11:30 Y estaba buena.
0:11:32 Parece que sí como todas las circasianas.
0:11:35 Los ojos de una linda circasiana,
0:11:37 dice el balz Aromas del Cairo,
0:11:40 inundaron de amor todo mis días.
0:11:43 Así que calcula si la belleza de las circasianas
0:11:46 está en el mundo del tango,
0:11:48 diciendo que habrá de tenerse en cuenta
0:11:53 esa nacionalidad
0:11:56 a la hora de buscar nombras.
0:12:01 Que cuando uno busca nombras,
0:12:03 es conveniente buscarse una circasiana.
0:12:06 Hay que tener eso así, cuidado,
0:12:08 porque dar más de otras nacionalidades
0:12:11 se finca en circasianas,
0:12:14 creyendo que sólo basta con ser circasianas.
0:12:17 Pasada y pasa aquí más vulgarmente con las turcas,
0:12:21 que siempre han tenido fama de muy bellas y ardientes.
0:12:29 muchas se hacen decir de apodo la turca.
0:12:37 Y algunas de ellas solo acreditan el apodo
0:12:41 como elemento capaz de despertar la lujuría.
0:12:47 Hay que advertir.
0:12:49 Hay algunas turcas que no son tangues,
0:12:52 son impostoras,
0:12:54 y las menudo son chequoslovacas,
0:13:02 o de cualquier otra nacionalidad.
0:13:05 La turca garcía, ¿vio qué apellido es?
0:13:07 La turca garcía se la conozco,
0:13:09 la turca garcía se hace llamar la turca
0:13:14 para que inmediatamente, antes de conocerla,
0:13:19 el individuo cuestión se sienta ya
0:13:24 bien dispuesto al comercio carnal.
0:13:28 Porque hay individuos que no bien uno les anotice
0:13:34 que una dama turca ya se acerca de ella
0:13:38 con la más alta de las lujurias,
0:13:42 aún sin mirarla.
0:13:44 Bueno, pero esas dedicatorias corresponden al rolón
0:13:49 y el rolón no es cabo.
0:13:51 Hemos resuelto ilustrar esta charla
0:13:55 donde los gallos han sido los protagonistas,
0:13:59 o al menos los compalsas bastante considerable,
0:14:04 con el viejo estilo que se llama pobre gallo,
0:14:07 en la versión clásica de Don Carlos Arbenzo.
0:15:00 Para vueltos bien, sojujuidá con la tarpura la mierda
0:15:07 que te paraba la cabeza y abrí el arena un final
0:15:15 y ni nada más la fiesta porque tu tiempo cuidá.
0:15:30 Era de larga escuela como cola de pelujo
0:15:39 y además de ser un gran yujo,
0:15:43 eras un cuerpo sin abuela
0:15:47 porque hasta el marco de los muros
0:15:51 sintió terror por tu escuela.
0:16:00 Y los días del domingo había reposidad
0:16:11 y estaba desmadrocada
0:16:15 como el lomo de mi pino
0:16:19 había querido parar pocas filumbras
0:16:24 en el domingo.
0:16:35 Y si el café del volaflado
0:16:38 guantaba un pedido de risón
0:16:42 no entró en el voló
0:16:47 y me picaba el corgata
0:16:51 como viviendo patrón
0:16:54 nos la sabés y ando así en ciencias.
0:17:07 Pobre gallo, botarán, nunca se lloré al oído
0:17:14 y me enteró un lima y me oído
0:17:19 y no piensa en darse más
0:17:23 y un poco que por mi fiesta de la decida
0:17:26 mi pobre gallo, botarán.
0:17:35 Ha cantado Carlos Gardel, pobre gallo, botarán.

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