Transcripción automática
0:00:00 Pánico en Inglaterra.
0:00:04 Vamos a contar historias de baticinios, de profecías, que produjeron graves consecuencias en las ciudades en donde se pronunciaron.
0:00:16 Pero son ciudades inglesas.
0:00:18 Ubiquemos los primeros Londres a comienzos del siglo XVI.
0:00:22 La ciudad estaba en aquel tiempo llena de adivinos y astrólogos, los lones.
0:00:28 La gente lo consultaba viallamente.
0:00:31 En el mes de junio de 1523 muchos de ellos coincidieron en predecir que el 1º de febrero de 1524 las aguas del Tamesis crecerían hasta una altura tal que el río se mejoraría y se llevaría más de 10.000 casas.
0:00:48 Eso es lo que dijeron los adivinos.
0:00:51 La profecía fue creída por casi todo el mundo.
0:00:55 Era repetida incluso como un secreto muy bien guardado mes tras mes.
0:01:00 Hasta que tanta alarma susitó que muchas familias empacaron sus bienes y se alejaron hacia Kent y otros condados mas altos.
0:01:12 Mientras pasaba el tiempo el número de migrantes se hacía mayor.
0:01:16 En enero miles de trabajadores se podían ver caminando con sus familias hasta las pequeñas poblaciones a 15.000 de Londres.
0:01:25 Las personas de la clase alta también emigraban.
0:01:29 Allá por la mitad de enero al menos 20.000 personas habían abandonado la ciudad.
0:01:35 Muchos de los ricos encontraron su morada en las alturas de Highgate en Hampstead
0:01:42 y algunos levantaron una carpa, no una sino muchas carpas, en zonas alejadas como Warham, Aidy y Troydon.
0:01:51 En Troydon había un aerodromo hace mucho, ahora no hay nada.
0:01:55 El señor Bolton, el peor de San Bartolomé, estaba tan acerrado que erigió una especie de fuerte en Harold,
0:02:04 muy costoso y lo llenó de provisiones pa dos meses.
0:02:08 De como ha sido que se inunde donde me toca.
0:02:11 El 24 de enero, una semana antes del horrible día de la inundación, este señor se encerró en el fuerte con toda la familia.
0:02:19 Numerosos botes fueron llevados hasta el fuerte con sus respectivos remeros para el caso de que la inundación lo forzara a subirse a los barcos.
0:02:31 Muchos ciudadanos ricos compartían sus refugios, pero este hombre sólo admitía a sus amigos y a aquellos que llevaban comestibles.
0:02:40 Hasta que llegó el día segnalado.
0:02:43 Muchos esperaron cerca del río para ver crecer las aguas.
0:02:50 Los astrolos habían dicho que la inundación sería gradual, por lo tanto estos curiosos esperaban tener mucho tiempo para escapar en cuanto vieron que las aguas
0:03:00 pasaban la altura normal.
0:03:03 La mayoría prefería ponerse a cubierto con mayor precaución e hicieron como hemos hecho más allá de las diez millas.
0:03:10 Dice la trónica.
0:03:12 El tánesis, desatenso a la multitud que observaba desde las horillas, lo iba normalmente sin sobresalto.
0:03:20 Pálidas se volvían las caras de las personas mientras la tarde transcurría y su estupidez se afianzaba.
0:03:30 Al fin la noche apareció y el río no subió ni siquiera como para inundar una casa.
0:03:36 Una verdadera decepción.
0:03:40 Todavía, sin embargo, la gente tenía miedo de irse a dormir.
0:03:44 Muchos se quedaron toda la noche despiertos, no fue la cosa que el agua subiera y lo sorprendía durmiendo.
0:03:50 Al día siguiente se pensó muy seriamente en ahogar a los falsos proyectas precisamente en el río.
0:03:58 Por suerte, para ellos aún tuvieron un recurso para iludir la jubia popular.
0:04:03 Dijeron que por un error muy pequeño habían fijado el día de la inundación con un siglo de antelación.
0:04:10 Londres no se inundaría en 1524 sino en 1624.
0:04:16 Antes de se anuncio el señor Valdón, el prior que había construido el fuerte, lo desmanteló
0:04:22 y los albergonsados inmigrantes retornaron a la ciudad en silencio y sin mirarse.
0:04:30 Otro asunto.
0:04:32 En el año 1761 los habitantes de Londres sufrieron un susto enorme por dos terremotos
0:04:39 y la profecía de un tercero que destruiría completamente la ciudad.
0:04:45 El primer sacudón fue el 8 de febrero y derribó un montón de siemeneas.
0:04:52 El segundo se sintió el 8 de marzo e hizo efecto principalmente en el norte de Londres,
0:04:59 o sea por Hampstead y Heidge.
0:05:02 Muchos señalaron que curiosamente había un mes intervalo entre ambos sacudones
0:05:07 y un loco llamado Bell tuvo una visión en la que supo que habría un tercer terremoto
0:05:15 y corrió por las calles prediciendo la destrucción de Londres para el 5 de abril.
0:05:21 Muchísimos creyeron que la predicción era acertada y tomaron medidas para rajar con sus familias hacia zonas más seguras.
0:05:32 Cuando la fecha se acercaba el pánico empezó a crecer.
0:05:37 Un enorme número de crédulos se trasladaron a pueblos alejados a más de 20 millas de Londres.
0:05:44 Los que no podían pagar los precios exorbitantes que se cobraban en los alejamientos de esos barrios
0:05:50 se quedaban en Londres hasta dos días antes de 5 de abril y después salían rajando.
0:05:57 Algunos pensaron que el río era un lugar seguro, que está muy bien.
0:06:00 En caso del terremoto, el río no se mueve o sí.
0:06:04 Supongo que sí.
0:06:06 Sí, pero no importa, el río puede mover. Si usted se mete en un bote, no hay rajaduras en el río.
0:06:12 Por ejemplo, en caso del terremoto, atención amigos.
0:06:16 Recomendaciones.
0:06:18 Es preferible el río que la tierra.
0:06:21 Es más seguro.
0:06:23 Es más seguro porque por ahí la tierra se abre una rajadura
0:06:27 y si usted está parado ahí la guerra justo en la rajadura y se va al centro de la tierra.
0:06:31 ¿Y si la rajadura se hace en el lecho del río porque el río está apoyado sobre la tierra?
0:06:36 No está en el aire.
0:06:38 No es como si uno sacara un capón.
0:06:41 Sí, pero hay tinto.
0:06:43 Aquí tiene más tiempo.
0:06:45 El primero es el agua y el otro es usted.
0:06:47 El agua que está abajo sale primero.
0:06:50 O sea, usted es un fanciado con el terremoto y el terremoto enseguido me tiró al río.
0:06:56 ¿Y si no hay río cerca?
0:06:58 Si no hay río cerca, bueno, me meto adentro un taxi.
0:07:01 Hay que untar el agua.
0:07:04 Bueno, en caso si lo que pensaba en que el río era un lugar seguro, se subieron arriba de barcos.
0:07:11 Pasaron todo el anuncio del 4 a la espera de la destrucción de la ciudad.
0:07:16 Llegó el 5 de abril y no hubo ni viento.
0:07:22 Muchos jugaron prudente dejar pasar una semana antes de regresar, pero no sucedió nada.
0:07:30 Entonces, Bel, el supuesto profeta, fue confinado en un manicómio.
0:07:35 Si hubiera habido terremoto, todos hubieran tenido a Bel por un profeta.
0:07:41 Último asunto.
0:07:43 En 1806 se produjo en Islaterra, aunque esta vez en Lidz, un nuevo surto.
0:07:49 Una gallina, disculpeme, puso huevos en lo que se leía la oración,
0:07:56 Cristo está viniendo.
0:07:58 Christ is coming.
0:08:03 Son tan extraños los caminos del Señor.
0:08:05 Bueno, es un milagro, ¿eh?
0:08:11 Mucha gente visitó el lugar que alcune.
0:08:14 Pero si me enteraba que una gallina pone huevos con profecías,
0:08:19 me trasladaría inmediatamente al gallinero.
0:08:24 Mucha gente visitó lugares, amenó, los asombrosos huevos.
0:08:28 Convencidos de que el Lío del Juicio estaba por llegar, imagínese.
0:08:33 La gente aburrijo su religiosidad.
0:08:36 Se rezaba constantemente, abundaba los arrepentimientos y las gestas penitenciales.
0:08:43 Se iniciaron peregrinaciones, se formaron grupos de plagelantes.
0:08:49 Algunos abandonaban la iglesia recorvada, la iglesia anglicana,
0:08:54 y pasaban a la ortodoxia romana porque les parecía que una sede adecuada
0:08:59 los alecaría de la perdición.
0:09:01 Otros se resignaban y hacían comilonas de despedida.
0:09:06 También había los que, sabiéndose perdidos, buscaban los voces del amor
0:09:11 y se lanzaban sobre las damas que siempre habían deseado.
0:09:16 Pero bueno, los huevos proféticos eran falsos.
0:09:23 No es que no eran huevos, es que no eran proféticos.
0:09:29 Se descubrió, Rolón, que los huevos habían sido escritos con una tinta corrosiva
0:09:35 y cruelmente introducidos luego dentro del cuerpo del ave.
0:09:40 Nuevamente, digamos, reintroducidos en el cuerpo del ave, que luego volvía a expulsarlos.
0:09:48 Entonces se tenía ese segundo alumbramiento por el primero.
0:09:54 El granjero mentiroso, tal es el nombre de ese cuento,
0:09:59 acerca de quien la historia en México registra el nombre, fue encarcelado y el caso se clausuró.
0:10:07 Acá sí hubiera tenido miedo.
0:10:10 Imagínense, se viene el fin del mundo y uno lo lee en un huevo, que uno lo lee en un libro.
0:10:27 Yo creo más en los huevos que en los libros.
0:10:37 José Narochin.
0:10:42 ¿Qué pasa que el huevo para profecías pequeñas, manejándolo como el libro?
0:10:47 Bueno, desde luego, yo me clave mucho en un huevo, pero en las profecías,
0:10:51 especialmente si son verdaderamente importantes, nos requieren un grande charro.
0:10:56 Si viene el fin del mundo, te lo puedes escribir incluso en un huevo chico.
0:11:00 Un huevo de cornil.
0:11:02 Claro, hay profecías que requieren huevos más grandes.
0:11:06 Para ciertas profecías son indispensables huevos grandes.
0:11:11 Los habes cruzos.
0:11:13 Realmente cuando contravienen el orden constituido.
0:11:17 Cuenta Voltaire, es decir, que este es un pánico fuera de Inglaterra y el último de hoy.
0:11:23 Uno de los más famosos matemáticos de Europa, Stoffler, que vivió en el siglo XVI
0:11:29 y trabajó muchos años en la reforma del calendario,
0:11:33 predijo que sobrevendría un diluvio universal en el año 1524.
0:11:39 Y este diluvio debía llegar en el mes de febrero.
0:11:42 Todos los pueblos de Europa, Asia y África, se enteraron de esa predicción
0:11:47 y esperaron la catástrope.
0:11:50 Los habitantes de las provincias marítimas de Alemania
0:11:53 se apresuraron a vender las fierras que poseían baratísimas.
0:11:58 Los que tenían más dinero que ellos, aunque menos credulidad.
0:12:03 Cada uno de los pobladores de esas provincias
0:12:06 compró un busque para que les sirviera de Arca, de Arca de Noé.
0:12:12 Un doctor de Toulouse, que se llamaba Oriol,
0:12:16 de Toulouse o de Tacuaremboa, nunca se supo.
0:12:28 Se se llamaba Oriol, mandó construir una gran arca
0:12:33 para él, su familia y sus amigos, los animales.
0:12:37 Se tomaron las mismas precauciones en gran parte de Italia.
0:12:41 Todo el mundo tenía su arca de Noé.
0:12:44 Llegó el mes de febrero y no cayó una sola gota de agua.
0:12:49 Y Volter cierre ese artículo diciendo,
0:12:52 nunca se vio un mes tan seco.
0:12:56 Volter odiaba a los profetas.
0:12:59 Decía aquí mismo por ahí cerca, Volter, lo siguiente.
0:13:05 Cuando un hombre predice que el mes de febrero
0:13:10 será muy lluvioso y otro dice que será seco,
0:13:14 uno de los roces un profeta.
0:13:18 Bueno, ¿quién quiere dedicar estas historias
0:13:24 de pánicos injustificados, Oriol de Long?
0:13:28 A la gasina, Alejandro.
0:13:30 Ah, suelza pa' quien adivina.
0:13:33 A la pobre gasina, que era obligada a poner dos veces el huevo.
0:13:38 El mismo huevo, como suele ocurrir en algunas regiones ventosas.
0:13:51 Bueno, yo ahí y a los muchachos humildes de aquellas regiones
0:13:57 que no pudiendo como los poderosos construirse ni casillas
0:14:00 ni comprarse tierras altas,
0:14:02 querían rajar a lo pobre como se le ocurrirá de esto.
0:14:05 Esa es la desgracia.
0:14:07 Usted se haría un arca.
0:14:11 Yo?
0:14:14 Usted sí?
0:14:17 Mira, mira, va a venir el diluvio universal o particular.
0:14:28 Alcanza con esto.
0:14:29 Es un arco.
0:14:31 Una pequeña lluviz.
0:14:32 Enseguida me construiré un arco.
0:14:35 ¿Un arco?
0:14:36 O una arca.
0:14:38 Un arca en este caso.
0:14:41 Todos los correspondientes animales.
0:14:44 ¿Por qué es la obligación de llevarse los animales?
0:14:49 No bueno, para que el mundo continúe.
0:14:53 Se supone que uno construye el arco no solo para uno,
0:14:56 sino más bien para asegurar la continuidad de las especies.
0:15:03 ¿Usted suele varir entonces?
0:15:06 Bueno, más o menos una hembra.
0:15:08 Más o menos una hembra.
0:15:09 De cada especie.
0:15:10 De cada especie menos de la humana.
0:15:13 ¿Se varía solo?
0:15:18 Es el mismo género.
0:15:20 Dos gallinas.
0:15:22 Dos hembras.
0:15:27 Una más y otra.
0:15:28 ¿Usted roló menos de los animales que son malos?
0:15:32 Y no es cierto.
0:15:39 No se pone el vacilo de coja.
0:15:41 No, bueno pues que no.
0:15:43 Una animal.
0:15:44 En la naturaleza, Alejandro,
0:15:46 el ser bueno ser malo es un código moral.
0:15:49 Los animales no son malos.
0:15:51 No es que el león lo va a comer porque es malo.
0:15:53 Es malo que...
0:15:54 No es que me va a comer porque es malo.
0:15:56 Es malo porque me va a comer.
0:16:02 No, la maldad es un ejercicio casi intelectual.
0:16:06 La persona tiene que saber que está haciendo un daño,
0:16:08 hacerle otro apoyo.
0:16:09 El animal reacciona por instinto.
0:16:12 Señor, yo creo en la conducta nada más.
0:16:14 Yo soy aristotélico en ese sentido.
0:16:16 O sea, el seguro es malo.
0:16:18 Es malo.
0:16:19 Es la trama, no me importa por qué.
0:16:20 Me va a comer, no lo subo en el arca.
0:16:26 ¿Por qué se le van a quedar un montón de animales?
0:16:29 Sí, casi todo.
0:16:31 Sí, sí, iba la gallina.
0:16:33 Sí, ven gracias que era noe y no yo porque si no...
0:16:38 Sí, iba solito.
0:16:40 Aquí estábamos con tres, cuatro clases de animales.
0:16:43 Todo silenciosos.
0:16:45 ¿El perro seguro que no?
0:16:51 Bueno, hemos resuelto musicalizar esta charla acerca de falsas noticias sobre catástrofes
0:17:03 y con una canción criolla que se llama Mentiras.
0:17:08 Mentiras es el título y la escucharemos en la bellísima versión de Carlos Arbel.
0:17:14 Agrade.
0:17:33 Por qué vos lo callabas lindo a la gallina.
0:17:46 Yo que estoy tan buenato más de la fe del olor.
0:17:50 Y me trajo despacito la de los cabos.
0:17:56 Mucho poquiseñado, la de fuera de su estrada, que no es mi amor.
0:18:02 Mucho poquiseñado, la de fuera de su estrada, que no es mi amor.
0:18:08 Yo que la flor sale de la alegría, me conozco.
0:18:16 Que la tiempo respira, un ser su aduero.
0:18:24 Pero ésta vez, mi Dios la perro.
0:19:02 Vuelve entre la nieve de su cuantita que apriemo.
0:19:12 Y al darme el fin, caras, se sonrojo.
0:19:20 Mientras daba un repite, un mi corazón.
0:19:28 Pero ésta vez, perdí mi amor.
0:19:51 Ahora sé que son malas con mi cariño.
0:19:55 Me lo dijo mi madre porque me dio.
0:19:59 Una noche de luna por el cernero.
0:20:06 Oh, presiento tus labios, son por atero, pelófono.
0:20:16 Cuanto fuiste, la madre, un mi corazón.
0:20:24 Llorando como un niño, lo me brito.
0:20:32 Y ahora dame un perdimiento.
0:20:43 Ha cantado Carlos Garrel, mentiras.
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