Papas que fueron burlados

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos hoy de papas que fueron burlados.
0:00:05 Es claro, eh, burlaron papas. Se supone que el papa tiene a la divinidad
0:00:10 tan de su lado que resulta muy difícil engañarlo.
0:00:14 Y si se tienen cuenta que es infalible esta dificultad para engañarlo es mayor,
0:00:22 ya que una forma de falibilidad consiste en no advertir los engaños que se le hacen a uno.
0:00:28 Así que vamos a contar algunos episodios de órdenes no cumplidas,
0:00:33 de interpretaciones tendenciosas, de esas órdenes, etcétera.
0:00:37 Empecemos con Urbano Octavo.
0:00:40 Y digamos que San Francisco de Borja, tercer general de la compañía de Jesús,
0:00:45 había enviado en 1568 al padre Jerónimo Luis del Portillo
0:00:50 y a cinco compañeros para instituir la orden jesuita en Lima.
0:00:56 Y se instalaron, no más, los jesuitas en Lima.
0:01:00 Ya en 1623 los jesuitas comenzaron a levantar un templo,
0:01:04 hace ya centes, haya construido Colégio Máximo de San Pablo.
0:01:09 Ese año acababa justamente de subir al sodio pontificio Urbano Octavo.
0:01:15 El superior de los jesuitas limenios le mandó al papa urbano un memorial
0:01:20 sobre la construcción de la Nueva Iglesia,
0:01:23 y le pidió licencia al papa para poner una puerta en la fachada.
0:01:28 Le solicitamos permiso a su santidad para poner una puerta en la fachada.
0:01:33 A Urbano le extrañó aquella solicitud.
0:01:37 ¿Cómo le va a pedir permiso para poner una puerta en la fachada?
0:01:41 Y otorgó esa licencia pensando que los buenos jesuitas
0:01:45 querían mostrar su total adhesión al papa
0:01:48 con una prueba de humildad y su misión.
0:01:52 ¿Cómo serán de humildes estos jesuitas?
0:01:56 Que hasta me piden permiso para poner una puerta al templo que están construyendo.
0:02:01 Cuando los jesuitas le llegó esa licencia,
0:02:04 alzaron tres arcos en la fachada de Suigles y pusieron una puerta debajo de cada uno.
0:02:09 Ahora bien, los canónicos del cabildo limenio y los religiosos de otras órdenes
0:02:14 se indignaron porque sólo las catedrales tenían derecho a tener tres puertas frontales.
0:02:20 Esto era evidentemente un abuso.
0:02:23 Las iglesias como la recién construida sólo tenían derecho a dos
0:02:27 y los jesuitas fueron denunciados.
0:02:30 Bien, venimos en una denuncia, acá lo que es jesuita dice,
0:02:35 le pusieron tres puertas, le pusieron a la iglesia que construyeron.
0:02:41 Bueno, calló, no sé, la caa a nadie.
0:02:45 A lo que soy.
0:02:47 Escúcheme, cómo pone tres puertas, acá se piensa, y los jesuitas imperturbables
0:02:53 respondieron que tenían una licencia.
0:02:59 Ah, sí, a ver, muestremela.
0:03:02 Y le mostraron la licencia que les había mandado el papa para poner una puerta en la fachada.
0:03:07 Se le dijo, bueno, está bien que ese documento, bueno,
0:03:11 daba bien, pero era cualquier cosa menos una autorización para construir tres puertas.
0:03:16 A esta objeción, los jesuitas respondieron que teniendo derecho a dos puertas
0:03:21 sin necesidad de permiso alguno, la tercera era la que justamente habían pedido y recibido.
0:03:27 El papa urbano supo que había sido sorprendido
0:03:31 en su buena fe.
0:03:34 Pero como la dignidad exigía no aparecer burlado, dictó entonces el papa otra licencia.
0:03:41 Y en la nueva licencia otorgaba a la iglesia de la compañía de Jesús de Lima
0:03:46 el privilegio de tener tres puertas en su fachada, pero con la condición expresa
0:03:52 de no abrir nunca una.
0:03:54 Salvo casos extremos como incendios, etcétera.
0:04:01 El 3 de julio de 1638 esta iglesia fue consagrada
0:04:05 con la asistencia del virrey, el conde de Chinchón.
0:04:09 Disculpen, ustedes llamaban así.
0:04:13 Y en presencia de 60 jesuitas, de los más contentos,
0:04:17 y de los más fuertes de los que se han hecho,
0:04:20 la asistencia de 60 jesuitas, de los más contentos,
0:04:24 y varios dominicos muy envidiosos, y otros franciscanos también verdes, todo.
0:04:30 Extraordinaria maniobra de los jesuitas del día.
0:04:36 A mediados del siglo XVI el poder francés estaba dividido en dos grupos.
0:04:41 La Casa de los Guiza, eran católicos los guisas,
0:04:46 y los seguidores del Príncipe de Condé, que era el jefe del Partido Protestante.
0:04:51 Y hubo muchas luchas.
0:04:53 Allá por el año 1560 el Príncipe de Condé quiso hacer raptar al rey,
0:04:58 al rey Francisco II, con el objeto de alejarlo de los manejos de los guis,
0:05:04 los católicos.
0:05:06 El asunto derivó en varias traiciones, cambio de vando,
0:05:12 pero es importante que el rey se salvó, y los de guiza capturaron a todos los conspiradores,
0:05:19 y los conspiradores fueron ejecutados.
0:05:22 Una cosa muy correcta.
0:05:24 Aquel suceso fue conocido como la conspiración de Amboa.
0:05:29 Pío IV el Papa, quiso mostrar su alegría por el triunfo de los guis,
0:05:34 que eran católicos, y escribió una carta a Carlitos de Guiza,
0:05:40 y el segundo cardenal de Lorena, y ahora se obvió el poder range.
0:05:44 La carta acompañaba a un regalo, un regalo fabuloso, por cierto.
0:05:49 Se trataba nada menos que de un cuadro pintado por Miguel Ángel,
0:05:53 que representaba a la Virgen con el Niño.
0:05:56 Eso le mandaba a Pío.
0:05:58 El cuadro y una cartita mandaba al cardenal de Lorena.
0:06:06 Y le ordenó un correo que llevara el cuadro a Rames.
0:06:10 Muy bien, salió el correo con el cuadro bajo el orazo, pero sucedió lo siguiente.
0:06:15 Un hombre, que dijo pertenecer a la casa de Guiza,
0:06:21 interceptó el correo Papal, y le dijo que tenía ordenes de llevarse el cuadro.
0:06:27 El mensajero Papal no sospechó nada, y entregó la obra sin más del problema,
0:06:33 y le dijo que había que haber recibido.
0:06:35 Y le dijo que se traía el cuadro.
0:06:38 Yo soy acá amigo de Carlito de Guiza, el cardenal de Lorena,
0:06:42 así que dimelo el cuadro que el mensajero se lo dio.
0:06:47 En verdad, el que se hacía pasar por enviado el cardenal de Guiza,
0:06:51 era protestante el tiempo.
0:06:53 Era contrario, lo dijo Guiza.
0:06:55 Bueno, este señor se llevó el cuadro junto con la carta del Papa a Rames.
0:07:02 Pero en lugar de una obra piadosa de Miguel Ángel,
0:07:05 llevó otro cuadro, reemplazó el cuadro de Miguel Ángel por otro.
0:07:09 Y así el cardenal de Lorena recibió el paquete ahí con la carta,
0:07:18 estaba junto al cardenal de Tugnón, el duque de Montpancé,
0:07:22 varios guisas cuando llegó, le envió el Papa.
0:07:25 Le dio para toda la carta, ¿no es cierto?
0:07:27 La carta pontificia.
0:07:29 ¡No es cierto, no es cierto, que estoy contento!
0:07:32 Tiene razón, se la dimos a esos protestantes, una gran siente, no sé.
0:07:39 Dice, bueno, ahora voy a abrir el paquete para ver el cuadro de la Virgen
0:07:44 y el niño que me ha mandado el Papa.
0:07:46 Pero en vez del cuadro de Miguel Ángel encontraron otro cuadro,
0:07:49 donde aparecía el cardenal, Carlos, su sobrina,
0:07:55 la reina María Estuardo, casualmente esposa del rey Francisco II,
0:07:59 María antes de volver a Escocia, se escribió en la Corte de Francia
0:08:04 y se casó, estuvo casada con el rey Francisco,
0:08:06 hasta que Francisco se murió, según dicen algunos, por demasiado amor.
0:08:10 Bien, el caso que estaba entonces, ¿os qué nombró?
0:08:12 Carlos, su sobrina, la reina María, el rey Francisco,
0:08:16 la reina madre, catalina de Médici, justamente,
0:08:18 todos desnudos en medio de una espantosa orgulla.
0:08:22 El cuadro de Gabriel está pareciendo lo sabe.
0:08:25 La pintura fue enviada inmediatamente a la hoguera,
0:08:28 una lástima, porque sería interesante haberla guardado para verla.
0:08:33 Y se mantuvo un aferós enemistad entre Francia y el Papa,
0:08:38 porque todos creyeron que el Papa le había mandado ese cuadro para Jorobá.
0:08:42 Bueno, desde luego la enemistad duró hasta que un nuevo intercambio de correos
0:08:47 dejó en claro lo que había sucedido.
0:08:51 La última historia es la mejor.
0:08:54 Es la de 6º-5º, que fue Papa entre 1585 y 1590, poco tiempo.
0:09:01 Dice que era un tipo sencillo,
0:09:04 pero por ahí se enojaba, algunas cosas lo enojaba mucho.
0:09:12 Y había ciertos descuidos que no admitían.
0:09:16 Una de sus órdenes, orden que debía cumplirse rajatabla,
0:09:20 era que nadie podía llevar armas en presencia del Papa
0:09:24 y en las dependencias del Vaticano, bajo pena de muerte.
0:09:29 Desde luego la guardia quedaba fuera de aquel dictamen.
0:09:33 Pero cualquiera que entrara calzado a las dependencias del Vaticano,
0:09:39 se exponía a ser condenado al Muast.
0:09:42 Cierto día le fue anunciado que el hijo del Nucle de Parma,
0:09:48 el gobernador de los Países Bajos, Reynucho Farnesio,
0:09:53 que era...
0:09:56 Reynucho, sí.
0:09:58 Que era, desde luego, perteneciente a una de las familias más aristocráticas de Italia,
0:10:06 pedía ser recibido en... en audiencia.
0:10:12 El hijo del Nucle de Parma, Reynucho Farnesio.
0:10:17 Recuerden ustedes, era una familia, pienso, Julio Farnesio,
0:10:23 fue más importante.
0:10:25 El Papa, sí, aceptó.
0:10:27 Pero, desde luego primero, lo hizo registrar a Reynucho.
0:10:32 Y Reynucho había entrado calzado.
0:10:35 Llevaba armas.
0:10:37 Y lo metieron en cana.
0:10:39 Fue, pide una audiencia, no sé qué llevaría.
0:10:42 Un cuchillo.
0:10:44 Un revolver, no, qué veo.
0:10:46 No se había inventado todavía.
0:10:48 Había pistolas y...
0:10:50 Lo metieron en cana.
0:10:52 Hay en el castillo de Sant'Ángel,
0:10:54 ese redondo que hay por ahí.
0:10:56 El cardenal Alejandro Farnesio,
0:10:59 que era tío de Reynucho,
0:11:01 se enteró de la detención.
0:11:04 Y en el filo de Che, tu sobrino está en cana.
0:11:07 Corrió el cardenal, al Baticano, para pedir gracia.
0:11:10 Para pedir al Papa que lo perdonara.
0:11:12 Sabía que, sí, esto no permitía que se perdiera tiempo
0:11:16 en las ejecuciones capitales.
0:11:19 Parece que este Papa tenía por costumbre
0:11:22 mandar ejecutar rápidamente a los condenados.
0:11:25 Así que salió corriendo el cardenal
0:11:28 para ver si salvaba a su sobrino.
0:11:31 Pero llegó y el Papa se negó a recibirlo.
0:11:35 El cardenal insistió.
0:11:37 Mientras tanto, en el castillo de Sant'Ángel,
0:11:40 el prefecto ya había recibido la orden de ejecutar al prisioner.
0:11:44 Y Reynucho, que estaba enterado
0:11:47 de que su tío estaba tratando a lo largo del Papa,
0:11:50 resolvió hacer tiempo.
0:11:52 Mirá la pelota fuera.
0:11:54 Y le pidió a un sacerdote
0:11:56 hacer una confesión general de sus pecados
0:11:59 que se había ejecutado.
0:12:01 Desde luego les concedieron esa gracia.
0:12:04 Y Reynucho empezó a hacer una confesión
0:12:08 que empezaba con los primeros días de su vida.
0:12:11 Y parece que no terminaba nunca el tipo.
0:12:20 En la sede de Papá,
0:12:22 Sicto decidió por fin recibir al cardenal.
0:12:25 El Papa dijo, bueno.
0:12:27 Y le otorgó el perdón de su sobrino.
0:12:30 Pensando que aquel perdón
0:12:32 llegaría tarde y que Reynucho ya estaría muerto.
0:12:35 Pero no fue así.
0:12:37 Parece que a pesar de tener 20 años,
0:12:39 Reynucho había tenido una vida terrible.
0:12:44 Y seguía confesando.
0:12:50 Mientras tanto el tío con el perdón
0:12:52 se ha firmado por el pontífice
0:12:54 para el Santanche, lo había un don Autariano.
0:13:01 Finalmente, cuando llegó el tío,
0:13:04 todavía se estaba confesando, Reynucho.
0:13:09 Entonces el prefecto llegó de Jolibria
0:13:12 al Príncipe de Parma
0:13:14 y su tío, el cardenal, Alejandro Farnesio,
0:13:17 temiendo que el Papa cambiara de humor
0:13:20 dispuso en la puerta de la Fortaleza
0:13:22 unos caballos que se llevaron a Reynucho
0:13:25 en pocas horas fuera de los estados de la iglesia.
0:13:28 Y este fue el tercer Papa burlado.
0:13:32 Me gustaron estas historias.
0:13:34 Y la que más me gustó fue la última.
0:13:37 El tipo ese que
0:13:41 hizo una confesión larguísima
0:13:44 que le permitió salvar su vida.
0:13:47 Parecía el cuento de la princesa de la Mildra Noche.
0:13:50 Algo así, después de todo, Ceresade
0:13:53 también resolvió hacer un cuento tan largo
0:13:56 que fuera dilatando para siempre
0:14:00 su muerte.
0:14:02 Es muy cinematográfico este último historio.
0:14:06 ¿No se imagina?
0:14:08 Dos historias paralelas montadas.
0:14:12 El tío pidiendole audiencia al Papa
0:14:16 y Reynucho confesando, confesando.
0:14:21 Cuando tenía cinco años, no, cuando tenía cinco meses
0:14:25 desperté con mi llanto a mi madre.
0:14:29 Ese fue el primer pescado.
0:14:33 Parecía que terminaba bueno y se lo perdonó.
0:14:36 No quisiera irme a la tumba si el Reynucho
0:14:40 sin contarle este último y terrible pecado.
0:14:44 Resulta que una noche
0:14:48 vio el puente...
0:14:53 Yo conozco gente así
0:14:55 que tarda en contar una historia tanto que
0:14:58 parece que la confesión de Reynucho.
0:15:02 Bueno, ¿a quién quiere dedicar estas historias de papas
0:15:06 burlados en su infalibilidad?
0:15:09 Al tío de Reynucho, al cardenal Alejandro Farnese.
0:15:13 Hice lo suyo y le dijo que había que hacerse el vivo
0:15:17 con un papá en aquella época.
0:15:20 Y a los muchachos, a los jesuitas, a los de las tres puertas...
0:15:24 ¿Por qué me gustan los jesuitas?
0:15:26 A mí me gustan las tres puertas.
0:15:33 A mí me gustó Reynucho.
0:15:36 Además, llamarse Reynucho.
0:15:39 Si ya hay mucho que confesar, rey.
0:15:44 No hay límite para una confesión.
0:15:47 No hay límite para una confesión.
0:15:49 Eso no lo sé, usted tendría que saber lo mejor que yo.
0:15:51 Eso no se cura.
0:15:53 Usted tiene 45 minutos.
0:15:55 Se te cuene un 45 minutos.
0:16:01 Se cura cuando, por ejemplo, uno se eterniza
0:16:03 en la confesión.
0:16:05 Entonces se te perdono todo, incluso lo que no más que un tado.
0:16:08 Y tal vez que te vayas en este acto.
0:16:11 Siempre cura lo que puede hacer.
0:16:13 Es abrir despacito la puerta del confesionario.
0:16:16 Bueno, y tomarse la...
0:16:19 Dejándolo al tiempo confesándose...
0:16:22 Confesándole a nadie.
0:16:24 Después de todo lo importante, es el propósito de enmienda
0:16:27 y el arrepentimiento de que está confesando.
0:16:29 No tanto los oídos del parroco.
0:16:33 Y la tenitencia que la otorga.
0:16:35 Y después vuelve el tipo a las dos horas vuelves.
0:16:38 Va a dormir una sienta.
0:16:42 Incluso pueden tornar, confesores.
0:16:47 Ah, que sé yo.
0:16:48 Un rato cada uno, una hora cada uno.
0:16:50 Y el último le da la penitencia.
0:16:53 La penitencia es nada más para quedar bien con el comisario.
0:16:57 Se usa mucho el muñeco de cera también vestido.
0:17:01 ¿Usted alguna vez se confesó?
0:17:06 ¿Y le iba a preguntar qué penas le habían dado?
0:17:08 No, nunca, nunca, nunca.
0:17:10 No, no, no, no, no he comulgado así que no puedo confesarme.
0:17:18 ¿Pollo?
0:17:20 No, me voy a ir al infierno acá.
0:17:23 Está apentiendo de eso.
0:17:25 ¿Podríamos aprovechar que el viernes vamos a lujar?
0:17:29 ¿Por qué no lo confesamos ahí?
0:17:33 No, pero puedo, si yo he visitado algunos lugares santos,
0:17:36 así que por ahí me ligué a alguna indulgencia, igual.
0:17:39 ¿Aquí sin dónde anduvo?
0:17:41 En el Urdes, estuvo.
0:17:42 Claro, esos lugares santos, no sé, anduve por casi todos los lugares santos del mundo.
0:17:46 Así que a lo mejor el que visita esos lugares,
0:17:49 si, de rebote, le ligan a alguna indulgencia, igual.
0:17:53 Vivía yo al lado de una iglesia, así que,
0:17:56 por lo menos los rumores de la misa me han cegado.
0:18:05 A veces cuando vienen aquí,
0:18:07 cuando vienen algunos curas que escuchen el programa,
0:18:11 que son amigos acá, a veces les digo a algunos de ellos,
0:18:14 padre, ¿ustedes que tienen acomodo?
0:18:16 A ver, me perdonar algo.
0:18:21 Bueno, hemos ido a la discoteca a buscar un tango relacionado con estos episodios,
0:18:26 e inmediatamente descubrimos el tango, me da pena confesarlo.
0:18:30 Que ha sido escrito pensando en este episodio de Reynucho,
0:18:35 y quizá es una transcripción de la confesión de Reynucho.
0:18:41 Nace el hombre en este mundo remanjado por el destino,
0:18:45 no está mal como para empezar una confesión.
0:18:48 ¡Pues yo cura, lo perdono!
0:18:50 ¿Seguire, imagínense, viene un tiempo...
0:18:52 Padre, padre, nace el hombre en este mundo remanjado por el destino.
0:18:58 Ahí dice, usted es pecador pero poeta.
0:19:03 Escucharemos, sin embargo, una versión del tango Me da Pena Confesar,
0:19:06 o que elude esta letra,
0:19:08 con el pretexto de que no hay cantor y si guitarista.
0:19:13 Sí, entonces escucharemos al querido Juanjo Domínguez,
0:19:17 en su versión de este hueso tango de Carlos Gardel,
0:19:21 que se llama Me da Pena Confesar.
0:19:57 Me da Pena Confesar.
0:20:27 Me da Pena Confesar.
0:20:57 Me da Pena Confesar.
0:21:27 En la venganza será terrible, hemos escuchado Juanjo Domínguez interpretando,
0:21:34 Me da Pena Confesarlo.