Transcripción automática
0:00:00 Vamos a contar algunas historias de papas que fueron burlados, en cortífices burlados.
0:00:08 Así que empezaremos en el año 1652.
0:00:15 Y empezaremos hablando de un compositor, Antonio Alehi, que fue un músico importante de la capilla sisténa.
0:00:24 En ese año 1652 se murió. Había compuesto un miserére que fue utilizado mucho en la liturgia tradicional romana, sobre todo en Semana Santa.
0:00:35 Lo tocaban en Jueves Santo, Lleras Santo y el Sabo de Gloria.
0:00:40 Dicen que la composición de alegría era una obra extraordinaria, que el papado se cuidó de guardarse losamente para así propias.
0:00:48 Se prohibió bajo las más severas penas que esa composición saliera de la capilla sisténa.
0:00:55 Quiere decir que no se permitía hacer copias.
0:01:01 Durante muchos años fue respetada esa prohibición y solo los privilegiados que estaban en San Pedro durante los topísios de Semana Santa
0:01:09 podían disfrutar del miserére. Dicen que no se tocaban los bailones o ninguna cosa.
0:01:14 Pero pasaron los años y en 1770 pasó por la capilla sisténa nuestro amigo Mozart.
0:01:23 Estaba de viaje por Italia con su papá, con Leopoldo.
0:01:27 Tras instalarse en la ciudad, los dos marcaron en la vacílica para presenciar los oficios de la mañana.
0:01:34 Y era Jueves Santo.
0:01:36 En medio de la misa, vieron como el papá Clemente, deponía sus ornamentos más ricos y con una toalla empezaba a lavar de las patas,
0:01:47 algunos pobres, el famoso lavado de pie, que suele ocurrir en los pobres.
0:01:52 En realidad eran dos pobres.
0:01:55 A la hora de la comida, el vodka en que leó Paul Mozart,
0:02:00 lograron acceder al lugar donde los cardenales tomaban la colación
0:02:06 y gammaron la atención de uno de ellos, el cardenal Colabicini, que los invitó a sentarse.
0:02:14 Emperados de quienes eran, el cardenal los presentó a otros cardenales que los trataron con gran diferencia.
0:02:23 Incluso les recomendaron volver a San Pedro por la tarde para asistir al oficio de las tinieblas,
0:02:28 donde se ejecutaría la exclusiva música de Antono Alegri.
0:02:35 Ya la tarde volvieron y Mozart quedó impresionado a la vida la composición de Alegri.
0:02:42 Cuando volvió a su hospedaje escribió lo que recordaba que era todo.
0:02:50 Incluso empezó a cantar junto con su padre algunas voces, probaron la violina, algunos pasajes
0:02:57 y algunos clárigos vecinos escucharon horrorizados la ejecución de la música prohibida
0:03:03 y advirtieron a los hombres más cercanos al paco a temes, igual que se panaron la composición.
0:03:11 Mozart, por su parte, quiso asegurarse de no tener imperfecciones
0:03:15 y pidió a su padre volver a San Pedro al día siguiente para hacer unas correcciones a su copia.
0:03:21 Y así, con los apuntos de la bífera, Mozart fue a Misa y esperó que se cantara el Misenere.
0:03:27 Y en un momento lo rodearon varios clárigos y varios guardias.
0:03:34 Violentamente le arrancaron la partículura prohibida y los llevaron capatadas hasta donde estaba tremendo.
0:03:42 El papa estaba fluyoso. La divulgación del secreto de aquella partículura lo debilitaba.
0:03:49 Se había tomado esa banalidad como asunto grave.
0:03:55 Los opositores acusaban a Clemente de permitir jugas y grietas en la estructura bacicana
0:04:03 y lo que había sucedido con la música de alegría era un buen ejemplo.
0:04:07 Nadie había conseguido aquellas notas con 150 agres.
0:04:11 Pero la desesperación del papa terminó cuando Mozart declaró que había escrito la partículura de memoria.
0:04:17 Es decir, que no había recurrido a ningún incidente.
0:04:21 Fue sometido a varias pruebas para certificar su talento y la ausencia de un robo.
0:04:28 Y Clemente quedó tan impresionado que decidió confedirle a Mozart la orden de la escuela de oro,
0:04:34 una de las más importantes con decoraciones pontificias, que daba derecho al título de caballero.
0:04:40 Digen que Gluke había sido distinguido con el mismo honor
0:04:45 y no perdía ocasión de lucir públicamente su meralla de caballero papá.
0:04:49 Mozart, en cambio, no se atrevió a mostrar a sus compatriotas por miedo a que se burlaran de él más tarde la perdió.
0:04:58 Lo que más me gustó es que Mozart haya perdido esa gónde con así.
0:05:09 Otro que se burló de un papa fue, pues a esa vez con toda intonición, nuestro amigo, el Miguel Ángel.
0:05:17 ¿Cómo sabemos que Miguel Ángel trabajaba para Cuyo Segundo?
0:05:21 Sí, él trabajó para varios papas, pero para Cuyo Segundo.
0:05:24 Quizá la obra que le encargó Cuyo Segundo marcó su vida con una enorme desgracia.
0:05:32 Entonces, sí que algunos diógracos de Miguel Ángel así señalan al periodo en el que Miguel Ángel trabajó para Cuyo.
0:05:42 Una verdadera desgracia.
0:05:44 El papa le había encargado que le construyera un monumento a Cuyo Segundo.
0:05:51 A ver, se construyó un monumento sepulcral, así cuando me muera, me quedaba bien piola.
0:05:58 Miguel Ángel diseñó un proyecto de dimensiones colosales como convenía a la que la quieren, el futuro finado,
0:06:06 y este proyecto fue puesto en martes de 1506.
0:06:09 Se había encargado el mismo Miguel Ángel hasta de elegir personalmente los mármoles en los montes de Carrada, en Atoscalo.
0:06:17 Un famoso mármol de Carrada, de que tanto se habla.
0:06:21 Parece que el papa se empeñaba al mismo tiempo en darle otras ocupaciones por las que lo apagaba constantemente.
0:06:29 Finalmente, Miguel Ángel se fastidió, discutió como Cuyo Segundo abandonó Roma y se fue a Florencia.
0:06:37 Un año duró esta ausencia, hasta que lo localizaron unos agentes del papa que lo llevaron a patates los talones, ante la presencia de Julio.
0:06:49 Y Miguel Ángel fue más o menos obligado a trabajar con un estatua de bronce de Julio, para ser colocada en la puerta de la Catedral de Bologna.
0:06:57 Miguel Ángel empezó a trabajar y explegó su burla.
0:07:01 Diseñó a Julio Segundo, rodeado exageradamente de libros, plumas y todos los símbolos que remitieran al saber escritural.
0:07:13 Y esto tenía su razón en lo siguiente. Julio Segundo de Casiana Alvabeto.
0:07:18 Era una vez.
0:07:21 Erasmo de Rotterdam, ya había dedicado incluso un esfigrama, en el que decía que el papa prefería el vino a las letras.
0:07:30 Los humanistas recordaban a papas como Nicolás V, Pio Segundo, que eran extraordinariamente enestrados,
0:07:36 y veían en Julio a un papa indigno, porque caricía de toda la cultura libreja.
0:07:43 Cuando Julio vio el diseño, captó que lo estaban cargando.
0:07:49 Miguel Ángel en realidad esperaba una reacción que lo expulsara de Roma.
0:07:54 Lo había hecho un propósito para hacerlo en Balaz.
0:07:57 Pero Julio Segundo reaccionó con enorme grandeza.
0:08:01 La respuesta fue franca y directa.
0:08:04 No se lea. Poneme una espada.
0:08:08 Me equime una espada.
0:08:10 Y se ha retirado.
0:08:12 Liempo más tarde, como sabemos, el papa y el Miguel Ángel se reconciliaron.
0:08:20 Miguel Ángel siempre tuvo problemas con todos los pasos.
0:08:24 Última historia.
0:08:26 Seguro un hombre, el pobre Miguel Ángel, abrumado por los trabajos que le encarga, porque en realidad no era rico ni mucho menos.
0:08:35 Andaba siempre con problemas de plata.
0:08:38 Su padre, por ejemplo, y su familia vivían prácticamente a sus espencias.
0:08:48 Ya y andaba cumpliendo malamente con los encargos que le hacían.
0:08:53 No alcanzó nunca a estar tranquilo.
0:08:56 Además, como tardaba mucho en hacer sus cosas, sufría extraordinariamente.
0:09:03 Cómo sabe cualquiera que haya leído el otro fantoso drama de El Michelangelo cuando pintó la cita.
0:09:13 Y ahí tenemos la película de tal papa que ya son a cada rato a ver si termino unas panzas.
0:09:21 La última historia tiene por protagonista al papa Sipto Quinto, que es casi un oxímaron.
0:09:29 Sipto Quinto fue papa después del 1565.
0:09:36 Era un hombre de négulo y de trato sencillo, pero no admitía alguna manera.
0:09:44 En realidad era bastante cruel que tanto.
0:09:48 Porque una de sus órdenes que debía cumplirse a Rajatabla era que nadie podía llevar armas en presencia del papa y en la dependencia del africano.
0:09:58 Esto bajó pena de muerte.
0:10:00 Que lo agarraban con un cuchillo bajo el poncho en el africano, lo liquidaban.
0:10:05 La guardia quedaba por supuesto que era aquel dictamen.
0:10:09 La guardia sí iba a armarlo.
0:10:11 Pero vos andabas a caír en el africano y por el periodo te he registrado.
0:10:15 Donde te encontraba un bufoso.
0:10:20 Cierto día de Juan Huciado a Sipto,
0:10:23 que el hijo del duque de Parma, el gobernador de los Países Bajos,
0:10:27 Reynucho Farnasio, pedía a ser recibido en la audiencia.
0:10:32 Y se dice, ahí vino el gobernador de los Países Bajos, Reynucho Farnasio, que quiere ser recibido.
0:10:40 Y Sipto aceptó, pero hizo que el principio fuese primero registrado.
0:10:45 Y resulta que Reynucho llevaba armas.
0:10:50 Contraron ahí que se dio un cuchillo, una fariniera,
0:10:54 y lo metieron preso en el castillo de Sant'Angelo, que todos ustedes conocen.
0:10:59 El redondo de ese.
0:11:01 Están riendo arriba.
0:11:03 El cardenal Alejandro Farnasio, que era el tío de Reynucho,
0:11:06 enteró de la detención.
0:11:08 Me fueron enseguida a contar a él y dice,
0:11:11 que se llevaron preso al Reynucho, que es así.
0:11:14 Y corrió al Vaticano para pedir al Papa por la vida de su sobrismo.
0:11:21 Sabía que Sipto no permitía que se perdera tiempo en las ejecuciones capitales.
0:11:27 De decir, que te encontraban el cuchillo y que se captaban, pasaba media hora.
0:11:33 Así que había que ir a pedir gracias rápidamente, porque si no, ya era final el tiempo.
0:11:38 Pero el Papa se negó a recibir al cardenal de Alejandro Farnasio, el tío.
0:11:42 Pero Alejandro insistió, no, y valía el que se dio.
0:11:45 Mientras tanto, en el castillo de Sant'Angelo,
0:11:48 el prefector ya recibió la hora de ejecutar al prisionero.
0:11:51 Y dice, mate la vida.
0:11:52 Me encontré un cuchillo y me mate la vida.
0:11:55 Y Reynucho, que sabía de los intentos de Sipto o los conjeturaba,
0:11:59 hizo lo siguiente.
0:12:01 Solicitó un sacerdote para hacer compresión general de su pecado.
0:12:06 Momento.
0:12:08 Me mate, pero me había compresado.
0:12:10 Es una cosa que encima me va a dar el infierno.
0:12:13 Y Reynucho empezó a hacer una compresión desde sus primeros días.
0:12:20 Pero no terminaba nunca.
0:12:22 Fue la de Sant'Angelo, nace de Papal, Sipto, por fin, después de mucho rato,
0:12:27 decidió recibir al cardenal Alejandro Farnasio.
0:12:30 Y también dio otro golpe, donde su sobrino,
0:12:33 pero se lo trogó pensando que era su sobrino, la fila.
0:12:36 Y hace cuatro horas, dice, se lo llevaron a saber dónde era su sobrino.
0:12:40 Sí, lo perdonó.
0:12:42 Pero no, pues así.
0:12:44 Porque a pesar de tener 20 años, parece que Reynucho había tenido una vida aerada.
0:12:49 No había una vida complicada.
0:12:53 No había terminado de confesarse
0:12:56 cuando llegó su tío con el perdón firmado por el pontificio.
0:13:01 Y el prefecto lo tuvo que dejar libre al príncipe de Parma,
0:13:05 que había estado confesando pecados durante casi medio día.
0:13:11 Y eso era...
0:13:13 Y la escuela de compresión más larga de la historia.
0:13:17 De todos modos, el tío, el cardenal Alejandro Farnasio,
0:13:21 temiendo que por ahí el papa cambiara de humor,
0:13:24 puso ahí en la puerta la fortaleza unos caballos,
0:13:28 y se fueron al galoppe fuera de los estados de la Iglesia.
0:13:34 La Iglesia en aquel entonces tenía jurisdicción circular sobre unos territorios.
0:13:40 Así que en una palabra salieron rajas.
0:13:43 No está mal, entonces, cuando uno sabe que va a ser ejecutado,
0:13:48 empezar a confesar.
0:13:51 Y hacer durar la confresión una vida.
0:13:55 Y no está mal, si uno fuera, yo, por ejemplo,
0:13:59 siendo que no soy un hombre ni siquiera dotado por la malignidad,
0:14:04 siempre será confesar mis pecados,
0:14:08 y si tuviera memoria para recordarlos,
0:14:11 y decencia para admitirlos como tales,
0:14:14 pues podría pasarme tanto como he vivido.
0:14:20 Incluso creo que tardaría más en contarlos.
0:14:23 Los pecados los he cometido con mayor rapidez
0:14:25 de lo que tardaría en contarlo.
0:14:33 Estoy pensando en estos momentos en las confesiones,
0:14:36 en aquellos que han escrito confesión,
0:14:40 Piensan Sarangostin, en el Ruso,
0:14:44 y piensan algunos que piensan confesiones
0:14:48 que aparentan ser de sus pecados,
0:14:50 pero son confesiones de subitures.
0:14:52 Como las contestaciones que dan los actores
0:14:55 ante los reportajes.
0:14:57 El orden de mi peor pecado es ser demasiado sincero.
0:15:03 Piensan la confesión así.
0:15:06 Es pepable, es pecado.
0:15:09 ¿Qué ha sido ese hijo?
0:15:11 He sido demasiado generoso, padre.
0:15:14 He confiado en mis amigos, padre.
0:15:16 He amado demasiado.
0:15:18 He creído en el género humano.
0:15:21 Espero que por suerte mi presencia en la tierra sirva
0:15:25 para justificar el mundo ante el señor.
0:15:32 Dice el actor pulano.
0:15:35 Para contar lo malo que...
0:15:37 Ni te digo lo que dice cuando habla bien.
0:15:40 Pero a pesar de eso tengo algunas virtudes también, padre.
0:15:43 No, que me caso.
0:15:45 Si lo hemos pecado todo, es verdad, ¿no?
0:15:48 ¿Tienes que utilizar este muchacho Alejandro
0:15:51 con su propia historia el mecanismo cerezal, no?
0:15:56 Dilatar un suceso en base a narraciones.
0:16:00 Después de una confesión es también una narración.
0:16:04 Es preferible que sea una narración.
0:16:06 Y se nace que para hacer tiempo a algunos pecados
0:16:08 no lo sabía cometido también.
0:16:12 Es probado.
0:16:14 Bueno, a quien dedicar esta charla
0:16:17 a nuestro amigo Mosas
0:16:20 que copió de memoria
0:16:23 el famoso Plaza Misevere
0:16:26 de Don Antonio Alegría.
0:16:30 Lo siento ya.
0:16:38 Y también
0:16:41 a ese amigo Arraín Ucho,
0:16:43 de la confesión larga, y a Miguel Ángel
0:16:46 que está por ahí
0:16:49 esculpiendo monumentos a Julio II.
0:16:52 La fe de Julio no está mal, ¿eh?
0:16:55 No, no está mal.
0:16:57 La fe de Julio no está mal tampoco, ¿no?
0:17:00 Preocuparse por la forma de su tumba
0:17:02 es una forma de confiar
0:17:05 en la prolongación de la conciencia individual.
0:17:09 Hemos sido a la discoteca
0:17:12 y le ha faltado el miseréreo.
0:17:14 Antonio Alegría, pero no lo que hay en el mundo.
0:17:18 No, si no lo viste.
0:17:20 No lo dejan salir de la discoteca.
0:17:23 Acá el dueño de la radio
0:17:26 prohibió que lo sacaran
0:17:29 porque prohibió las copias e incluso que lo ciflaran
0:17:32 y en memoria cosa que
0:17:36 no va a ocurrir, por cierto.
0:17:39 Y la gente trabaja hace 20 años en la discoteca
0:17:42 y no va a copiarla con un par de sitios.
0:17:54 Bueno, pero sí,
0:17:57 hablando de la confesión de Rey Mucho,
0:18:00 vamos a escuchar el tango Me da pena confesarlo,
0:18:04 que es probablemente un tango
0:18:07 que cantaba, que su escripción cancurriaba
0:18:10 y de hecho es de pecado y pecado,
0:18:13 para hacer todavía más extensa su confesión.
0:18:17 Así que Carlos Arreitan, caso tango,
0:18:20 me da pena confesarlo, como ilustración
0:18:24 de este catálogo de Papas Buzlados.
0:18:28 Y hemos querido poner el tango Papas Caliente
0:18:31 de Eduardo Arolas, pero
0:18:34 la versión fue su traída de nuestra discoteca.
0:18:39 Adelante, entonces, don Carlos, con Me da pena confesarlo.
0:19:09 Bueno, pero sí,
0:19:11 hablando de la confesión de Rey Mucho,
0:19:14 que es probablemente un tango
0:19:17 que cantaba, que su escripción cancurriaba
0:19:20 y de hecho es de pecado y pecado,
0:19:23 para hacer todavía más extensa su confesión.
0:19:27 Y, por cierto,
0:19:29 hablando de la confesión de Rey Mucho,
0:19:32 que es probablemente un tango
0:19:35 que cantaba, que su escripción cancurriaba
0:19:38 y de hecho es de pecado y pecado,
0:19:41 para hacer todavía más extensa su confesión.
0:19:44 Y, por cierto,
0:20:03 Si no puedas el recurso de tu madre sangrida,
0:20:07 te acuerdas de esta vida con sentida emoción,
0:20:11 no era yo quien aguantaba esta triste situación,
0:20:15 ni el que así se contemplaba,
0:20:17 y abriste el corazón,
0:20:19 pero hay cosas compañero que ninguno la comprende.
0:20:23 No ves el afíe, el dolor para ir,
0:20:27 como a ver que haciendo alar,
0:20:29 que decorar, que el sufrir,
0:20:31 lo que más sabe cobardes por el amor de no morir.
0:20:37 Le da pelo a confesarlo,
0:20:41 pero es triste que canto,
0:20:45 el reír que te enabajo,
0:20:49 derrota, hui para viejo,
0:20:53 no es de otra lamentable,
0:20:56 pero al ver y confiar lejos,
0:21:00 sin poderlo travesar,
0:21:03 no todo sin querer el dolor.
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