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1 de Agosto de 2005

Para ahorrarse la consulta al médico

Transcripción automática

0:00:00 el sueño truco de Alejandro II.
0:00:04 Vamos a contar un asunto amoroso y tágico de la vida de Sar,
0:00:09 Alejandro II.
0:00:11 A modo de cuadro de situación,
0:00:13 digamos que en 1855 llegó al trono de Alejandro II, que fue conocido
0:00:18 como el Sar Liberador,
0:00:21 porque en 1861 concedió la libertad de los siervos,
0:00:25 el siervo de la tierra, con su famoso édito de emancipación.
0:00:30 Parece que fue un autor liberal,
0:00:33 atento a lo que sucedía en Europa Occidental,
0:00:37 una entusiasm reformador que quiso dar una constitución más o menos burguesa.
0:00:43 Alejandro, cuando todavía era Sarévix, ese príncipe,
0:00:46 se casó con la princesa María de Geste,
0:00:49 Darme Stadret.
0:00:52 Esto sucedió en 1841.
0:00:56 Le costó que su padre, el Tarnico, las primero,
0:01:00 aceptara el sabor a la que María de Geste darme Stadret,
0:01:04 porque la ascendencia real de María era un poco rosa.
0:01:10 Pero Alejandro se mantuvo firme,
0:01:13 estaba perdidamente enamorado de ella
0:01:16 y dijo que si no le permitían ese casamiento,
0:01:19 renociaría el trono.
0:01:21 Y hubo entonces casoario.
0:01:25 En los siguientes ocho años, Alejandro y María tuvieron ocho hijos.
0:01:32 Desde luego la belleza de María se esfumó ante tanta actividad.
0:01:41 Mientras se le esfumaba la belleza,
0:01:43 le crecía el interés por la iglesia ortodoxa.
0:01:47 Así que el príncipe Alejandro, aburrido, empezó a tener amantes,
0:01:51 entre las amas de la corte.
0:01:53 Anduvo con una mujer llamada Olga Kalinostalla.
0:01:58 También anduvo con la princesa Alejandra Dolgoruki
0:02:02 y también con la hermana de su mujer, con la cuñada.
0:02:07 Su cuñadita se llamaba Catalina y tenía 16 años.
0:02:14 No era la cuñadita, era la hermana pero de Alejandra Dolgoruki.
0:02:19 Ah bueno, me había asustado, disculpe.
0:02:23 Desmiento categóricamente que el sal Alejandro haya andado con la hermana de María,
0:02:31 sino con la hermana de un anterior amante, Alejandra Dolgoruki.
0:02:36 Catalina tenía 16 años, era indiscutible, entermosa
0:02:41 y se convirtió en el amor de su vida.
0:02:44 No decirte la suya, no.
0:02:49 Durante años, incluso cuando Alejandro se convirtió en Tar,
0:02:55 se encontraba en secreto con Catalina en una piecita medio miserable
0:03:00 que quedaba en la planta baja del palacio invierno.
0:03:03 Bueno, está miserable, no debía ser en si quedaba en la planta baja del palacio invierno, escuchen.
0:03:08 Los encuentros se descubrieron, yo como es.
0:03:12 Y el asunto se transformó en un escándalo nacional.
0:03:16 Un miembro de la familia real calificó a Catalina de aventurera entregante.
0:03:23 Pero al ser no le importó nada que ningún bolsar.
0:03:26 Declaró a Catalina su esposa ante Dios.
0:03:29 Y, enamorado, dedicó sus horas a escribirle cartas de amor a francés.
0:03:35 Varias al día.
0:03:37 En 1862, Catalina dio a luz el primero de los cuatro hijos que tuvo con Alejandro.
0:03:43 Algunos años más tarde, teniendo por la seguridad de su segunda familia,
0:03:48 Alejandro instaló a Catalina en el palacio, en unas habitaciones situadas
0:03:54 exactamente encima de los aposentos de su mujer,
0:03:58 que entre paréntesis estaba muy enferma de tuberculosis.
0:04:02 Cuentan que la pobre marida oía los ruidos causados por los juegos
0:04:07 de los hijos de la amante de su marido.
0:04:10 No hay peor cosa que estar enferma y escuchar en las habitaciones de arriba
0:04:16 los ruidos que causan con sus juegos los hijos de la amante de nuestro marido.
0:04:25 La Catalina murió en 1880.
0:04:28 Alejandro esperó el mínimo de 40 días que exigía la ley y se casó con Catalina.
0:04:33 Poco después del casorio, Alejandro quiso que se elevara a su nueva esposa al rango de emperatriz.
0:04:40 Parece que de todos modos Catalina no la pasaba muy bien en la corte.
0:04:44 El resentimiento de los nobles se había intensificado después de la boda.
0:04:49 Cuando el tal enfermaba de cualquier cosa a los médicos que eran contrarios a Catalina,
0:04:54 apuntaban que los existos en las relaciones sexuales
0:04:59 eliminaban la fuerza necesaria para los asuntos de estado al tal.
0:05:04 En aquel tiempo todavía se creía que las relaciones íntimas producen alguna clase
0:05:12 de enfermedad o de menoscabo en la salud.
0:05:17 Hoy sabemos perfectamente qué es cierto.
0:05:20 No, al contrario.
0:05:23 Según el protocolo como hermosa morganática que era,
0:05:28 Catalina debía ceder el paso a todos los grandes luques y las grandes luquesas.
0:05:34 En las comidas no podía sentarse frente al ZAR, sino que tenía que ubicarse al final de la mesa.
0:05:40 Para Alejandro esa situación no podía tolerarse más.
0:05:43 Pero lo cierto es que no era posible transgredir las modalidades del ceremonial
0:05:49 sin perturbar a otros nobles de los cuales era preferible seguir teniendo aposo.
0:05:55 Cansado esta situación, el ZAR Alejandro había planeado algo que fue comunicado a unos pocos.
0:06:02 Pretendía una vez con sagrada Catalina como emperatriz,
0:06:07 abdicar en favor del duque heredero y marcharse de Rusia con su mujer y su hijo.
0:06:13 ¡Qué tanto!
0:06:15 ¡Santa... qué tanto!
0:06:18 ¡Veis decir una barbaridad!
0:06:20 Su sueño era establecerse en lista donde iban muchos rusos por el sol.
0:06:29 A buscar el sol, a los rusos les atrae mucho el sol.
0:06:34 Ya había conseguido una lista de propiedades en venta el ZAR Alejandro,
0:06:38 para comprarse alguna casuta en mesa.
0:06:42 Pero Alejandro era un ZAR y como tal encarnaba un tenisimio.
0:06:47 Y para muchos ese principio debía desaparecer.
0:06:52 A mediados del siglo XIX habían aparecido los primeros movimientos milistas.
0:06:58 En Rusia se llamaba así a los muchachos que consideraban que la sociedad bajo los ZARs
0:07:04 era atrasada y opresiva y que debía revolucionarse.
0:07:09 En tiempos de Alejandro II había una agrupación que se llamaba Laronaya Volia,
0:07:16 que como bien sabemos significa la voluntad del pueblo.
0:07:20 Eran más bien terroristas.
0:07:22 Estos aparecieron allá a filales de la década de 1870
0:07:33 y propiciaban el terrorismo.
0:07:39 Otros no, otros revolucionarios.
0:07:47 A esa época que era una época muy, muy politizada.
0:07:50 El nuevo lector de Rusia se fue politizando.
0:07:54 Allí empieza a ser una de las sucesivas revoluciones que terminaron en 1917.
0:08:01 Porque comenzaron.
0:08:03 Bueno, algunos eran más bien intelectuales y por ahí se iban al campo.
0:08:10 Pero se iban no tanto a conscientizar a los campesinos,
0:08:17 por los cuales tenían por otra parte una especie de respeto santo.
0:08:21 Todavía se tenía la idea de que el campesino era la esperanza de la revolución.
0:08:25 Después se tuvo la idea contraria.
0:08:27 Pero más que nada apareció una peregrinación para dibujar una especie de sabiduría
0:08:33 que estos intelectuales de la ciudad pensaban que recibían el campo.
0:08:38 Al día en el año 1861, en San Alejandro,
0:08:43 y luego eran los campesinos que eran ciegos de la tierra.
0:08:46 Estaban condenados a perdonar en la tierra en donde trabajaban.
0:08:50 Y les permitió trabajar en algunos casos las parasilas que estaban reservadas para ellos,
0:09:00 cada pueblo, y seguir a captarme por eso una especie de consejo original que se llamaba el NIR.
0:09:10 El resultado fue que la emancipación no fue tal o no fue tanta.
0:09:16 Porque de algún modo quedaban los tipos atrapados.
0:09:20 Atrapados porque incluso para resarcir a los dueños anteriores de esa tierra que se le destinaba,
0:09:26 se había destinado un dinero y parte de ese dinero lo ponían los propios emancipados
0:09:34 de lo que trabajaban, así que tenían una especie de regula permanente.
0:09:38 Es cosa medio burocrática que hacía muy difícil que alguien se fuera.
0:09:44 Lo que sí hacía mucho era por ahí irse por temporada.
0:09:48 La temporada donde no se sembraba se las tomaban a elaborar a Moscú temporariamente.
0:09:52 Y ahí no me empieza a gestarse el modesto prioritario que después iba a hacer una participación decisiva en la revolución.
0:10:06 Pero bueno, estos tipos de la voluntad del pueblo eran pesados.
0:10:12 Eso creía que había que le quiera lanzar, redondamente, asesinato de Alejandro Segundo, que había tanto crimen.
0:10:22 Eso creía que este crimen iba a provocar tal conmoción que el régimen caería y que sobre los escombros del talismo se levantaría un gobierno popular.
0:10:32 Conspiradores de aquel entonces, Alejandro Michailov, Nicolás Tvallchik, Andrés Neliabov, había también una mujer, Socía Peróv, que se llamaba.
0:10:46 Esto son los principales.
0:10:49 Pero al final los que se iban a acercar al sal para matarlo eran unos peches, unos subordinados, no eran de la Plana Mayor de la Voluntad del Pueblo.
0:11:00 Decidieron arrojar bombas contra el sal en uno de sus traslatorias diarios desde el palacio hasta, no sé, Cixotisina.
0:11:07 La cosa fue así, en una parada del paseo se produjo una explosión tremenda.
0:11:13 El sal que iba en su carroaje salió hileso y vio a Doscos Sarkozy, un pastelero muerto por la detonación.
0:11:21 Corrió Alejandro hacia los heridos.
0:11:24 Mientras tanto los oficiales apresaron a un tal Rizakov, que era el que había lanzado la bomba, pero que no había tenido mucha precisión.
0:11:34 Se le suplicó al sal que se fuera de aquel lugar a toda velocidad, pero Alejandro piso ver de frente al hombre que había querido matarlo.
0:11:42 Y se encontró con un adolescente aspecto insignificante.
0:11:46 Y como si se dirigiese a un lindo mal educado, según cuenta los testigos, Alejandro II preguntó a Rizakov,
0:11:57 fuiste chupi en la rojola bomba, qué bonito.
0:12:01 Y en ese momento alguien preguntó al sal si no estaba herido.
0:12:06 Y Alejandro respondió, no tengo nada gracias a Dios.
0:12:10 Y en ese momento Rizakov, que ya estaba un poco lejos, tuvo la oscuridad de hablar de al sal para burlar.
0:12:16 Se le dijo, no hay demasiado pronto para dar las gracias a Dios.
0:12:20 Y en ese momento otro de los conjurados, que estaba a dos metros de sal, le tiró la segunda bomba y lo le tiró.
0:12:27 El sal destrozado fue, eran bombas, así nomás, al culo, si el tipo que le tiró la bomba, se le daba a dos metros y sobrevivió.
0:12:35 El sal fue y daba a un paración vierno y murió así, custodiado por Catalina, su mujer.
0:12:41 Los cuatro principales de la conjura, Rizakov, que tiró la primera bomba,
0:12:47 que fue también el que le daba a sus jefes, fueron condenados a morir en la orca.
0:12:53 Tías más tarde, Catalina abandonó Rusia con sus hijos para no volver a Jambara.
0:13:00 Se fue a Niska, allí donde pensaba ir con Alejandro.
0:13:04 Se refugió solitaria y murió en febrero de 1922, a los 75 años, polvidada de todos.
0:13:12 Alejandro III, un hijo de Alejandro y María, a que murió de tuberculosis, fue el sal que siguió.
0:13:19 Oroizado por lo que había sucedido, presidió a todas las agrupaciones revolucionarias,
0:13:25 clausuró las reformas liberales que impuso su padre y restauró todas las medidas propias de un absolutismo.
0:13:33 Medias que continuaron en el tiempo siguiente, ¿sabes?
0:13:36 Que fue Nicolás II, el último de los ares, antes de 1917.
0:13:45 Así que más bien todos tuvieron con sus actos acciones diferentes a las que perseguían.
0:13:52 Los libertarios consiguieron asustar al régimen, que se volvió más intransigente y más represor.
0:14:02 Y con esta intransigencia y con esa represión, lo que se consiguió fue acelerar y potencial los movimientos revolucionarios.
0:14:11 El día de hoy podemos hablar de las distintas corrientes revolucionarias que hubo en Rusia,
0:14:18 antes de 1917, de las revoluciones anteriores como la de 1905,
0:14:25 y de las distintas figuras y tendencias desde los liberales,
0:14:34 que eran parlamentaristas y que inventaron la duma, hasta los tipos más drásticos.
0:14:46 Pero eso lo haremos, supongo, de otro día.
0:14:50 ¿A quién quiere dedicar esta encargalada?
0:14:54 Bueno, entrando muy específicamente en la charla, Alejandro,
0:14:58 que sería hacer una pequeña dedicatoria al sar, Alejandro II,
0:15:02 que, necesito decir, no le importaba mucho su imperio, o era el nombre que dio muy fuerte el amor,
0:15:06 pero que, en dos oportunidades, se suba a punto de anunciar al interior, primero por María, después por Catalina,
0:15:12 y que, necesito hacer la duma por bajar a ver cómo salió el primer estimado otro.
0:15:15 Es un poco inocente, pero es preferible sin ausencia, a tantas otras astucias, no, en lo principio.
0:15:23 Bueno, hemos ido a buscar una canción y el discotecario, contrariamente a lo que es lo que me ocurrió a mí,
0:15:35 estaba más interesado en la pobre María de Geste, Darmas Kárvete,
0:15:43 que se vio postergada por una favorita,
0:15:50 y entonces nos entregó la bellísima samba que se llama La Tristecita.
0:15:54 Que aquí estaría cuando escuchara los rigos cargados,
0:15:56 y ahora abajo los hijos de la mía.
0:15:58 Eso lo me mandó el mismísimo escotecario, así que escucharemos La Tristecita en la clásica versión de Don Gabriel Ramírez.
0:16:20 La tristecita es una canción que se llama La Tristecita,
0:16:26 y es una canción que se llama La Tristecita,
0:16:32 y es una canción que se llama La Tristecita,
0:16:38 y es una canción que se llama La Tristecita,

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