Transcripción automática
0:00:00 Continuamos la venganza, será terrible en la matiné de los lunes, cada lunes hacemos el programa a las ocho de la noche.
0:00:08 Aquí en el Multiteatro, corrientes 1283 y será así en lo sucesivo, todos los lunes y solamente los lunes en el Multiteatro a las veinte horas.
0:00:20 Exismal, sí señor.
0:00:22 Hoy hablaremos de Paracelso. Paracelso era un médico suizo del siglo XVI.
0:00:29 Ahora vamos a ver bien quién era porque estaba un poco loco el tipo. Pero al mismo tiempo fue precursor de muchos adelantos en la medicina.
0:00:37 Para Celso, o si ustedes prefieren, Filipus aureolus, Theofrastus para Celsus bombastus, von Ohenheim, nació en el año 1493 cerca de un pueblo llamado Aynsiedeln en Suiza.
0:00:54 El padre se llamaba Aureolus.
0:00:56 ¿Qué haces, Aureolus?
0:00:58 Es un buen nombre para un padre. Era médico, Aureolus, y también perito en metalurgia. Esto de ser médico y metalúrgico es raro, pero en aquello tiempo sucedía.
0:01:11 El caso es que en 1500, toda la familia se mudó a Swaz en el tirón porque el padre va a conseguir un trabajo como ingeniero de minas.
0:01:22 Resisto en este momento la tentación de hacer un chiste sencillo.
0:01:27 Dicen que Paracelso aprendió de su padre. Algunos dicen que lo mandaron a estudiar a vacilea, pero no es seguro.
0:01:35 Digo, no es seguro el dato. No es que no sea seguro estudiar en vacilea.
0:01:40 Yo conozco la ciudad de vacilea. Es una de las ciudades más aburridas que he visitado.
0:01:46 Pero ahora comprendo, en este último segundo, que aquel aburrimiento era inevitable para mí.
0:01:56 Estaba solo sin ninguna clase de compañía, en una ciudad extranjera, que bien podía haber sido la más divertida del mundo sin que yo me enterara bajo ningún concepto.
0:02:08 A lo mejor a media cuadra, donde yo estaba parado, aburrido con una ostra, había un prostíbulo de lujo gratuito y aburrido obligatorio, sin que yo me enterase.
0:02:23 Es un error tomar notas de viaje mirando hacia adentro.
0:02:29 El caso es que a lo mejor estudió en vacilea este hombre. Nunca habló una palabra de latín y idioma que se hablaba en los círculos académicos de aquellos años.
0:02:40 Tiempo más tarde, en alguno de sus escritos dijo...
0:02:44 ¡Alastinaín!
0:02:47 Crecí en los jardines en los que se podaban árboles y no fui gloria en la alta escuela, sin que nadie sepa qué significa en esta palabra.
0:02:59 ¡Curantista!
0:03:01 Pero parece que va bien una confesión, que una jactancia, esta falta de escolaridad.
0:03:05 Pero en otro pasaje dice que no había mirado un libro hasta los 20 años y allí se nota una jactancia.
0:03:14 En el año 1515, para censo, se fue de viaje durante casi una década.
0:03:19 Y cuando regresó, todos lo consideraron un médico famoso.
0:03:24 En aquellos tiempos, las universidades no enseñaban anatomía, porque no podían investigar cadáveres.
0:03:31 Note que recién, en el año 1569, la Universidad de Heidelberg consiguió el primer esqueleto.
0:03:40 Digo, el primer esqueleto de esa universidad no es que la gente antes no tuviese.
0:03:46 No tampoco que consiguieran el esqueleto de Adán.
0:03:52 Es decir, lo que quiero significar es que una universidad consiguió el primer esqueleto y esto necesita algunas aclaraciones.
0:04:01 Sin embargo, para censo, eres perto antes de aquella consecución por parte de la Universidad de Heidelberg.
0:04:08 Eres perto en la descripción y estudio del cuerpo humano.
0:04:12 Intudablemente, además de las enseñanzas de su padre, este muchacho se había instruido en el viaje.
0:04:22 Se había empapado de las instrucciones y doctrinas ocultas para la época.
0:04:29 A los 34 años fue nombrado profesor de Medicina de la Universidad de Basilea.
0:04:35 Y allí no le fue bien realmente.
0:04:38 Quemó públicamente las obras de Galeno y dijo que en los cordones de sus zapatos había más sabiduría que en aquellos libros.
0:04:47 Me refiero a Galeno, el médico de la antigüedad clásica, o sea, más de mil años anterior.
0:04:52 Además, decía para censo a sus alumnos que no era necesario saber latín.
0:04:58 Entonces lo echaron, no solo de la Universidad, sino también de Basilea.
0:05:03 Los médicos de Basilea lo odiaban y fueron ellos quienes organizaron la campaña para echarlo.
0:05:09 Para censo no reconocía otra autoridad sobre la de él mismo que la naturaleza y, a lo sumo, la de hipócrates.
0:05:18 Por otra parte, utilizaba extraños remedios.
0:05:21 Trataba a la sífilis, que era una enfermedad relativamente nueva, con mercurio.
0:05:27 Cosa que se siguió haciendo durante muchos años y prescribía preparados de mercurio y antimonio métodos que eran detenidos por eminente enveneramiento.
0:05:40 Por último, y lo más grave, estos métodos le daban a veces resultados favorables,
0:05:46 lo cual provocaba envidia en los médicos de Basilea que ya me están cacendo mal.
0:05:51 Con razón me aburre tanto.
0:05:54 Bueno, expulsado de Basilea vagó por Europa Central, lugar donde queda, por ejemplo, Basilea.
0:06:03 Siempre andaba sin dinero, solo y con aspecto de por diocero, que es el aspecto que suelen tener las personas que no tienen dinero.
0:06:14 ¿Por qué se están soltando?
0:06:16 El método de paracelso de buscar en el mundo mineral sustancias curativas hizo escuela desde entonces y encontró una amplia difusión.
0:06:26 El tipo buscaba en el mundo mineral sustancias curativas.
0:06:31 Sin embargo, la difusión de este método ocurrió mucho después de su muerte.
0:06:37 Durante su vida no la pasó nada bien. Sus enemigos lo tenían por sucio y vagabundo, además de hereje.
0:06:46 Los consideraban un repugnante mago y alquimista.
0:06:50 La palabra repugnante es sospechosa aquí en una acusación.
0:06:54 Un adjetivo en un juicio que pretende ser mesurado es siempre sospechoso.
0:06:59 Por ejemplo, ¿qué opina de paracelso?
0:07:02 Bueno, este repugnante médico es sospechoso.
0:07:06 Incluso nosotros siempre hablamos de una novela policial cuya sorpresa final se ve menoscabada por el excesivo temperamento del escritor
0:07:15 que cada vez que se refería al asesino decía el repugnante señor Galveston por infame, señor Galveston,
0:07:22 lo cual acresentaba las sospechas del lector.
0:07:25 Bien, parece que para ser sospechoso era un poco equimista.
0:07:28 Vamos a confesarlo total, no nos cuesta nada.
0:07:31 Pero va el efecto de todas las materias administradas por la naturaleza,
0:07:34 no para transformar metales innobles en plata vuoro, sino para crear un remedio contra todas las enfermedades.
0:07:42 Es decir, la panacea, la famosa panacea, el medicamento que curaba todas las enfermedades.
0:07:48 Poco en poco importa el oro, escribió él.
0:07:52 Para mí no es eso lo importante. Lo importante es únicamente fabricar arcanos.
0:07:57 Él llamaba a arcanos, a los específicos, a los remedios, y emplearlos contra todas las enfermedades.
0:08:04 Parece que para el celso había empleado el arte de su alquimia durante aquel viaje del que hablamos.
0:08:10 Parece que había llegado a Constantinopla y allí había conocido a Salomon Trismosin.
0:08:17 Repito, Salomon Trismosin, un mago alemán que andaba en Constantinopla.
0:08:24 Durante largos años trabajó, junto a Trismosin, que decía haber encontrado la piedra filosofal.
0:08:32 Decía también haber rejuvenecido gracias a ella.
0:08:37 Para celso habla de Trismosin, personaje maravilloso, y dice, cito a para celso,
0:08:45 su piel arrugada y amarillenta se había vuelto terza y lanca.
0:08:51 Las mejillas son rosadas.
0:08:53 El cabello gris recobró su color.
0:08:56 La curvada espina dorsal volvió a enderezarse.
0:09:00 Y en el aspecto decisivo, que para celso no dice cuál es, se volvió de nuevo un hombre muy poderoso.
0:09:08 ¡Ah! ¡Complo, hijo!
0:09:12 Trismosin decía tener 150 años y aseguraba que tenía el poder de vivir cuanto quisiera.
0:09:18 Decía que sólo iba a respetar el día del juicio final, e incluso esto lo iba a hacer solamente por un carácter religioso.
0:09:27 Se iba a morir de puro criollazo bueno que era, nada más.
0:09:31 Bueno, junto a Trismosin para celso realizó toda clase de estudios.
0:09:37 Dice que presentaron casos concretos del prodigio de la panacea.
0:09:43 Lograron que mujeres de 70 años volvieran a dar a luz.
0:09:48 El propio para celso tomó fuertes dosis de aquel específico.
0:09:53 Trismosin explicó que los efectos llegarían cuando para celso notara que pasados los años la vejez no se presentaba.
0:10:04 Decía, ahora usted no va a notar nada para celso.
0:10:10 Pero cuando usted vea que la vejez no se presenta, te va, pasa los años, y yo le dije, ¡Sí!
0:10:19 ¡No, no llega la vejez!
0:10:21 Bueno, y ahí se va a acordar de mí.
0:10:28 ¿Por qué esto? ¿Qué habrá pasado?
0:10:30 He estado en el estado del Lílicir para celso se lo habrá tomado y habrá hecho como yo.
0:10:36 Cuando me tome una pastilla y digo, ¡Eh! Me sigue doliendo.
0:10:42 Yo hago así.
0:10:44 Bueno, entonces el otro le habrá dicho no.
0:10:47 Esto lo voy a hacer a todos los que acabo de decirle yo.
0:10:50 Bueno, estudiaron también los dos juntos, los cuerpos que en Basilea tenían prohibidos.
0:10:57 Y esta experiencia con Trismocín, para celso, volvió a Basilea y así lo echaron, tal como le he contado.
0:11:04 Sólo, y mendigando, se aisló en una pieza.
0:11:08 Bueno, mendigar, aislado en una pieza.
0:11:12 Lo va a dar.
0:11:13 Es inútil, por lo que ha sido otra cosa.
0:11:16 Míriso, me encierro mi pieza y empiezo a mendigar.
0:11:18 ¿A quién le voy a agentear?
0:11:20 A mí mismo, me me en digo.
0:11:22 Mala plaza de mendigo.
0:11:24 Sentaría.
0:11:25 Sienta aquel que encerrado en una pieza se pide a sí mismo.
0:11:33 Algunos dicen que desarrolló encerrado su sabiduría.
0:11:38 Otros manifiestan que descubrió, no más el elixir,
0:11:42 que a base de mercurio renovaba uñas y cabello.
0:11:47 Bueno, la renovación de uñas...
0:11:50 ...que no es algo que...
0:11:52 ...tanto aprendiente.
0:11:53 ...en lo que uno pueda tener mayor interés.
0:11:56 Además, según dicen, la emisión de uñas sigue verificándose
0:12:01 con la misma intensidad, incluso cuando uno es viejo,
0:12:04 y a veces, hasta después de muerto, según aseguran algunos.
0:12:07 Sí, ya se sabe que no es.
0:12:08 ¿Qué utilidad puede tener una uña?
0:12:10 Más allá de rascarse uno.
0:12:12 No es poco.
0:12:13 Pero no se compara con la utilidad estética del pelo.
0:12:18 Hay que decir que también había traído, para Célso,
0:12:22 de Constantinopla, algunos poderes adivinatorios.
0:12:26 Se cuenta la siguiente anécdota.
0:12:30 Un día, para Célso, estaba sentado al costado de un puente,
0:12:34 y en ese momento pasó para allí una muchacha.
0:12:37 Buenas tardes, niña, le dijo.
0:12:39 Dos horas más tarde, la muchacha pasó en el sentido contrario.
0:12:43 Para Célso, la miro y le dijo, buenas tardes, mujer.
0:12:47 Y la muchacha empezó a reír a carcajadas durante un buen rato.
0:12:51 Con una sola mirada había adivinado lo sucedido durante estas dos horas.
0:12:56 Cosa que cualquiera hubiera adivinado de mismo modo,
0:13:01 un ser para Célso.
0:13:04 La escuela médica clásica afirmaba que los remedios
0:13:10 que había hallado Dios córides en el siglo I después de Cristo
0:13:16 eran totalmente suficientes para combatir todas las enfermedades.
0:13:21 Para Célso encontró nuevos.
0:13:24 O sea, amplió aquella lista.
0:13:28 A mí el invento que más me gusta de para Célso es este.
0:13:33 Descubrió la existencia de espíritus en la espada.
0:13:39 Espíritus que tenían algo que ver con las enfermedades de las heridas.
0:13:47 Y era una intuición microbiana impresionante.
0:13:53 Te cortaban con una espada y vos te enfermabas.
0:13:56 Y él decía que había espíritus en la espada.
0:14:00 Y tenía razón, señor.
0:14:02 Y había en aquella época unos polvos que usaban los médicos
0:14:11 que se llamaban polvos de simpatía.
0:14:15 Que también es una frase que merece una aclaración posterior,
0:14:20 igual que la del primer esqueleto.
0:14:25 Los médicos utilizaban estos polvos de simpatía
0:14:30 para ponerlos a los heridos de espada.
0:14:36 Verían con una espada y el médico te ponía en la herida unos polvos de simpatía.
0:14:42 Y para Célso tuvo una inspiración.
0:14:46 Empezó a poner esos polvos de simpatía en la espada.
0:14:54 Está loco. Es como llevar un clavo al médico.
0:15:00 Te clavas un clavo y le llevás el clavo al Instituto Pasteur.
0:15:07 Vacúrmelo.
0:15:10 Y los pacientes empezaron a mejorar.
0:15:17 Empezaron a mejorar.
0:15:22 Las curaciones eran tres veces más numerosas.
0:15:32 Hay que tener ingenio para pensar por qué.
0:15:35 La respuesta es muy sencilla.
0:15:38 No es que los polvos hicieran algún efecto sobre la espada.
0:15:43 Es que no ponerles aquella basura en la herida ya era algo.
0:15:50 Ya era algo. Aquella porquería que andase a ver con qué lo hacían.
0:15:55 Infactaba todo.
0:15:57 Y ya no ponérselo multiplicada por tres el número de pacientes que mejoraban.
0:16:06 Separados o liberados de aquel espantozo de polvo.
0:16:11 Mejoraron.
0:16:13 Todos creían que era un milagro hecho por los polvos de la espada.
0:16:16 Y venían los sabios y miraban a ver la espada.
0:16:19 Miraban qué cosa de la espada.
0:16:21 Qué espada.
0:16:23 Muchas veces suceden cosas como estas en la actualidad.
0:16:26 Y no hay el ingenio suficiente.
0:16:29 Todavía peor.
0:16:31 Costumbres de centenares de años de ponernos porquerías en las heridas.
0:16:34 No se hacen pensar al revés.
0:16:37 Allá por el año 1541.
0:16:40 ¿Qué creo este disco?
0:16:42 ¡Ven, ven, ven!
0:16:44 ¡Ven, ven, ven!
0:16:46 ¡Ven, ven, ven!
0:16:48 Para Celso estaba en Salzburgo.
0:16:50 Allí donde nació José.
0:16:52 Polvos de la espada, se llama el tema.
0:16:55 Y estaba dictando alguno de sus saberes a ciertos discípulos que tenía.
0:17:00 Y parece ser que en cierto momento se armó una disputa con algunos médicos ortodoxos.
0:17:05 No de religión, sino su carácter conservador.
0:17:08 Y se armó una pelea fenomenal como suele ocurrir cada vez que discuten los médicos ortodoxos con los heterodoxos.
0:17:14 Y para Celso le encajaron un pano en la cabeza.
0:17:19 Y murió instantáneamente.
0:17:22 ¿Cómo murió para Celso?
0:17:24 Señor, para Celso murió de un palo que le dieron la cabeza en una disputa médica.
0:17:28 No en la cáncer atlanta.
0:17:32 Tampoco fue una metáfora.
0:17:34 Le dieron un duro golpe.
0:17:37 En el sentido más literal, recibió un palo en la cabeza.
0:17:41 No fue el rechazo de su teoría o algún rechazo amoroso.
0:17:44 A ver si me entiendes.
0:17:46 Un palo le rompió el marote y lo liquidó.
0:17:50 Un palo lo prende.
0:17:52 Un palo en la cabeza.
0:17:54 Tenía 48 años, no el tipo que lo liquidó, de cual no se sabe gran cosa.
0:17:59 Tú dejes aclararlo en este problema.
0:18:02 Sino para Celso.
0:18:03 Según sus escritos de esos días, el ilíxir de Trimozín daba pocas señales de efectividad.
0:18:10 Porque el pelo se le había puesto un poco blanco.
0:18:14 Se le habían caído algunos dientes.
0:18:16 Calculiustena, aquella época, un tipo de 48 años, era un jovato.
0:18:21 Y ahora también.
0:18:31 Así que la vejez se había presentado.
0:18:36 Pero Trimozín no estaba para reclamar.
0:18:40 Eso es lo malo de los inmortales.
0:18:46 No sé, morirlo se había muerto, creo yo.
0:18:49 De hecho, murió.
0:18:51 El tipo que se decía inmortal, nunca hay tiempo de demostrarle la falsedad de ese supuesto.
0:18:58 Bueno, a quién dedicar esta pequeña biografía, de teofrasto, de paracelso, de bombastus...
0:19:04 Estaba pensando en algunos amigos.
0:19:06 Estaba pensando en una de las pocas novelas que a mí me gustó bastante.
0:19:09 La chica yurcenate se llamó Pusnigrum y Kenar, la historia de un tipo que tiene algunos caracteres de paracelso.
0:19:14 Pero pensando en Aureolo, el papá de paracelso...
0:19:17 El papá, el metalúrgico.
0:19:19 Es que nuestro malo...
0:19:20 Ser médico y del aguam, justamente, decía el loro, Aureolo.
0:19:24 Y digo, puesto que entre otras cosas, cada profesional tenía que fabricar esos instrumentos.
0:19:29 Por ejemplo, los quirúrgicos.
0:19:30 Y esta disciplina, que en Japón hacen solamente las personas que fabrican los katanas en occidente,
0:19:34 la tenía que aprender el mismo médico.
0:19:36 La sangría se era, de hecho, una de las procedimientos más frecuentes.
0:19:40 Así que, es lógico, que fuera metalúrgico, además de médico.
0:19:43 Claro, sí, es verdad.
0:19:44 Y, bueno, y por otra parte, no es alocada la ampliación de paracelso por el mercurio.
0:19:50 Esto que se llamaba Lápiz filosóforo, o menos, la Piedra Filosofal.
0:19:54 Trabajaba sobre viejos principios, esto de los cuatro elementos griegos,
0:19:58 que no era tan natural que fueran cuatro tierra, aire, fuego, como el de usted y alguno más el agua.
0:20:03 Sino que había tres metales, o tres esteminerares, más bien, que los tres metales filosóficos,
0:20:08 que eran la sal, el azufre y el mercurio.
0:20:11 El menos utilizado hasta esa época era justamente el mercurio.
0:20:15 Después, afortunadamente, empezamos a entender los termómetros.
0:20:18 Tampoco era lógico esto de que una persona le costase tanto ver cómo era un cuerpo.
0:20:24 Recorríamos a otro amigo de este programa, el doctor Viktor Frankl,
0:20:26 en Steinck, en que nos hemos atendido que, ya en la novela de Mary Shelley,
0:20:30 se encontraba lo difícil que era obtener cuerpos para estudiar.
0:20:33 Ya habían avanzado en Siria.
0:20:35 ¿Lo compraban a Malandra que se afanaban por ahí?
0:20:39 Me gusta el viaje a Constantinople, junto con esto,
0:20:43 vosotros dedicando bien puede ser los profesionales árabes.
0:20:47 Gracias a ellos se habían mantenido los aves griegos.
0:20:50 Todos los textos de los clásicos griegos se habían quedado en Siria,
0:20:54 porque habían desaparecido las otras bibliotecas.
0:20:56 Luego fueron los árabes, los trajeron de vuelta a Europa,
0:20:59 y en Constantinople había un gran movimiento.
0:21:02 De allí, en Constantinople era muy frecuente una cosa que acá se hemos olvidado como el nombre,
0:21:06 que es la atutía.
0:21:08 La atutía se llamaba el ungüento, que se ponía en las heridas y que sí funcionaba.
0:21:11 Y cuando alguien ya no tenía ningún tipo de posibilidad de sobrevisencia,
0:21:16 no hay atutía.
0:21:18 De ahí viene el refrán, la frase, no hay atutía.
0:21:20 Pero también eso era de los turcos.
0:21:22 Y finalmente digo, Alejandro, que no se ha demostrado claramente
0:21:26 que este muchacho Salomón le hubiese mentido.
0:21:29 Para ser su dicho cuarenta y ocho años le dieron garotazos en la cabeza,
0:21:32 no se demostró que el dicierno funcionara.
0:21:34 Probablemente sí, y ese palo en la cabeza...
0:21:37 Interrumpió el proceso.
0:21:39 Contra indicaciones, no recibir garotazos en la cabeza.
0:21:42 Y muy probablemente, digo, especial,
0:21:45 del un esto que sufrió en su época para ser eso,
0:21:47 y seguramente en Europa, este bueno de Salomón también,
0:21:50 y a la desconfianza que existe en la época de hoy,
0:21:53 yo no descartaría una escena en la que de pronto,
0:21:56 habiéndolo escuchado a usted, sabiendo la descripción de un tipo semejante,
0:22:00 por ejemplo...
0:22:02 ¿Pareces a lo Montrismo Sin?
0:22:04 Y que uno le decía, no le diga casi como en broma,
0:22:06 pero usted sabe lo Montrismo Sin,
0:22:08 y que el tipo, en vez de responder con un insulto o una broma,
0:22:11 diga, yo soy aquel muchacho.
0:22:14 Y yo soy aquel muchacho, es la canción que canta ahora mismo, Hugo del Carriño.
0:22:24 Ya pasó la primavera con sus flores,
0:22:30 volondrinas mensajeras de mis sueños,
0:22:37 hoy te alejas y te llevas mis amores,
0:22:41 y yo sirvo tu viaje con el tello,
0:22:45 vuelve pronto que no te yo estará el cienero,
0:22:49 me sepulta en la tristeza de sus días,
0:22:55 quiero ser a tu regreso el cancionero,
0:22:59 que dejen un te quiero rendido un corazón,
0:23:04 yo soy aquel muchacho que puso sin agrarios,
0:23:09 en tus pintados labios la gloria de un vivir,
0:23:13 aquel que entregarís y hasta reñabas es un viso,
0:23:18 y que el destino quiso hundirlo en el sufrir,
0:23:23 yo soy aquel que tuvo constencias vecinas,
0:23:28 yo fui la primavera y tuve lo toño cruel,
0:23:32 que ha vuelto conondrina,
0:23:37 en lo que se fue el espacio,
0:23:42 que fue como un palacio para vivir tu enero.
0:23:53 Si en el viaje te asotara la tormenta,
0:23:57 dio un engaño y con su frío,
0:24:01 que malterata,
0:24:04 no le pongas caraciera esta contenta,
0:24:08 te conrisa saldolor se desbarana,
0:24:12 yo también cuando te fuiste conondrina,
0:24:16 a mí ya en todo mes que lejo una alegría,
0:24:22 y tiré como nerviosa ser sentida,
0:24:26 el ave en menosa espina que ha muerto mi lucidor.
0:24:31 Yo soy aquel muchacho que puso sin agrarios,
0:24:37 en tus pintados labios la gloria de un vivir,
0:24:42 aquel pente de cariz se adornaba su viso,
0:24:47 y que el destino quiso hundirlo en el sufrir,
0:24:52 yo soy aquel que tuvo constancias vecinas,
0:24:58 yo fui la primavera y tuve lo toño cruel,
0:25:02 te has vuelto conondrina,
0:25:07 el doque siuelo espacio,
0:25:13 que fue como un palacio para vivir tu enero.
0:25:29 Era uo del carril en la venganza será terrible,
0:25:33 yo soy aquel muchacho.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!