Transcripción automática
0:00:00 Vamos a hablar hoy de Paul Cézanne, que nació en Exan Provence el 19 de enero de 1839.
0:00:09 Era Cézanne, un gran pintor como saben ustedes, también andaba por ahí, por el mismo pago,
0:00:16 Emil Solà, que según parece fue amigo de Cézanne.
0:00:20 Emil Solà también es amigo del programa, todos hemos leído una novela de Emil Solà, por lo menos.
0:00:27 En todas las casas había una novela de Solà en un tiempo.
0:00:31 Cézanne tenía, antes pasados italianos, eran originarios de Cézanne,
0:00:36 y como se ve el apellido de estas familias, fue tomado de la región de la que venía.
0:00:40 Bueno, el papá de Cézanne, Luisa Augusto, era un hombre pobre, trabajaba de sombrerero.
0:00:51 Cuando Paul nació, el papá, don Luis, estaba a punto de abrir su propia tienda de sombreros de fieltro.
0:00:59 Además de su comercio, se ocupaba el viejo Luis de toda clase de negocios de compra a venta que se le podían presentar.
0:01:08 Porque claro, parece que con los sombreros solos no podía subsistir,
0:01:12 aunque en alguna época de la historia todo el mundo usaba sombreros, no como ahora.
0:01:17 La mamá de Cézanne se llamaba Anne Elizabeth.
0:01:20 Era una mujer muy hermosa.
0:01:22 Se ha dicho que Paul, sobre todo en su carácter, se parecía la madre.
0:01:27 Aquí siempre se dicen estas cosas.
0:01:29 Parece que había heredado de ella una enorme sensibilidad y una tendencia al romanticismo.
0:01:35 Yo no estoy tan seguro de esto.
0:01:37 No sé si lo heredó de la madre o si lo contrajo.
0:01:41 ¿Cómo saber si la sensibilidad y la tendencia al romanticismo
0:01:48 figuran en la configuración genética?
0:01:56 El caso es que desde muy temprana edad Cézanne había estado en contacto con la pintura.
0:02:01 Le habían comprado una estuche de acuarelas para que jugara y se la pasaba todo el día de le pintar.
0:02:09 En 1852 entró a la pensión de Saint Joseph y ahí más tarde entró al colegio de Bourbon.
0:02:17 Fue así donde conoció a Milsolà.
0:02:20 No se hicieron amigos hablando de pintura o de literatura, sino más bien tratando de levantarse minas,
0:02:27 que es como uno hacia amigos.
0:02:29 Siempre andaban detrás de las chicas de un liceo, el liceo minier.
0:02:34 A decir verdad, Solà y Cézanne eran músicos en aquel entonces.
0:02:40 No eran todavía pintores ni escritores.
0:02:46 Eran músicos de la banda escolar y andaban de le tocar para ver si se levantaban alguna bella campesina.
0:02:53 Solà tocaba el clarinet.
0:02:55 Repito, Milsolà era clarinetista y Cézanne tocaba el cornetín de pistón.
0:03:04 Como se ve, ya se veía venir que uno iba a ser escritor y el otro pintor.
0:03:10 Cortetín de pistón era una trompeta muy rústica.
0:03:13 Una trompeta rústica parecida a la que usted tiene, que no es igual a todas.
0:03:19 ¿Qué fue la antecesora de la trompeta?
0:03:23 Cuando tocaban el clarinet de pistón o el cornetín,
0:03:31 toda la gente decía, ¿cómo toca el cornetín a este muchacho?
0:03:36 Cuando crezca va a ser todo un fino quieto.
0:03:41 ¿Qué tiene que ver fino quieto en la medicina?
0:03:46 El caso es que, viendo que con el clarinete y con el pistón no conseguían gran cosa,
0:03:53 empezaron a enviar poemas románticos a las muchachas del liceo minier.
0:03:57 Solà los escribía y Cézanne los ilustraba.
0:04:01 ¿Para qué? Para levantar alguna mina del liceo.
0:04:04 Terminado el colegio y obligado por su padre, Cézanne estudió derecho tres años.
0:04:10 Parece que la única posibilidad de que alguien estudie derecho es que sea obligado por el padre.
0:04:17 De no ser por los padres autoritarios, los abogados no existirían.
0:04:23 Finalmente, el vendedor de sombreros, me refiero al papá de Cézanne, Don Luis,
0:04:28 convencido de la inutilidad de sus esfuerzos, aceptó que Paul estudiara pintura en París.
0:04:36 Muy bien, este muchacho empezó a estudiar pintura.
0:04:41 ¿Cómo era, Cézanne? Se preguntan a ustedes.
0:04:44 Sí, ¿cómo era, Cézanne?
0:04:46 ¿Qué pinta tenía?
0:04:48 Escuchemos la descripción de un biógrafo.
0:04:51 De alguien que escribió su biografía.
0:04:53 Cézanne era un muchacho alto y fornido.
0:04:58 Bien plantado sobre piernas un tanto delgadas.
0:05:03 Andaba con paso rítmico, como de murga diría yo.
0:05:09 Pero mantenía la cabeza derecha como si contemplara el horizonte.
0:05:14 Su rostro ya noble rodeado siempre por una negra barba risada.
0:05:21 Querrá decir que tenía barba.
0:05:25 No es lo mismo un rostro rodeado por una barba que usar barba.
0:05:32 Uno se imagina la barba en perpetuo acecho sitiando el rostro.
0:05:38 Claro, en una actitud poliorcética, como quien rodea la ciudad de Caball.
0:05:47 No entiendo eso, ¿no?
0:05:48 Alto, piernas flacas, moviéndose rítmicamente con una gran barba,
0:05:53 igual que Hugo Varela, por ejemplo.
0:05:55 Me hago la idea.
0:05:57 No, pero éste la barba lo rodeaba.
0:06:00 Errado, ¿no?
0:06:06 Tenía ojos grandes con una extraña movilidad, dice el biógrafo.
0:06:10 Pero dice que tenía esa movilidad extraña.
0:06:14 No daba vuelta para dentro.
0:06:15 Ya daba vuelta a la pupila para dentro, probablemente.
0:06:20 Pero no dice.
0:06:21 La nariz fina y arqueada.
0:06:23 Su aire era grave, pero cuando hablaba se animaba, etc.
0:06:29 El encuentro de César con los grupos impresionistas
0:06:32 fue bastante conflictivo para el futuro pintor.
0:06:36 Dice la biografía, el futuro pintor era César.
0:06:39 Para nosotros es un pasado pintor.
0:06:44 Fue Emil Solà, el que le presentó a los impresionistas en el café de Vermont,
0:06:48 y también en el Tortone.
0:06:50 ¿En el Tortone?
0:06:51 En el Tortone, Tortone de Paré, y también en el Fiore.
0:06:54 Solà le presentó a aquel grupo donde estaban Pizarro, Mané, Monet,
0:06:59 había literatos intelectuales, colados, en fin.
0:07:02 Si en el Parque de César no les dio bolilla, era un tipo solitario.
0:07:06 Lo acompañaba a Solà hasta la puerta y después se las tomaba.
0:07:10 Y se iba al Lubre, donde empezó a hacer copias.
0:07:13 Iba al Lubre y copiaba obras artísticas.
0:07:16 A veces se escondían los ataúdes de piedra egipcios, o sea, en los sarcófagos,
0:07:21 para que no lo echaran cuando el museo cerraba,
0:07:25 y así poder seguir copiando a Rubén, que era su preferido.
0:07:29 César se enojaba con mucha facilidad,
0:07:32 y se la pasaba intentando frenar esa irritabilidad.
0:07:37 Pero lo que pasa es que los esfuerzos que hacía para frenar la mentada irritabilidad, lo irritaban.
0:07:47 Dicen que justamente no iba a la mesa de los impresionistas, porque desconfiaba de su propio temperamento.
0:07:54 Era un hombre que tenía un profundo desdén por el aseo y la limpieza.
0:07:59 Quiero decir que era un roñoso.
0:08:01 Sí, ya cual.
0:08:02 Se vestía de cualquier manera.
0:08:04 Sus ropas de color oscuro parecían no haber sido nunca nuevas.
0:08:07 Las llevaba decoradas con enormes manchas.
0:08:10 A veces el color de las pinturas de su paleta otra vez no.
0:08:15 Nunca se sacaba del sombrero que le había regalado a su padre.
0:08:19 Andaba siempre con un sombrero flexible,
0:08:22 una especie de gacho gris que lo llevaba medio para atrás,
0:08:26 y que no se los acaban hispapintar.
0:08:30 Por otro lado tenía una mania.
0:08:33 No toleraba que nadie tocase su cuerpo.
0:08:36 Ay, qué feo. A disco.
0:08:38 A disco era.
0:08:39 Chúcalo.
0:08:40 Ante el menor contacto reaccionaba violentamente al grito de que tocas.
0:08:48 Un día un viejo amigo llamado Emil Bernard,
0:08:51 parece que visitó a César en París,
0:08:55 en un momento estaban bajando la escalera,
0:08:57 y César tropezó y empezó a caer por la escalera, empezó a rodar.
0:09:02 Y el pobre Bernard quiso sujetarlo para frenarlo,
0:09:06 y César se soltó y siguió rodando escaleras abajo.
0:09:11 No me toqué, claro.
0:09:12 Calló hasta el último escalón,
0:09:14 mientras insultaba al que había tratado de tocarlo.
0:09:19 No me toqué, decía, mientras se desperramaba hasta la planta ova.
0:09:24 Su grupo de conocidos impresionistas rechazaban las enseñanzas académicas,
0:09:31 y proclamaban, como ustedes saben,
0:09:33 una inspiración directa y una contemplación de lo natural.
0:09:37 Sin embargo, César no era antiacadémico,
0:09:41 era un hombre que quería y no conseguía ser verdaderamente académico en sus obras.
0:09:47 Así, en esos años, su carrera artística estaba condenada al fracaso.
0:09:51 En la academia no lo querían, y los impresionistas prácticamente tampoco.
0:09:58 En 1862, César quiso exponer sus obras en el famoso Salón de los Rechazados.
0:10:05 Era un salón beligerante donde iban quienes habían sido rechazados por los académicos.
0:10:11 Allí estaban los impresiones.
0:10:13 César quiso exponer ahí y lo rechazaron.
0:10:17 ¡Qué goza, no?!
0:10:20 En realidad está bien.
0:10:22 Un salón que se llama Salón de los Rechazados es un salón donde todos son rechazados.
0:10:27 Debió llamarse Salón de los Rechazados en un foro, pero admitidos en otro.
0:10:35 En realidad recién en 1863 logró ser admitido en el Salón de los Rechazados.
0:10:45 Durante un año, la vida de César fue un ir y venir entre Examprobance y París.
0:10:52 En 1869 conoció en un tren.
0:10:57 Un tren es un lindo lugar para conocer gente.
0:11:01 Un viaje de tres, cuatro horas.
0:11:03 Ayer conoció a la que se convertiría en su esposa, la bella Ortencia Figuer.
0:11:09 Durante los años 70, 1870, César pudo exponer sus cuadros finalmente en las salas de Monnet y de Renoir.
0:11:16 Para caso total.
0:11:18 Para caso total.
0:11:21 Leo alguna de las críticas que le hicieron.
0:11:27 Dice una crítica.
0:11:29 Me haber sido César un niño de pecho a la hora de vomitar, semejante pinta rajos.
0:11:36 Nada tendríamos que oponer, pero sabemos que el artista supera los 30 años.
0:11:47 Otro, sus paisajes del STAC transforman a esta adorable localidad de oro y záfiro en una lúgubre plantano.
0:11:57 Repito, en un lúgubre pantano color plomo en el que nunca pudo sonreír la luz.
0:12:03 Si se admite a César no queda más remedio que incendiar el lúgube.
0:12:09 ¡Un desastre!
0:12:11 César, que le había amargado, imagínense.
0:12:16 Su únicos momentos de felicidad aparecían cuando sus ojos se posaban en la figura de Ortencia.
0:12:24 Él mismo decía que aquel era el único cuerpo del planeta en donde se encontraba alguna armonía.
0:12:32 ¡Aufa!
0:12:34 Estaba enamorado.
0:12:35 Hay que salir más seguido.
0:12:44 Dijo el mismo, dijo César.
0:12:47 Cuando quito los ojos de su figura, la naturaleza se me presenta demasiado compleja, desordenada e inhóspita.
0:12:57 Estaba enamorado.
0:12:59 Estaba enamorado.
0:13:01 A sus continuos fracasos profesionales se sumó la pelea con su mejor amigo, Solá.
0:13:07 Parece que Solá publicó en 1866 su novela La Obra, una novela de Solá.
0:13:15 Es una novela que describe la vida de un pintor en aquel ambiente artístico de París.
0:13:20 Y parece que Emil Solá se había inspirado en César.
0:13:24 El protagonista, Claude Lantier, era un pintor que sufría decepciones.
0:13:30 Un hombre triste, decepcionado.
0:13:32 Y a César no le gustó.
0:13:35 Dijo ¿cómo?
0:13:36 Las decepciones son meas.
0:13:39 Y decidió no hablarle nunca más a Solá.
0:13:43 Bueno, hijo, escúchame Miguel Ángel Solá.
0:13:48 No te hablo nunca más.
0:13:51 En 1889, que fue el año de la exposición universal, ahí donde construyeron la Torre Eiffel,
0:14:00 César fue admitido por primera vez a una muestra importante.
0:14:03 Ya tenía 50 años tenía.
0:14:05 Estaba muy emocionado porque le habían puesto marco a sus cuadros.
0:14:10 Él siempre los guardaba enrollados de bajo la cama.
0:14:13 En realidad parece que César había sido aceptado en la exposición
0:14:17 gracias a un tal choqué que era empleado del gobierno y admirador de las obras de César.
0:14:23 Y el buen choqué parece que tenía alguna influencia.
0:14:26 Y además que le habían pedido un mueble como donación para la exposición
0:14:30 y él puso como condición para donar el mueble la admisión de César en la muestra.
0:14:37 Bueno, como quiera que sea lo admitieron a César.
0:14:41 Cuando la exposición terminó, César pretendió vender algún cuadro.
0:14:45 Parece que llevaba bajo el brazo uno de los más famosos, las bañistas.
0:14:49 Para ver si lo vendía.
0:14:52 Y justo se encontró con un músico amigo y el músico le preguntó qué llevaba ahí.
0:14:57 César le dijo un cuadro.
0:14:59 El músico le dijo a ver.
0:15:01 Dijo que lindo.
0:15:03 Y César se lo regaló.
0:15:08 Después César se fue a vivir nomás a Exan Provence en el más completo retiro.
0:15:17 Seguía sin comprender las reuniones artísticas del Café de París
0:15:20 y escribió,
0:15:22 el pintor debe consagrarse por entero al estudio de la naturaleza
0:15:27 y a tratar de producir cuadros que dejen alguna enseñanza.
0:15:31 Las conversaciones sobre arte son inútiles.
0:15:35 No sé, es ni demasiado escrupuloso ni demasiado sincero.
0:15:40 Me parece que no le gustaba conversar sobre arte.
0:15:44 Algunos se han ubicado a César entre los llamados pintores malditos.
0:15:49 Gogan, Lothrek, Modigliani, Utrillo, Fangog.
0:15:55 Fue Wagner el primero que habló de arte vivo
0:15:59 y en la pintura se habla de Art Vivaan por primera vez en referencia a César.
0:16:04 La preocupación del artista fue una preocupación libertaria.
0:16:11 Él decía que quería liberar el arte de la fossilización.
0:16:15 Si ustedes ven las obras de César, es impresionista hasta por algo más.
0:16:19 Está ahí a mitad del camino entre el impresionismo y el que se va al cubismo.
0:16:25 La lástima que por radio no se pueda mostrar los cuadros.
0:16:29 Estos que están aquí no son de César.
0:16:32 Porque hay unos cuadros que son del taller que funcionan aquí también en este teatro.
0:16:37 Y como estamos hablando de un pintor, para ustedes pensarán que eran cuadros de César.
0:16:41 No lo son. Digo porque ya veo ahí algunos merchan que están tratando de vender estos cuadros
0:16:48 a los aficionados al arte diciendo que eran de mil solas.
0:16:56 El pintor también, los maestras son cuadros muy famosos.
0:17:00 Hay un retrato de mil solas, unas manzanas y por ahí también van.
0:17:04 No importa los títulos de la zona.
0:17:06 César llegó al fin de su vida recluido en Exan Provin.
0:17:12 Continuaba laburando, pintaba paisajes.
0:17:16 Un día en 1906 estaba mirando la montaña y lo cachó la lluvia.
0:17:21 Al poco tiempo empezaron los síntomas de una infección pulmónar.
0:17:31 No los quiero. No quise prolongar su agonía con párrafos dilatorios.
0:17:39 Infección pulmónar. lleguido murió.
0:17:45 Murió el 16 de octubre 1906 mientras dormía. Pasó de un sueño a otro.
0:17:51 Tenía 65 años. No era mucho, pero era más de los que vivieron casi todos los impresionistas
0:17:58 como todos saben, murieron más bien jóvenes a causa de alguna fulería.
0:18:04 Aquí hay que dedicar esta recordación del bueno de César.
0:18:08 Antes de que me haces alguna pregunta, Alejandro,
0:18:11 ¿cuál es la famosa obra de aquellos críticos?
0:18:14 ¿Ustedes de recuerdo alguna?
0:18:17 Eran críticos, eran pintores, eran artistas.
0:18:22 ¿De cuáles críticos?
0:18:23 ¿Esos que decían que lo desesama?
0:18:27 Pero está mal, eso es falaz.
0:18:30 Un crítico puede ser un crítico excelente y no haber escrito nunca ninguna obra de teatro ni mala ni buena.
0:18:35 Está mal, está mal.
0:18:37 ¿Y usted escribe una obra de teatro?
0:18:40 Y bien un crítico se vea. La obra de teatro de Rolón es una porquería.
0:18:44 ¿Usted no dice, ¿Usted qué obra escribe?
0:18:47 ¿Es válido, dice usted, entonces, poder que jugar a alguien que ha estudiado al menos,
0:18:51 supongo, mucho del arte del artista en cuestión, sea literatura, pintura o música?
0:18:55 El crítico debe haber estudiado, no sé, el crítico.
0:18:59 Pero en lo que sí tiene razón, ¿ustedes qué?
0:19:02 Muchos críticos que adoptan la siguiente postura.
0:19:06 Es decir, solamente me comueve lo que está por encima de mí.
0:19:12 Para ocupar el primer lugar en el universo, basta con que nada me conmojé.
0:19:18 Me vuelvo incomovible y todo me está por debajo y no soy otro que Dios.
0:19:24 Así trabaja algunos críticos.
0:19:26 Sí, digamos, eso pensaba por ahí, es cierto, usted, por ahí de un modo palaz,
0:19:33 pero yo he visto grandes artistas criticadas por críticos medio.
0:19:36 Pero además usted está en lo cierto de que eran críticos mediocre porque no vieron el talento de ingenio.
0:19:41 Y no solo no vieron el talento de uno, no vieron el talento de casi ninguno.
0:19:46 Usted sabe que estoy rellendo...
0:19:48 Hay un libro que a mí me encanta, que son las conversaciones de Natálio Gorin con Atropia Sola.
0:19:55 Ajá, sí conozco ese libro, lo he leído.
0:19:57 Y es fantástico porque es lo mismo que le pasó a César, le pasó a Pia Sola hace 20 años, 30 años atrás.
0:20:06 Claro, él alcanzó a vivir para recibir un gran reconocimiento y se están...
0:20:13 No, con casi nada.
0:20:16 Bueno, perdón, Alejandro, voy a decir algo.
0:20:19 No, no, no, disculpe.
0:20:21 Voy a dedicar esto entonces a Miguel Ángel Sola.
0:20:24 A Miguel Ángel Sola, que ha escrito novelas tan hermosas, ¿no?
0:20:27 Como terminal.
0:20:31 La más famosa de Sola, contémole a la gente, es el Jacques...
0:20:38 Aquella que se escribió en atención al caso Dreyfus.
0:20:44 En realidad ni siquiera es una novela.
0:20:49 Conmovido Sola por el caso conforme al cual había mandado un capitán judío del ejército francés a la isla del diablo,
0:20:58 falsamente acusado, Sola fue el adalín de los defensores de Dreyfus en aquel juicio.
0:21:06 Y sí son más famosos por eso que por las buenas novelas más realistas que él escribía.
0:21:16 Bueno, a Sola entonces, digo a los dos porque me parece que ellos hacían,
0:21:22 no escribirá, uno lo escribía, el otro lo pintaba, desarrollar todo esto para levantar semina.
0:21:27 Pero pensé que si hay una buena cosa, un buen uso del arte ese,
0:21:31 y si hay una buena manera de ejercer la gana de levantarse una mina,
0:21:35 es también la de ser una artista.
0:21:37 De alguna manera el seductor tiene que ser una artista.
0:21:42 Yo levanto las semenas escribiendo esta mina.
0:21:45 Digo, lo que escribo, que yo, algunos.
0:21:48 Otros las reventando.
0:21:50 Yo me las voy a levantar pintando.
0:21:52 Pero bueno, este...
0:21:55 Usted Alejandro, hacía alguna dedicatoria.
0:21:59 Alguna de las veces no, al viejo Don Luega, sombrero.
0:22:03 Al sombrero.
0:22:04 A las menas del liceo Minier, que parece que estaban muy buenas.
0:22:07 Hola, señorita.
0:22:09 Y además parece que eran sensibles, al clarinete, al pistón, a la pintura y a la literatura.
0:22:15 Era fácil, digamos.
0:22:24 Yo estaba pensando en eso, de que decía César,
0:22:28 de que es inútil conversar o discutir acerca del arte.
0:22:35 No, no es verdad.
0:22:39 Si bien es muy subjetivo, impresivo, que cada uno tiene.
0:22:43 Hay cosas que son mejores que otras.
0:22:45 Pero es común.
0:22:46 De qué manera aprende uno sino hablando del asunto.
0:22:48 Desde todo, no otra cosa que una conversación, son las enseñanzas del maestro.
0:22:52 El tipo que le enseñó a usted la trompeta.
0:22:54 Y yo no podría tocar la trompeta si no podía.
0:22:57 No hubiera conversado sobre el arte.
0:22:59 Decirle, vea, pongo la boca así para soplar, es hablar sobre arte.
0:23:04 La conversación es el asunto casi decisivo del conocimiento artístico y del conocimiento científico.
0:23:16 Está en todas partes.
0:23:17 Está el estímulo, dice Bagenberg.
0:23:19 Está la conversación y está la comprensión.
0:23:25 Pero en el estímulo puede también haber conversación.
0:23:28 La conversación ya lo es.
0:23:30 Y en la comprensión, bueno, ahí no hay tanta conversación.
0:23:34 Pero el conversar no es otra cosa que hacer preguntas y recibir respuestas.
0:23:42 O mejor todavía, dice Bagenberg, examinar las respuestas y ver cuál es la pregunta.
0:23:49 Eso es conversar.
0:23:51 Si no conversáramos, tendríamos que inventar la rueda cada vez que salimos a ver una vuelta en bicicleta.
0:23:58 Bien, vamos a escuchar para muevlar esta charlita sobre un gran pintor.
0:24:07 El brevísimo tango, si son así de tu pincel, que fue compuesto por asones teatrales
0:24:14 y que va a cantar en su casi totalidad Carina Biorlegui, acompañada por Federico Miroghi,
0:24:20 con una afortunadamente breve intervención de este que está hablando.
0:24:24 La historia de alguien que fue pintada, que solamente existe por el talento del pintor que la dibujó.
0:24:37 Es una idea que ha aparecido muchas veces en infinidad de cuentos, un cuadro que cobra vida.
0:24:44 En este caso es un tango sobre una mujer que cobra vida desde un cuadro.
0:24:51 Ha sido usado muchas veces, acaso no tantas como la evocación de una esquina.
0:24:57 Bien, adelante entonces y yo nací de tu pincel, Carina Biorlegui, se demas mi regimen.
0:25:27 Yo ya lo sé, venda por mí y pínteme con el azul una ilusión y un vez engaño carmesí.
0:25:40 Vinte de negro lo que fui, le agregué al grito lo que soy, un colorado corazón.
0:25:51 No quiero dar el tecno que quieras.
0:25:59 Ay, ni amor, si usted sufriera.
0:26:07 Quien que gusta, no es de las velas.
0:26:16 Vinte de negro lo que fui, le agregué al grito lo que soy, un colorado corazón.
0:26:25 Vinte de negro lo que fui, le agregué al grito lo que soy, un colorado corazón.
0:27:16 Carina Biorlegui, Alejandro Dolina y Federico Mirraghi.
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