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24 de Diciembre de 2010

Paulina Bonaparte

Transcripción automática

0:00:00 Hablemos entonces de Paulina Bonaparte, la hermana de Napoleón, que al parecer marcaba
0:00:06 1.33 la misa, ¿no? Así que, ubiquémonos en París, allá por el año 1811, Paulina
0:00:15 se había casado con el general Leclerc, aquel que viajó con ella a Santo Domingo,
0:00:21 y Haití en realidad, y murió de fiebre amarilla. Después de haber enviudado, Paulina se casó
0:00:28 con un magnate romano, Camilo Borgesse, y dicen que con Camilo Paulina se aburría mucho,
0:00:36 y entonces tenía algunos amantes. Por esos tiempos andaba con el alemán Friedrich,
0:00:43 con el italiano Félix Biancini, que era músico y componía a dos, para cantar especialmente
0:00:48 con ella. Andaba también con el general Canovil, con el capitán Aquiles de Tiertón, con los
0:00:54 conolenes rusos Charni Chev y Khablukov, y con el Conde de Montrua. Conozco otras que son todavía
0:01:04 más extensas. Además, como contamos alguna vez, a Paulina la asistía en su aseo, un señor,
0:01:14 un negro, un Chevmorocho Herculio, que se había traído desde justamente de Santo Domingo,
0:01:22 desde Haití. Durante el verano de 1811, Paulina quiso ir a las aguas termales de la
0:01:28 Japelle para tranquilizarse un poco. Pero se equivocó de sitio, porque las ciudades con
0:01:35 aguas termales siempre gozaron de pésima reputación. Entre los romanos ya, la estación termal de
0:01:41 Basilea era llamada por Sénica el refugio del Vicio. En la Edad Media va, gracias a sus
0:01:47 fuentes, no a sus fuentes, sino a sus fuentes, se convirtió en uno de los mayores lupanares
0:01:53 de Europa. En realidad lo único que no había eran enfermos. Si un verdadero enfermo se aventuraba
0:02:00 entre estos bañistas, era considerado como un intruso a quien pronto hacían morir para que no
0:02:06 volviera a molestar. En el siglo XVI, Plombier, donde los hombres y mujeres se bañaban desnudos en
0:02:13 la misma vertiente, iban para combatir un cólico nefrictico. Plombier fue teatro de increíbles
0:02:21 orgías. Y allí en la Japelle, Paulina se dujo al hombre que volvía loca a todas las mujeres
0:02:27 del país. Se trataba del mayor actor trágico del siglo. El único actor a quien Napoleón
0:02:34 reconocía algún genio. Hablamos de Francois Talmah, a quien todos conocían como el príncipe
0:02:41 del gesto. El tipo tenía 48 años y Paulina 30. Parece que Paulina se lo llevó rápidamente
0:02:49 a la habitación de la posada que había alquilado. Y bueno, Talmah se enamoró perdidamente. Paulina
0:02:57 era bellísima. Eso se notaba, incluso en la cama, expresaba su dicha sensual, declamando versos de
0:03:06 racín o de voltear. Luego de algunos días de amor, Paulina y Talmah volvieron juntos
0:03:14 a donde vivía Paulina. Talmah, aunque estaba muy enamorado de ella, tenía miedo de que lo
0:03:19 descubrieran. Nada menos que con la hermana del emperador, que encima era casada en aquel
0:03:24 tiempo con el italiano, ¿no? Con Camilo Borges. Entonces ese miedo le impedía a Talmah ser
0:03:34 tan ardiente como Paulina deseaba. Dicen los cronistas y leo.
0:03:43 Estaba doblado. Una vez, mientras nuestro actor gritaba unos pasajes de molier, resonaron unos
0:03:49 pasos en el corredor. Paulina, que no quería perder un segundo de placer, le pidió que continuase
0:03:58 con el recitado o con lo que estaba haciendo. El desdichado trató de continuar, pero la
0:04:04 naturaleza se negó a ayudarlo. Paulina furiosa lo retó y pidió que fuese a buscar al negro
0:04:13 Hercules para que lo reemplazara con ventaja. Así que Talmah llamó a este hombre y se fue
0:04:25 y se escuchaban los pasos en el pasillo también. Luego de aquel episodio, Paulina,
0:04:31 harta de los recitados de Talmah, que los introducían en cada momento de amor,
0:04:37 ¿no? Perdió todo interés por el actor, pero Talmah se había enamorado. Mientras tanto,
0:04:42 Paulina ya se había convertido en la amante de un jefe de artillería y comenzó a hacer todo lo
0:04:48 que estuvo a su alcance para alejar al enamorado trágico. Y apareció entonces el malentendido
0:04:55 clásico. Cada cosa que Paulina hizo para ausentar a Talmah, burlas, gestos de desdén,
0:05:03 etc., fueron interpretados como gestos amorosos y de correspondencia por Talmah.
0:05:09 Una noche en un salón, Talmah estaba sentado cerca de Paulina en actitud reptil
0:05:16 y ella dijo, solamente con la intención de ponerlo incómodo o de humillarlo,
0:05:22 dijo, ahora Talmah nos hará reír. ¿Verdad que vas a deleitarnos con una escena cómica,
0:05:28 dijo? Y era como pedirle un cantante de ópera que entonase canciones picantes.
0:05:33 Talmah palileció, pero Paulina le acarició la cabeza y él terminó por aceptar.
0:05:40 Y durante media hora, ante un auditorio burlón, se esforzó Talmah por interpretar escenas de
0:05:46 comedia. Su ridículo fue su blime, pero él, orgulloso, pensó que Paulina, que según él creía lo
0:05:54 amaba, había recurrido a su talento para impresionar a sus amistades. Al día siguiente
0:06:01 le hizo saber eso a Paulina. Le agradeció, le dijo, le agradezco la muestra de amor y confianza
0:06:06 que ha tenido ayer al hacer que yo recitaré pasajes cómicos, etcétera. Ella no contestó.
0:06:15 Él la invitó a dar un paseo. Ella tampoco contestó. Y él empezó a invitarla cada día a dar un paseo
0:06:21 y ella no contestaba. Él estaba tranquilo porque pensaba que Paulina no contestaba a causa de sus
0:06:28 ineludibles tareas de protocolo. Acabe unos días Paulina organizó un paseo en barco y Talmah
0:06:35 fue pero decolado. Se coló. De repente estalló una tormenta que obligó a todo el mundo a refugiarse
0:06:42 bajo un toldo. Y Paulina dijo, Talmah, ¿por qué no recitas la tempestada, la obra de Shakespeare?
0:06:50 Y el tipo salió del toldo, se puso bajo la lluvia y recitó la tempestada, fragmentos de la tempestada.
0:06:59 Al final de septiembre de 1812 el actor recibió una carta que lo perturbó.
0:07:11 Parece que el organizador de unas giras con quien él tenía firmado un contrato le rogaba que fue
0:07:18 hacia Ginebra porque había armado una actuación para la semana siguiente. Creciendo que Paulina
0:07:24 seguía enamorada de él, se preguntó de qué manera le diría la terrible noticia de su viaje.
0:07:30 Pues hoy como le digo a Paulina, qué triste se va a poner. Finalmente se arrodilló a sus pies
0:07:37 y con la mirada fija en el techo y el brazo derecho extendido le recitó un discurso que había escrito.
0:07:45 Oh, Tomás.
0:07:46 Y qué decía. Oh, mi reina y señora, los dioses no separan, los lazos que tejido hemos con tanta paciencia
0:07:57 serán mañana víctimas de un destino tirano e implacable. Bueno, ella trató de comprender
0:08:04 qué le pasaba al tipo. Y le dijo que se fuera, no más, ¿no? Y Talmah se imaginó que Paulina
0:08:12 se sacrificaba por él. Me deja ahí, de tanto amor que me tiene. Y le agarró y se emocionó.
0:08:20 Estalló en llanto, abrazó las rodillas de su amada, etcétera. Por la mañana Talmah subió un coche y se fue.
0:08:28 Y no sospechaba que su bella amiga ya estaba, esa misma hora, en brazos del artillero que hemos mencionado antes.
0:08:36 Al cabo de los días Talmah empezó a escribir a Paulina, le decía cosas así, ¿no?
0:08:41 Te he abandonado, he me aquí separado de ti por mucho tiempo, tu bondad, tus lágrimas, bla, bla, bla.
0:08:48 Paulina tiró la carta y le llegaron varias docenas y no contestó ninguna. Talmah desesperó, pero su desesperación
0:08:57 tampoco se acercaba a la verdad, porque pensó que Paulina había dejado de amarla, llamarlo,
0:09:03 enojada por su abandono. Está enojada porque me fui, dice el tipo. Ni bien pudo regresó.
0:09:11 Y empezó a deambular por los alrededores de la mansión de Paulina,
0:09:15 penando y escribiendo más cartas. Paulina ya lo había olvidado, tampoco le dio esa segunda colección de cartas.
0:09:22 Talmah continuó amando a Paulina y cuando ella murió muy joven, en junio de 1825,
0:09:29 Talmah cayó en una profunda depresión y se murió él también, un año después.
0:09:36 Qué linda historia, me gustó esta historia.
0:09:39 Talmah vivió el amor, sumó.
0:09:43 Talmah vivió el amor de esa mujer.
0:09:45 Lo vivió, claro, claro. Y después todo está bien.
0:09:49 Si a él le pareció que la típolo amaba, qué diferencia hay.
0:09:56 Pero el amor no correspondido.
0:09:58 Pero no era, para él no era.
0:10:00 Sí, sobre todo una historia se la creyó.
0:10:06 Sí, me...
0:10:08 Yo estoy acostumbrado, será porque yo estoy acostumbrado.
0:10:10 Yo no tengo otros amores que eso.
0:10:12 En lo que yo mismo me...
0:10:14 Se autobastece.
0:10:16 Sí, sí, claro que voy a hacer.
0:10:19 Bueno, hemos ido a la discoteca y el discotecario me dijo que él conocía una mina que estaba fenómeno
0:10:27 y que un día se había ido a Necochea.
0:10:33 ¿Qué tiene que ver con la historia?
0:10:35 Talmah se fue a Suiza en la Necochea, en la misma estructura.
0:10:41 A ama a B y se va.
0:10:43 No, señor, bueno, pero estamos hablando.
0:10:45 No, no, no, de carta no.
0:10:47 No, no, no, de carta nada.
0:10:49 Para que coache que yo también tengo una vida.
0:10:51 Yo tenía una...
0:10:53 Me conocí una mina que andaba conmigo y me fui a Necochea.
0:10:57 Bueno, sí, pero eso no es ninguna...
0:10:59 Mucho bien con Necochea, me dijo.
0:11:01 Pero la historia de amor, lo previo, el pesar, no tiene nada que ver, señor.
0:11:07 No, él la quería, pero bueno, yo no voy a andar contando detalles, me dijo.
0:11:11 No, bueno, detalles no.
0:11:13 Me dio un disco porque parece que era peticita.
0:11:15 O sea, la peticita era una parte, sino la novia del discotecario.
0:11:19 ¿Y qué tiene que ver que sea peticita?
0:11:21 El baile es que vamos a escuchar ahora, por Juan Trepiana, se Manchester, Se llama Pequena.
0:11:25 En alusión a Paulina Buna parte, en alusión también a la novia del discotecario.
0:11:32 Y en alusión también a... a cualquier amor porque el Pequena no establece un tamaño,
0:11:41 sino establece una corte de las distancias afectivas.
0:11:49 Entonces es una palabra de protección, no de descripción.
0:11:53 Ven mi pequeña, no quiere decir, ven mi señorita de 151 de Antigua.

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