Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza será terrible, estamos en vivo aquí, viernes en el auditorio de Radio del Plata, la calle Gorriti 5963.
0:00:09 Entre Rabiña y Tanjera, ¿de acuerdo?
0:00:11 Sí, señores, el régimen ahora es que los viernes sí estamos en vivo, ¿eh?
0:00:16 Como así los lunes.
0:00:17 Los viernes sí.
0:00:18 Hablaremos hoy de Paulina Bonaparte, la hermana de Napoleón, de quien hemos hablado otras veces,
0:00:28 y de quien hemos dicho más de una vez que marcaba a 1.33 la mesa.
0:00:35 Así que, juiquémonos en París, allá por el año 1.811.
0:00:41 Paulina se había casado con el general Leclerc, aquel con el que viajó a Santo Domingo y que murió de Fiebre la Maricha.
0:00:50 Poco después de haber enviudado, Paulina se casó con el magnate romano Camilo Borguese y dicen que con Camilo Paulina se aburría mucho y entonces tenía algunos amantes.
0:01:04 Por esos tiempos andaba con el alemán Friedrich, el italiano Félix Blanchini, que era músico y compañía de la compañía, a dos para cantar especialmente con ella.
0:01:18 Andaba también con el general de Canoville, con el capitán Aquiles de Tiritón, con los coroneles rusos Chernychev y Kavlukov y con el Conde de Montrúa.
0:01:32 Además, como contamos alguna vez, a Paulina la asistía en su aseo un negro herculeo.
0:01:42 Así le decían.
0:01:43 Así le decían.
0:01:48 Que se había llevado desde Santo Domingo.
0:01:51 Durante el verano de 1811 Paulina insistió en ir a las aguas termales de la Chapelle para tranquilizarse un poco.
0:02:01 Pero se equivocó de sitio porque las ciudades de agua siempre gozaron de mala reputación.
0:02:08 Entre los romanos, la estación termal de Basilea era llamada por Seneca el Refugio del Luicio.
0:02:18 ¿A dónde va?
0:02:19 Voy hasta acá hasta el Refugio del Luicio.
0:02:22 En la Edad Media Baden, gracias a sus fuentes, se convirtió en uno de los mayores lupanares de Europa.
0:02:32 Bueno, en realidad un verdadero enfermo que se aventurase entre los bañistas era considerado como un intruso.
0:02:40 A quien pronto hacían morir para que no molestara más.
0:02:44 En el siglo XVI Plombier, donde los hombres y mujeres se bañaban desnudos en la misma vertiente, lo hacían con el pretexto de combatir un cólicone frítico.
0:02:58 Bueno, ese lugar, Plombier, fue un teatro de increíbles orgías.
0:03:03 Imagínense usted.
0:03:04 Pues bien, así en la chapel paulina se dujo a un hombre que al parecer volvía locas a todas las mujeres del país.
0:03:11 Se trataba del mayor trágico del siglo y el único actor a quien Napoleón concedía genio.
0:03:20 Hablamos de Francois Suat al Ma, a quien todos lo conocían como el príncipe del gesto.
0:03:27 El tipo tenía 48 años y paulina 30.
0:03:32 Bueno, parece que paulina se lo llevó rápidamente a la habitación de la posada que había alquilado para pasar algunos días.
0:03:38 Y Tal Ma se enamoró perdidamente de paulina.
0:03:43 Y eso se notaba mucho, ¿no?
0:03:47 Incluso parece que en la cama Tal Ma expresaba su dicha, declamando versos de racín o de voltear.
0:03:57 Luego de algunos días de amor, paulina y tal Ma volvieron juntos a donde vivía tal Ma.
0:04:08 Tal Ma, aunque estaba muy enamorado de ella, tenía miedo de que lo descubrieran.
0:04:15 Lo que lo descubriran, nada menos que con la hermana, el emperador y que encima era casada.
0:04:20 Ese miedo parece que le impedía Tal Ma ser tan ardiente como paulina deseaba.
0:04:26 Dicen los cronistas, una vez mientras nuestro actor gritaba unos pasajes de molier,
0:04:33 resonaron unos pasos en el corredor.
0:04:36 Paulina, que no quería perder un segundo de placer, le pidió que continuase.
0:04:44 El desdichado trató de continuar, pero la naturaleza se negó a ayudarlo.
0:04:50 Paulina furiosa le pidió que fuera a buscar al negro del culio para que lo reemplazara con ventaja.
0:04:57 Ah, cuando dijo reemplaz, se lo peor.
0:04:59 Así que Tal Ma llamó a este muchacho y se fue cabiz bajo.
0:05:05 Luego de aquel episodio, paulina, harta de los ampulosos párrafos que Tal Ma introducía en cada momento de amor,
0:05:13 perdió todo el interés por el actor.
0:05:15 Pero Tal Ma seguía enamorado.
0:05:19 Mientras tanto, paulina se había convertido en la amante y un jefe de artillería
0:05:25 y comenzó a hacer todo lo que estuvo a su alcance para alejar al enamorado trágico
0:05:31 y apareció, surgió, el mal entendido clásico.
0:05:35 Cada cosa que paulina hacía para separarse de Tal Ma, por ejemplo burlas, gestos desde then,
0:05:42 eran interpretadas como gestos amorosos y de correspondencia por Tal Ma.
0:05:48 Una noche en un salón, Tal Ma estaba sentado al lado de paulina en actitud reptil
0:05:56 y ella dijo con la intención de ponerlo incómodo.
0:06:01 Ahora Tal Ma nos hará reír.
0:06:04 ¿Verdad que vas a deleitarnos con una escena cómica?
0:06:07 Bueno, era como pedirle a un cantante de ópera que cantara canciones picantes, el cusanito.
0:06:13 Tal Ma palideció, pero paulina le acarició la cabeza y él terminó por aceptar.
0:06:19 Y durante media hora, ante un auditorio burlón, se esforzó Tal Ma por interpretar escenas de comedia.
0:06:27 Su ridículo fue espantoso, ¿no?
0:06:31 Pero él estaba muy orgulloso y pensó que paulina, que lo amaba según él creía,
0:06:37 había recurrido a su talento para impresionar a sus amistades.
0:06:41 Y al día siguiente le agradeció a paulina su muestra de amor y de confianza
0:06:46 y le invitó a dar un paseo.
0:06:50 Ella no le dijo nada.
0:06:52 Tal Ma estaba tranquilo porque pensaba que paulina no le decía nada o no le respondía a sus preguntas
0:07:00 a causa de sus ineludibles preocupaciones, protocolos, etc.
0:07:06 Un día paulina organizó un paseo en el barco.
0:07:12 Tal Ma fue ese color medio, ¿no?
0:07:14 A la tarde estalló una tormenta que obligó a todo el mundo a refugiarse bajo un podo.
0:07:20 De repente se oyó la voz de paulina.
0:07:22 Ah, y tal Ma dice, ¿por qué no recitas la tempestad?
0:07:26 Aprovechando que yo es la última tragedia.
0:07:30 Y el enamorado salió del toldo, se puso bajo la lluvia y recitó la tempestad.
0:07:38 No sé si completa.
0:07:40 A finales de septiembre de 1812, el actor recibió una carta que lo perturbó.
0:07:49 Sí, ya voy.
0:07:51 Y el organizador de unas tiras con que él tenía firmado un contrato
0:07:57 le rogaba que fue siajinebra porque así debía actuar la semana siguiente.
0:08:03 Creciendo que paulina seguía enamorada de él, se preguntó de qué manera le diría la terrible noticia de su viaje.
0:08:09 Finalmente se arrodilló a los pies de paulina y con la mirada fija en el techo y el brazo derecho extendido
0:08:17 y recitó un discurso que había escrito y que decía,
0:08:20 oh mi reina y señora, los dioses no se faran,
0:08:25 los lazos que tejido hemos con tanta paciencia,
0:08:29 serán mañana víctimas de un destino pirano e implacable.
0:08:35 Ella trató de comprender qué es lo que le sucedía a este hombre.
0:08:41 Paulina le dijo que se fuera nomás.
0:08:45 Y tal más se imaginó que paulina se sacrificaba por él
0:08:49 y entonces estalló en llanto, abrazó la rodilla de su amada, etc.
0:08:55 Por la mañana tal más subió un coche y se fue
0:08:59 y no sospechaba que subía a mí en ese mismo momento,
0:09:02 estaba en los brazos del ya citado artillero.
0:09:06 Al cabo de dos días tal más le empezó a escribir a paulina.
0:09:10 Le decía cosas así, me hay un plomo el tiempo.
0:09:15 Te he abandonado, eme aquí, separado de ti por mucho tiempo,
0:09:21 tu bondad, tus lágrimas, qué sé yo.
0:09:23 Qué ganso, sí, sí.
0:09:24 Bueno, paulina tiró la carta, le llegaron varias docenas
0:09:27 y no contestó ninguna.
0:09:29 Tal más desesperó, pero su desesperación tampoco se acercaba a la verdad.
0:09:33 Él creía que paulina había dejado a marlo por su abandono.
0:09:37 Si, señor.
0:09:39 Entonces apenas pudo volvió
0:09:41 y deambuló por los alrededores de la mansión de paulina,
0:09:44 penando, escribiendo más cartas.
0:09:47 Paulina ya lo había olvidado y tampoco le dio esas cartas.
0:09:51 Tal más continuó amando a paulina
0:09:54 y cuando ella murió muy joven, en junio de 1825,
0:09:59 tal más cayó en una profunda depresión
0:10:02 y se murió un año después.
0:10:06 Qué historia.
0:10:09 Tramiendo Alejandro, además, por el lugar de degradación
0:10:12 de un hombre, bueno, para ser actor y que ser narcisista,
0:10:15 pero tanto, digo, para ser narcisista y actor.
0:10:18 Pero yo le voy a decir una cosa,
0:10:20 todos nosotros somos solo tal más.
0:10:22 Sí, claro, pero sí, tal más.
0:10:24 Pero sabe quién, Alejandro,
0:10:26 pero sabe que en algún momento nos hemos dado cuenta también.
0:10:30 Yo me le cuento ahora.
0:10:32 No es tarde, no es tarde, querido amigo.
0:10:34 Ahora que acabo de leer.
0:10:36 No es tarde, querido amigo.
0:10:38 No con el amor y con la ceguera o la estupidez
0:10:41 en el mejor sentido que provoque el amor,
0:10:43 sino con la confianza en sí mismo.
0:10:45 Esto es lo peor.
0:10:47 No es la entrega que produce el amor,
0:10:49 sino la degradación narcisista.
0:10:51 Ese hombre está tan seguro.
0:10:53 Claro, ese es el punto.
0:10:55 Ese es el punto tan seguro de sí mismo
0:10:57 y eso me parece que no es digno de un caballero.
0:10:59 Esa es la otra cuestión.
0:11:01 Hay una marca del Caribe en todo esto que es atractiva.
0:11:03 El Caribe, allí donde después flouracerán
0:11:05 los peores, por ejemplo, estos grandes poetas.
0:11:07 Tenía para Napoleón y para su familia un ámbito raro.
0:11:11 En Haití había sucedido la primera revolución
0:11:13 que Napoleón reprimirá.
0:11:15 De por ahí era José Fina.
0:11:17 José Fina, mujer de Napoleón, la criosa.
0:11:21 Y Santo Domingo era el lugar donde uno iba a buscar
0:11:23 ese tipo de cosas.
0:11:25 Y ahí había estado Paulina.
0:11:27 Y ahí había estado Paulina.
0:11:29 Y ahí había estado Paulina.
0:11:34 Porque esto también era muy bueno,
0:11:35 estoy por bilang no es autoritario ni que fuera de manera
0:11:37 pero que para存ci også continúa.
0:11:39 Jefs pero yo también se va en eso.
0:11:41 Y ahí había Україna.
0:11:43 ¿ 줌faceisgogersquersiniop...
0:11:45 No sé qué yo sé.
0:11:47 Korean Els forgon tassakITEX
0:11:53 Qué bien, el tema de la scroll.
0:11:55 creemos y seguimos postulando la grandeza y los beneficios de la escritura.
0:12:00 Es decir, si uno empieza a intercambiar cartas con alguien, no sólo goza esa escritura,
0:12:05 y eso le revela muchísimo de la otra persona.
0:12:07 Y esa persona sabe mucho de uno con la escritura.
0:12:10 También la imagen que acompañan ese tipo de misiva genera un efecto de idea sobre la otra persona.
0:12:17 No es lo mismo recibir, que se yo, un apostal con un dibujo de tárnero,
0:12:22 cualquier otro y unas pocas frases buenas que uno cito de peluche que le diga te quiero tanto que duele.
0:12:28 Usted inmediatamente va a detestar a esa y a toda su familia, por ejemplo.
0:12:31 El asunto es que la correspondencia, la otra cosa que garantiza, es algo que en persona no lo lograremos jamás.
0:12:38 Que saber qué tanto escucha o entiende la otra persona de lo que uno dice y a la inversa.
0:12:43 Porque en una carta cuando se la responde uno en general remite al texto del otro.
0:12:48 Ojalá lográramos un diálogo en el cual esto fuera posible.
0:12:51 Y entonces cada uno de nuestros diados, cada imagen que decimos,
0:12:55 pudiera ser comparada, preservada, atesorada y eventualmente rota como uno hace con una tarjeta postal.
0:13:02 Y tarjeta postal es también el nombre de un valsecito.
0:13:07 Es verdad eso, el valor de la palabra escrita.
0:13:10 Yo creo que por eso tiene tanto éxito el mensaje de texto.
0:13:14 Y el whatsapp.
0:13:16 Por ahí hay cosas que uno no se atreve a decir por el derecho, ¿no?
0:13:20 Y sin embargo, puede comunicar mejor escribiendo las.
0:13:26 Digo que tarjeta postal es un lindo valsecito.
0:13:31 No hay muchas versiones.
0:13:35 No, lamentablemente.
0:13:37 La única que yo conozco es la que yo mismo he grabado con Fernando Marzán.
0:13:44 Y es la que vamos a escuchar ahora.
0:14:14 No sé qué se queja.
0:14:16 Me despierta la palabra insierta del ayer mejor.
0:14:21 Hoy se quito.
0:14:23 De eso yo se dio olvido con tu ruido.
0:14:28 De esta posión el santo.
0:14:31 Y en la pierda que tuve aquella puerta.
0:14:36 La mano blanca y puerta que fue al davó.
0:14:41 Sabar los dormidos de cases que sueñan en una tarjeta postal.
0:14:51 Por canto su harina en la casa nos hace la luna su vieja señal.
0:15:00 La casa del patio querido la gente celsisa y el viejo rostal.
0:15:10 Me devuelve en el barrio perdido como una barilla tarjeta postal.
0:15:20 Los caminos abiertos entre verros con vecinos charlando en un portón.
0:15:40 Y los pirillos moviendo a sus enseros son recuerdos que regresan derdos con el acordeón.
0:15:50 Hoy se quito de sus ojos que su añoro con el zoro pequeño de Cebas.
0:16:00 En la esquina, pero hermosa que no existe tu voz pequeña y triste me vuelve a votar.
0:16:12 Sabar los dormidos de cases que sueñan en una tarjeta postal.
0:16:22 Por canto su harina en la casa nos hace la luna su vieja señal.
0:16:31 La casa del patio querido la gente celsisa y el viejo rostal.
0:16:41 Me devuelve en el barrio perdido como una barilla tarjeta postal.
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