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22 de Enero de 2009

Paulina, la hermana de Napoleón

Transcripción automática

0:00:00 Alheremos hoy de la hermana de Paulión, de Paulina, que era lindísima y según dicen marcaba 1.35 la misma.
0:00:10 Así que ubicaremos nuestra acción en París en el año de 1811.
0:00:17 Paulina se había casado con el general Leclerc, aquel con quien viajó a Haití.
0:00:25 Y allí este hombre tuvo la precaución de morirse de Friere a Madrid.
0:00:31 Poco después de enviudar Paulina se con él magnate italiano Camilo Borgesse
0:00:37 y dicen que durante ese matrimonio Paulina se aburría muchísimo
0:00:42 y no tuvo más remedio que designar algunos amantes.
0:00:47 Por esos tiempos andaba, atención, no tememos.
0:00:51 Con el alemán Friedrich, el italiano Blangini, que es músico,
0:00:57 y componía a dos para cantar con ella, que extraordinario.
0:01:01 Con un general Canubil, con el capitán Aquiles de Tocutón,
0:01:06 los coroneles rusos Cherni Chev y Kavlukov, el conde de Montroth y con el teniente de Braz.
0:01:14 Además, Paulina era asistida en su aseo por un negro herculeo.
0:01:26 ¿Para qué necesitaban los otros?
0:01:28 Claro, que se había llevado, que había conocido en Santo Domingo
0:01:32 y había resuelto traerlo para que la ayudara.
0:01:38 ¿Lodas al ver al negro herculeo?
0:01:43 Querían limpiar.
0:01:45 Querían? No, sí, querían asearse con el negro.
0:01:50 La felicitaban a Paulina.
0:01:53 Te felicito por el negro que tenés herculeo.
0:02:01 Durante el verano de 1811,
0:02:04 Paulina quiso ir a unas aguas termales, que había en la chapel,
0:02:11 para tranquilizarse un poco.
0:02:13 Todos decían que las aguas termales tranquilizaban.
0:02:16 Se equivocó de sitio, evidentemente.
0:02:19 Las ciudades de aguas, en aquel entonces, tenían mala reputación.
0:02:24 Por ejemplo, entre los romanos, la estación termal de Basilea, que queda en Suiza,
0:02:29 fue llamada por Seneca el refugio del vicio.
0:02:33 En la Edad Media Badén, gracias a sus fuentes,
0:02:37 se convirtió en uno de los más grandes lupanares de toda Europa.
0:02:41 En realidad, en aquellos lugares un verdadero enfermo
0:02:45 era considerado como un intruso,
0:02:47 a quien pronto hacían morir para que no volviera a molestar
0:02:51 a los libertinos que ocurrieran allí,
0:02:55 para cualquier cosa menos para curarse.
0:02:57 En el siglo XVI, Plumbier, donde los hombres y mujeres se bañaban desnudos,
0:03:02 la misma vertiente, fue teatro de increíbles atribuidas.
0:03:07 Porque había ahí una fuente que parece que ayudaba a combatir el cólico nefrítico.
0:03:16 Qué terrible.
0:03:18 No sé lo que es, pero te duele.
0:03:21 Entonces se bañaban allí desnudos,
0:03:25 y al final más decían qué cólico nefrítico.
0:03:30 Toler por doler, dice,
0:03:34 prefiero no curarme y hacer una simpaticorgia, y ahí aprovecha.
0:03:38 Y estamos todos desnudos aquí, qué nos cuesta.
0:03:42 Allí, Paulina conoció y sedujo al hombre que volvía a locas a todas las mujeres de París.
0:03:50 Él era de un actor, el mayor trágico de siglo, le decían en aquellos años.
0:03:55 El único actor a quien Napoleón concedía genio.
0:03:59 Hablamos de Francois Talmá, a quien todos conocían como el príncipe del gesto.
0:04:04 El gesto?
0:04:06 Del gesto.
0:04:07 Qué cara, qué gesto decían todos al observar a Francois Talmá.
0:04:14 Pero tenía algún tic, el hombre.
0:04:16 El tic tenía 48 años y Paulina 30.
0:04:20 Parece que Paulina se lo había llevado rápidamente a la habitación que alquilaba
0:04:25 para pasar unos días en las termas.
0:04:29 Talmá, ¿no?
0:04:32 Se enamoró de Paulina y eso se notaba.
0:04:36 Dicen que Talmá no podía desprenderse a una gran dilocuencia,
0:04:43 como suele pasar con los actores.
0:04:46 En el curso, en la cama expresaba su dicha venerea
0:04:52 de clamar a un cuervo de morir o de voltear.
0:04:56 Cosa que no dejaba de asombrar a los criados que no despegaban la oreja de la puerta.
0:05:02 Y oían en los momentos culminés, cosas tal como un paisano o delvargado,
0:05:08 y cosas así.
0:05:10 Muchas cosas que se hubieran morido o voltear.
0:05:14 Después de unos días de amor, Paulina y Talmá se volvieron juntos en el Lí,
0:05:20 que era donde vivió a Paulina.
0:05:22 Talmá, aunque muy enamorado,
0:05:25 tenía miedo de que alguien lo descubiera con la hermana Apoleón,
0:05:28 que además se casaba.
0:05:30 ¿Oh bien?
0:05:32 No, con el de Borguése.
0:05:35 Si no lo agarraba el marido, lo agarraba el hermano.
0:05:38 Ese miedo, a veces le impedía mostrarse tan ardiente como Paulina arreseaba.
0:05:44 Por ejemplo, parece que cuando se acostaba con ella,
0:05:47 Talmá colocaba muebles contra la puerta para que no pudiera entrar.
0:05:52 Dice el cronista, el Leo cronista.
0:05:55 Una vez, mientras nuestro actor gritaba unos pasajes de moler,
0:06:01 resonaron unos pasos en el corredor.
0:06:04 Paulina, que no quería perder un segundo de placer,
0:06:09 le pidió que continuase recitando.
0:06:13 Pero el desdichado trató de obedecer
0:06:19 y la naturaleza no lo ayudó.
0:06:21 Paulina furiosa le gritó
0:06:25 y le dijo que fuese a buscar al negro Hercules.
0:06:31 Para que lo reemplazara con ventaja.
0:06:34 ¿Qué feo?
0:06:36 Talmá corrió al pasillo, llamó al negro, lo encerró con Paulina
0:06:40 y se fue cabiz bajo.
0:06:47 Después de ese episodio,
0:06:49 Paulina, ya harta de los ampulosos párrafos
0:06:52 que en cada momento de amor reproducía este hombre,
0:06:56 perdió todo interés.
0:06:58 Debe decirse que talmá seguía enamorado.
0:07:01 Paulina, mientras tanto, se había convertido
0:07:04 en la amante de un jefe de infantería, Augusto de Lichon,
0:07:08 y hacía todo lo posible por evitar al actor.
0:07:12 Y ahí apareció el malentendido,
0:07:14 que es clásico de muchos imbéciles cuando se enamoran.
0:07:18 Cada cosa que Paulina hacía,
0:07:21 cosas que siempre tenían que ver con la burla y el desdén,
0:07:25 era interpretada por talmá como un gesto amoroso
0:07:28 y de correspondencia de su amor.
0:07:31 Una noche en un salón,
0:07:34 talmá estaba sentado a los pies de Paulina en actitud reptil.
0:07:38 ¡Ay, qué reptilio!
0:07:41 Y ella dijo, sólo para ponerlo en cómodo,
0:07:44 ahora talmá nos hará reír.
0:07:47 ¿No es cierto, talmá?
0:07:49 Que vais a divertirnos con una escena cómica.
0:07:52 Era como pedirle a un cantante de ópera
0:07:55 quien tonase canciones de murga.
0:07:58 Talmá palideció.
0:08:00 Él era un trágico, no podían pedirle que hiciera algo cómico.
0:08:04 Pero Paulina le acarició la cabeza
0:08:07 y talmá terminó por aceptar.
0:08:10 Durante media hora,
0:08:12 se esforzó talmá por interpretar escenas de comedia,
0:08:16 y su ridículo fue espantoso.
0:08:19 Pero él, orgulloso, pensando que Paulina lo amaba,
0:08:23 había recurrido a su talento para impresionar a sus amistades.
0:08:27 Y al día siguiente le hizo saber exactamente eso a Paulina
0:08:30 y le agradeció su muestra de amor y confianza
0:08:34 y la invitó a dar un paseo.
0:08:36 Ella no le contestó
0:08:38 y él entonces renovó esta invitación cada día.
0:08:41 Le escribió durante varias semanas.
0:08:44 Estaba tranquilo porque pensó que Paulina no le correspondía
0:08:47 debido a sus obligaciones de protocolo.
0:08:50 Finalmente, Paulina organizó un paseo en barco por un lago
0:08:54 y talmá se coló.
0:08:56 Pero a la tarde se desató una tormenta
0:08:59 que obligó a todo el mundo a refugiarse abajo el toldo.
0:09:02 De repente se dosó la voz de Paulina.
0:09:05 Talmá, ¿por qué no recita la tempestad?
0:09:09 La última tragedia de Shakespeare.
0:09:11 Y el enamorado salió de abajo el toldo,
0:09:13 se puso bajo la lluvia,
0:09:16 le agarró del mástil
0:09:18 y empapado recitó la tragedia.
0:09:21 Le agarró fiebre, casi se muere.
0:09:24 Al final de 1812 el actor
0:09:29 recibió una carta de un organizador de giras
0:09:33 con quien él tenía firmado un contrato.
0:09:36 Y este hombre le comunicó que tenía unas audiciones en Ginebra
0:09:39 que requerían la presencia del actor.
0:09:42 Y creyendo todavía en el amor de Paulina,
0:09:45 se preguntó de qué manera le comunicaría
0:09:47 la terrible noticia de su viaje.
0:09:50 Con lo que me daba esta mujer,
0:09:52 se va a desmayar, ¿cómo le digo que me tengo que ir a Ginebra?
0:09:57 Bueno, finalmente se arrodilló a sus pies
0:10:00 y con la rodilla en el pecho,
0:10:03 entonces no se arrodilló,
0:10:05 y un brazo extendido le recitó un discurso
0:10:08 que a él mismo había escrito.
0:10:10 ¡Oh, mi reina y señora!
0:10:13 Los dioses no se paran.
0:10:15 Los lazos que tejido hemos con tanta paciencia,
0:10:20 momento, será mañana víctimas de un destino tirano e implacable.
0:10:25 Paulina un poco sorprendida,
0:10:27 trató de entender qué le pasaba a aquel hombre,
0:10:30 y le dijo que se rajara no más a Ginebra.
0:10:33 Y yo diciendo, quiero dándole amor, juzgue y bella alegría,
0:10:38 demorar o señora mi marcha un solo día.
0:10:42 Pero la verdad es que Paulina estaba demasiado contenta de liberarse,
0:10:46 y le dijo que no hiciera esperar a su arte,
0:10:49 y se fue en ese momento.
0:10:51 Tal más creyó que Paulina se estaba sacrificando por él,
0:10:54 estalló en llanto,
0:10:56 abrazó las rodillas de Paulina, etcétera.
0:10:59 Por la mañana subió un coche y se fue.
0:11:03 No sospechaba que su bella amiga ya estaba en los brazos del artillero.
0:11:08 Al cabo de dos días, Talmá empezó a escribirle a Paulina,
0:11:12 le decía cosas así, te he abandonado,
0:11:15 he me aquí separado de ti por mucho tiempo,
0:11:18 tu bondad, tus lágrimas, bla, bla, bla.
0:11:21 Paulina tiró la carta junto con las otras docenas que había recibido,
0:11:26 y nunca le contestó.
0:11:28 Talmá desesperó, pero tampoco allí sospechó la verdad,
0:11:32 pensó que Paulina había dejado de amarlo por su abandono,
0:11:35 y apenas pudo regresó en el di,
0:11:39 y deambulando y enviando aún más cartas.
0:11:42 Todas eran pedidos de perdón por su ausencia.
0:11:45 Paulina ya se había olvidado por completo del actor,
0:11:49 y ni siquiera leyó esa carta.
0:11:51 François Talmá, experto intérprete de Shakespeare,
0:11:55 continuó amando a Paulina,
0:11:58 y cuando ella murió, muy joven, en 1825,
0:12:02 Talmá cayó en una profunda depresión,
0:12:06 y murió muy poco después, tenía 66 años de edad.
0:12:11 Impresionante y triste historia.
0:12:15 Cualquier historia de un enamorado contrariano en sus deseos
0:12:19 es inevitablemente triste,
0:12:22 y no tiene regreso, no tiene reparación,
0:12:25 ni en la tierra ni en el cielo,
0:12:28 no hay foro donde el enamorado rechazado pueda reponerse.
0:12:32 Por eso lo mejor que puede hacer el enamorado rechazado
0:12:36 es ir rápidamente allí donde no lo rechazaren,
0:12:42 es decir, con otra mujer.
0:12:45 Ahora Talmá negaba un poco el rechazo,
0:12:48 no lo vivía como un rechazo liso y llano.
0:12:51 Es la peor clase de enamorado rechazado,
0:12:54 es que está siendo basurado y no se da cuenta.
0:12:57 Pero el último que se entera es el que...
0:12:59 Es el basurado.
0:13:01 Te lo digo, yo que he sido basurado por las mejores minas de Buenos Aires.
0:13:05 Las mejores minas de la ciudad de Buenos Aires
0:13:08 me escupieron en la cara en su...
0:13:11 Bueno, por lo menos fueron las mejores.
0:13:13 En ese sentido yo no me dejo escupir por cualquier...
0:13:16 Para dar negro.
0:13:18 No me anoto desengaños de segunda categoría, no.
0:13:22 ¿A quién podemos dedicar esto?
0:13:24 Podemos dedicarse a Talmá, ya que es pobre tiempo.
0:13:30 Si hay algo que empeora el rechazo
0:13:32 es justamente la imposibilidad de comprenderlo.
0:13:38 Hay tiempo que no pueden admitir
0:13:42 que no le gustan a alguien.
0:13:47 Se declaran, se insinúan delante una mera
0:13:49 y la mera de algún modo les dice, no me gusta.
0:13:52 Pero lo piensa, pero lo piensa, seriamente.
0:13:54 ¿Cómo que no te gustó?
0:13:56 Y se mira a sí mismo, así.
0:13:59 ¿Cómo? No puede ser.
0:14:01 Conversa con él, ¿no?
0:14:03 ¿Cómo no le voy a gustar?
0:14:05 Y empiece a pensar otra explicación.
0:14:07 ¿Por qué ella le parece imposible de creer?
0:14:10 Le dice, bueno, es la familia que le llena la cabeza.
0:14:14 Bueno, es que ella se está haciendo la difícil
0:14:17 para ponerme a prueba.
0:14:18 Todas cosas que no suceden nunca.
0:14:20 Nunca una mena crea caso a la familia
0:14:23 ni una mena que queriendo abrazarte se escape.
0:14:29 Si te quieres se queda,
0:14:30 incluso se queda más allá de nuestro deseo.
0:14:34 Y si no te quieres, se va.
0:14:36 Así es sencillo el comportamiento humano.
0:14:40 Hay algunos que se enojan.
0:14:42 Dice, ¿qué te pensabas que soy yo?
0:14:45 ¿Qué significa la frase?
0:14:47 ¿Qué te pensabas que soy yo?
0:14:49 La verdad es que me voy a preguntar,
0:14:51 en ese caso, cuando el hombre es rechazado,
0:14:54 vale la pena seguir bajando...
0:14:58 Arrastrarse.
0:14:59 Arrastrarse.
0:15:00 No, porque la mena...
0:15:02 Empecé a secuchar menos todavía.
0:15:04 ¿Ira la quina comprar un ramo de flores?
0:15:06 No, las flores no.
0:15:08 Nunca torcieron la voluntad de nadie a las flores.
0:15:11 Escribir un poema de amor.
0:15:12 ¡Todo es cobalt!
0:15:14 Y si la mina no está con usted, no cambia.
0:15:17 La flores es para acompañar, para subrayar,
0:15:19 algo que ya está ocurriendo.
0:15:21 La mina está con usted, le regala un arroz,
0:15:24 ojo, mi amor, un arroz.
0:15:27 Pero si usted le regala todo el rosal de las ruinas junto,
0:15:31 y si la mina no gusta de usted, no cambiará.
0:15:34 ¿Y un poema de amor? Cambia.
0:15:36 ¡No, menos!
0:15:37 Menos, y si usted es gran poeta, peor.
0:15:40 ¿Cuanto mejor poeta, sea peor?
0:15:43 Claro, sí, para otro, lo usa para otro.
0:15:46 Pero entonces el amor está fundado...
0:15:48 Se emociona con el poema pensando en otro tinto.
0:15:54 Si lo digo yo, qué compuesto canciones a minas
0:15:56 que después la escuchaban con el novio y lloraban.
0:15:59 Ella y el novio.
0:16:08 No hay estrategia, no hay salvatad.
0:16:10 No hay nada así que hay estrategia.
0:16:12 Ya le ir corriendo, no volver más.
0:16:14 Y hasta puede pasar que la mina diga cómo sale corriendo.
0:16:17 La mina también tiene su pensamiento.
0:16:19 ¿Cómo no se espera por mí?
0:16:22 Y ahí a lo mejor tiene una esperanza, digo, una, no un millón.
0:16:25 Si ya queda, no hay esperanza.
0:16:26 No, no hay ninguna esperanza.
0:16:27 Y la única esperanza que hay tiene otro nombre y otra dirección.
0:16:36 Una dama que me dejó, me dijo lo siguiente.
0:16:39 Cuando me estaba explicando,
0:16:41 porque me dejaba como si yo hubiera pedido una explicación.
0:16:44 Me dijo, quédate tranquilo porque no es por ningún error.
0:16:49 Y yo dije, sería mucha suerte que se tratara de un error.
0:16:53 Aquello que parecía un elogio era espantoso.
0:16:56 Porque de un error se sale.
0:16:58 En cambio de la propia identidad,
0:17:00 que es lo que no le gusta la mina,
0:17:02 no se sale jamás.
0:17:07 La única manera de empezar a gustarle,
0:17:09 uno que no le gustaba, es convirtiéndose en otro.
0:17:12 Pero no de un modo metafórico.
0:17:14 Ahora soy otro, me acuesto temprano,
0:17:17 que sé yo, dejé el opio.
0:17:22 Sí, lo otro redondamente.
0:17:24 Tipo rubio si usted era morocho y alto si usted era bajo.
0:17:30 Y ahí la mina le dice, quédate tranquilo,
0:17:32 que no se trata de ningún acierto.
0:17:34 No, no hay alternativa, en ese caso.
0:17:38 Sí, la hermana, la cuñada, hay muchas alternativas.
0:17:41 Tantas alternativas como mujeres en el mundo.
0:17:44 ¿Qué pasa? Yo le plato lo siguiente.
0:17:45 ¿Qué pasa si el hombre la amenaza?
0:17:49 Estamos hablando de personas normales.
0:17:51 Tipo que amenaza.
0:17:54 Porque digamos, me suyo.
0:17:56 Me suyo.
0:17:58 Me suyo.
0:17:59 Pior.
0:18:00 Ella que dice, si quédate.
0:18:02 Lejos.
0:18:03 Claro, dice, vamos a hablarlo mañana.
0:18:06 Trate de ganar tiempo.
0:18:08 Para el tipo no, si se va a suicidar,
0:18:09 por lo menos que no se le suicidia ahí en la casa.
0:18:14 Se dice, se amas me mañana, se amas me mañana
0:18:16 y mía, te lo va empujando,
0:18:17 después le sorro la puerta y no la abre más.
0:18:19 Ni la obtiene más.
0:18:26 Es feo, pero qué lindo,
0:18:27 cuando te dicen sí, pasar no me importa quién soy.
0:18:29 No te traes nada de regalo, no importa,
0:18:32 me gustas igual.
0:18:33 Porque soy un poco no importa.
0:18:37 ¿Qué dice yo?
0:18:38 Tengo mal carácter y hoy no me veo mejor.
0:18:42 Qué aceptan.
0:18:43 Porque ahora estamos hablando un poco de que
0:18:45 la mujer es la que decide no seguir.
0:18:49 No lo quiere al tipo, la mujer.
0:18:50 ¿A la qué pasa si sale al revés?
0:18:52 La mujer es mucho más sana que el hombre.
0:18:54 ¿El hombre?
0:18:55 La mujer no tiene esas actitudes reptiles
0:18:57 y cuando alguien le dice no le gusta,
0:18:59 en todo caso trabaja con mayor astucia,
0:19:02 pero nunca me dice,
0:19:04 ay, por favor, por favor, que me mato.
0:19:07 ¿Qué pasa de la situación inversa?
0:19:09 El hombre y la mujer que no le gusta
0:19:12 de la mujer, la mujer se arrastra, le pide por.
0:19:15 No, ya le acabo de decir, no lo hace la mujer.
0:19:17 No, es muy raro.
0:19:19 Puede darse, pero no lo hace.
0:19:21 Y si lo hace, lo hace con tan la vida.
0:19:23 ¿Qué se enamora?
0:19:25 El hombre se enamora, se enamora de esa...
0:19:28 ¿El hombre es capaz de desayudar
0:19:30 con una mujer que no le gusta?
0:19:34 ¿Qué me está preguntando?
0:19:43 Se puede por un rato.
0:19:45 Después no.
0:19:46 Después no.
0:19:47 Pero está muy bien esa pregunta.
0:19:49 Y cuando decimos no le gusta,
0:19:52 no le gusta en el sentido más brutal
0:19:57 y no se puede.
0:19:58 Lo mismo de una mujer.
0:20:00 Todo lo demás se negocia.
0:20:02 Por ejemplo, está saliendo con un tipo
0:20:05 que vuelve tarde.
0:20:07 Bueno, a lo mejor lo comencé que venga temprano.
0:20:10 Está saliendo con un tipo que habla muy fuerte
0:20:13 en el cine.
0:20:15 Pero te promete que no va a hablar en el cine.
0:20:18 Ahora está saliendo con un tipo que te resulta feo.
0:20:23 Lo convencé que se va a hablar en el cine.
0:20:26 No sé, lo convencé que sea lindo.
0:20:31 Y ahí sí rompemos.
0:20:33 Por eso,
0:20:35 mi modestísima experiencia lo he tenido
0:20:37 a lo largo de tantos años, dos novias.
0:20:43 Sí, pero un montón de ensayo me parece.
0:20:46 Le puedo decir que
0:20:49 cuando todavía no se extinguió el deseo,
0:20:53 tenemos esperanza.
0:20:55 Pero cuando el deseo
0:20:58 no se extinguió por mucho que me hablen,
0:21:01 porque yo yo de la pego, del afecto, de la ternada.
0:21:05 No podemos conversar más.
0:21:08 Así que suélteme de Guilepi.
0:21:11 Vamos a dedicar esto también al negro Herculio.
0:21:14 Incide.
0:21:16 Porque salvo las papas de más de una ocasión.
0:21:19 ¿Había la impresión que al negro Herculio
0:21:21 no había ningún planteo?
0:21:25 ¿Cuándo era negro y es Herculio?
0:21:27 No hay planteo alguno.
0:21:29 No hay planteo alguno que hacer.
0:21:31 Bueno, y a todas las ramas que me han dejado,
0:21:34 dando muestras de su buen gusto y elegancia.
0:21:37 Hemos de escuchar además
0:21:40 en conmemoración
0:21:43 de tantas cartas sin respuesta
0:21:46 que envió Franco a el actor.
0:21:49 Tal más.
0:21:51 No, qué más estas cartas, no.
0:21:53 Pero sí, cartas viejas, un bello tango,
0:21:55 que oiremos en la clásica interpretación
0:21:57 de Carlos Gardel. Adelante.
0:22:59 No, qué más estas cartas, no.
0:23:01 Pero sí, cartas viejas,
0:23:03 cuánto amor entre mis manos,
0:23:05 cuántos besos fantasitas
0:23:07 que ya nunca volverán.
0:23:11 no hay la ingrata
0:23:13 que a metán,
0:23:15 con ni una carta que me pueda consolar.
0:23:17 Esta carta
0:23:19 dice angustias que pasaron
0:23:21 y esta otra,
0:23:23 mi amor que regresó.
0:23:25 Grandes ojos
0:23:27 y lloraron
0:23:29 todos dicen esta carta de marido.
0:23:31 Ya en mi ocaso
0:23:33 con la sienta lechina
0:23:35 quiero ver
0:23:37 en un obrero tanto amor
0:23:39 que su llama
0:23:41 de igual modo que en la vida
0:23:43 me acaricié hoy
0:23:45 que ha muerto el corazón
0:23:47 con esta fiesta.
0:23:49 Nadie sabe
0:23:51 la historia
0:23:53 que aquí dentro y encerrada
0:23:55 que por favor renacerá.
0:23:59 De mujeres que no buenas,
0:24:01 de mujeres que no malas
0:24:03 y que nunca podrian amar.
0:24:05 Cartas viejas,
0:24:07 cuánto amor entre mis manos,
0:24:09 cuántos besos fantasitas
0:24:11 que ya nunca volverán.
0:24:15 no hay la ingrata
0:24:17 que a metán,
0:24:19 con ni una carta
0:24:21 que me pueda consolar.
0:24:25 ¡Cartas viejas!

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