Transcripción automática
0:00:00 Bien, el tema de hoy es como se ha dicho, personas calientes.
0:00:07 Hace algunos días hablamos de aceitas cristianos y allí encontramos algunos personajes
0:00:14 que iluminaban, que eran un poco luminosos, en el sentido literal de la palabra.
0:00:20 Hoy hablaremos de personajes quemantes, personas ardientes, también en sentido literal.
0:00:26 Entre los manchúes en la China vivían brujos en la manchuria, para ser más exacto,
0:00:34 que es una península que sale así.
0:00:38 Una dinastía de la China que, la de los manchúes, no era China en realidad.
0:00:47 O sea, para nosotros son chinos, pero entre ellos hay diferencia bastante.
0:00:55 El caso es que entre los manchúes vivían unos brujos que, para ser considerados como tales,
0:01:02 debían pasar por una prueba que indicaba el calor de sus cuerpos.
0:01:08 Ese calor era certificado por otros brujos, brujos ya consagrados,
0:01:14 que a menudo simulaban quemazones cuando se acercaban aquellos iniciados.
0:01:23 El caso es que en invierno, si hacían nueve agujeros en el hielo de algún lago o de algún río,
0:01:29 el candidato a brujo oficial debía sumerquirse en uno de los agujeros,
0:01:35 salir por el segundo, seguir caminando hasta el tercero, remeten el cuarto y así,
0:01:41 hasta el noveno agujero, los que sobresalían de las aguas heladas eran tenidos por calientes.
0:01:49 Si llegabas al noveno agujero sin morir de frío, te decían que eras caliente
0:01:54 y ser caliente era sinónimo de poder, no solo entre los manchúes, sino entre muchos pueblos y religiones.
0:02:02 Se creía que la fuerza mágica se hacía presente con calores muy intensos.
0:02:07 Entre los hindúes, el dios cósmico Prajapati creó el mundo como calentándose
0:02:14 hasta un grado extremo a través del asetismo.
0:02:18 Creó el mundo realmente por una exudación mágica producto de ese calor.
0:02:23 Quiere decir que el universo, amigos míos, es el sudor de Prajapati.
0:02:28 Lo mismo sucede entre algunos dioses de las cosmogonías de América del Norte.
0:02:33 Crean sudando.
0:02:35 Uno de los mitos más populares de la India cuenta que Manilla, un demonio monstruoso,
0:02:42 amenazó al universo y a los mismos dioses.
0:02:46 Entonces Brahma, junto con Vishnu y Siva, emitieron juntos un calor abrazador
0:02:56 que dio lugar a una nube ígneas y esa nube de fuego adoptó finalmente la forma de una diosa
0:03:02 de 18 brazos por falta de uno, 9 a cada lado me imagino.
0:03:07 Y esa diosa, Shakti, logró aplastar al monstruo Manilla y de este modo salvo al mundo,
0:03:14 que si no no estábamos nosotros aquí esta noche.
0:03:19 En el caso de los Manchúes, no sólo los dioses sino también algunos elegidos, místicos, magos,
0:03:27 consiguieron ser realmente ardientes.
0:03:31 Cuentan que los magos hindúes bebían agua salada o con pimienta
0:03:36 y comían mucho picante para aumentar su calor.
0:03:40 Existían entre los magos tibetanos ciertas pruebas nocturnas
0:03:45 que consistían en verificar el grado de preparación de un discículo
0:03:50 conforme a la capacidad de su cuerpo desnudo de secar paños congelados.
0:03:58 Agarraban unos paños, lo metían en el agua helada,
0:04:03 cuando ya estaba al borde de la congelación bien mojado,
0:04:07 lo agarraban al tipo desnudo y le ponían el paño.
0:04:11 Y cuánto tardaba.
0:04:13 Para ver, no, cuando lo secaba le ponían otro.
0:04:17 Y otro, y otro, y así hasta el amanecer,
0:04:20 y había como un concurso de discípulos a ver
0:04:25 quién era el que secaba más paños durante la noche.
0:04:29 Había que ser muy caliente.
0:04:32 Los musulmanes de la India creían que un hombre en comunicación con Dios
0:04:39 quemaba.
0:04:41 Y eso parece que sucedió precisamente con un tal haqqud
0:04:45 que vivió en el siglo XIII.
0:04:47 Cuentan que haqqud asistía con fervor a la mezquita en Delhi
0:04:52 y se prosternaba sobre una alfombra,
0:04:55 bueno, para seguir convenientemente la liturgia de su fe.
0:05:00 Pero, dice la crónica, que era tan extremo su fervor,
0:05:05 incluso imaginaba verse raptado por la mula Burak,
0:05:10 aquella bestia que trasladó a Mahoma hasta el séptimo cielo.
0:05:14 Y lo hizo con gran rapidez, recuerde ese.
0:05:16 Estaba Mahoma con su mula en un lugar
0:05:21 y de golpe la mula se movió y tiró una jarra de agua.
0:05:28 Y en ese momento Mahoma se agarró la mula y volaron al cielo,
0:05:34 recorrieron los siete cielos,
0:05:36 hablaron con los profetas, con los ániles y con la divinidad misma.
0:05:41 Y cuando regresaron del viaje,
0:05:43 se había un tiempo de endresar las jarras sin que se volcara ni una gota.
0:05:48 ¿Esto qué demuestra?
0:05:50 ¿La velocidad?
0:05:54 Eso se imaginaba haqqud.
0:05:57 Pero, en realidad, lo que ocurría era otra cosa.
0:06:03 Las rodillas de haqqud, mientras se imaginaba que lo rataba la mula Burak,
0:06:08 se acababan de tal manera que una tarde se prendió fuego la alfombra sobre la cual estaba rodillado.
0:06:15 Al ver esto, imagínense, salió corriendo el tipo.
0:06:18 Pero al correr empezó a quemar todo lo que tocaba con las patas.
0:06:24 Encendió otras alfombras, las ropas de otras personas,
0:06:28 un corán y dos tapices de un mercader que estaba fuera de la mezquita.
0:06:32 Haqqud fue enfriado con agua, objeto inteligente.
0:06:37 No tuvieron demasiado en cuenta este prodijo porque ya se sabe que los musulmanes
0:06:41 consideran que el milagro es más bien algo pernicioso que viene a desordenar las cosas.
0:06:47 Y la aparición de alguien que encarna algún prodigio es más bien considerada una elegía.
0:06:53 Ahora bien, en otro orden de cosas, este poder sagrado experimentado mediante un calor intenso
0:07:00 no se obtenía únicamente mediante técnicas místicas como el acertismo.
0:07:06 A veces se gestaba gracias a la fuerza suscitada durante cierto tipo de iniciaciones militar.
0:07:13 Por ejemplo, se habla muchas veces del calor extremo que experimenta el héroe en la batalla.
0:07:22 Pero en algunas ocasiones ese calor dejaba de ser metáfora.
0:07:27 El héroe irlandés Cushulén salió tan ardoroso de su primer combate
0:07:33 que lo metieron en tres tachos de agua fría.
0:07:36 El primero se rompió, el segundo empezó a hervir y el tercero se evaporó al instante.
0:07:43 Ahí ya se le fue el ardor y luego después lo vistieron con prenda de fiesta,
0:07:48 cosa que no podían hacer antes, no podés vestir a una persona
0:07:51 que ya a temperatura corporal es igual a la superficie del sol.
0:07:56 Se prende fuego a la ropa.
0:07:58 Se prende fuego a la pecha, señor.
0:08:00 Un chaleco de amianto.
0:08:02 En todos los mitos, en todos estos que hemos lozado,
0:08:06 no hay otra cosa que el traslado de los metafóricos, la literancia, bien se mira.
0:08:10 El ardor en la batalla, el ardor de la fe o el ardor de las convicciones,
0:08:15 se convierte en un ardor físico que se puede mensurar a partir del agua que se vapora,
0:08:23 las escupidas de los amigos que le hacen al estrellarse contra la piel del ardoroso.
0:08:30 Si en mi barrio hubiera uno de estos ardorosos, se escupirían en la espalda como hace uno con las planchas.
0:08:37 Usted no se le vio el descupiendo la plancha.
0:08:40 Sí, ahora las planchas se escupen esas mismas, vio que largan el vapor.
0:08:44 La plancha que tengo yo es una plancha clásica del año 37.
0:08:49 Claro, esa se escupida.
0:08:56 Yo no estoy muy convencido de la existencia de estos seres calientes.
0:09:02 Sí, pero esto puede ser una fiebre.
0:09:04 Sí, también puede ser.
0:09:05 Afebrados.
0:09:06 Muy.
0:09:08 Yo no creo en las personas calientes en este sentido.
0:09:13 Pero hay gente de manos calientes o pies calientes que tienen circulación demasiado buena.
0:09:19 Otros no tienen que conformarse con algún artilujo artificial como bochas de agua caliente,
0:09:26 la botella sidra, el ladrillo.
0:09:31 Hemos sido a la discoteca...
0:09:34 La discoteca.
0:09:35 Es una linda historia de personas calientes.
0:09:37 La discoteca yo...
0:09:39 Yo sí la tuve que contar varias veces.
0:09:41 Primero le dije...
0:09:44 Hay alguien que no entendió.
0:09:45 A ver si me consiguió.
0:09:49 Le había prometido que le iba a dar el tema apropiado para cerrar el...
0:09:54 Ahí se lo está mandando por el teléfono.
0:09:58 Quedaron que iban a sincronizarse por teléfono, darla...
0:10:04 Le estuve allí.
0:10:05 Estuve allí.
0:10:09 No tengo el...
0:10:11 No tengo el...
0:10:12 La radio le para fortuna para que nos provea de un tema musical.
0:10:17 Me preguntó que para calentarse lo mejor es frotarse todo el cuerpo.
0:10:21 Eso va.
0:10:22 Que se frota las manos con el frío.
0:10:25 Me contó que tenía un primo llamado Vicente,
0:10:29 que también era una persona...
0:10:32 Sí, mi hermano.
0:10:33 Que siempre tenía altas temperaturas.
0:10:34 Y que como los taxistas de Buenos Aires,
0:10:36 que también son seres calientes,
0:10:38 andan en pleno invierno con todas las cuatro ventanillas abiertas.
0:10:42 Y entran al viento del invierno, la nieve, la sellisca, todo.
0:10:46 Y el tipo con una mano más fuera en mangas de camisa.
0:10:50 Y ahora, mujeres...
0:10:52 Pero lo hacen para no quedarse dormidos los taxistas.
0:10:55 Porque si está en un ambiente viciado...
0:10:58 Viciado.
0:10:59 Bueno, con los vídeos cerrados,
0:11:01 escuchando las radio, los vídeos se van quedando dormidos.
0:11:03 Abren todo y el aire los oxicae.
0:11:05 ¿Y por qué se quedan dormidos?
0:11:07 Porque ya dando vueltas,
0:11:09 otras que 20 por hora.
0:11:10 Es muy inútil, por eso.
0:11:11 Pa 10 por hora esperando a algún cliente.
0:11:13 Pero qué, tienen que estar y no pueden quedarse dormidos, señor.
0:11:16 Y eso sabe por qué, porque trabajan, por ejemplo,
0:11:19 240 horas sin parar.
0:11:22 Sin detener.
0:11:24 Tantas horas, no.
0:11:25 A mí me lo dijo el otro día...
0:11:27 El taxista.
0:11:28 Se despertó en un semáforo.
0:11:30 Y me dijo que hacía 240 horas que no dormí.
0:11:35 ¿Qué proligía para contar las horas?
0:11:37 Ahora, el discotecario no está chero también en doble turno,
0:11:41 a contraturno.
0:11:44 Me parece que manejo un taxi.
0:11:45 El caso es que finalmente ya como deláctima sacó
0:11:48 nuestro querido a fuego lento.
0:11:51 Es la interpretación de Juan Jóvengares.
0:11:55 Que es un disco caliente.
0:11:56 Me lo trajo, se enviándolo de mano.
0:11:58 Como un panqueque, señor.
0:12:00 Sí, porque si quemaba se quemaba y se quemaba.
0:12:03 Y finalmente conseguí una agarradera,
0:12:06 de esas que venden para las fuentes,
0:12:08 que agarró el disco y lo puso en mis manos.
0:12:12 Miren esta marca.
0:12:13 Miren lo que es, la llaga.
0:12:14 Que quedó la marca.
0:12:16 Que quedó la marca del disco calientito.
0:12:18 Juan Jóvengares, nuestro guitarrista de cabecera,
0:12:21 fue a fuego lento.
0:15:33 Era Juan Jóvengares en la venganza.
0:15:38 Será terrible a fuego lento.
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