Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos del anillo de Polícrates.
0:00:03 No debe confundirse Polícrates, no debe confundirse.
0:00:07 Udiquímonos rápidamente en la isla de Samos,
0:00:10 que no debe confundirse tampoco con Samoa,
0:00:13 en una isla del Pacífico mientras que Samos
0:00:15 se encuentra y muerta de reyes al Mar Egeo.
0:00:18 Nosotros seríamos hasta los siglos sexto...
0:00:23 hasta el siglo sexto, antes de esto.
0:00:28 Ayer en Samos gobernaba Polícrates, el Pirano Polícrates.
0:00:32 El potashiller escribió sobre él y puso y énfasis,
0:00:37 no énfasis, sino énfasis, en la historia de un esteloso amizo.
0:00:44 Dice que Polícrates fue un sacador terrible
0:00:47 que conquistó con una crueldad notable lesbos y delos.
0:00:52 Dos también, islas en notable fama, o de distintas causas.
0:00:56 En realidad se ha citado a Polícrates
0:00:59 solo con el mote de tirano de Samos.
0:01:02 Pues él va al diccionario de Polícrates y dice,
0:01:06 irano de Samos y nada más.
0:01:09 Porque él me dice en diccionario barato y escueto.
0:01:15 Denos era una isla sagrada donde se practicaba el cúntodo apodo.
0:01:20 Se practicaba la sensación de que se ensasaba, ¿no?
0:01:25 Pero no, se cumplía el cúntodo apodo.
0:01:28 Como bien sabemos había sido allí donde leto,
0:01:31 la mamá de Apolo había encontrado a Silo y había dado a luz
0:01:35 al dios Apolo y a su hermana gemena, la diosa Argeneis.
0:01:40 Polícrates, al dove rapinia por delos,
0:01:44 y así vino a enterarse de la existencia de un estatua de Apolo
0:01:48 en el santuario de Vílima junto a mi leto,
0:01:51 la lluvión de nuestro querido amigo Tales.
0:01:54 Los sacerdotes de esa estatua custodiaban un precioso anillo
0:02:00 que, según la leyenda,
0:02:02 debía corresponder al hombre que dominase los mares.
0:02:06 A decirlo de modo diferente y más eficaz,
0:02:09 quien tuviera ese anillo podía considerarse invencible,
0:02:13 nitar por su perdición y nada más también.
0:02:19 Así molestó alguna polícrates,
0:02:22 mandó a avisar a los sacerdotes
0:02:25 que iba a ir a empresar más a buscar el anillo.
0:02:28 Así nomás.
0:02:29 Y, bueno, y le dejo a los ugros,
0:02:32 me voy a atacar hasta mi leto
0:02:34 a buscar el anillo que había de asegurarme el dominio de los mares.
0:02:38 Los sacerdotes de Apolo, entregados de la llegada de un lunante,
0:02:43 intenté de esconder el anillo cosa relativamente fácil.
0:02:47 Hay cosas más fáciles que esconder un anillo
0:02:50 si uno es sacerdote en templo de Apolo en Vílima.
0:02:55 O así uno es simplemente farmacéutico.
0:03:02 Si uno farmacéutico estaría dando casi una pista.
0:03:08 Entonces llegó polícrates y encontró el anillo.
0:03:13 Así que lo habría enescondido mal
0:03:15 o ya estaba sospechando donde lo podían esconder polícrates.
0:03:22 Así que lo encontró enseguida.
0:03:24 Y ya que le quedaba a Manosia,
0:03:26 polera también de la ciudad de Mileto.
0:03:28 La verdad es que de algún modo el anillo le correspondía.
0:03:33 Porque de hecho, polícrates dominaba todo el sudeste del Egeo
0:03:37 y no había barco que pasase por esas aguas
0:03:40 que no le pagara a polícrates algún tributo.
0:03:43 Así que con el anillo, Simel,
0:03:45 el dueño de aquellos mares era polícrates.
0:03:48 Bueno, una vez que se hizo con el anillo de Apolo,
0:03:51 ya no hubo nadie que se atreviera a poner en duda esta cirustancia.
0:03:58 Emplear polícrates parecía ser el dueño,
0:03:59 no ya de los mares griegos sino del mundo mismo.
0:04:03 Tenía por costumbre echar mano a cuanto barco avistaba.
0:04:07 A veces, por pura presunción,
0:04:11 se volvían tactas las cosas que afanaba a sus propietarios
0:04:17 con notas en las que explicaba que no necesitaba más.
0:04:22 Afanaba por pura larga.
0:04:24 Afanaba barco y después de lo delito decía,
0:04:26 mire, ¿para qué lo quiero si ya estoy hecho?
0:04:30 ¿Qué decir con el barco?
0:04:31 Porque con lo que he choreado en estos últimos días
0:04:34 ya me doy por contento.
0:04:37 Con su corte de zamos, polícrates comía y bebía desmesuradamente
0:04:45 y daba conciertos con su siringa.
0:04:52 No, la afiladora.
0:04:57 ¡Aquí ya está el autoafilador!
0:05:00 Hacía también encargos, esplendidos a los escultores
0:05:05 y protegía con todo el hijo al poeta Nakrubonte.
0:05:08 Aún no tenía el mejor médico de Atenas.
0:05:10 Bueno, si con toda esa vita no tenía el mejor médico,
0:05:14 imagínense.
0:05:14 Era el médico de Mócedes, el que había raptado para tenerlo cerca.
0:05:21 Cuentan que polícrates fue el más rico de todos los hombres
0:05:24 y que vivió con felicidad durante largos años.
0:05:27 En algunos de sus compadradas, polícrates hizo regalos astuosos
0:05:32 al rey Amasis de Egipto y se ganó su amistad.
0:05:38 Este Amasis que...
0:05:42 era un rey que estaba muy preocupado mirando hacia los vientes,
0:05:45 porque crece inmiento del imperio persa.
0:05:48 Era un rey que tomía por la seguridad de Egipto
0:05:51 y también con toda razón, porque muy pronto aparecerían,
0:05:55 nada menos que canvices,
0:05:57 que vino a terminar con 3.000 años de faraonas.
0:06:03 Bueno, el rey Amasis recibió con alegría los regalos de polícrates
0:06:06 y estableció una alianza con el rey.
0:06:08 Después de todo, lo mejor que podía ser uno
0:06:11 era aliarse con el dueño del amillo de Apolo.
0:06:15 De este modo, las naves de Amasis
0:06:17 adquirían el derecho de viajar libremente,
0:06:20 sin ser asaltadas por las naves de polícrates.
0:06:25 Un día el rey Egipto visitó a polícrates en Samus.
0:06:29 Durante esa visita tuvo lugar una famosa escena.
0:06:34 Amasis, impresionado por el fasto de la corte de Samus,
0:06:38 advirtió a polícrates que debía tenerle a la envidia a los dioses.
0:06:43 No alabés tanto con Tujriques,
0:06:47 porque los dioses se van a poner envidiosos.
0:06:50 Llevo un consejo extraño, ya que provenía en el Egipcio
0:06:54 y los que continuamente estaban preocupados por la envidia de los dioses
0:06:58 eran los regalos y no los egipcios.
0:07:01 Egipcios tenían unos dioses más bien distantes
0:07:04 y mucho menos pasionales, son esos y en todo el sentido.
0:07:08 Pero Amasis le dijo que para conjurar la envidia mínima,
0:07:10 lo mejor era devolver el anillo.
0:07:13 Devolver el anillo, y polícrates se asustó.
0:07:17 La cuestión es que Amasis de Egipto convenció a polícrates
0:07:20 de que sacrificara el anillo de Apolo en honor de los dioses
0:07:25 arrojándolo al mar.
0:07:26 Y se le volvió y lo tiró al mar, que no era ver.
0:07:31 Eso es lo que decía Amasis.
0:07:33 Volvió de la vez, el de la hora.
0:07:36 Pero polícrates aceptó la sugerencia de Amasis
0:07:39 y tiró la cosa al mar.
0:07:42 Pero vino a suceder algo insopachado.
0:07:45 Parece que los dioses no aceptaron el sacrificio.
0:07:48 Al día siguiente el anillo había regresado.
0:07:50 Un pescador lo devolvió a polícrates,
0:07:54 después lo encontró en las entrañas de un pescado.
0:07:58 Polícrates se alegró, supuso que los dioses no se habían
0:08:02 ofendido, y que lo que había sucedido era signo de un equívoco
0:08:05 de que el anillo y el poder le pertenecían.
0:08:09 Los años de la Corte pensaron otra cosa.
0:08:12 Y le advirtieron que un tributo de vuelta
0:08:15 invertía en los poderes de los sacrificados.
0:08:17 Cuando se te devuelve un tributo,
0:08:20 el poder de lo que vos sacrificaste te vuelve en contra,
0:08:22 se te vuelve.
0:08:25 Así que los sabios le dijeron que la perdición era
0:08:28 inabitable.
0:08:30 El anillo de Apolo, que antes aseguraba la suerte,
0:08:33 aseguraba ahora la adversidad.
0:08:35 Pero polícrates no les creyó.
0:08:39 Escribió Schiller lo que dijo Amasis cuando se retiró de Samus.
0:08:43 Y dijo Amasis, la verdad se quiere en tu pereción.
0:08:47 Yo me reajo para no morir contigo.
0:08:50 Lo que se dice un amigo, exactamente.
0:08:53 Y salió rajando nomás a paso gimnástico del vuelo de Amasis.
0:08:58 Los presentamientos de los sabios y del propio Amasis,
0:09:02 por la retribución del anillo tributado,
0:09:05 no tardaron en realizarse de modo más contundente.
0:09:11 Y lo enojado con Amasis por haberlo indicado que se
0:09:13 respondía de su anillo, polícrates hizo llegar al Rey de los Persas,
0:09:18 al Gran Rey de los Persas.
0:09:20 Y seguía la viva de Rey de Réges o una vez.
0:09:24 Unos cuantos secretos militares de los egipcios,
0:09:27 de los que se habían tirado un día del labio del propio Amasis,
0:09:31 que parecía que cuando se tomaba dos canyas,
0:09:34 empezaba a partir por los secretos vendentas
0:09:36 hasta la primera catarata.
0:09:37 El tirano de James, polícrates, no imaginó ningún peligro,
0:09:44 cuando el sátrapa persa le dijo que en agradecimiento al batimento
0:09:49 le van a esperar en Lidia varias cajas de oro.
0:09:53 Y que podía pasar a buscarlas cuando quisiera.
0:09:57 El sátrapa le escribió también que lo estelaría con un agasajo.
0:10:00 Y polícrates fue.
0:10:04 Una hija de polícrates asustada le dijo que había tenido un sueño
0:10:08 que creyó profético.
0:10:10 Papá le dice, temisto de nudo y pobre, lavado por la lluvia
0:10:17 y quemado por el sol.
0:10:20 Polícrates no hizo caso de aquel sueño, era duro de entender, era ese hombre.
0:10:25 Y sostuvo su ambición.
0:10:27 Dijo que el anillo de Apolo le protegía, etcétera.
0:10:31 Y que iba a extender su poder ahora por el continente asiático.
0:10:35 Y llegó a Lidia, allí fue asplashado inmediatamente.
0:10:39 Por el general Orontes, un militar de confianza del Gran Darío Rey de Reyes.
0:10:44 Y lo cruzificaron y murió, no más como lo había indicado el sueño
0:10:47 profético de su hija, de nudo y pobre, lavado por la lluvia y quemado por el sol.
0:10:56 Y la anillo de 515 a.C.
0:10:58 quiere decir que Cambieses ya estaba en Egipto cuando murió polícrates.
0:11:04 Porque Cambieses llegó en el 522.
0:11:10 Así que, hay algo en esta historia que no marcha.
0:11:14 O pasó bastante tiempo desde aquel abandono del Rey Egipto
0:11:22 hasta esta convocatoria de Darío Rey de Reyes.
0:11:30 Pero Darío de Rey de Reyes no era Rey, entonces.
0:11:35 No, no todavía, porque alguien no está escribiendo mal esto.
0:11:42 Lo que pasa es que el que lernó poniéndose en el samos
0:11:52 y olvidándose de todo lo que ocurrió alrededor.
0:11:55 Porque si usted sabe que este Cambieses que llegó a Egipto,
0:11:59 que terminó con toda la tira de paraones,
0:12:03 que eran 30, y nació, o 28,
0:12:10 era Cambieses II, que era hijo de Ciro,
0:12:16 que era hijo de Cambieses I, que era hijo de otro Ciro.
0:12:21 ¿A dónde está Darío?
0:12:25 Digo, porque esto es una radio seria.
0:12:28 Bueno, ahora antes entonces no era un militar de confianza
0:12:38 del gran Darío de Rey de Reyes, sino del Rey de Pérez.
0:12:41 Y hemos solucionado todo diciendo el Rey de Pérez, y un fortaba claro.
0:12:45 Pero tu conozco, le digo, un Rey egipcio, un farón egipcio,
0:12:48 llamado Amasis.
0:12:49 Y es raro que le llaman Rey a un farao.
0:12:53 Nunca se dejaron llamar así.
0:12:57 Pero claro, lo está diciendo Polícra, pesquestirano de Sammos,
0:13:04 y no sugerente del Museo del Cairo, dirigido por Don Gastonmas,
0:13:10 pero de nuevo es muy erudito en cuestiones de la reyes.
0:13:15 ¿Pámen, quiere que le diga, de verdad?
0:13:17 Sí, puede ver a Rey Egipto, ese Amasis.
0:13:20 ¿Es lo que quiere decir?
0:13:23 Algunas cosas.
0:13:25 Todo esto, ahora lo estamos descubriendo muchos siglos después,
0:13:29 lo he envalorado.
0:13:31 Un tipo que se hizo pasar por Rey Egipto,
0:13:36 va a ser que se pagara con tetines como tantos.
0:13:38 Aquí hemos tenido un programa, si es en pasar por intendentes,
0:13:41 de partidos de grama a los aires, va a ser que se aplaudir y gratar.
0:13:46 Cada vez que vamos a un lugar va un supuesto intendente.
0:13:50 Por un minapunse se pararon dos en mis distintos lugares.
0:13:53 Se programan un intendente y se levantaron dos.
0:13:56 El encio que murió, como se había indicado, en el año 515 a.C.
0:14:02 Es la historia de Polícrepes, que parece tener alguna moral hecha,
0:14:07 me parecía a mí del orden.
0:14:08 Los tiranos siempre terminan mal,
0:14:10 hay que hacer caso a los sueños de nuestra hija,
0:14:15 hay que hacer caso de los consejos de las redes egipcios que nos visitan,
0:14:19 por fallos que pueden,
0:14:21 o hay que desconfiar de los atras para que quieren pagar con oro nuestras infidencias.
0:14:26 Puede ser, cualquiera de estas cosas.
0:14:29 Aquí me dedicaré esta enxalda ayer que le daba la poquedad y la muerte del pobre Polícrepes.
0:14:37 La hija de Polícrepes, primero, Alejandro, que como casandra,
0:14:42 projetizaba algunas cosas que no se podían hacer de una de nuestras vidas.
0:14:47 Está el amigo a las fritanizas de Noráculo de Delphos, ya que hablamos de Delphos.
0:14:54 Y si se me permite...
0:14:55 Si se me permite ver los me pareció, me voy a decir...
0:14:58 Bueno, si se me permite el amigo de Garadampo,
0:15:03 que con esto de esconder cosas tiene algo...
0:15:06 Este caso, aunque no me creo demasiado, asumí todo.
0:15:10 Pero en la tarfa no me va a dar.
0:15:12 Y solamente no le encuentran en el cuento en la de Garpón.
0:15:17 No quiero esconder una carta y la dejo arriba de la mesa.
0:15:20 Y la tengo mucho más a su vez.
0:15:23 Pero bueno, lo me gustaba. ¿Cómo se llama el inspector?
0:15:26 Dupont.
0:15:31 Dupont.
0:15:33 ¡Pero el entrenador me va a quedar de 9 de julio!
0:15:34 Así que señor Dupont...
0:15:38 Dupont, doctor Dupont, no estoy igual.
0:15:43 Bueno, hemos ido a la discoteca a buscar alguna canción para ilustrar esto,
0:15:50 y el discotecario se muestra muy presionado por el consejo del rey amasis.
0:15:55 Pero, el anillo te lo digo por tu bien y te lo digo por tu bien es el tango que vamos a escuchar
0:16:02 en la versión de Don El Mundo Rivero, un tango que habla acerca de la necesidad de volver los anillos
0:16:11 que vienen a traernos mal a su arte.
0:16:13 O algo así, la letra disimula la circunstancia.
0:16:20 Para que quede bien oculto en sentido final.
0:16:23 Adelante Don El Mundo Rivero.
0:16:53 La batalla suena mal.
0:16:55 Bien colecudo, entro bien dividiendo,
0:16:58 tú lo pasas viviendo,
0:17:00 revistas de cartán,
0:17:02 sangre de pata.
0:17:05 Adelante Don El Mundo Rivero.
0:17:23 La tierra y la solanza, boquete en la vida pata y venite al palcocer.
0:17:30 Vienen sin soler con un paso de los garios,
0:17:33 hacen mecaza, ta'a'o,
0:17:35 pelanios para los los huesos.
0:17:38 Pa' nunca sentiste el me gustazo,
0:17:41 yo iré a ver más cortaje en el rinde alguna parte.
0:17:45 Y si en Bota-Wan Rivero hace pata,
0:17:48 viene un tapete alpado a ver un nacional.
0:17:53 De mi me cita su cuerpo viola,
0:17:56 cuando tiene la cabiola,
0:17:58 si no es para caber.
0:18:00 El arruleta no tiene nada,
0:18:03 y que el dosis no es la nada,
0:18:05 jugando al paz en vez de él.
0:18:08 Y hasta la niña te te va a morir de activo,
0:18:11 a rival que fuera te vivo,
0:18:13 se lo digo por tu bien.
0:18:18 En la de la de la de la Terrible,
0:18:20 al mundo al rivero interpretando,
0:18:22 te lo digo por tu bien.
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