Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de una historia de amor que es el primer desengaño de Eugenia de Montijo.
0:00:07 Eugenia de Montijo fue, famosamente, la mujer de Napoleón III, el presidente de la Triz de Francia, en ese momento.
0:00:16 Pero hoy contaremos una historia galante de Eugenia cuando todavía no había conocido a él, Napoleón,
0:00:23 si por otra parte, como bien sabemos, era el sobrino de Napoleón Bonaparte.
0:00:29 Bueno, ¿cuál era la situación de esta historia que contaremos hoy?
0:00:33 Eugenia era una joven aristócrata, que había nacido en Granada,
0:00:38 se llamaba su padre, se llamaba Cipriano Guzmán Pala Fox y Porto Carrero, con de Lequeba y de Montijo.
0:00:47 Y la mamá, Manuel de Montijo, que era la heredera de un esposé, William Carpacet,
0:00:54 fue hecho fortuna en Málaga con el comercio de frutas y llinos.
0:00:59 Bueno, esa pareja provenía Eugenia de Montijo.
0:01:07 Dice el cronista que Manuela mostraba, la madre, no, mostraba frente a los caballeros,
0:01:15 una gran libertad de movimiento. Se le atribuían muchísimos amantes.
0:01:21 Y las personas aseguraban que sus hijas, Eugenia y Paca, como la normal de Gustavo,
0:01:31 y este, y Gustavo Garzón, no, no, bien, no.
0:01:39 Eugenia y Paca decían los maledicientes, los vecinos,
0:01:44 y el fruto del encuentro de Manuela con el escritor próspero Mariner.
0:01:49 En realidad era un chisme falso.
0:01:52 La verdad es que Manuela se juntaba por ahí con el Mariner y ella parecía que lo ayudó a pensar la historia del Carmen.
0:01:59 Ya veis, que escucha el vero próspero, ¿qué le parece si una muchacha,
0:02:05 si una mujer, algún torero, pero antes, que se puede ver.
0:02:11 En 1834 la Condesa de Montijo fue instalarse con sus hijas a París.
0:02:18 Y allí abrió un salón, como se sabe en aquel momento,
0:02:21 se abrió un salón, no quiere así poner negocio, sino recibir visitas periódicamente en el salón,
0:02:28 en la casa, en el fútbol.
0:02:31 Un personaje que después sería ilustre,
0:02:36 se convirtió en asistente asilo del salón de la Condesa de Montijo.
0:02:40 Era nada menos que el señor Bell, que luego se hizo célebre bajo el nombre de Stendhal.
0:02:46 Parece que el amigo Stendhal le contaba cada día a Eugenia y a su hermana Paca
0:02:52 las gestas de un apollón Bonaparte.
0:02:55 Durante cuatro años, Stendhal fue aquí a casa y se enamoró de Eugenia.
0:03:01 Y tanto, tanto, tanto con Sable, de Austerlitz, que se vio, de Marengo, que se enamoró de la mujer.
0:03:13 Aquí el amor, según dice nuestro cronista, gestó algunas de las más hermosas páginas de la literatura francés.
0:03:21 Lectores fanáticos de la obra de Stendhal aseguran que escribió para Eugenia el relato de la batalla de Báterloch en la Carzuja de Parma.
0:03:30 Incluso los más profanos pueden darse cuenta de que este episodio no lleva ninguna parte,
0:03:35 que no tiene ninguna relación con el resto de la novela, y que si se suprimiese quizá ganaría la economía del vídeo.
0:03:42 Esto no me muestra absolutamente nada.
0:03:45 Hay muchos fragmentos de novelas que tienen exactamente esas características que notamos ahora.
0:03:51 Es decir, no llevan ninguna parte y sería preferible suprimeros,
0:03:55 y sin embargo, no han sido escritos por Stendhal en la homenaje a Eugenia de Montijo.
0:03:59 Los Stendhalianos aseguran que fue un homenaje secreto a Eugenia,
0:04:04 y a los cuentos que él le contaba en el salón de su madre.
0:04:08 En 1839, Paca y Eugenia regresaron a Madrid,
0:04:14 cantaron de pares y volvieron a Madrid.
0:04:16 Ahí estaba el padre en Madrid y se me volvieron.
0:04:20 Entonces se volvieron.
0:04:22 Y Stendhal se desesperó.
0:04:26 Se quedó con su desesperación porque no volvió a verla nunca.
0:04:31 Y después se murió poco después, en 1642.
0:04:35 Dicen que es agarrado por esa licencia.
0:04:38 Muchos especialistas encontraron en los manuscritos una multitud de notas al margen,
0:04:45 en donde se le dedicaba a Eugenia infinidad de referencias.
0:04:51 A los 16 años, Eugenia era una de las muchachas más encantadoras de Madrid.
0:04:57 Cuando pasaba a caballo por el Pasillo del Prado,
0:05:00 todos los oficiales la miraban y algunos no podían dejar de dirigirle algún cumplido.
0:05:07 ¡Nena, que come!
0:05:12 Un día de 1842, la Condesa de Montijo, la vieja,
0:05:18 recibió la visita de uno de sus primos.
0:05:21 Se trataba de un agraciado joven de 21 años, que era fabulosamente rico,
0:05:26 era el duque de Alba, que es lo más que se puede ser,
0:05:30 y 12 veces grandes de España.
0:05:33 Inmediatamente Eugenia y su hermana Paca se enamoraron del primo.
0:05:38 ¿Cómo se lo puede decir?
0:05:40 Por su parte, el duque de Alba se sentía muy atraído por las dos muchachas
0:05:45 y no sabía cuál elegir.
0:05:48 Es un plurito que tiene en algunos, como si no hubiera más remedio que elegir.
0:05:53 Durante varias semanas se paseó del brazo de una y del brazo de la otra por nadie.
0:05:59 La gente se preguntaba cuál de las dos hermanas llegaría a ser duquesas.
0:06:07 Finalmente, en la primavera de 1843, el duque, le fue a reflexionar mucho,
0:06:13 fue a encarar a la vieja, Manuel Ademontijo,
0:06:17 y le dijo que quería casarse con Eugenia.
0:06:21 Parece que la vieja tenía, sin embargo, una clara preferencia por la otra, hija por Paca,
0:06:29 y mucha gracia no le hizo esta elección.
0:06:34 Tengo que pensar, dijo simplemente, y se sentó.
0:06:39 Manuel, la mamá, fue a encontrar a Eugenia y le dijo algo que la derrubó.
0:06:44 Le ordenó que desanimara a su pretendiente porque se quería casar con la otra hermana.
0:06:50 Le dijo, anda Eugenia, ahí se te va a declarar este miscalcio,
0:06:55 le dice que le habla, le habla, y decirle que no,
0:06:58 decirle que cualquier cosa, desanimala,
0:07:01 le dice que no te gusta porque yo quiero que se case con tu hermana a la Paca.
0:07:06 Eugenia, se desesperó porque amaba al duque y quería convertirse en su mujer,
0:07:10 pero no tenía fuerzas para ponerse a su madre.
0:07:13 Al principio salió todo mal, en verdad, porque Eugenia para desanimar al duque de algo,
0:07:19 sinción, enfermedades, se mostró menos solícita,
0:07:23 dejó de acompañarlo en los paseos, usó vestidos viejos,
0:07:28 pero todo eso no hizo más que entusiasmar al misalcio.
0:07:32 Y le disminuó el deseo porque le parecía que la víspera del encuentro definitivo
0:07:37 debía estar sujeta a dificultades definitivas.
0:07:40 Se creía que aquellas no eran sinodilaciones de la hermana
0:07:45 que estaba pronta a saltar sobre él.
0:07:50 Cuando Eugenia advirtió que cada movimiento que hacía,
0:07:53 aunque fuera el más desagradable, daba esperanza a su primo, decidió hablar.
0:07:59 Por ahí hay primo que usted no lo desanima,
0:08:01 no le agarró las pasadas en la cabeza.
0:08:04 Entonces le dijo, entre lágrimas, le hizo el elofio de su hermana.
0:08:09 No de su hermana, no de su hermana, era de su hermana vera, es pasca.
0:08:12 Y le dijo que era con ella, con quien le dio pasada.
0:08:15 O primo, o duque de algo, cállate con mi hermana y déjame rendrón.
0:08:22 El muchacho, en verdad, era bastante poco estable en sus sentimientos,
0:08:26 como muchos de nosotros.
0:08:28 Se dejó convencer fácilmente.
0:08:31 Y esto terminó por eso, la todavía más Eugenia.
0:08:35 Pero el tipo sería lejos, así que me tengo que enamorar por nada.
0:08:38 Y sin derramar una lágrima al día siguiente se andaba con la hermana.
0:08:44 Eugenia entonces intentó envenenarse.
0:08:47 Y después le escribió una carta al meato.
0:08:50 Diciendole que en verdad ella estaba enamorada de él
0:08:54 y que tenía deseo de irse lejos del mundo porque su corazón estaba roto.
0:08:59 Y el tipo no le contestó.
0:09:02 Se hubiera podido decir algo, perdonate, no le contestó nada.
0:09:08 Y se casó alegremente con Paca.
0:09:11 No más tranquilo.
0:09:12 O sea, que se dio mucho...
0:09:18 Terminemos esta historia con un asunto conocido.
0:09:21 Un tiempo después, ya que el desengane,
0:09:24 cuando bajaba una escalera a caballo,
0:09:26 me refiero a una escalera pública, no la escalera a su casa, ¿no?
0:09:30 Eugenia cayó bruscamente al pie de una vieja dama que la ayudó a levantarse.
0:09:37 Esta dama parece que era una gitarra en realidad.
0:09:40 Y le dijo, dame tu mano, Pequeña.
0:09:43 Voy a decirte la buena aventura.
0:09:45 Tienes unas bienas maravillosas.
0:09:47 Le darás muy alto, liberás 100 años y acabarás en la oscuridad.
0:09:53 De esa profesión, Eugenia solo retuvo una cosa, que vivió 100 años.
0:09:59 Y eso le pareció una mala noticia porque era un tiempo muy largo para llorar a su amor perdido.
0:10:05 Y un tiempo muy largo para alguien que venía de un intento de suicidio.
0:10:09 ¿Qué querés suicidar?
0:10:11 Para allá, y una cita no te dice que vas a vivir 100 años.
0:10:17 Las cosas no te pueden ir peor.
0:10:22 Pero un par de años después se cruzó con Luis Bonaparte y empezaron a estar bien que se conocen.
0:10:28 Ella se casó con Luis, con Patrice Francia, etcétera.
0:10:32 Pero la profecía se cumplió, incluso en el asunto de la longevidad de Eugenia.
0:10:42 Ella se casó con Luis Bonaparte, Luis murió,
0:10:45 y ella lo sobrevivió 47 años más.
0:10:49 Vio Eugenia, de que nos estamos hablando como una figura lejana de la historia,
0:10:54 vio el nacimiento del automóvil, de la agresión, del cine,
0:10:58 alquilaba un departamento en el Hotel Continental, ahí en la rusa, y bollejo,
0:11:03 y lo mismo pasaba, ok?
0:11:05 Y miraba desde su ventana el jardín de las culerías, por donde se había paseado como soberana.
0:11:11 Y murió el 11 de julio en 1920, a los 94 años, que no le anduvo lejos la cita.
0:11:20 Esta es el recuerdo, de Eugenia de Montijo,
0:11:26 con el asunto en la profecía de la cita,
0:11:31 y con el asunto también en aquel primer desengadño,
0:11:35 con el duque de alba que al final fue secundidad.
0:11:42 De todos modos, no se ve bien qué cosa le impedía
0:11:46 no mantener alguna clase de romance con secundidad, pero no está bien.
0:11:51 Por lo general no.
0:11:53 Y con alguien tan mal visto, un romance es con el cundidad.
0:11:59 Esa es una cosa desagradable, que engañen.
0:12:08 Un trato entrecuneado.
0:12:11 No está bien de eso.
0:12:14 Hay cada cuñado.
0:12:17 ¿Quién quiere dedicar a esta charla?
0:12:20 Eugenia me gusta, lejano para dedicarle.
0:12:23 Fue un poco más linda, porque estén la lucha de Eise,
0:12:26 y al otro mechito también la de Eugenia.
0:12:28 Fue más linda, más interesante.
0:12:31 Algo tenía mejor que en Paca,
0:12:34 porque todo, aunque entara a Eise del duque de alba al final,
0:12:38 y con el tío de los abajos,
0:12:41 se daba cuenta quién era quien.
0:12:44 Porque por ahí uno está ahí,
0:12:47 durando entre dos hermanas,
0:12:50 y no las tiene muy diferenciadas.
0:12:54 O las reconoce por circunstancias que son,
0:12:57 por sí mudables y cambiables,
0:12:59 como por ejemplo la de la bebé.
0:13:01 A mí me gusta el vestido rojo.
0:13:03 Entonces por ahí se intercambia los vestidos,
0:13:06 como suele ocurrir entre amigas,
0:13:08 y entre hermanas me hizo más.
0:13:10 Bien, hemos elegido el válcecito que se llama Loca de Amor.
0:13:18 Se vive aquí, después de todo, bastante breve locura
0:13:23 de Eugenia,
0:13:25 ante el casamiento del duque de alba con su hermano.
0:13:29 Un breve trocropula, seguido catarro.
0:13:31 Sí, claro, seguido matar una cosa tampoco.
0:13:35 Una cosa que estuvo sin comer una tarde.
0:13:40 ¿La represión es que no vale la pena tener?
0:13:47 No comien todas las tardes.
0:13:50 No me pasó de la comida.
0:13:52 Esplica.
0:13:54 No hay ni la comida.
0:13:56 Creciéndose titular un amor como no ha habido vosotros.
0:14:01 Y alguna mujer por mí, a lo mejor,
0:14:05 no comió una tarde.
0:14:08 Es mi récord.
0:14:15 ¿Se le ha cenado?
0:14:17 A lo mejor sí.
0:14:19 Una me acuerdo que estuvo dos horas pensando en mí.
0:14:26 Estuve como dos horas pensando en mí.
0:14:28 Después de luego, la vida sí, me dijo.
0:14:31 Me dijo mientras se subía a la aguaturé.
0:14:38 ¿Por qué no comió una tarde?
0:14:42 Porque estaba con usted o porque estaba triste?
0:14:44 No, estaba triste porque la agusia le cierra el estómago.
0:14:47 Ah, sí, la había dejado.
0:14:49 En realidad no, estaba triste porque la había dejado.
0:14:52 ¿Y por qué estaba triste si la dijiste romper el vínculo?
0:14:56 Porque estaba hablando conmigo, contándome.
0:14:59 Le pareció que por lo menos tenía que por eso triste hace un rato.
0:15:04 ¿La agusia le pones triste para que me dejara?
0:15:07 El doctor...
0:15:09 Yo la hice que dejara a dos personas.
0:15:11 En realidad me puse bastante contento.
0:15:13 Por haber podido darse su paso.
0:15:16 Que realmente lo ha hecho pensando que era algo bueno para mí.
0:15:27 A veces ya me ha hecho falta.
0:15:29 Es seguro que es así como algo.
0:15:31 Claro que es malo que la puerta elito.
0:15:34 Uno está convencido cuando no deja a alguien porque no lo ama más.
0:15:38 Hay mucha razón para estar triste,
0:15:40 pero se llama la culpa.
0:15:42 Eso sí, se arma uno a quien dejó y yo no sabía
0:15:46 que estuve llorando por vos casi 45 minutos.
0:15:49 Solo el primer tiempo...
0:15:51 ...de el cargo olvo ahí.
0:15:55 Está aburrido.
0:15:58 Useamos entonces.
0:16:00 Ahora es un cacán igual lo del hío en loca de amor dedicado a mi tía, Ladora Valdi.
0:16:09 ¡Lomina el señor Pocá!
0:17:57 ¡Muchas gracias a todos!
0:17:59 ¡Muchas gracias a todos!
0:18:02 ¡Muchas gracias a todos!
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