Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de profetas y poderosos. Ya se sabe la relación que hay entre un profeta
0:00:08 y un poderoso. Hemos contado ya algunas historias relacionadas con el encuentro entre reyes
0:00:15 o emperadores y personajes que aseguraban tener el don de la profesión. Hemos contado
0:00:22 uno de los casos más famosos, un caso que a mí me ha fascinado a nada, contar. Si es
0:00:28 el encuentro entre Luis X de Francia y su astrólogo, un señor llamado Galéopti del
0:00:35 cual el reino se separaba nunca. Si un día Galéopti predijo a Luis la muerte nada menos
0:00:40 que de su favorista, Margarice de Sassenario. Y una semana después efectivamente la chica
0:00:48 se murió. Y entonces Luis X se enojó con su astrólogo y dio orden de que lo arrocaran
0:00:54 por una venta. Ya se sabe cómo son los reyes. Y cuando los llevaban a morir, Galéopti dijo
0:01:02 ¿por qué me matas? Porque soy el rey y además ya que sos tan tabura, dijo el rey a su astrólogo
0:01:12 Galéopti, y ya que te pronuncias con tanto furor sobre la suerte y los demás ¿por qué
0:01:19 no adivinás cuál será tu suerte ahora? Adivinarte algo mientras al otro lo arrastraban
0:01:25 patirando por la venta. Y Galéopti que no era son, se le dijo si puedo decirle, oh señor,
0:01:34 cuál será mi suerte. Moriré tres días antes que usted. Bueno, y el rey aterrorizado
0:01:43 suspendió la desfetnitración y dio orden alizante de que no le faltara nunca nada al
0:01:53 Taiga de Ops. Pero hablaremos de otros encuentros que no hemos contado nunca. Federico II Staufen,
0:02:00 emperador del sacro inferio romano germánico, tenía sí ciegan los astrólogos. En verdad
0:02:08 su equipo de astrólogos se ocupaba de dar siempre batísinos que se adecuaran a los
0:02:15 deseos de Federico. Federico por ahí se casó, él había estado casado con Constancia de
0:02:23 Dragón y muerta Constancia, se casó con Isabel de Priam, que era muy joven, muy joven es
0:02:30 14 años, es muy joven. Este detalle, la juventud de su prometida, en realidad no le importaba
0:02:39 a Federico y si le importaba le importaba a favor. Y cuando llegó la noche de bodas,
0:02:46 se aprestó a unirse con su nueva esposa. Y bueno, voy a proceder a unirme con mi nueva
0:02:52 esposa. Y el padre de Isabel de Priam, Juan de Priam, como todos los padres tenía la pretensión
0:03:01 de conservar la caquidad de su hija un rato más. Y entonces habló con los astrólogos del
0:03:07 emperador Federico y les pidió que intercedieran para sostener la caquidad de su hija un tiempo.
0:03:15 Y entonces los astrólogos les señalaron a Federico que no era tiempo de emprender
0:03:21 a sañas eróticas, que ya vendrían constelaciones más propicias y que por favor se estuviera
0:03:29 de revolcarse con Isabel aquella noche y por un tiempo hasta que aparecieran otras señales,
0:03:38 por favor, señor emperador. Y Federico aceptó las indicaciones. Pero desde luego las aceptó
0:03:46 con mal humor. Y los astrólogos entonces le dieron, miren, tenemos un después de todo
0:03:52 una buena noticia. Y conversaron de nuevo con el padre de Isabel y le pidieron permiso para
0:04:02 encajarle a una prima de Isabel, que acogaba como dama de honor durante la boda, para que
0:04:07 lo tranquilizara mientras llegaba el momento de homenajear a Isabel. Y así lo hicieron,
0:04:14 se divinaron un diseño, mejor dicho, hicieron, diseñaron un sodíaco falso como todos. Y
0:04:27 le dijeron al revídeo, usted lo que le conviene es entreverarse desde esta misma noche con
0:04:32 la dama de honor que por otra parte con o sin diseño sodíaco le estaba bien dispuesta.
0:04:38 Y así lo hizo el rey muy contento con sus astrólogos.
0:04:42 Después se casó por tercera vez con Isabel, una chica que venía de Inglaterra, y se le
0:04:49 ocurrió preguntarle a los astrólogos cuál sería la hora más adecuada para encentrar un hijo varón.
0:04:55 Como usted sabe, como médico que es, como psicólogo, evidentemente hay una hora más adecuada para
0:05:04 encentrar un hijo varón. ¿No es cierto, doctor? No que yo sé, caramba. Yo creía que sí. Y los astrólogos
0:05:09 también creían que sí, y le dijeron que la hora precisa era la de la salida del sol,
0:05:15 que por otra parte la más incómoda para encentrar un hijo.
0:05:18 Se tiene por el despertador.
0:05:20 Y el emperador se atuvo puntualmente a esas consignas e inmediatamente después de atacar,
0:05:27 de acatar, la sería mejor decir, vigorosamente, por cierto,
0:05:33 y le dijo orgulloso a su esposa que estaba muy mal dormida.
0:05:39 Sí, mal dormida.
0:05:41 Lleva a su hijo entuséneo, le dijo.
0:05:56 Pero resultó que el dictamen de los estrelleros fue equivocado porque la emperatriz no solo
0:06:04 dio alus una hija, sino que tardó dos años.
0:06:12 Y entonces Federico hizo lo que hubiera hecho cualquier persona decente. Cambió su equipo de astrólogos por otro.
0:06:22 Nuestro querido amigo Karl Popper decía que la diferencia entre una ciencia y una cerociencia,
0:06:29 como por ejemplo la astrología, es que la ciencia prende de sus errores.
0:06:34 Y la astrología no.
0:06:36 Es decir, este error de los astrólogos no sirvió para acertar la próxima vez.
0:06:44 La ciencia, no digo que acierte la próxima vez, pero va encaminándose en una dirección.
0:06:51 La cerociencia no.
0:06:53 Pero esto no lo sabían los astrólogos, o no lo querían saber.
0:06:58 Enrique VII de Inglaterra reinó entre 1465 y 1509, firmado Radio Clarín.
0:07:08 Un día de 1509, Enrique se enteró de que un astrólogo había baticinado, sin su permiso,
0:07:15 que el rey moriría dentro de aquel año.
0:07:19 Entonces lo mandó llamar y le dijo, ya que sos tan hábil en predicciones,
0:07:26 pareció un astrólogo argentino.
0:07:29 Dime si puedes dónde te encontrarás en las próximas navidades.
0:07:34 Y el astrólogo quedó callado y Enrique dijo,
0:07:37 os mostraré que soy tan buen astrólogo como vos.
0:07:39 Estarás en la Torre del Ombre preso y lo mandó en cana.
0:07:46 Los dos acertaron.
0:07:48 Enrique murió en aquel año 1509
0:07:51 y el pobre astrólogo estuvo preso en la Torre en las navidades que siguieron.
0:07:55 No siempre conviene acertar.
0:07:58 Y hablemos para terminar de Abdurzamec II, el último sultan turco,
0:08:03 que vivió entre 1842 y 1918.
0:08:08 Tenía un astrólogo llamado Nasser
0:08:11 y puede decirse que lo volvió loco a este astrólogo.
0:08:17 El tipo para mantener al sultan bajo su influjo
0:08:22 le decía que cada uno de sus días era nefato y que la muerte andaba cerca.
0:08:27 Señor, me duele decirlo, pero la muerte anda cerca.
0:08:32 La verdad es que la muerte siempre anda cerca.
0:08:36 Y Abdurzamec II, el sultan, para eludir a la muerte
0:08:42 lleno de sus palacios de los más extravagantes artificios de seguridad.
0:08:47 Incluso se ponían algunas ropas extrañas y perfectoras,
0:08:54 como por ejemplo un fet, esos sombreros que tienen los turcos,
0:08:58 que estaban forrados de acero por dentro.
0:09:01 En sus ropas usaban planchas de acero.
0:09:04 Los calzancillos con planchas de acero son incómodos pero muy seguros.
0:09:10 A la hora de atajar los balazos de nuestros enemigos.
0:09:15 La comida que morfaba era revisada hasta los últimos extremos
0:09:21 y muy apropiado por un plato de video.
0:09:25 Cualquier objeto de su intimidad era revisado.
0:09:28 Yo recuerdo así guanti el emperador de China,
0:09:35 del siglo II, que para eludir a la muerte,
0:09:42 además de haber construido la muralla china,
0:09:45 que mantenía arallas, no arallas,
0:09:48 una cosa es mantener a alguien arrasa,
0:09:51 es decir mantener los lejos de nuestros lugares.
0:09:56 Y otra cosa es mantener a alguien arrasa,
0:10:00 que es vestirlo con camisas de arallas.
0:10:06 Que también, antiguamente, cuando los presos usaban ese uniforme,
0:10:11 era una manera de mantenerlos también a arallas.
0:10:13 Pero el emperador Xiguanthi había construido un palacio que tenía 365 habitaciones
0:10:19 y dormía cada noche en una habitación diferente,
0:10:23 creciendo que la muerte no iba a poder encontrarlo de ese modo.
0:10:27 Incluso tenía una prefabricada para los años visibles.
0:10:32 La muerte lo encontró igual.
0:10:41 Y el astrólogo seguía igual,
0:10:43 sugiriendo que en cualquier momento podría morir
0:10:47 y al duro respondía con más cuidado,
0:10:49 todavía que su vida se hizo insoportable.
0:10:51 Lleno de sus edificios de corredores, de refugios secretos,
0:10:55 tenía 12 arquitectos que no se conocían entre sí
0:10:59 para que no fuera plural el conocimiento de los escondites.
0:11:03 Los grupos de trabajadores que acuaban en estas construcciones
0:11:09 no sabían lo que estaba haciendo la cuadrilla del lado.
0:11:14 Y así se multiplicaron las paredes falsas, las cámaras cerradas,
0:11:19 los pasillos, las escaleras engañosas,
0:11:22 muchos de los artificios que montó para herir a los presuntos agresores
0:11:27 causaron la muerte de servidores inocentes
0:11:30 que andaban a la noche llevando un sanguish y algún cortesano
0:11:34 y eran capturados por algún casagañote.
0:11:39 Con estas muertes cercanas a las cámaras de Abdul,
0:11:42 el astrólogo certificaba los peligros previchos
0:11:45 y incluso certificaba al sultán por sus cuidades.
0:11:49 La verdad es que el astrólogo iba calzado
0:11:52 con los arquitectos que construían esta clase de defensas.
0:11:58 Pero sucedió que en 1908, Abdul Jamed fue destituido
0:12:03 y enviado al exigio en compañía de siete mujeres de Suarem
0:12:08 y también del astrólogo Nasem.
0:12:11 Se instalaron en Salónica.
0:12:14 Abdul desesperaba porque quería construir de nuevo
0:12:17 los dispositivos que habían conservado su vida.
0:12:20 En su delencia llegó a pensar que solo con aquellas construcciones
0:12:25 podía sostener la eternidad.
0:12:28 Se enfermó allá por sus 60 años, 80 sería mejor
0:12:33 y se quejó porque creía que la enfermedad había entrado
0:12:37 por no contar con las defensas que tenían el sambúl.
0:12:43 Pedía que llamaran otra vez aquellos arquitectos
0:12:46 y pensaban nuevos diseños para escondites
0:12:49 para eludir lo inevitable.
0:12:51 Nadie le la vaporiza naturalmente.
0:12:53 Antes de morir le dijo al astrólogo Nasem
0:12:56 que sus predicciones eran correctas
0:12:59 y que seguramente por confiados e inoperantes
0:13:02 la muerte llegaría irremediablemente.
0:13:06 Y llegó.
0:13:09 Esta fue la última historia de astrólogos.
0:13:19 Yo no sé si conviene predecir de un modo tal
0:13:27 que la predicción se ajuste a los deseos
0:13:31 de nuestro cliente.
0:13:36 Del emperador que nos contratara.
0:13:40 Pero hay un peligro.
0:13:42 ¿Cuándo Alejandro?
0:13:44 La predicción ajustada a los deseos de quien nos contrata
0:13:48 puede fracasar y fracaso es evidentísimo.
0:13:54 La otra alternativa es profetizar en contra de los deseos
0:13:59 de nuestro contratante.
0:14:02 En cuyo caso la falla de nuestra predicción
0:14:06 es una buena noticia que puede salvarnos la vida.
0:14:09 Pero a veces nuestra vida corre peligro antes
0:14:15 incluso de que la predicción falle.
0:14:18 Quiero decir que los poderosos son el enojarse
0:14:20 en el momento mismo del vaticinio.
0:14:23 ¿Y cuál es la solución?
0:14:25 Es la solución de los ácidos.
0:14:27 Es profetizar de un modo tal
0:14:31 que es claro lo que uno projetece.
0:14:34 Y te digo, ¿y qué era un unpe?
0:14:36 El modo oracular, la oscuridad de los vaticinios oraculares
0:14:41 no responde solamente a necesidades poéticas.
0:14:44 Desde luego que es mucho más poético un idioma oscuro
0:14:46 que un idioma claro.
0:14:48 DM15 de Mortadella es un enunciado absolutamente claro
0:14:54 y preciso pero no poético.
0:14:56 Bebamos agua de luna de los charcos.
0:14:59 Es un enunciado poético pero no tan claro.
0:15:04 Y cuando se clarifica pierde efectividad.
0:15:09 Bebamos agua de luna de la luna.
0:15:12 Se representa mucho claro.
0:15:14 El lenguaje oracular no solo se hace oscuro
0:15:18 por razones poéticas sino para acertar siempre.
0:15:22 Ocurre a lo que ocurriere.
0:15:25 Entonces usted va a preguntar como hizo alguien
0:15:30 acerca de la suerte de su ejército en una guerra
0:15:34 o en una batalla que se desarrollará el día siguiente
0:15:38 y loráculo le dirá a Mallana,
0:15:40 un gran ejército se le ha destruido.
0:15:47 Pobre, no vale repreguntar cuál, cuál.
0:15:51 No se le pregunta a los oráculos y a los poetas
0:15:58 a la hora en que a la tarde le aparecen ojeras.
0:16:01 ¡Oh, qué hora!
0:16:12 Y ese es el lenguaje loráculo, el lenguaje de lo que hacía Arbáncia.
0:16:17 Haremos ahora un pequeño batizino.
0:16:22 ¡Abre, no me tocas!
0:16:25 Andan en esta sala citarrosa los duendes
0:16:32 del entusiasmo y del tedio.
0:16:38 Vagan invisibles desde luego por estas tardes
0:16:44 y los espectadores todos son besados por alguno de los duendes.
0:16:51 Todos ustedes serán besados por un duende
0:16:55 y saldrán de esta sala con uno de dos besos,
0:16:59 el beso del entusiasmo o el beso de aburrimiento
0:17:04 o quizá dado que son muchos y los duendes un poco perezosos
0:17:08 con el inicio de la vida.
0:17:13 ¡Aquí en dedicar a estas charlistas
0:17:18 cerca de astrólogos y de predicciones que fallan!
0:17:23 Hay que decir otra cosa.
0:17:27 Los altimistas tenían ventajas sobre los artes...
0:17:31 Me cuento que tenían gente que tenía una ventaja
0:17:35 y que tenía gente que tenía una ventaja
0:17:39 porque nunca podían transformar un metal en oro,
0:17:44 ya que esto es imposible.
0:17:48 Pero los astrólogos pueden acertar.
0:17:52 Tal como dice nuestro amigo Volter,
0:17:57 si dos astrólogos pronostican,
0:18:02 el uno que febrero será un mes lluvioso
0:18:06 y el otro que no lloverá, uno de los dos es un profeta.
0:18:11 Es decir, hay siempre una posibilidad de hacían.
0:18:18 Y eso es lo malo, porque así como las pseudociencias
0:18:26 no aprenden de sus errores,
0:18:30 mucho menos aprenden de sus asientos.
0:18:34 Así que vamos a saludar a los astrólogos que fallan
0:18:39 en sus presas, ellos que son los menos peligrosos,
0:18:44 ya que no están con mucha gana de volver a darte sin nada.
0:18:48 En cambio, los que acaban de acertar son insoportables
0:18:51 con sus insulancias y hasta pueden suceder
0:18:54 que nosotros tengamos ganas de creerles.
0:18:57 Hemos sido la discoteca de radio El Espectador
0:19:01 y nos dimos cuenta que no había tal cosa.
0:19:05 Radio El Espectador no tiene discoteca.
0:19:08 ¿Y cómo hacen para pasar música?
0:19:12 No, dice, nosotros únicamente musica antiguo.
0:19:15 ¿Cómo? Si yo escucho, ¿me importa?
0:19:19 ¿Están ahí? ¿La música nosotros dijo, no pasamos?
0:19:22 ¡Horgulloso el jefe de programación!
0:19:26 ¿Tenemos aquí? Por eso pasamos mucho furguales, ¿por qué?
0:19:30 Si no se los va el presupuesto, no sé dónde vos.
0:19:41 Claro, claro, no va y que el ratio es...
0:19:44 Entonces hemos traído discos de nuestra propia casa.
0:19:50 Nos hemos traído escondidos en distintos lugares
0:19:56 de nuestra indumentaria a favor de la facilidad
0:20:00 que tiene el hijo especialmente del compacto para disimular.
0:20:07 Y hemos resuelto ante la enorme cantidad de canciones criollas y de tangos
0:20:15 que hablan sobre baticinio, milonga del baticinio,
0:20:22 tu predicción, aquello que me prediciste
0:20:34 y la milonga de la boca se te haga un lado.
0:20:46 Y sin embargo, vamos a escuchar otra cosa.
0:20:51 Juanjo Domingo es un ilustre guitarrista argentino.
0:20:54 Va a tocar un bass que cantaba Gardel.
0:20:57 ¿Y qué es un bass norteamericano?
0:21:21 ¿Qué es un bass norteamericano?
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!