Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos entonces acerca del destino curioso de la cabeza de algunos personajes célebres.
0:00:07 Tenemos dos o tres casos, no mucho, pero divertidos.
0:00:11 Si es que tiene algo de divertido.
0:00:12 Claro, porque no es cabeza.
0:00:13 Ya alguien corte en la cabeza después de muerto.
0:00:15 No se entiende.
0:00:16 Vamos a ver primero qué pasó con Oliver Cranwell, que murió en el año 1658,
0:00:21 cuando todavía gobernaba sobre la Inglaterra.
0:00:25 Bueno, conocen a Cranwell, fue el que interrumpió la sucesión de la monarquía
0:00:32 para instaurar una especie república y después vino la restauración con Carlos II.
0:00:42 Cuando, dos años después de ser enterrados, lo enterraron con todos los honores,
0:00:47 es decir, el muy joven ejercicio del poder.
0:00:49 Lo enterraron ahí en la abadía de Westminster.
0:00:53 Su cuerpo fue embalsamado y enterrado.
0:01:00 Pero después, cuando cayó, cuando vino la restauración monárquica,
0:01:06 lo desenterraron a Cranwell y su cadáver fue arrastrado, vejado,
0:01:13 que eso hasta que lo colgaron para exponerlo.
0:01:16 Ya, naturalmente, Carlos II estaba en el trono.
0:01:20 Después de ser expuesto ahí, algún tiempo, el cadáver de Cranwell fue decapitado.
0:01:26 Y la cabeza fue empalada, disculpen ustedes, en un poste de 8 metros de altura
0:01:32 que fue colocado justamente en el tejado de Westminster Hall en Londres.
0:01:37 Parece que la cabeza del Cranwell permaneció 25 años en ese tejado,
0:01:42 hasta 1685, año en que, según las crónicas,
0:01:46 vino una tormenta de padre y señor nuestro que levantó las tejas,
0:01:52 hizo volar algunas chapas de la abadía, y junto con ella voló la cabeza del Cranwell,
0:01:57 como es el viento.
0:01:59 Después terminó la tormenta, empezaron a buscar marote, a ver dónde echaba,
0:02:03 y no lo encontraban por ningún lado.
0:02:06 Vaya salerno, habría ido a parar. Finalmente se la dio por pérdida,
0:02:09 llamase ella, está.
0:02:11 Así que es inútil que aquellos que visiten Londres empiecen a buscar en el piso
0:02:16 para ver si aparece la cabeza del Cranwell.
0:02:18 Pero años después se descubrió que había sido encontrada por un capitán de la guardia,
0:02:23 pero que este hombre no había comunicado el hallazgo,
0:02:26 y se había quedado con ella, y le escondió en la chimenea la cabeza,
0:02:31 para que iba a mostrarla a sus amistades.
0:02:34 Cuando venía a alguno a morfar, y pues acaba la cabeza del Cranwell,
0:02:39 mirá lo que tengo que decir, la cabeza del Cranwell, bueno, fenómeno.
0:02:42 Cuando el capitán estaba a punto de morir, le confesó a su hija
0:02:45 que tenía la cabeza del Cranwell en la chimenea,
0:02:48 entonces todo lo que le dije antes es mentira, no la mostraba,
0:02:50 la tenía escondida, no mal.
0:02:52 La muchacha murió, el capitán se deshizo de la cabeza lo más rápido que pudo,
0:02:58 y vino a formar parte esa cabeza después de un museo de curiosidades que había por ahí,
0:03:05 y andaba por los pueblos de Inglaterra mostrando cosas raras.
0:03:09 Parece que después se tiene constancia de que en 1775
0:03:14 pertenecía a un actor, el actor británico Samuel Russell,
0:03:18 que le había adquirido en una subasta por unas pocas monedas.
0:03:22 Según cuenta Russell llegó a ofrecer esta reliquia al corejo Sidney Sachs,
0:03:27 en el que Cranwell había estudiado.
0:03:31 Pero la institución rechazó el donativo,
0:03:35 mitad porque no querían quedar mar con el régimen monárquico, con la monarquía, no?
0:03:42 Entonces no lo quisieron.
0:03:46 Pero en sus últimos años de vida el actor, Samuel Russell,
0:03:50 estaba en bancarrota y sobrevivió gracias al dinero que recaudaba
0:03:54 exponiendo la cabeza de Cranwell, la ponía en la ventana de su casa,
0:04:00 y la tenía tapada con un paño, y al que le pagaba una libra se la mostraba.
0:04:06 Esto es lo que estamos hablando al principio.
0:04:10 Bien, finalmente en 1787 Russell se deshizo de la cabeza
0:04:17 y se la vendió a unos comerciantes que la expusieron en Londres.
0:04:21 Estos comerciantes se fundieron, el local lo compró el doctor Wilkinson,
0:04:25 un tipo que se llamaba así.
0:04:27 Y este hombre solía pasearse con la cabeza puesta en un palo,
0:04:31 luciéndola como carta de presentación durante sus recepciones.
0:04:35 Cada vez que ha sido un bailongo, un asado,
0:04:38 no dejaba de colocar la cabeza de Cranwell en un palo,
0:04:41 en un lugar bien visible para alardear.
0:04:44 Como el vendedor de Pirulines, una copa.
0:04:46 Algo así, algo así, imagínese.
0:04:48 Muchos años después, ya en 1960, en nuestros días,
0:04:52 un descendiente de Wilkinson tuvo la gentileza de devolverla
0:04:56 gratarola al colegio Singlet Satchek,
0:04:59 y esta vez la dirección del colegio aceptó el ofrecimiento.
0:05:02 Pero en lugar de ponerla en una vitrina,
0:05:05 decidieron que la cabeza fuera enterrada discretamente en los jardines de aquella institución
0:05:10 y por fin terminaron las travesías de aquel melón.
0:05:15 En cuanto al siguiente melón es el de Descartes.
0:05:18 Sabemos que Descartes murió en Estocolmo en 1650,
0:05:23 cinco meses después de haber sido convocado por la reina Cristina de Suecia.
0:05:27 Incluso muchos decían que había borrado en esa muerte,
0:05:30 pero no es motivo de esta charla.
0:05:33 Bueno, dos años más tarde, su cuerpo fue exhumado
0:05:36 a petición de sus amigos que querían que fuera enterrado en París.
0:05:39 Ahí creo que fue donde descubrieron algunas cosas.
0:05:43 Por ese motivo, el cuerpo de Descartes fue enviado a Francia
0:05:47 todo, todo el cuerpo, menos el dedo índice,
0:05:51 que según parece se lo había quedado el embajador de Francia en Suecia.
0:05:55 Para disculparse por aquella sustracción,
0:05:58 el embajador declaró que sentía una profunda admiración por el filósofo
0:06:03 y que quiso quedarse con el mismo dedo
0:06:06 con el que se habían escrito las famosas palabras
0:06:09 y que se habían escrito Ergosín.
0:06:12 No se hubiera quedado con la lapicera, ¿no?
0:06:16 Durante el viaje a Francia, un capitán de la Guardia Sueca
0:06:19 que vigilaba los restos de Descartes,
0:06:22 optó por reemplazar la cabeza del gran pensador,
0:06:25 se la afanó y puso la cabeza de otro niato,
0:06:29 que no sé cómo la habrá conseguido.
0:06:32 Bueno, los amigos de Descartes recibieron entonces un cuerpo
0:06:36 y una otra cabeza, pero no se dieron cuenta,
0:06:38 vio que después muerto,
0:06:40 muchos años muertos, las cabezas tienden a aparecerse.
0:06:43 Y bueno, le rindieron al cadáver todos los honores y discursos para el caso.
0:06:48 Y se supo después que el verdadero cráneo de Descartes
0:06:51 pasó de coleccionista en coleccionista
0:06:54 hasta que cayó en manos del zólogo George Cuvier,
0:07:00 un consultor científico del emperador Napoleón.
0:07:03 Cuvier permitió al doctor Labater,
0:07:06 que era uno de los fundadores de la frenología,
0:07:08 hemos hablado de aquella ciencia que te examinaba la forma de la cabeza
0:07:12 y decía qué clase de talentos tenías.
0:07:15 Bueno, Labater dijo después de indagar el cráneo
0:07:20 que por los contornos de su cabeza Descartes poseía buenas facultades,
0:07:25 un visionario este hombre.
0:07:27 Claro, después de muerto.
0:07:29 Claro. Y que eso explicaba, según las palabras de Labater,
0:07:33 tan regular administración de su interior,
0:07:36 aplicada al álgebra, la geometría, las matemáticas y a la óptica.
0:07:43 Sin embargo, Labater concluía que Descartes no era tan gran pensador como se creía.
0:07:49 Entonces estallaron las dudas acerca,
0:07:52 decía que él era ciertamente el cráneo de Descartes.
0:07:58 Napoleón, entusiasmado con el tema,
0:08:01 pidió ser estudiado en vida por un equipo de frenólogos.
0:08:05 Y estos frenólogos osaron decirle a Napoleón
0:08:08 que sus virtudes no eran tan sobresalientes como él mismo creía.
0:08:13 Y Napoleón escuchó atento y con tono imperial
0:08:16 declaró que la frenología no debía tener cabida
0:08:19 entre la sociedad científica francesa,
0:08:21 en lo que acertó realmente, pero por otras razones.
0:08:25 Último caso, y quizá al menos divertido,
0:08:29 Sir Walter Raleigh, que es amigo de la casa,
0:08:33 que anduvo buscando el Dorado en Sudamérica
0:08:37 y que anduvo en las costas de Virginia
0:08:41 y que trajo el tabaco que ahora lleva el nombre de Virginia
0:08:46 en un homenaje también a la reina Isabel de Inglaterra.
0:08:50 Bueno, fue decapitado en 1618 por orden del rey Jacobo,
0:08:55 Jacobo primero, su esposa, Vés, enterró el cuerpo
0:08:59 pero se quedó con la cabeza, la hizo en Balsamar
0:09:02 y la tuvo consigo durante el resto de su vida.
0:09:06 Elegió quedarse con la cabeza.
0:09:08 Parece que la guardaba en una bolsa, la guardaba.
0:09:11 Y es cierto que es extraordinario,
0:09:14 parece que la guardaba en una bolsa.
0:09:18 Eventualmente, cuando recibía visitas de renombre,
0:09:22 ubicaba la cabeza decorada en una repisa,
0:09:26 decorada, quiere decir, con guarnición, de papel picado,
0:09:30 una flor y una guarnición.
0:09:32 Una colchona, señor, algo así.
0:09:34 Tras la muerte de la esposa de Raleigh,
0:09:37 su hijo se encargó de guardar la cabeza de su padre
0:09:40 y finalmente se decidió enterrarla,
0:09:43 me refiero a la cabeza, en 1666.
0:09:46 Y estas son las tres historias de cabezas andariegas
0:09:50 que tuvimos hoy.
0:09:52 La de Cranwell, la de Cardt y la de Raleigh,
0:09:55 aquel que trajo el tabaco.
0:09:57 Con vendría a dedicar esta charla
0:10:02 a todos los desmemoriados que pierden su cabeza,
0:10:06 su pertenencia, se olvidan de todo.
0:10:09 Aquí en sus madres les dicen
0:10:12 que no te olvidas la cabeza porque la tienes pegada.
0:10:17 Hemos ido a buscar discos
0:10:21 que ilustraran estas cosas que hemos contado.
0:10:24 Discos de cabezas.
0:10:26 Discos sobre decapitados, personas que se olvidan la cabeza,
0:10:29 cosas por el estilo.
0:10:31 Hay más historias de estas.
0:10:37 Y fuimos a la discoteca.
0:10:40 Hablamos con el discotecario.
0:10:42 Se asustó.
0:10:44 Ya cuando empezamos la primera historia
0:10:46 y dijimos que el cadáver de Cranwell
0:10:48 había sido decapitado, ya el tipo se asustó.
0:10:50 Y desde abajo de un armario me dijo
0:10:52 que las historias de decapitados
0:10:54 no le gustaban porque después a la noche se soñaba.
0:10:57 Me dijo, yo después a la noche me sueño.
0:11:00 ¿Me sueño, la calle?
0:11:02 Sí, esas palabras usó.
0:11:04 Me soñé porque así cólogo se le dice,
0:11:07 anoche me soñé.
0:11:09 Bueno, si usted era el personaje de su sueño,
0:11:12 sí, usted se soñé.
0:11:14 No, no, me soñé que...
0:11:16 ¿Usted como dice la gente o los chicos?
0:11:19 Ay, anoche me soñé que volaba.
0:11:21 No dicen, anoche soñé que volaba.
0:11:23 Usan un reflexivo.
0:11:25 Hasta los 14 años se usa el reflexivo.
0:11:28 Me soñé.
0:11:32 Me parece que es tuya.
0:11:34 Yo digo, me soñé.
0:11:36 Sí, yo lo soy.
0:11:38 Es usted.
0:11:40 Soy yo.
0:11:42 Escribamente yo tomo por general
0:11:44 lo que es absolutamente individual
0:11:46 e incluso un poco patológico.
0:11:50 O sea, como hacen todos.
0:11:54 ¿Y qué le dio?
0:11:56 El dicotecario me lo le dio por una cabeza rápidamente.
0:11:58 No, estuvo más astuto.
0:12:00 No quiso, disminue.
0:12:02 Porque lo conozco.
0:12:04 Y me dio por una cabeza.
0:12:08 ¿Y qué le dio? ¿Cualquier otra cosa?
0:12:10 Yo no pensó en la avadía.
0:12:12 Donde voló la lluvia.
0:12:14 Donde la lluvia voló los tejados.
0:12:18 Me dio un vasecito muy lindo
0:12:20 que le gusta mucho mi tía Alcira.
0:12:22 A la que también se lo dedicamos.
0:12:24 Y que se llama Caserón de Texas.
0:12:26 Vals, que seguramente no me cabe ninguna duda,
0:12:28 fue compuesto para recordar aquella tormenta.
0:12:32 No solo volaron chapa, si tejas,
0:12:34 sino también el maroto del pobre Olivero.
0:12:36 Pero, señor, si mencionan al barrio de Belgrano...
0:12:40 Pero, bueno...
0:12:42 Barrio de Belgrano.
0:12:46 Es una metáfora de la avadía.
0:12:48 Pero, ¿cómo usted llega a construir esa metáfora?
0:12:50 ¿En qué barrio está el solar de la avadía?
0:12:52 Barrio de Belgrano, Caserón de Texas.
0:12:56 La primera frase es la que se oye.
0:12:58 Y la segunda es la aclaración de lo que usted debe oír.
0:13:00 Barrio de Belgrano y el cantor dice,
0:13:02 Caserón de Texas.
0:13:04 ¿Y dónde dice esa instrucción?
0:13:06 Bueno, realmente...
0:13:08 Después dice cosas totalmente distintas,
0:13:10 pero ¿para qué?
0:13:12 Para disimular, evidentemente.
0:13:16 Escucharemos una versión extraordinaria
0:13:18 de este basecito, Caserón de Texas,
0:13:20 que es la de Libertad la Marquia.
0:13:22 Con la orquesta de su marido...
0:13:24 Malerba, ¿no?
0:13:26 Una orquesta suena...
0:13:28 suena distinto a cómo se canta ahora esto.
0:13:30 Pero interesante de oír.
0:13:32 Así que, oigamos esto.
0:14:28 Sangreaba la pura ternura de un gual.
0:14:33 Revivió, revivió...
0:14:37 En la voz de dormida del piano.
0:14:41 Y al concuro sucinde tu mano.
0:14:45 El faldón del abuelo vencerá.
0:14:50 Llámalo, llámalo.
0:14:55 Vivimos el cuento de sano.
0:14:59 Ven aquí el Caserón de Belgrano.
0:15:03 Venciendo al arcano nos llama mamá.
0:15:08 Vario de Belgrano.
0:15:13 Caserón de Texas.
0:15:18 Donde está la alfibe, donde están tus vacios,
0:15:21 donde están tus recas.
0:15:23 Volverás al piano, mi hermanita vieja.
0:15:27 Y en las casas de la barra,
0:15:29 en las casas de la barra,
0:15:31 en las casas de la barra,
0:15:33 en las casas de la barra,
0:15:35 en mi hermanita vieja.
0:15:37 Y en las melodías vivirán los días claros pero gals.
0:15:43 Tu sonrisa hermana,
0:15:47 obijo mi duelo.
0:15:49 Y como en el cuento de las nubes fiestas
0:15:52 lo congelas vuelo.
0:15:54 Tornarás el pianito de la celosura.
0:15:58 A sangrar la pura ternura de un fal.
0:16:03 Revivió, revivió
0:16:07 en las bocas dormidas del piano.
0:16:11 Y al concuro sustinte tu mano
0:16:15 el falto del abuelo vendrá.
0:16:20 Llámalo, llámalo.
0:16:26 Viviremos el cuento lejano
0:16:30 ven aquí el cacerón de Belgarano
0:16:33 venciendo el arcanó.
0:16:36 Nos ama mamá.
0:16:54 Era libertad la mar que en la venganza
0:16:56 será terrible cacerón de Texas.
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