Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de hadas, montaremos cosas sobre las hadas, y especialmente de los raptos perpetrados por estas criaturas.
0:00:12 Nuestro cronista ha sido nada menos que ser Walter Scott, pero yo me he tomado el atreviviento de rastrear un poco en Robert Graves, a ver qué decía el asunto.
0:00:22 Y por Graves llegué también a Kitts, y por Kitts llegué a un tipo del que hablamos el otro día, que era Alain Chartier, aquel de la reina Margarita, supuestamente le había dado un beso en la boca, incluso antes de nacer.
0:00:44 Sabemos que las hadas robaban niños, generalmente niños no bautizados. En cuanto a los adultos, era preciso que hubiesen cometido alguna acción malda o que molestaran directamente a las hadas en su territorio.
0:01:01 Dormir, por ejemplo, en una montaña donde las hadas tuvieran su corte era una garantía de terminarse encuestrado por ellas.
0:01:08 Debe decir que este secuestro era definitivo, y que el que ingresaba al mundo de las hadas jamás podía regresar.
0:01:18 También existía otra razón que explica el por qué las hadas cometían estos actos.
0:01:23 Parece que tenían obligación de hacer unos pagos a la mafia demoníaca, al mismísimo diablo. Tenían que pagarle un tributo anual.
0:01:36 Cuenta el reverendo Kerk, que para cumplir con ese tributo y eludir esas mismas ser arrastradas al impierno, pagaban con hombres o mujeres que seducían con sus bailes, con su hermosura o con las peores trampas.
0:01:51 A todo esto hay que decir que el reverendo Kerk fue raptado él mismo por las hadas, y fue raptado por haber escrito estos datos que estamos contando.
0:02:02 Ha explicado, Walter Scott, que no fue raptado, que el primer poeta escocés, cuya existencia acreditó la historia, tuvo un extraordinario encuentro con las hadas.
0:02:15 No sólo eso, sino que aparentemente heredó poderes de las hadas. Se llamaba Thomas de Erseldau.
0:02:26 Y ese que escribió la balada de Thomas de Reimer, Thomas el rimador, el verificador.
0:02:35 Y se le atribuían poema sobre personas que se ahone, etc.
0:02:43 Ahora muy bien, ¿qué le pasó a este hombre? Que era el buen poeta del siglo XIII, el señor.
0:02:53 Y parece que él estaba en las montañas de Escocia. Acá dice concretamente que estaba a orillas del Huntley, que debe ser un arrobo.
0:03:06 Y se le acercó una dama sumamente hermosa. Venía esta señorita montada en un caballo color blanco, tan blanco como la leche.
0:03:19 Dicen que la silla era de hueso real, como se llamaba entonces al marfil, y los estribos eran de plata.
0:03:27 Thomas le hizo algunos elogios a la dama, calculó yo, qué gambardela o quién fuera montura, esas cosas.
0:03:37 O lo que sea, para él eso era poeta. Pero ella destreció estos homenajes.
0:03:44 Después sin demasiadas explicaciones, la mujer le dijo a Thomas que si pretendía cortejarla, debía convertirse en su esclavo.
0:03:52 Bueno, después de todo es una solicitud bastante corriente.
0:03:57 Thomas aceptó la esclavitud sin dudarlo, subió a la silla y se fueron.
0:04:03 Cuenta Scott que Thomas se había encontrado con un hada, que ese era un hada, pero que él no lo supo en un primer momento.
0:04:11 Ella le dijo que se despediera del sol y de los campos y entraron en una caverna.
0:04:16 Por allí tuvieron tres días en medio de las tinieblas.
0:04:20 Por último salieron a la luz y Thomas se encontró en un vergel mucho más hermoso que los paisajes que había conocido.
0:04:29 En ese lugar se detuvo la mujer hermosa y le dio a Thomas la primera explicación de su suerte.
0:04:36 Le dijo, este sendero a tu derecha conduce al paraíso.
0:04:39 Este camino en declive conduce las almas de los pecadores a la mansión del eterno castigo.
0:04:45 Este otro que atraviesa aquella enramada oscura lleva un sitio de castigo más suave y de donde pueden hacer salir a los culpables las oraciones y las misas.
0:04:55 Y aquella cuarta vereda es el camino de Efland, donde vamos, la tierra de los elfos.
0:05:02 Thomas se supo ratado por la belleza de un ser de aquellas tierras y supo que jamás podría regresar a sus pagos.
0:05:12 Cuando llegaron a Efland, Thomas empezó a formar parte de un séquito de hombres que serían al parecer entregados al diablo,
0:05:23 que justamente, o mala suerte, llegaría al siguiente día.
0:05:28 Para cobrar aquel tributo de que habíamos hablado al comenzar el programa.
0:05:33 Pero se produjo el milagro necesario para liberar del hechizo.
0:05:41 Thomas compuso unos versos.
0:05:44 Según el rebrendo Kirk, fueron tan eficaces aquellos versos que helada al leerlos, no sabemos cuáles eran realmente.
0:05:57 Aquí le traigo el mondongo que usted me mandó comprar, como no lo puedo entrar en la puerta, se lo pongo.
0:06:05 Cuatro versos cualquiera, pero consiguieron como ver a la hermosa, que no solo restituyó a Thomas a su tierra,
0:06:14 sino que además le entregó un don, el don de no poder nunca mentir, de decir sólo lo que era cierto.
0:06:24 Y luego es un don que tiene algo de infernal.
0:06:29 Thomas se quejó vanamente de los inconvenientes de esta veracidad involuntaria, que desde luego le trajo no pocos problemas.
0:06:38 Fíjese que la principal aplicación de este don es el batisíneo.
0:06:44 Si no puede decir nada falso, cualquier cosa que diga sobre el porvenir será exacta.
0:06:51 Pero aquí yo quiero decirlo siguiente.
0:06:56 Hay una poesía de kids, que se llama la Belle dame Saint-Marie,
0:07:05 que está inspirada en, primero, en una poesía de Alain Fentier,
0:07:14 que era la de una dame, la de una enrealidad, la historia de un señor que muere de amor, que muere de amor, que muere de amor.
0:07:24 Y de la dama, como hemos contado el otro día, que ante los pedidos de este hombre,
0:07:30 que más bien alega, que los hace de un modo jurídico, que pide el cumplimiento de unos códigos que se supone existen,
0:07:36 el enamorado insistente debe ser complacido, etcétera, etcétera.
0:07:41 Y la dama, sin embargo, lo rechaza tercamente y este hombre muere de amor.
0:07:46 Pero también se parecía a la balada de Thomas de Reimer, porque Thomas, cuando volvió, escribió esta historia.
0:07:57 Y la dama se parece, la dama que lo sedujo a él es parecida, es parienta, o acaso es la misma,
0:08:08 que aquella dama sin piedad que había dejado morir al hombre con su rechazo.
0:08:13 Tal vez ambas eran hadas, pero tal vez ambas eran también, dice Robert Graves, la diosa, la diosa blanca de los pelazgos,
0:08:24 la diosa blanca de las civilizaciones matriarcales anteriores a la llegada de los gónicos y de los ayos.
0:08:35 Y cita algo que se dice de esta dama, que se te... podía ser vieja o joven a voluntad.
0:08:46 Y Graves dice que la diosa blanca, la diosa luna, era al mismo tiempo la joven, la doncella, era también la madre,
0:08:58 pero también era la anciana hechicera, podía tener tres formas diferentes, que no eran otra cosa que las tres fases de la luna.
0:09:09 Otros datos del amigo Thomas, que cuenta todas estas cosas, en un problema que no era, aquí le traigo el mondongo,
0:09:17 sino que era mucho mejor, y así cuenta que le mostraron madranzanas, pero le prohibieron comerlas,
0:09:24 que le obligaron a usar zapatos de terciopelo verde, y le obligaron a firmar un pacto,
0:09:35 que después sus versos se encargaron de decir, el pacto que consistía en no marcharse nunca de allí.
0:09:42 Y Kitts, que se acuerda, muchos años después de este verso, dice, no en su poema, pero unas cartas que le escribó a Fannis,
0:09:51 dice, yo firmaría el pacto, yo firmaría ese pacto con aquella mujer de una gran belleza capaz de transmitir a su amante
0:10:03 el don de la fe poética, el don de la intuición poética, sería mejor decir.
0:10:10 Y yo creo que una buena enamorada transmite siempre a su hombre el don de la intuición poética.
0:10:18 Grace creía eso cuando decía que no hay otra musa que la mujer que uno ama.
0:10:23 Y a mí me parece que está bien, y yo que no soy nadie, también firmaría el pacto.
0:10:30 El caso es que volvió Thomas, gracias a la eficacia de sus versos, volvió.
0:10:43 Y este don de solo decir la verdad, en realidad le impidió ser poeta, porque el poeta trabaja con múltiples sentidos,
0:10:58 no todos ellos, verdaderos, y un poeta que solo diga la verdad, deja de serlo.
0:11:03 El mismo poema, aquí le traigo el mondongo que usted me mandó a comprar, ya es una mentira, sí, en sí.
0:11:11 Nadie lo mandó a comprar el mondongo, es una metáfora, aquí le traigo el mondongo que usted me mandó a comprar.
0:11:17 Es una metáfora del hombre que se declara al servicio de la mujer que ama.
0:11:23 El mondongo que usted me mandó a comprar significa, haré lo que usted me pida.
0:11:29 Como no lo puedo entrar en la puerta se lo pongo, tampoco es cierto.
0:11:34 Nadie va a dejar un mondongo en la puerta, y es el alma del poeta la que no puede entrar y se queda afuera.
0:11:41 Quiere decir que el mismo verso que le concedió el regreso ya era mentira y ya él no podía escribirlo, ni ese ni ningún otro.
0:11:50 Tampoco quería recibir a nadie, y esto ya lo cuenta su biógrafo, lo cuenta Scott, vuelvo a Scott.
0:11:56 No quería recibir a nadie para no tener que andar baticinando malas noticias.
0:12:01 Dice Scott que finalmente Tomás el rimador dijo que iba a morir y se murió.
0:12:10 Y este es el fin de la historia.
0:12:15 Se haga mente como casi todos, como casi todos nos ocurre, Tomás termina su historia al morir.
0:12:27 Es el modo más ansato de terminar una historia.
0:12:31 Salvo para algunos que andan siempre preguntando qué pasó con la herencia y estas cosas, tan molestas.
0:12:37 A mí me ha gustado mucho esta historia.
0:12:40 Yo mismo creo en las hadas tal como creía el amigo Conan Doyle.
0:12:46 Pero creo menos que antes.
0:12:48 Me parece que estas tierras en que vivimos por ser demasiado jóvenes carecen de fantasmas.
0:12:56 Y a lo mejor será necesario gestar una estirpe de hadas, otra de gnomos, otra de fantasmas.
0:13:04 Porque en estos mundos, así como las calles no están pavimentadas, así como las casas están a medio terminar,
0:13:12 parece que los fantasmas no terminan nunca de instalarse.
0:13:16 La continua remoción de los emplazamientos hace que un fantasmas serio no sepa dónde vivir.
0:13:23 El fantasmas se instala en una casa y inmediatamente la tira abajo y pone una pizzería.
0:13:28 Y el fantasmas tiene que emigrar.
0:13:31 Pues es totalmente humillante para él embrujar una pizzería.
0:13:35 La pizzería embrujada, bueno.
0:13:38 Así que nos hace falta mucha hada, mucho fantasmas, mucho duende, mucho elfo y mucho, mucho poeta.
0:13:48 Mucha intuición poética para comprender las verdades que se pueden decir de tres, de cuatro, de cinco o de ninguna manera.
0:14:02 Mi dedicatoria será entonces para todas las hadas que se han instalado en estas tierras inhópitas,
0:14:08 para las enamoradas que saben transmitir a su novio la intuición poética, para kits,
0:14:17 para fan y la amiga de kits, para Alain Satry el poeta que escribió La Dama sin piedad.
0:14:33 Y para este amigo Thomas el rimador, el primer poeta de Scotia quizá uno de los primeros.
0:14:43 Hemos ido al discotecario y para el Roberto Kirk, que por contar cosas acerca de las hadas, fue raptado de nunca más.
0:14:51 Regreso, ojalá que no nos ocurra, ¿no?
0:14:55 Que por así de esta revelación...
0:15:00 Son las hadas, llegue a tener cuidado con las hadas.
0:15:04 Puymos a la discoteca, él había prestado atención al discotecario, ¿no?
0:15:10 No hay tema de hadas.
0:15:13 Le llamó a tangos de hadas, le cuentan tangos de hadas las bocas de su terraño y se ferrer.
0:15:21 El discotecario dice a mí me gustó esa incrucijada donde había un camino al cielo, otro al purgatorio, otro al infierno, otro al de las hadas.
0:15:29 Vamos a escuchar cuesta abajo que señala...
0:15:33 No habla de hadas.
0:15:35 Pero habla del camino al infierno, obviamente.
0:15:37 Es una descripción de un viaje al infierno, porque alguien que puede decir que ha arrastrado por el mundo la vergüenza de haber sido el dolor de ya no ser,
0:15:45 está evidentemente en el infierno.
0:15:47 El sujeto de enunciación de este tango está cabalmente en el infierno.
0:15:51 Eso siente uno allí en el infierno, se lo juro.
0:15:54 La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
0:16:16 Se arrastre por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
0:16:25 Bajo en la lala del sombrero cuantas veces embosada,
0:16:30 una lágrima sumada no lo pude contener.
0:16:36 Durse por los caminos como un paria que el destino se le prenió en deshacer.
0:16:44 Y fui flonco, sí fui llego, solo quiero que comprendan el valor que representa el corazón de chévere.
0:16:56 Para mí la vida entera como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión.
0:17:04 Había en el mundo no cabía toda la humilde alegría de mi cuerpo de corazón.
0:17:15 Ahora cuesta bajo en mi rodana las ilusiones pasan,
0:17:22 no la puedo arrancar.
0:17:26 Con el pasado que añoro el tiempo viejo que lloro, que nunca volverá.
0:17:38 Por seguir tras de tu vuelta lo bebí incantablemente en mi copa de dolor.
0:17:48 Pero nadie comprendía que si todo lo yo daba en cada vuelta dejaba pedazos de corazón.
0:17:58 Ahora se riten las pendientes del solitario y ya vencido, yo me quiero confesar.
0:18:07 Si aquella boca mentía el amor que me ofrecía,
0:18:13 por aquello ojos brusos la habría dado siempre en paz.
0:18:21 Para mí la vida entera como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión.
0:18:29 Había en el mundo no cabía toda la humilde alegría de mi pobre corazón.
0:18:40 Ahora cuesta bajo en mi rodana las ilusiones pasan, no la puedo arrancar.
0:18:51 Con el pasado que añoro el tiempo viejo que lloro, que nunca volverá.
0:19:07 Carlos Gardel en la venganza será terrible, cuesta abajo.
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