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16 de Abril de 2009

Rechazos amorosos en la antigua Grecia

Transcripción automática

0:00:00 Bueno, hablaremos de rechazos amorosos principalmente en la antigua Grecia, pero hay otros también.
0:00:09 Acá este amigo que no se debe llamar así, Citarón, que era un rey de platea, era un joven de gran becesa,
0:00:20 enamoraba a todas las mujeres de su reino, incluso anífas y divinidades, no solo mujeres normales,
0:00:28 sino diosas y semidiosas también. Un día lo vio una tal quisífone y también se enamoró de este rey de platea.
0:00:38 Muy pronto supo el rey que estaba en problemas porque quisífone era una de las heríneas.
0:00:44 Las heríneas eran unas divinidades más bien violentas que él se acreditaba a leyes propias,
0:00:49 no pertenecían al escalafón olímpico y el propio príncipe del olimpó, Cels, debía obedecerlas.
0:00:59 Su aspecto era de genios alados con serpientes mezcladas en el pelo.
0:01:05 Parece que jugaban a sus víctimas. En realidad su tarea principal estaba destinado al tormento de los homicidas.
0:01:15 Cuando alguien hacía sonar un tipo, las heríneas lo atormentaban.
0:01:21 Eran las divinidades del remordimiento y eran convenientemente tres,
0:01:26 como casi todos los grupos de mujeres temibles de Grecia y con sus hijas posteriores.
0:01:37 Las nornas, las moiras, las horas, las graias, etc. Las gorgonas.
0:01:45 Ahora bien, en el momento en que esta chica tisifó en esta chica, monstruo, quiso amar a Citarón,
0:01:56 este, naturalmente la despreció, se le vino encima de la mina con los pelos como serpientes,
0:02:01 ahí me iba volando con un vuelo gallináceo, que se yo, ahí con la boca medio abierta,
0:02:07 y Citarón la rechazó violentamente, le correga de acá.
0:02:12 La divinidad no lo persiguió ni sostuvo ninguna maldición, pero en cambio convirtió un pelo,
0:02:21 de Citarón, de los muchos que tenía, un pelo solo en serpiente.
0:02:27 Esta serpiente lo mordió y le causó la muerte.
0:02:33 Es que tenemos la suerte que justo te muerda el pelo que es serpiente,
0:02:37 y te muerde un pelo como este que tengo yo acá, ven amigas.
0:02:43 No te hace nada.
0:02:44 Te muerde el pelo que es al mismo tiempo una serpiente y sonarte.
0:02:48 Que personas que tenían un solo pelo distinto a nosotros, recuerdo a Niso el rey de Méagara.
0:02:58 Niso el rey de Méagara tenía, y este era un don que le habían dado a los dioses,
0:03:05 entre tantos pelos, uno que era de oro, pero que era un pelo que además lo fortalecía
0:03:12 y lo hacía invencible en la batalla.
0:03:14 Ahora bien, se decía que si alguien le cortaba ese pelo, chao, se moría o palmaba en la batalla.
0:03:24 Y entonces la hija de Niso, el rey de Méagara, que se llamaba Sila, se enamoró de un enemigo
0:03:32 del rey Niso de Méagara, que era nada menos que Minos, el rey de Creta, que estaba sitiando
0:03:42 la fortaleza de Méagara donde reinaban Niso.
0:03:45 Y se le presentó en el campamento de los sitiadores, porque parece de la ventana de su palacio
0:03:51 Sila relojaba a los sitiadores y se enamoró de Minos.
0:03:55 Y se le presentó en el campamento y le dijo...
0:03:57 Tengo el secreto.
0:03:59 Y le dijo, si me amas, le daré un pelo de mi padre.
0:04:05 Niso la sabía, la leyenda, la sabían todas.
0:04:08 Y se... no se dijo intencionalmente, le dijo...
0:04:11 Minos, no será el pelo en el que estoy pensando.
0:04:15 Y... sí, dijo.
0:04:21 Pero no es que se lo voy a cortar, lo traigo acá en la mano.
0:04:25 Y le digo, el pelo de padre...
0:04:26 ¿No tenía ahí?
0:04:27 Sí, ya lo había matado aquí.
0:04:29 Y cuando me lo cortaba, le cortaba ese pelo, el padre crepó.
0:04:32 Y... pues Minos...
0:04:33 Vida hija, eh.
0:04:34 Claro, conquistó la ciudad y cuando la Minos le dijo...
0:04:38 Bueno, ahora me iré contigo a Tenas para buscar a tu hijo, que yo...
0:04:43 No, dijo la Minas.
0:04:44 Ahora, dijo Minos, ahora te mataré porque el destino me merece no traigo.
0:04:49 Así que esa es una enseñanza para las hijas que escuchan este programa.
0:04:55 Realmente, aquella escuso padre tiene un pelo de oro que lo sostiene invulnerable en la
0:05:01 batalla y se pone en el hoy ajusto con el de enfrente que lo tiene...
0:05:06 Me lo vieron por la ventana.
0:05:07 ...que lo tiene en la ventana.
0:05:08 Sí, hija.
0:05:09 Bueno, pero este es un pelo que no tenía que ver.
0:05:12 No, tienes razón, estábamos hablando...
0:05:14 Estamos hablando en Citerón que tenía un pelo que era serpiente y que se convirtió
0:05:20 en serpiente en virtud del rechazo amoroso de Citerón.
0:05:25 Otro rechazo, Nisea era una náyade ninfas del agua, ¿no?
0:05:30 Seres femeninos dotados de una gran longevidad.
0:05:34 Con frecuencia, las náyades curaban a los sanfarmos.
0:05:38 Venía un tipo fulero, bebía en la fuente donde andaban las náyades o se bañaban en
0:05:44 ellas buscando curación.
0:05:46 Pero las náyades entrañaban un peligro.
0:05:51 Muchas veces, quien las veía quedaba poseído por ellas y atacado de enajenación mental.
0:06:03 Nisea era rebelde, la nínfa Nisea era rebelde al amor.
0:06:11 Eludía a todos los enamorados.
0:06:13 No, me gusta, me gusta, me gusta.
0:06:16 Un día un pastor llamado Inno, qué lindo nombre, intentó seducirla,
0:06:23 pero no recibió más que les denes.
0:06:25 Como no se resignaba, vio como son los pastores de frigia, ¿no?
0:06:31 Seguidores como el burro, insistidores como el burro.
0:06:35 Bueno, Nisea cansada de esta existencia, lo mató.
0:06:44 Y por eso dice que te cuesta, que te cuesta, lo mató.
0:06:48 Héroes, Dios del amor, un Dios menor del amor, pero Dios del amor,
0:06:52 indignado por la actitud de Nisea, inspiró en Dioniso el Dios del vino y del desempreno
0:07:02 Un gran amor por Nisea, pensando a Dioniso no lo vas a poder rechazar.
0:07:09 Todos sabían que era difícil rechazar a este Dios, que rara vez fallaba en sus intentos
0:07:14 amorosos.
0:07:15 Pero Nisea también lo rechazó a Dioniso y lo amenazó con sus flechas.
0:07:20 Dioniso, tranquilo, trasformó en vino el agua de la fuente de Nisea y la nínfa, la nínfa,
0:07:32 nadie a desemborrachó y cuando estaba completamente en curda...
0:07:37 Sí, entendí.
0:07:40 La amo.
0:07:42 Ya cuando lo vio medio que se tambaleaba, sobra adorvino, revoliando el sabero.
0:07:48 Porque no tomas un básico más de la...
0:07:52 Y así héroes, Dios del amor, quedó satisfecho al sepultar con aquella unión antiguos rechazos
0:08:00 de Nisea.
0:08:02 Obidio, en las metamorfosis del libro, maravilloso, refiere una historia sucedida en Roma.
0:08:09 A una dama llamada Ana Perena, era una diosa menor, venerada en un bosque sagrado al norte
0:08:16 de Roma, la vía Flaminia, era representada a la diosa con el aspecto de una anciana.
0:08:26 Había sido elegida por Marte, el Dios Marte, como mediadora entre él y Minerva.
0:08:33 Marte amaba Minerva, pero Minerva se resistía a sus solicitudes porque era una diosa virginal.
0:08:39 Marte entonces le confió a esta dama, que era una anciana, una señora mayor, le confió
0:08:46 el papel de celestina y debía ayudar de cualquier modo al Dios para su conquista.
0:08:52 Ana Perena supo que se le confiaba una tarea imposible.
0:08:56 Minerva era muy difícil de seducir.
0:09:00 Entonces, entretuvo a Marte con palabras engañosas, vio cómo hacía la celestina, ella está
0:09:05 con vos, que se yo, va a saber, ella en este momento está a pensar, de esas cosas.
0:09:10 Le dio esperanzas y finalmente le dio una cita nocturna a Marte.
0:09:16 Y se esperaba y se en lo más escuro del bosque.
0:09:20 Y en vez de llevar a Minerva fue ella.
0:09:24 Y el final de esta historia, hay dos versiones, el final de esta historia.
0:09:29 Algunos mitógrafos dicen que cuando Ana levantó el ve lo que cubrió su rostro, Marte la reconoció
0:09:35 y salió rajando.
0:09:37 Y otros se explican que en la oscuridad Marte creyó satisfacer sus deseos de encontrarse
0:09:42 con la que amaba, y se me gusta más.
0:09:46 Y creo que sucede cada día en la oscuridad, nos parece que estamos con la que amamos.
0:09:51 Y por ahí anda a saber con quién estamos, con qué Ana, Perena, estamos.
0:09:56 Pero y a quién le interesa prender la luz en este caso?
0:10:01 Déjame que si yo creo, es Minerva la que yo creo que es Minerva.
0:10:08 ¿Qué me importa si después, una vez prendido las luces y corrido los velo, se descubre que no?
0:10:14 No, porca, no quiero descubrir eso.
0:10:18 Bien, eso es el amor.
0:10:21 Eso es el amor. No, otra cosa.
0:10:23 Creer que Ana, Perena, es Minerva. Eso es el amor.
0:10:26 ¿Qué es el amor alumno?
0:10:29 Es creer que Ana, Perena, es Minerva.
0:10:32 Muy bien, tiene un 9.
0:10:34 ¿Por qué un 9 y no un 10?
0:10:35 Ahora tiene un 8.
0:10:37 Para que vaya comprendiendo.
0:10:40 ¿Por qué un 8?
0:10:43 7.
0:10:46 El Rubén Carrasco daba clase, daba lección de música en el segundo año.
0:10:54 Rubén Carrasco.
0:10:56 Juan Sebastián Batch.
0:10:59 Profesora Señora de la Venia.
0:11:02 Baj.
0:11:04 Carrasco.
0:11:05 Con cierta perplejidad.
0:11:07 Juan Sebastián Batch.
0:11:09 Profesora Lavegna. La Venia.
0:11:12 Baj.
0:11:15 Carrasco.
0:11:16 Juan Sebastián Batch. La Venia.
0:11:18 Baj.
0:11:19 Carrasco.
0:11:20 Juan Sebastián Batch. La Venia.
0:11:25 No le iba anunciando la cosa.
0:11:31 Yo tenía un profesor de dibujos breves en otra al pie, que también decía, le gusta lo que hice, si les voy a preguntar, no me pregunten si me gusta, no me gusta, me parece horrible, me parece un asco, pero tiene un 10.
0:11:43 ¿Por qué es lo que pedí?
0:11:47 Todos tenemos un 10.
0:11:49 Es una mucho más ensalta la profesora Lavegna.
0:11:52 Se alvertía cuál era su intención.
0:11:56 Bueno, pero volvamos a estos...
0:12:01 Desengaños amorosos o rechazos.
0:12:04 Aparecen los mitos romanos Lara, que era una limpa del Lácio.
0:12:09 Parece que Júpiter, ya cambiamos los nombres de los dioses.
0:12:13 Júpiter, nosotros que se us.
0:12:15 La reciente minerva, no es otra que Palazza tenía.
0:12:20 Marte, no es otro que Ares, el Dios de la Guerra.
0:12:25 Acá Júpiter se enamoró de una ninfa que se llamaba Tizuturna, pero él se enamoró igual.
0:12:33 Y sí, bueno, ella intentaba huir del Dios por todos los medios.
0:12:37 Lo veía venir, me dijo en calzoncillo, y se haría correr.
0:12:42 Desesperado, Júpiter reunió a todas las ninfas del país para que lo ayudaran en sus amores.
0:12:50 Y fue el propio Júpiter el que expuso el plan.
0:12:54 Las ninfas debían retener a Tizuturna e impedirle alejarse cuando él apareciera.
0:13:01 Un plan que no necesitaba una convocatoria tan amplia, un plan que estaba acá...
0:13:06 ¿Sinceré cuatro personas aquí?
0:13:07 Tres, cuatro forzudos, patos vica y se acabó.
0:13:11 No es un plan hijo de la inteligencia de un Dios.
0:13:16 Todas aceptaron el pedido, pero Lara, que estaba entre las conjuradas, fue y le contó a Tizuturna
0:13:23 acerca de las intenciones de Júpiter y una vez más la ninfa logró eludir el acoso del Dios.
0:13:30 Pero a Lara no le fue bien por Buchona.
0:13:33 Júpiter enojado, le arrancó la lengua y se la entregó a Mercurio para que la llevara a los infierno.
0:13:40 A Lara, no a la lengua, me imagino.
0:13:44 Le arrancó la lengua y se la entregó a Mercurio.
0:13:46 No, y qué hace que la lengua tolga?
0:13:48 Hermes. No, a Lara.
0:13:50 Allí pasó a ser Lara la ninfa de las aguas en el Reino de los Muertos.
0:13:55 Por el camino al infierno, Mercurio la atropelló.
0:14:02 La atropelló viendo que como ella no decía nada, siguió adelante.
0:14:07 ¡Cállate, la lengua!
0:14:09 De estos amores nacieron dos hijos, nada menos que los dioses, Lara, hijos de Lara.
0:14:15 Última historia.
0:14:16 Carna, qué lindo nombre, y ahí viene el deseo carnal.
0:14:20 Carna era una ninfa, sí, ya nos vamos.
0:14:23 Que vivía en el lugar donde más tarde se asería Roma.
0:14:26 Había hecho voto de virginidad, algunos votan muy mal.
0:14:31 Y siempre desaparecía en el bosque.
0:14:37 Un día se enamoró de ella, Hano, el dios de las dos caras.
0:14:40 Una cara miraba por el ante y la otra para atrás.
0:14:42 Al acercarse a ella, Carna quiso engañarlo, pero Hano la descubrió
0:14:47 en el momento que se escondía detrás de una piedra y pudo unírsele.
0:14:53 Unírsela.
0:14:56 Y le dio como premio a ese comercio carnal el poder para ausentar los maleficios de las casas.
0:15:05 Todo esto, lindos, historias de lindos y historias de rechazo.
0:15:09 Se lo contamos al discotecario que inmediatamente...
0:15:12 Sí, pero el discotecario es un poco incesivo.
0:15:14 Sí, pero un secreto de amor.
0:15:17 Un bal que tiene lejanamente que ver con él.
0:15:20 Muy lejanamente.
0:15:21 Sí, muy lejanamente, pues es secreto.
0:15:25 Y escucharemos este precioso bal que le va a gustar mucho a Leo en la voz de Charlo.
0:16:09 Secreto de mi amor, que guardo por temor, que pueda marchitarse para un raso de sol.
0:16:19 Secreto de ternura, flora pura de humildad, que sala su perfume, que brota en visonidad.
0:16:31 Secreto de mi amor, que siempre guardaré, pues puedo lo ocultar de mañana no sé.
0:16:43 Si un día me traicionas y bailas del corazón, te pido, te le pida, dar redol por mi amor.
0:16:57 Yo puedo ser sincero, me hablando de amor, que solo cuando quiero que no se pensar.
0:17:07 Extraño sentimientos se ahogan en mi pecho, no sé lo que siento, que no puedo hablar.
0:17:19 Secreto de mi amor, que guardo por temor, que pueda marchitarse para un raso de sol.
0:17:30 Secreto de ternura, flora pura de humildad, que sala su perfume, que brota en visonidad.
0:17:42 Secreto de mi amor, que siempre guardaré, pues puedo lo ocultar de mañana no sé.
0:17:57 Si un día me traicionas y bailas del corazón, te pido, te le pida, perdón por mi amor.
0:18:19 Era charlo, en la venganza será terrible, secreto de amor.

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