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25 de Mayo de 2007

Sacrificios Humanos en Bengala

Transcripción automática

0:00:00 Sacrificios humanos en vengada.
0:00:06 Atención. En muchos lugares de la India se practicaban antiguamente sacrificios humanos.
0:00:17 En el Valle del Bramaputra.
0:00:22 ¿Cómo me gusta el nombre del río Bramaputra?
0:00:28 El agua del Bramaputra que lo tiró de las patas.
0:00:33 En el Valle del Bramaputra que es uno de los tres grandes ríos de la India.
0:00:46 El pueblo de los Lothanaga, que también tiene los susos,
0:00:54 tenía por costumbre arrancar la cabeza, las manos y los pies de las personas
0:01:01 para enterrar las mencionadas extremidades en sus campos a fin de asegurar una buena cosecha.
0:01:10 Tenían unos criterios los Lothanaga acerca de la agricultura peligrosos.
0:01:17 Peligrosos para la tribus vecina de Lúpez.
0:01:21 La agronomía del Lothanaga, la agricultura del Lothanaga,
0:01:26 que suponía el crimen, el descuartizamiento y otras crueldades que garantizaban la fertilidad de sus terrenos.
0:01:35 ¿Qué tomates? decía por ejemplo el vecino que examinaba una huerta.
0:01:41 No es para menos decía el Lothanaga.
0:01:44 He tenido que descuartizar a unos quince enemigos,
0:01:48 hacía mostrando sus tomates.
0:01:52 Otro grupo de aquella región, los gondos, robaban muchachos brazamanes de la casta de los brazamanes
0:02:01 y los reservaban como víctimas para sacrificar después de la siega.
0:02:07 La siega con ese.
0:02:10 Porque muchos oyentes habrán pensado que primeramente daban muerte a una persona invidente
0:02:16 y después a los susos mentados brazamanes.
0:02:23 A los brazamanes los mataban con lanzas envenenadas.
0:02:28 Lo que me parece un énfasis absolutamente superfluo porque los brazamanes igualmente podían ser achurados
0:02:35 con lanzas perfectamente acépticas y morirían lo mismo.
0:02:42 El caso es que después de los crímenes regaban los granos, quiero decir las semillas,
0:02:49 con la sangre de estos brazamanes asesinados.
0:02:52 Estos eran los gondos.
0:02:54 Algunos mitógrafos dicen que aquí se inspiraron los griegos.
0:03:00 En esta historia está inspirada el mito de Litierces.
0:03:04 Aquel hombre de los mitos griegos recuerda, en cegador por excelencia,
0:03:08 que recibía a los borasteros y los obligaba a competir con él en una siega rápida.
0:03:14 Vamos a ver quién ciega más rápido este potrero.
0:03:17 Y él salía siempre vencedor y entonces decapitaba al adversario.
0:03:22 Pero una vez pasó por allí Heracles, así que calcule lo que sucedió.
0:03:28 Heracles aceptó el reto de Litierces, primero le ganó y después le cortó la cabeza.
0:03:36 Bueno, daremos más precisiones de una costumbre horrorosa que tuvo lugar hasta no hace mucho en la India.
0:03:45 Más precisamente en la región de Bengal, incluso parece que esto sucedía hasta los primeros tiempos de la ocupación inglesa.
0:03:52 Parece que los habitantes de la región ofrecían sacrificios humanos a la diosa tierra Taripenu
0:04:00 y creían que de este modo se aseguraban cosechas estupendas.
0:04:05 Pero no sólo eso, también pensaban que estos procedimientos aseguraban la inmunidad para toda clase de enfermedades y accidentes.
0:04:15 La víctima o mérida, mérida se llama la víctima, víctima o, si ustedes prefieren mérida,
0:04:22 en media, sólo era aceptable para la diosa si había nacido destinada a ser víctima.
0:04:30 Es decir, si era hijo de un padre víctima, si provenía de una estirpe de víctimas,
0:04:37 es que había personas destinadas a ser sacrificadas, familias cuya estirpe tenía como destino el ser víctima.
0:04:50 Las familias y personas cuyas antepasados ya habían sido ofrecidas a la diosa.
0:04:55 Así como en algunos países existen linajes de verdugos, existía en Bengal una dinastía de seres destinados al sacrificio,
0:05:04 una dinastía desde luego más numerosa, porque siempre son más numerosas las víctimas que los verdugos.
0:05:14 Hay que decir que las víctimas desde luego no eran asesinadas enseguida,
0:05:19 sino que las dejaban vivir muchos años de modo tal que tuvieran hijos y garantizaran de este modo la sucesión en los horrores del ritual.
0:05:30 El caso es que al llegar a la madurez, un joven mérida, así llamaban, estirpe,
0:05:37 recibía a una esposa que usualmente también estaba destinada al sacrificio,
0:05:43 y con ella también recibían una parcela de tierras y ganado,
0:05:47 es decir, a la gente que estaba bastante bien, poseía a medios, este tipo de familias de futuro sacrificado eran numerosas,
0:05:58 y como había que asegurarse de que tuvieran mucha progenia para que pudiera garantizarse la sucesión,
0:06:05 sí le daban elementos para que pudieran subsistir adecuadamente.
0:06:11 Imagínense que estas víctimas servían justamente para mejorar las cosechas.
0:06:17 Imagínense que se pierda una cosecha por falta de víctimas.
0:06:23 El caso es que las víctimas eran consideradas seres sagrados, como tantas veces sucede.
0:06:31 Antes del espanto se las trataba con extremo afecto, afecto y respeto,
0:06:38 lo mismo que ocurría entre las aspecas y bueno, estas gente era bien recibida en todas partes,
0:06:44 el sacrificio se verificaba de siguiente modo, atención,
0:06:48 10 o 12 días antes de hacerse el sacrificio, la víctima era consagrada mediante un corte de pelo,
0:06:55 pelo que hasta ese momento jamás debía tocarse, no te cortaban el pelo,
0:07:00 hasta el momento en que faltaban 10 o 12 días para que te amasijara.
0:07:05 Esto se hacía en presencia de una muchedumbre, quiero decir, el corte de pelo,
0:07:10 la muchedumbre atestiguaba, servía como numeroso escribano para atestiguar aquel primer paso.
0:07:18 Los que asistían a esa ceremonia del corte de pelo se entregaban, según dice el cronista,
0:07:23 a varios días de orgía salvaje y obscena la cibia.
0:07:29 ¡Oh! Con razón iban muchos, ¿no?
0:07:33 Orquía salvaje y obscena la cibia.
0:07:36 ¿Cuál es su nombre, señorita?
0:07:38 ¡Obsena la cibia!
0:07:41 ¡Obsena la cibia!
0:07:47 Es mucho mejor.
0:07:51 Ahora, el día antes del sacrificio se vestía al media, así se llamaba la víctima,
0:07:57 con ropas nuevas, es perdillo, ¿no?
0:08:01 Y se lo llevaban por los pueblos en procesión.
0:08:04 Y por ahí, en algún bosque destinado al sacrificio, lo ungían con aceite,
0:08:11 lo aceitaban de arriba abajo a la víctima, lo enmantecaban...
0:08:16 ¡Ah, esa me la veía obvenible, señorita!
0:08:18 ¡No!
0:08:19 Y se le agregue yo.
0:08:22 ¡Totálse, el pueblo va a levantar!
0:08:25 Y lo adornaban con flores, lo adornaban.
0:08:29 Y siempre se producía algún forcejeo, rolón,
0:08:31 mucha dumbre, para obtener reliquias de estas personas,
0:08:34 porque se sospechaba que un pedazo de ellos,
0:08:38 una partícula, un pelo, un cachito de pasta con la que había sido ungido,
0:08:44 incluso hasta un poco de saliva,
0:08:46 parece que tenía poderes muy beneficiosos para quienes entraban en contacto con ellos.
0:08:51 Entonces se peleaban a ver quién le arrancaba un pelo,
0:08:55 quién se hacía con un botón,
0:08:57 incluso algunos le pedían a las víctimas que los escupieran,
0:09:00 porque esto estaba considerado del mejor agüero,
0:09:04 el de independiente.
0:09:10 Como la víctima no podía ser atada,
0:09:12 ni mostrar resistencia para evitar situaciones enojosas,
0:09:16 le rompían los huesos, le rompían,
0:09:18 antes de matarlo, o la intoxicaban con ópio, la intoxicaban.
0:09:25 Y el modo de matar la variaba,
0:09:28 y lo más común era la estrangulación.
0:09:32 Un modo espantoso de sacrificio que a veces se usaba,
0:09:35 consistía en atar a la víctima a la trompa de un elefante de madera,
0:09:40 quedaba vuelta sobre un pivoto, una especie de calecita,
0:09:43 y mientras daba vuelta a la víctima,
0:09:45 la muchedumbre lo mataba con cuchillo,
0:09:47 le tiraba cuchillo y le dijo, una por qué, dime.
0:09:50 Es lindo, una por qué.
0:09:53 Desde luego los despogos de esta víctima eran utilizados
0:09:56 en el mismo sentido que venimos insistiendo.
0:10:00 Se enterraban y se creía que de este modo la tierra era más fértil.
0:10:04 Incluso a veces se llevaban pedazos de las víctimas
0:10:07 hasta lugares que quedaban a 200 o 300 kilómetros,
0:10:11 lugares donde a lo mejor había una sequía,
0:10:14 o la isoca, o la langosta.
0:10:17 Comería matarlo así a lo que hubiera hecho.
0:10:19 Bueno, no sé, señor.
0:10:22 Y los habitantes de la saldea esperaban la llegada de aquellos despogos.
0:10:26 Había una burocracia, hay que decir, para repartirse los despogos,
0:10:31 burocracia que no citaré porque me daba a escorrer más que él.
0:10:35 Digamos para terminar que el cuerpo del Mérida,
0:10:40 que tenía la virtud directa de hacer crecer las mieses,
0:10:44 también tenía la virtud lunar de ganarse la voluntad de la diosa.
0:10:49 Entonces no solamente fertilizabas la tierra,
0:10:52 sino que a la masijara uno de estos tipos,
0:10:55 la diosa se ponía contenta y estaba mejor dispuesta a brindarte favores.
0:11:00 La misma virtud, las mismas virtudes,
0:11:03 se atribuían a las lágrimas que lloraban estas víctimas,
0:11:07 que eran guardadas para fertilizar o para congraciarse con las divinidades.
0:11:14 Bueno, como se ve, la práctica de una religión
0:11:18 no siempre asegura una conducta honrada, civil, beneficiosa, etc.
0:11:24 Salve que usted verdaderamente crea que es casi nadie.
0:11:30 A veces los personajes hacen lo que hemos dicho,
0:11:35 cortan en pedacitos a la gente para que la tierra prospere,
0:11:40 otras veces cortan en pedacitos a los que no profesan esa creencia,
0:11:45 es decir, a los que no creen que cortando en pedacitos a un señor se gana fertilidad.
0:11:50 Entonces por no participar en esa opinión también se los cortan en pedacitos,
0:11:55 y sin siquiera el atenuante de buscar tierras fértiles,
0:11:58 sino simplemente por diferencias de opinión,
0:12:01 que me parecía un crimen todavía mucho peor.
0:12:04 Si ya es malo matar a alguien para que crezca el pacto,
0:12:07 mucho peor es matarlo por no coincidir con nuestra idea acerca de Copernicus.
0:12:12 Bueno, como se ve, hay muchas puertas que conducen a la locura, al crimen,
0:12:18 pero todas tienen una cerradura cuya marca es la estupidez.
0:12:24 En general, casi todos los criminales de este orden,
0:12:28 criminales religiosos, criminales políticos,
0:12:31 tienen un elemento común que es la estupidez.
0:12:34 Son por la cual nosotros, que somos muy cobardes,
0:12:39 huimos cuando vemos a un malvado, pero mucho más ligero huimos cuando vemos a un estupido.
0:12:46 Y ni que hablar cuando alguien reúne las dos virtudes.
0:12:52 Y hay una tercera virtud que suele unirse, que es el entusiasmo.
0:12:56 ¿Qué es el entusiasmo?
0:12:58 Y no digo que además de ser malvado, el tipo es entusiasta.
0:13:07 Porque hay gente que tiene una pertinencia en el cumplimiento del deber,
0:13:10 que no suelen tener los poetas y los filántropos.
0:13:13 Entonces cortan en pedacitos de la gente con mucha mayor proligidad
0:13:19 que la de los médicos traumatólogos.
0:13:25 Bueno, a quién quiere dedicar esta abominable charla?
0:13:31 Es un haypálagio. La charla no es abominable,
0:13:35 pero las costumbres que la charla describe, ciertamente lo son.
0:13:39 Bueno, déjenme dedicarse a los agricultores de esta tierra, que no matan a nadie,
0:13:44 de estas de las nuestras.
0:13:47 Que consiguen fertilidad.
0:13:49 Simplemente trabajan y mucha de los muchachos.
0:13:53 Estaba pensando si los merías, al saber de dónde venían y para que estaban destinados,
0:13:58 tendrían seguramente incorporado este destino como algo natural.
0:14:03 Es probable que tuvieras orgullosos, que un cierto orgullo sintieran.
0:14:06 Solo ocurrieren todas las situaciones parecidas.
0:14:11 Y bueno, me acordaba también de los tucs, ya que hablábamos de ahorcamiento.
0:14:17 ¿Raculadores rituales de la diosa Calin?
0:14:21 No, acaban de un modo más silencioso, rápido, que esto es del elefante.
0:14:25 No estaba bien tampoco, obviamente.
0:14:27 Así que bueno, yo le dedicaré a las víctimas que no estaban, de acuerdo.
0:14:32 ¿Sí?
0:14:33 A las víctimas de los Lothanagas y los Gondos.
0:14:35 No, ellos no eran meriajes, digamos, destinados y orgullosos de este destino,
0:14:39 sino que padecieron estas.
0:14:42 Bueno, hemos ido a la discoteca a buscar un disco
0:14:45 y ahí estaba el discoticario que estaba planeando el descuartizamiento de un cuneado
0:14:50 porque parece que se había comprado un campo en Balcarce
0:14:54 que no le daba suficientes papas.
0:14:57 Y quería apasiguar a la diosa, y tuve que dedicarlo a esa idea,
0:15:02 y lo convertí a religiones más mansas, por ejemplo, en la agnosticismo.
0:15:09 Eso sí.
0:15:12 Bueno, y este hombre condescendió a proveerme un disco
0:15:18 que hace alguna alusión a la cosecha o a la siembra.
0:15:24 Se trata, vamos a decirlo de una vez, del tango el choclo.
0:15:32 Luego no es algo que se cultivara históricamente en la India,
0:15:37 ya que hubo de aparecer en la historia América
0:15:44 para que se descubriera en el mundo el choclo.
0:15:48 Bueno, pero también ha habido algunos sacrificios en América en estos lugares.
0:15:52 Claro, pero no sé si para que creciera el choclo.
0:15:56 Pero de todos modos hay gente que se sacrifica mucho
0:16:01 para lograr el efecto presentado.
0:16:07 Así que escucharemos a nuestro querido Roberto Greila
0:16:10 en la interpretación de este tango,
0:16:17 que también tiene un valor ritual en este caso.
0:16:20 Probablemente al escucharlo veremos cómo crecen las plantas.
0:16:24 El choclo por Roberto Greila.
0:16:54 El choclo.
0:17:24 El choclo.
0:17:54 El choclo.
0:18:24 Y el choclo.
0:18:26 ¿A por qué el choclo?
0:18:38 En la venganza será terrible.
0:18:40 Hemos escuchado a Roberto Greila interpretando el choclo.

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