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7 de Agosto de 2009

Samuel Taylor colerich

Transcripción automática

0:00:00 Bueno, señores, vamos a hablar hoy que la asimacidad ha hecho muy tarde y tenemos una charla muy considerable, muy considerable.
0:00:08 Hablaremos de un amigo de este programa que es Samuel Taylor Kodlich, un poeta de Von Schild.
0:00:16 Nació así en 1772, ¿no?
0:00:20 Desde el niño tenía una imaginación muy frecunda o tal vez los biógrafos consideraron que era interesante que un poeta tuviese
0:00:29 desde el niño una imaginación frecunda así como un héroe se encarga de matar colpiones en la cuna y todo eso.
0:00:38 Jugaba siempre a representar los libros que leía, entonces se encarnaba al rey Arturo o a Hamlet o a Robinson Crusoe.
0:00:49 Estaba siempre enojado Kodlich, eran mal vistos por todos los chicos de su edad con lo cual se ve que ciertamente apuntaba para poeta.
0:00:58 Cuando murió el padre de Kodlich, el viejo John, el pequeño Samuel fue enviado a Londres a vivir con un tío.
0:01:06 Ahí ingresó al Hospital de Cristo, una famosa escuela donde la disciplina era muy rígida, la enseñanza severa y la comida asquerosa.
0:01:15 Cuenta Kodlich, a la mañana te daban un pedazo de panduro y un trago de especie de cerveza. A la noche un trago de especie de cerveza.
0:01:25 A veces daban día libre en el colegio y los alumnos salían, salvo a los que no tenían parientes o no tenían a donde ir, y uno de los que se quedaba en Cerraura College.
0:01:35 Dicen que se la pasaba llorando, cuando salía, decambiaba el humor, por un instante podía tener el espíritu alegre.
0:01:43 Él vivía en un mundo de fantasía muy lejos de la realidad en aquellos años.
0:01:48 Cuando se pensaba por las calles de Londres, se imaginaba que era Leandro, que atravesó a Nado en el Esponto.
0:01:54 ¿Se acuerdan de esa historia? Leandro era un tipo que tenía una novia cruzando el elesponto. La novia se llamaba Ero.
0:02:03 Leandro vivía del otro lado del elesponto, nunca supe de que lado. Nunca supe de que lado vivía Leandro y de que lado vivía Ero.
0:02:10 Y en el estrecho de los barranelos se separaba Europa de Asia. Asia a un lado, al otro a Europa y allá su frente está en Bull.
0:02:19 Pues bien, una vivía en el Asia y el otro en el tipo en Europa. Mira, busca risa.
0:02:24 Bueno, vivía en Asia y buscaba una novia en Europa, ese pantoso. Mira, que yo me quejaba porque tenía novia lejos.
0:02:31 Pero Leandro cruzaba a Nado, todas las noches se le despontó que hay que cruzarlo.
0:02:36 Parece que Ero, del otro lado, para ayudarlo, prendió una linterna.
0:02:41 Entonces, Leandro nadaba en la oscuridad y andoce por la linterna, hasta que un día Ero no encontró la linterna o se retrasó.
0:02:48 Y Leandro se ahogó en el elesponto, agarró paló del mar negro y no lo vieron más.
0:02:53 Finalmente, creo que la historia termina con el suicidio de Ero, mitad porque se había muerto su amor y mitad porque ella sentía culpable por haber perdido la linterna.
0:03:03 El caso es que Coleris venía pensando en Leandro por la calle.
0:03:09 Entonces, agitaba los brazos como quien nadaba y cerraba los ojos para que no entrara agua.
0:03:14 Y los brazos se enredaron en la falta de una señora que venía acompañada por un tipo.
0:03:20 Entonces, la mujer empezó a irritar, pensó que le estaban robando.
0:03:24 Coleris se puso a llorar y explicó que no era un ladrón.
0:03:28 Descartaba esa posibilidad al tipo que venía con la señora, lo bajó por sátiro.
0:03:33 Después se enteraron de que solo se trataba de un chico distraído y le dieron en compensación una tarjeta con la que Coleris pudo hacerse suscriptor en una biblioteca.
0:03:44 Y desde entonces Coleris aprovechó bien esa tarjeta porque sacó hasta dos libros por día.
0:03:48 No dice cuáles, pero cada día cambiaba esos dos libros.
0:03:52 Y según el libro que sacaba, la cambiaba de vocación también.
0:03:56 Un día sacó un libro sobre cirugía y le dio por ser cirujano, pero por suerte creo que lo sacó de esa idea desaltinada el ilustre diccionario filosófico de Voltaire.
0:04:08 Y entonces volcó sus afectos hacia la filosofía.
0:04:12 Coleris estaba seguro de que sería un filósofo ateo, como seguridad que nos acometa a todos los que leemos a Voltaire.
0:04:19 Pero un día le comunicaron que la escuela había decidido enviarlo a Cambridge a estudiar teología.
0:04:25 Así que allí le extirparon el ateísmo a patadas.
0:04:29 A los 18 años ingresó a la Universidad de Cambridge, había un profesor que describía así a Coleris.
0:04:38 Las descripciones de los grandes hombres por parte de los profesores son siempre espantosas e inútiles.
0:04:44 Dice, su traza como su cerebro estaba llena de paradojas.
0:04:50 Los grandes ojos luminosos y la gran frente despejada contrastaban con las mejillas fofas y los labios carnosos.
0:04:57 Llevaban los calzones desabrochados en la rodilla.
0:05:00 Esta frase puede aluyente con tempo de año de concertarlo, ¿no?
0:05:05 ¿Cómo llevaban los calzones desabrochados en la rodilla?
0:05:09 ¿Cómo llevaban los calzones en la rodilla?
0:05:13 Pero no les llamaban calzones los que hoy tenemos portales, sino que en una especie de pantalón con botones en la rodilla.
0:05:23 Llevaban así que el profesor, ¿no? Que no se ha ido.
0:05:26 Llevaban los tacones de los apuertos siempre desgastados y en lo dado,
0:05:29 que ahí termina por fuerte la cita de este profesor,
0:05:32 que usó nombre de Cono Semol con toda justicia.
0:05:35 El caso es que en Cambridge las cosas estaban duras para los estudiantes.
0:05:40 Comenzaba la revolución francesa y los profesores tenían orden de amonestar a los que narbolaban aquellas banderas.
0:05:50 Una vez parece que sometieron a juicio a un estudiante por sostener doctrinas revolucionarias.
0:05:55 Durante el alegato de la defensa se usó el aplauso de uno de los alumnos.
0:06:00 El alegato de la defensa de la revolución francesa, además.
0:06:05 Era Corerich, el que había aplaudido el alegato.
0:06:08 Entonces el rector que estaba allí se levantó y preguntó quién había sido
0:06:12 y acusó a uno que estaba justo al lado de Corerich.
0:06:15 Y el pobre muchacho dijo, ojalá hubiera podido, señor.
0:06:18 Y resultó que era manjo, chico.
0:06:20 Corerich avergonzado por este incidente.
0:06:23 Aclaró que había sido él.
0:06:26 Entonces lo suspendieron por un semestre, que es como decir que lo suspendieron seis meses.
0:06:34 Este es el chano, ¿no?
0:06:37 Bueno, de todos modos no duró mucho en la universidad.
0:06:41 Una linda historia. Le habían asignado una pieza en Cambridge
0:06:48 y vino un decorador.
0:06:49 Bueno, soy el decorador y dice, ¿qué quiere que le haga?
0:06:52 Corerich pensó que era algo gratuito que hacía la universidad.
0:06:55 Y le dijo al decorador que hiciera lo que quisiera, que lo decorara a su gusto.
0:06:59 Al día siguiente el alumno se encontró con una pieza digna de un rey.
0:07:02 Con una cuenta también digna de un rey, ¿no?
0:07:05 ¿Y qué hizo? No podía pagarlo.
0:07:07 Se salió corriendo, dijo que hubiéramos hecho todos.
0:07:10 Uy yo de Cambridge se alistó en el cuerpo de dragones,
0:07:13 un cuerpo de dragones que tenía por nombre, mejor dicho, él mismo.
0:07:17 Se cambió el nombre y se puso Silatitus Kombrbaj
0:07:21 para que no lo descubrieran.
0:07:23 Con ese nombre era muy difícil descubrir a alguien.
0:07:25 Y resultó ser el genécte más torpe del regimiento.
0:07:29 No podía mantenerse sobre el caballo más de dos pasos.
0:07:32 Los compañeros lo tenían que ayudar, era un asco.
0:07:36 Pero un compañero que tenía influencias en la universidad
0:07:40 reconoció el talento de Corerich que hacía versos en los descansos.
0:07:46 Y arregló para que lo aceptaran de nuevo en Cambridge.
0:07:49 Y entonces arregló las cuentas con el decorador, este amigo, este soldado.
0:07:54 Y volvió entonces Corerich a Cambridge.
0:07:57 Y su amigo de Robert Saudi, que había sido pulsado antes de
0:08:02 Wendminster por escribir un artículo atacando los castigos corporales, imagínense.
0:08:07 También lo habían echado por ir a comer con la peluca sin empolvar.
0:08:13 Con este se hicieron, empezaron a salir con dos chicas.
0:08:16 Las hermanitas Sara y Edith Freaker, o Freaker.
0:08:21 Parece que Sara era hermosa y Edith no.
0:08:23 Entonces se le jugaron al desconfio.
0:08:28 Era una moneda para ver quién se quedaba con quién y ganó Corerich se quedó con la linda.
0:08:32 Al cabo de un tiempo los cuatro decidieron embarcarse a América
0:08:36 y comprar un campo para construir una especie de república de Platón.
0:08:39 Bueno, como no tenían plata, resolvieron a fanar a una tía.
0:08:43 Pero fueron delatados y ahí terminó aquel sueño utópico.
0:08:49 Corerich se casó con Edith y se fue alijo a...
0:08:52 Corerich se casó con Sara, emudaron por allí.
0:08:56 Y cerca de su casa vivía otro escritor, también amigo del programa, William Worldward,
0:09:02 aquel que decía que no hay que escribir bajo la influencia del dolor,
0:09:05 sino después, cuando el dolor es un recuado.
0:09:08 Se hicieron amigos y caminaban hasta muy entrada la noche
0:09:11 y la policía empezó a sospechar que eran espías.
0:09:14 Tal vez dice alguien porque hablaban de espinoza y pronunciaban espainosa.
0:09:18 Y cada vez que spy, spy escuchaban surgían la conversación,
0:09:22 y la gente que lo vigilaba entraba en el convencimiento
0:09:25 de que estos tipos estaban tramando algo raro, ¿no?
0:09:28 Los llevaron en carne, pero los soltaron, los soltaron.
0:09:33 A los 25 años, Caralich empezó a tomar opio, tenía arroumatismo.
0:09:38 En el año 1797 se quedó dormido por efecto de la droga
0:09:44 y ese día sucedió algo curioso.
0:09:46 Esto es lo que queríamos contar y no otra cosa.
0:09:49 Colerich había estado leyendo un libro de viajes
0:09:52 y sonió un triple sueño de índole verbal, musical y visual.
0:09:56 Parece que yo una voz que repetía un poema, o yo una extraña música,
0:10:00 dio la construcción de un palacio y supo,
0:10:04 del modo en que se saben estas cosas en los sueños,
0:10:07 que la música erificaba el palacio
0:10:10 y que este palacio reconstruía, era de Kulay Han,
0:10:13 el emperador que protegió a Marco Polo en su viaje a China.
0:10:16 En realidad era el emperador de la China, pero no era chino,
0:10:19 en ese tiempo dominaba la China los mongoles.
0:10:22 Colerich recordó el poema levantarse
0:10:26 y empezó a escribirlo, pero lo interrumpieron.
0:10:28 Viene un tipo, le tocó el timbre, le habrá golpeado la puerta, digo.
0:10:33 Y Colerich ya iba por el verso número 50 y pico,
0:10:38 salió a atender y nunca logró recuperar el final.
0:10:42 Y Borges opina que estos versos que se salvaron,
0:10:45 estos 50 y pico, son de los mejores escritos en cualquier literatura.
0:10:50 Años después de la muerte de Colerich,
0:10:53 se supo que el emperador Kulay Han había edificado ese palacio
0:10:57 según un plano que le había sido revelado en un sueño.
0:11:03 Este dato nunca lo supo Colerich.
0:11:06 Una vez escrita esa parte del poema, estos 50 y pico de versos,
0:11:11 Colerich intentó soñarlo otra vez,
0:11:13 recurrió continuamente al opio para hacerlo,
0:11:16 pero los intentos fueron en vano.
0:11:18 Soñaba con otros poemas o otras cosas, o no soñaban absoluto.
0:11:22 Después se abandonó la familia, se embarcó con destino a Mata,
0:11:25 volvió a los dos años, estaba muy envejecido,
0:11:32 necesitaba tanto del opio que llegó a contratar un tipo
0:11:35 para que le impidiera tomarlo.
0:11:37 Las noches de insomnio lo torturaban, hasta la locura.
0:11:41 Sus escritos eran considerados como extravagancias
0:11:44 y la carrera de Colerich fue de desengaño a un desengaño.
0:11:48 Se consiguió un trabajo en Londres para pagar los estudios de su hijo,
0:11:52 para pagar la casa en que vivía con Sara, y al final se murió.
0:11:55 Se murió en julio de 1834 a los 62 años.
0:11:59 Escribió muchas poesías, el marino, el culacán, que se lloro,
0:12:03 pero lo curioso es esta poesía que le fue revelada en sueños.
0:12:15 Hemos sido a la discoteca, ¿che?
0:12:19 Como este poema de Colerich no tiene fin,
0:12:25 escucharemos el tango que se llama, tal vez no tenga fin,
0:12:28 en la versión de Horacio Sarganio y Ovaldo de Leo,
0:12:32 un tango compuesto evidentemente en recordación de este bello poema
0:12:36 que Colerich no pudo terminar.
0:13:02 El tango de Colerich
0:13:04 es un tango que se llama,
0:13:06 el tango de Ovaldo de Leo,
0:13:08 el tango de Ovaldo de Leo,
0:13:10 el tango de Ovaldo de Leo,
0:14:54 pero refirma en qué lengua
0:14:56 todo sobre la troncilla
0:14:58 con la suer

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