San Brandan y San Maclovio

Transcripción automática

0:00:00 Señores, vamos a internarnos en el mundo de la fantasía. Contaremos historias de viajes
0:00:10 decentarios, pero más que nada la historia de San Brandán y San Maclobio.
0:00:16 Un hermitáneo llamado Barintus le contó a su primo Brandán, le contó,
0:00:23 de la existencia de un lugar hedénico donde al parecer había estado Adán y en el que Dios
0:00:32 permitía a sus santos vivir después de la muerte. La historia fue así. El propio Barintus y su hijado,
0:00:40 el monje Mernock, habían vagado por aquel maravilloso sitio que se encontraba más al oeste de la isla de las
0:00:50 delicias que así llamaban entonces a las islas Canarias. En aquella tierra, no en las islas Canarias,
0:00:58 sino en la isla que mencionaba Barintus, abundaban las flores y los árbores frutales y el suelo estaba
0:01:07 pavimentado de piedras preciosas. Recorriendo el lugar, llegaron a un ancho río y cuando se disponían
0:01:16 para badearlo, se les apareció un ángel que les prohibió seguir más allá. De regreso,
0:01:23 Barintus y Mernock se dirigieron a la isla de las delicias a Canarias en donde se quedó el hijado Mernock.
0:01:31 En cambio, Barintus volvió a Irlanda y de camino al monasterio al que pertenecía visitó a su primo
0:01:40 dan a quien le relató la aventura. Tan impresionado quedó Brandan por aquello que había huido,
0:01:48 que al día siguiente, no más, propuso a Maclobio, que era otro monje, y a catorce de sus discípulos,
0:01:56 emprender viaje en busca de aquella tierra. Durante cuarenta días se prepararon para el viaje,
0:02:05 asunaban un día de cada tres, si eso era prepararse, pero hacían penitencia, preparaban el alma y el temple,
0:02:14 probablemente. Y también se aplicaban a la construcción de un velero cuyos costados y cuadernas eran de mimbre,
0:02:23 recubiertos con cuero de vaca y corteza de roble. No parece el mejor material para la construcción
0:02:33 de un velero para viajar desde Irlanda hasta el oeste de las canadias.
0:02:38 El velero de mimbre.
0:02:39 El mimbre, además, tiene la propiedad de pelliscar al marino.
0:02:46 Sí, un barco de mimbre se sienta y el mimbre lo pellisca, que cuando quiere bajar del barco,
0:02:53 se lleva al barco a tierra, pegado a sus posaderas.
0:02:58 Bien, como quiera que sea almacenado en provisiones para cuarenta días y también pieles para reemplazar,
0:03:06 llegado el caso, las que cubrían el entramado de la nave, iban a utizar un albarco con el nombre de Trinidad,
0:03:13 levantaron un mástil en medio de la cubierta y aprestaron una vela y un timón, y entonces surcaron los mares,
0:03:22 anduvieron por el Atlántico durante siete años, incluso con provisiones para cuarenta días.
0:03:29 Supongo que habrán estado muchísimas.
0:03:32 En su travesía avistaron muchas y muy extrañas islas, tal como yo le había dicho.
0:03:37 Por ejemplo, la isla de San Albeus, en donde vivían 24 monjes, que, excepto para cantar himnos,
0:03:45 no pronunciaban palabras desde hacía ocho años y conversaban mediante un lenguaje de gestos.
0:03:51 Después de provisionarse, continuaron la ruta y llegaron a otra isla cubierta de viñas,
0:03:58 que producían uvas del tamaño de manzanas.
0:04:01 ¡Oh, qué lindo!
0:04:03 Y bastaba una de aquellas uvas para alimentar a un hombre durante todo un día.
0:04:08 También advirtieron durante la travesía, Brandanma, Clovio y los otros 14,
0:04:14 una columna de cristal con una envoltura de plata o de vidrio que permanecía de pie en medio del océano,
0:04:23 como una columna, sí, como una torre de Toronto.
0:04:28 Así mismo, encontraron gran cantidad de demonios, pigmeos, gatos marinos, serpientes marinas,
0:04:37 dragones, buitres y ángeles.
0:04:39 Existió aquello que uno espera encontrar en un viaje por mar.
0:04:43 Y en una de tres islas volcánicas que avistaron descubrieron nada menos que a Judas,
0:04:50 sentado en una roca donde descansaba de su tormento infernal, pues aquel día era domingo.
0:04:57 Le preguntaron, ¿quién es usted?
0:05:01 Yo soy Judas, dijo el tipo.
0:05:03 Y que la hinchieron, ¿está siendo?
0:05:05 Estoy sentado acá en una roca y ¿cómo no están en el infierno?
0:05:08 Es que hoy es domingo, dejó Judas y élos le creyeron.
0:05:14 Ajá, para mí que lo cargó el tipo.
0:05:16 Para mí que era uno cualquiera.
0:05:20 También visitaron otra isla habitada solo por grandes ovejas blancas.
0:05:25 Y estuvieron en otra que era el paraíso de los pájaros,
0:05:28 en la que los árboles no tenían hojas, sino menudas criaturas cubiertas de plumas
0:05:34 que se colgaban de las ramas por el pico, succionando al jugo de la corteza.
0:05:39 Grandes y muchos fueron los prodigios que conoció Brandán
0:05:43 en sus siete años de pregrinar por el mar en busca de la tierra que le había contado Varintus.
0:05:50 Pero también llegó a la isla de Varintus y del monge Mernock.
0:05:57 Vieron lo mismo que había visto el otro y el mismo ángel les prohibió cruzar el ancho río
0:06:03 y los invitó a volver a su barco Trinidad.
0:06:08 Pero esos sí pudieron llevarse todas las frutas y piedras preciosas que pudieron cargar.
0:06:18 Había que tener mucho caraje para renunciar a medio kilo de piedras preciosas por cinco o seis pomelos.
0:06:25 Pero cruzaron el ancho de niebla que envolvía el lugar y San Brandán, porque después lo hicieron santo, retornó a Irlanda.
0:06:34 Allí contó repetidas veces a sus hermanos cómo fue su aventura, en qué lugares disfrutaron con gozo,
0:06:43 dónde pasaron aprietos y cómo, en cuanto les hizo falta, halló todo lo que pidió a Dios.
0:06:51 En el convento de Irlanda, también relataba a Brandán, a sus hermanos, los días en esas islas,
0:07:00 como así también los que pasaron en una que según él era más extraña de todas.
0:07:05 Les narró que los tripulantes de Trinidad llevaban largo tiempo navegando sin descubrir tierra,
0:07:12 cuando sobrevino el día de Pascua.
0:07:15 Rogó entonces Brandán para que les hiciese Dios la gracia de hallar alguna enclave en el que poder decir misa.
0:07:25 Olló Dios los pedidos de su siervo y dispuso que en medio del mar surgiese repentinamente una isla.
0:07:37 Muy bien, Che, mira, surgió una isla, desembarcaron y a los primeros pasos que dieron por el lugar
0:07:43 descubrieron el cadáver de un gigante que ya sí en su sepulcro.
0:07:48 Por indicación de Brandán, Maclovio resucitó al gigante y lo instruyeron en la religión cristiana,
0:07:56 dándole idea del misterio de la Trinidad y de las penas del infierno.
0:08:00 Después lo bautizaron poniéndole por nombre Milduo o Mildubo y le dieron permiso para morir de nuevo.
0:08:12 ¿Y era usted para qué lo resucitaron? Bueno, para salvarlo.
0:08:16 Para que se convirtiera.
0:08:18 Para que se convirtiera, pues muriera.
0:08:21 Los viajeros levantaron un altar y celebraron la Pascua con unos fichos de no de fervor.
0:08:26 Llevaron para comer la carne que habían guardado en la nave y enseguida acopiaron leña para asarla.
0:08:33 Cuando estuvo aderezada se aprestaron a comerla, pero pronto todos se pusieron a dar gritos llenos de temor
0:08:41 porque la tierra entera temblaba y se iba alejando del barco.
0:08:46 San Brandán calmó a los monjes, recogieron las provisiones y embarcaron de nuevo.
0:08:52 Pero a diez legoes de distancia todavía podían debizar con toda claridad el fuego que habían encendido sobre el suelo de aquella isla
0:08:59 que iba desapareciendo hasta que... hasta sumergirse del todo.
0:09:05 Y esto me hace acordar a aquella isla de las mil y una noche que no era una isla sino una gigantesca tortuga,
0:09:13 pero de eso no se habían dado cuenta a los marinos y bajaron, corretearon, hasta que ahora tortuga se le ocurrió alejarse a aquel lugar.
0:09:22 Una situación parecida, es decir, una isla que se sumerge, una isla intermitente,
0:09:29 es la que sucede ya en el mundo de la realidad, a 19 millas al sur de la costa de Sicilia,
0:09:35 cerca de la extremaidad noreste de Tunes, ahí donde es mínima la distancia que hay entre Europa y el África.
0:09:44 Allí se encuentra una roca que, según los vulcanólogos, podría volver a emerger en poco tiempo.
0:09:52 La roca está sumergida, pero no tanto.
0:09:54 Pero si emergiera, este islote podría volver a provocar un auténtico conflicto internacional.
0:10:00 Vamos a explicarlo.
0:10:01 La isla ha salido cuatro veces a la superficie en los últimos dos mil años.
0:10:07 Las referencias más antiguas sobre erupciones submarinas en la zona se remontan, sería todavía mejor,
0:10:14 a la Primera Guerra Púnica allá en el 264 a.C.
0:10:19 El 2 de julio de 1831, una enorme erupción hizo alcanzar a la isla 63 metros de altura y 5 kilómetros de circunferencia.
0:10:33 Era un pedazo de hirmo, ¿qué le parece?
0:10:41 Esto emergía del mar, como se ha dicho en el canal de Sicilia.
0:10:46 Los primeros en precatarse de este fenómeno fueron los habitantes de Siaca,
0:10:51 que estaban muy preocupados por la columna de humo que se elevaba del mar en el horizonte
0:10:56 y por la sacudía de terremoto que se repetían desde el principio del verano de ese año.
0:11:02 La aparición de esta pequeña roca provocó un conflicto entre Inglaterra, Francia y el Reino de Sicilia,
0:11:08 cada uno de ellos con aspiraciones territoriales sobre la isla.
0:11:12 Una expedición británica al mando del capitán Senhaus desembarcó.
0:11:18 Con algunas dificultades, colocar una bandera en la isla a la que dieron el nombre de Graham.
0:11:26 Ese mismo mes de agosto, ferdinando segundo de Borbón, rey de las dos Sicilias,
0:11:31 decidió anexar el naciente territorio a su reino y en su honor la isla fue garantizada como ferdinandera.
0:11:40 El 29 de septiembre, donde destacamento llegado de Francia colocó la bandera francesa sobre la isla isla denominó Isla Julia.
0:11:49 España también declaró sus ambiciones territoriales sin siquiera desembarcar.
0:12:01 Afortunadamente, en diciembre de ese mismo año, el conflicto se resolvió porque esta isla,
0:12:10 tanto sea la isla de Graham, de Ferdinandia o Julia, se hundió otra vez en las aguas del Mediterráneo,
0:12:18 donde permanece hasta hoy.
0:12:21 Ahora, mientras existió, recibió la visita de numerosos científicos de diferentes países.
0:12:29 Incluso viajó hasta ella Sir Walter Scott e inspiró a varios escritores, entre ellos a Jane Fenimore Cooper,
0:12:36 a escribir su novela El Crater.
0:12:40 Bueno, este es el del último de los mecanos, ¿no?
0:12:42 Jane Fenimore Cooper.
0:12:44 Alejandro Dumas también escribió un relato.
0:12:49 Y Julio Berné, y la incluyó en las grandiosas aventuras del maestro Antifa.
0:12:54 En 1987, durante el conflicto con Libia, un piloto norteamericano vio la sombra del islote,
0:13:02 bajó el agua, y pensando que era un submarino, lanzó varias cargas de profundidad sobre ella.
0:13:10 En 2002, un aumento de la actividad sísmica en la zona, condujo a los vulcanólogos a especularse
0:13:17 de una eventual erupción con la correspondiente reaparición de la isla,
0:13:22 y hecho la cima del volcán, que en 1999 estaba a 8 metros, en 2002 estaba a 5.
0:13:30 Y ahora no sé, no tengo noticia.
0:13:34 Por las dudas, el diario London Times publicó la noticia.
0:13:42 Una isla británica emerge en la costa de Sicilia.
0:13:46 Pero en respuesta a esa osadía, un equipo de submarinistas sicilianos coloco una gran bandera italiana,
0:13:53 directamente bajo el agua, y una placa en la cumbre de la isla sumergida,
0:13:58 en una ceremonia patriótica, de manera tal que al emerger, la isla ya lo haga con la correspondiente nacionalidad.
0:14:06 Y eso es todo lo que tengo que decir acerca de la isla de San Brandan, la isla de Simba del Marino,
0:14:14 que era una tortuga, y esta isla que muy pronto aparecerá como fuente de conflicto, probablemente.
0:14:23 Esto es todo lo que quería decir. Usted quiere agradecer...
0:14:28 ¿Alguna dedicatoria, si usted me permite más que agradecimiento?
0:14:33 No, dedicar, quise decir.
0:14:35 Bueno, eso le voy a agradecer.
0:14:37 Yo le quiero dedicar esto, en primer lugar, al capitán Gulliver, que descubrió la más pintoresca y la mejor nombrada de las islas, si usted quiere.
0:14:49 La isla voladora. La isla flotante. La isla de la puja, se llamaba.
0:14:54 Tal cual ustedes la están pensando, se llamaba.
0:14:58 También a los tripulantes de la Trinidad, porque hay que ser guapo para salir al amar con un barco de mimbre.
0:15:05 Si yo sigo con un copior, se le habrá un tiro enseguida.
0:15:09 Por el minto.
0:15:10 Tire un sillón de mimbre al agua, se va.
0:15:13 Se le mete el agua por los agujeros.
0:15:17 Y por último ya que de Vulcanóra fue... hablamos a Vulcano, para nosotros nos gusta llamarlo Acesto.
0:15:24 Mita porque tenía la mina más linda del mundo.
0:15:27 Porque era el esposo de la fronita.
0:15:29 El marido de la fronita, pero ella no lo quería.
0:15:31 Quería Carlito Sanz.
0:15:32 Usted quiere todo.
0:15:34 Quiere la más linda y encima que lo quieran.
0:15:36 Que les sean fiel.
0:15:37 No, no, no. La fidelidad no me interesa, pero que me quieran sí.
0:15:41 No, recordé con también el famoso postre, la isla flotante, que también...
0:15:46 A los mozos de las cuartitas.
0:15:48 De Vavieca.
0:15:49 Y de Vavieca, y a José de Vavieca.
0:15:52 Donde seguramente también tiene, tiene, sí, entre tantos buenos postres.
0:15:56 El es la frontera.
0:15:57 El llama Isla Flotante.
0:15:59 Y cada vez que el mozo te trae Isla Flotante te recuerda las historias de San Brandán.
0:16:03 Incluso cuando...
0:16:04 Cuando la pide de léjula...
0:16:05 Sí, un uliber.
0:16:06 La manda cambió, así como cuando usted pide un tostado, el mozo le dice un Carlito.
0:16:12 De mismo modo, cuando pide una isla flotante la nombra...
0:16:15 Un San Brandán.
0:16:16 Por el nombre de Búlvá el marino.
0:16:19 Porque así son los mozos de Vavieca.
0:16:24 Yo creo que salvo esta última todas las otras islas, son islas de fantasía.
0:16:33 Islas que han nacido entre sueños.
0:16:35 Y entre sueños, yo me entongo que vamos a escuchar ahora, en la versión del conjunto
0:16:41 de Don Astor Piazola.
0:16:43 Es una versión instrumental, pero se adivina, que ha sido compuesto pensando en las islas
0:16:54 de San Brandán.
0:16:55 Estoy pensando que sí que en una letra, pero no es cantada ahora.
0:16:59 La letra dice en verdad otra cosa.
0:17:02 No habla de la cimla...
0:17:03 No habla de San Brandán, ni de Gulliver, ni de nadie.
0:17:06 Pero eso para disimular justamente.
0:17:09 Para disimular.
0:17:10 Cuanto menos hablo hay una cosa o una canción, más es que está el autor pensando en esa
0:17:17 cosa.
0:17:18 Recuerdense siempre de esto que le acabo de decir.
0:17:21 Y no le servirá absolutamente para el mundo.
0:17:26 Adilante Don Astor.
0:20:11 En la venganza será terrible hemos escuchado Astor Piazola y Suorque está interpretando
0:20:20 entre sueños.