Transcripción automática
0:00:00 Señores, hablaremos de Simón el Mago, que era un señor que hacía milagros.
0:00:07 Simón el Mago nació en Guita, en Samaria, era Samaritán, aproximadamente en la misma época que Cristo.
0:00:15 Para predisponernos en su contra, los oscuros redactores de los hechos de los apóstoles hacen notar la idea desmesurada
0:00:24 que Simón pretendía ser una emanación directa y verdadera de Dios en la Tierra.
0:00:33 Le disputaba a Jesús la condición de auténticos mesías y decía tener poderes aún más notables que los del Cristo.
0:00:43 La vaporación, no tengo más poderes, mucho más notables que el Cristo, etcétera.
0:00:47 Lo curioso es que ningún inciso niega tales poderes en los hechos de los apóstoles.
0:00:52 La sola objeción que se le hace es la de atribuir sus milagros a la magia y a la hechillería.
0:00:59 A nuestros ojos criollos, Simón aparece como un compadre propenso a la jactancia e incluso a la elegancia exagerada, nada más lejos de la figura de Cristo.
0:01:12 Según parece, Simón predicaba su propia grandeza, predicaba si yo soy el mejor que se dio,
0:01:20 encompañía de una prostituta llamada Elena.
0:01:24 La hermosura de esta mujer, que también era demasiado tensible, al respecto digo que prefiero esas bellezas indiscutibles, enfatizaba los discursos de Simón.
0:01:37 La había comprado, me refiero a la mujer, en un prostíbulo de Alejandría y sin embargo sus discípulos juraban que esta mujer era la encarnación del pensamiento divino.
0:01:50 Clemente de Alejandría nos ha dejado una lista de los prodigios de Simón Mago.
0:01:57 Uno, hacía caminar a las estatuas, si me imagino, lo ponía usted frente al monumento al trabajo y en 20 minutos lo tenía en retiro.
0:02:12 Se acostaba sobre el fuego sin quemarse, volaba, convertía las piedras en pan, se convertía él mismo en cabra,
0:02:27 y aprovechamos por la salud.
0:02:29 El cantante de mi grupo, Pusica, debe estar comiendo al falfa ahora.
0:02:34 En serpiente, y en realidad en cualquier otro animal.
0:02:38 ¿Y por qué cito la cabra al principio así para enfatizarlo?
0:02:41 Es curiosa porque así dice Clemente de Alejandría.
0:02:44 Clemente de Alejandría se convertía en cabra, en serpiente o en cualquier otro animal.
0:02:49 Le pareció que ese modo de numerar era eficaz.
0:02:52 Ya nosotros nos pareció que era encantador, justamente por ineficaz.
0:02:58 Dice un texto chino.
0:03:01 Los animales se dividen en cuadrúpedos pertenecientes al emperador,
0:03:14 que acaban de comerse una tortuga.
0:03:18 Y esa forma de dividir es perfectamente caprichosa,
0:03:23 y nos gusta por encantadora, no por artificial, por eficaz.
0:03:27 Es decir, entonces símos, se convertía en cabra, en serpiente o en cualquier otro animal.
0:03:34 Aparecía como Hano, como el dios aquel romano, con dos rostros, uno anterior y otro posterior.
0:03:40 Uno miraba para adelante y otro para atrás.
0:03:43 Era capaz de convocar fantasmas de toda clase.
0:03:47 Y finalmente, atención amigos,
0:03:50 lograba que los muebles domésticos cumplieran sus órdenes.
0:03:55 A ver, le decía a una silla...
0:03:59 Camine para allá.
0:04:01 Camine para allá, vaya hasta el patio que me va a ver, en fronarte me voy yo.
0:04:10 ¿A todos los muebles, sin excepción?
0:04:12 Si no, a los que se le ocurría.
0:04:14 A un ropero corra se, aplástemes de bicho.
0:04:21 Bueno, y para...
0:04:23 Estos poderes eran siempre en beneficio propio o...
0:04:26 La vemos.
0:04:27 Verenice, la novia del emperador Tito, lo vio en las calles de Tiro,
0:04:33 rodeado de una multitud de sombras, que según él decía, eran almas de los muertos.
0:04:41 Se cuenta que unos escépticos trataban de descubrir fraudes o imposturas en sus procedimientos.
0:04:48 Simón logró convencerlos de su poder y hacerlos sus discípulos.
0:04:53 Pero luego los castigó con espantosas enfermedades,
0:04:56 y finalmente los entregó a unos demonios que tenían su servicio,
0:05:01 para cuando los mueblen les fallaban.
0:05:04 Sin embargo, el suceso más célebre de la vida de Simón,
0:05:07 es más filológico que milagroso.
0:05:10 Se trata de su intento de soborno al apóstol Pedro,
0:05:15 para que le concediera el poder de imponer las manos.
0:05:19 Desde entonces, esta clase de iniquidades,
0:05:22 llevan el nombre de simonía.
0:05:26 La simonía viene de ahí.
0:05:29 Después de aquel episodio, Pedro lo tuvo entre ojos.
0:05:33 A decir verdad, lo rastreaba por todos los boliches para enfrentarse con él.
0:05:37 Un día lo fue a buscar a la casa,
0:05:40 y en la puerta se encontró Pedro,
0:05:43 con un monstruoso perro guardián.
0:05:46 Con la mayor tranquilidad,
0:05:48 Pedro ordenó al animal que fuera a buscar a su amo,
0:05:52 y le informara en Perfecto Arameo,
0:05:54 que un señor quería hablar con él.
0:05:57 El perro dio cumplimiento inmediato a aquella comisión.
0:06:02 Simón retrucó indicando al perro que hiciera pasar al visitante.
0:06:08 Mientras paseaban por el fondo, Simón levantó vuelo.
0:06:13 Y Pedro lo hizo caer.
0:06:16 El mago se fracturó las piernas.
0:06:20 Después se encontraron en el cortejo fúnebre de un niño.
0:06:24 Así compitieron a ver quién lo resucitaba mejor.
0:06:28 Pedro consiguió que el niño caminara, hablara y comiera.
0:06:33 Pero a decir verdad, y que lo sacó de muerto, fue Simón.
0:06:37 De todos modos, la munchedumbre se pronunció en su contra,
0:06:41 y tuvo que huir al galope.
0:06:44 Simón murió, como buen mago, al fallarle una prueba.
0:06:49 Como demostración de sus poderes, se hizo enterrar vivo,
0:06:53 y aseguró que saldría del sepulcro al cabo de tres días.
0:06:57 Nadie volvió a verlo jamás.
0:07:01 Simón murió, como buen mago, ya se lo dije,
0:07:05 pero no tenemos referencias de lo que hizo en el más allá.
0:07:12 Si fue al cielo, si fue al infierno, hubiera sido interesante saberlo,
0:07:18 pero las referencias son nubulas.
0:07:22 ¿Y en verdad tampoco le ha hecho cierto de su muerte,
0:07:25 mas allá de su desaparición?
0:07:27 Sí, sabe que fue más o menos, allá por el 70, después de que esto.
0:07:33 Acerca de los milagros y de la fe, quiero contarles una pequeña historia.
0:07:40 El notario Pedro Ramírez Vilches creía en milagros.
0:07:45 Daba por buenas todas las historias que le contaban las viejas del barrio,
0:07:50 y estaba suscrito a varias publicaciones de divulgaciones autéricas.
0:07:55 Una noche soñó con unos dueños de petizones que trataban de decirle algo.
0:08:00 Y el hombre se despertó asustado, y entonces vio que los duendes habían saltado fuera del sueño.
0:08:08 Y si habían instalado al pie de su cama, uno de ellos, con un trozo de carbón,
0:08:14 escribió en la pared las siguientes palabras.
0:08:17 Los milagros no existen.
0:08:19 Y desde entonces, el notario Ramírez Vilches ya no cree.
0:08:31 A veces uno se lamenta de no poder creer, y se la culpa a los cronistas.
0:08:39 Y hay un texto que dice, o tiempos negligentes y preciosos, o cronistas sin rigor ni curiosidad,
0:08:48 o papeles extraviados, o bibliotecas incendiadas y relatos tergiversados.
0:08:55 ¿Dónde están los detalles de aquellos sucesos?
0:08:59 ¿Cómo se llamaba el chico resucitado? ¿En qué calle vivía Simón?
0:09:04 ¿Qué escribanos dieron puede de sus vuelos?
0:09:07 ¿Por qué los que deseamos creer somos espantados por la estupidez y la torpeza?
0:09:17 ¿A quién dedicar esta historia de Simón Máez?
0:09:22 ¿A los que han querido creer a Sora en Kierkegaard, a Don Miguel de Unamuno?
0:09:30 ¿Quién querido creer que han ansiado la fe?
0:09:33 ¿Y han deplorado también a quienes con tanta torpeza querían convenzarlos
0:09:39 que lograban el efecto contrario?
0:09:42 Hemos buscado en nuestra psicoteca, al menos un tango que tuviera que ver
0:09:50 con ese entre vero, entre Pedro y Simón, que se tenían brocas acá entre nosotros.
0:09:58 No hay tango. Encontramos uno.
0:10:01 ¿Cómo? Uno que glosa el triunfo de Pedro, que lo hizo caer, que lo hizo quedar mal
0:10:06 ante la multitud, etcétera, etcétera.
0:10:08 Este tango se llama lo que vos te mereces.
0:10:10 Y si lo merecías por compadrón.
0:10:13 Porque una cosa es hacer milagros fenómenos.
0:10:15 Pero ya compadrón no, ¿víos?
0:10:18 Claro, encima darte corte con eso.
0:10:20 Ya se corte con nada. Mira, los milagros que hago. ¿Qué te crees?
0:10:24 Eso es lo que le reventó a Pedro.
0:10:26 Y va a cantar Jorge Vidal, este tango, que ha disimulado su carácter religioso
0:10:36 con una historia que se ha construido y no tiene nada que ver con esa.
0:10:39 Pero la verdad es que el autor quiso hablar de cómo Pedro prevaleció con sus poderes
0:10:45 sobre el compadrito Simón.
0:10:48 Después el tipo de verme una historia, el tipo que vuelve en contra de la mina, mentira.
0:10:52 Mentira, eso para quedar bien con el comisario.
0:10:55 ¿Amás es un acto de fe?
0:10:57 Todo es un acto de fe.
0:10:59 Incluso creer que ahora mismo un aparato cualquiera nos va a dejar oír la voz de Jorge Vidal.
0:11:34 Si quieres quedarte un rato sin ninguna pretención, poco tengo por ofrecerte.
0:11:41 No sabes cómo he quedado si estoy dando lo que ganó.
0:11:47 Apagadme y me terro.
0:11:50 Y vos estoy seguro que habrás echado buena y que te dio vergüenza entrar en el bulín.
0:11:59 Ya no andarás cuerpiando a la hambre y a la pena tu vida noche iría ser a un solo festín.
0:12:08 Mi alegra que hayas vuelto después de todo un año con ese vestidito que yo te regalé.
0:12:16 Tu lujo, tus alargas me hubieran hecho daño que bien que te has portado vos haciendo como ayer.
0:12:30 Que tenés estás orando, no te pongas de ese modo.
0:12:35 Si no vas a consolarme, conténerme con pasión.
0:12:39 No fue solo por tu culpa que palmado todo, todo.
0:12:43 Es que entonces yo tenía un notario corazón que decir que te engañaron con un mundo de promesa.
0:12:51 Que volves arrepentida, que hoy recién me comprendes que querés y se acabaron tus delirios de grandeza.
0:12:59 Hoy tenés de recompensa lo que vos mereces.
0:13:06 Y vos estoy seguro que habrás echado buena y que te dio vergüenza entrar en el bulín.
0:13:16 Ya no andarás cuerpiendo a la hambre y a la pena tu vida noche iría ser a un solo festín.
0:13:25 Mi alegra que hayas vuelto después de todo un año con ese vestidito que yo te regalé.
0:13:34 Tu lujo, tus anajas me hubieran hecho daño que bien que te has portado volviendo como ayer.
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