Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de algo que viene amoeblando nuestros espacios en estos días.
0:00:05 Estamos hablando de sucesos en Roma, allá por el 1500, un poco antes, tal vez,
0:00:13 durante el papado de Alejandro VI, el Papa Borja.
0:00:19 Los famosos envenenadores. Hemos hablado de Lucrecia Borja y sus matrimonios.
0:00:25 Hemos hablado de Cesare Borja, sus luchas ayer mismo, antes de ayer.
0:00:32 Estuvimos en el asalto a un castillo protagonizado por Cesare.
0:00:37 Estuvimos en el matrimonio de Cesare con una chica, una noble francesa,
0:00:43 cuando el goticario que debía darle una provisía colegió un purgante, todo eso.
0:00:50 No hemos hablado de Juan, el otro hermano. Hablamos de Cesare, el hijo del Papa,
0:01:00 y de Lucrecia, pero no de Juan, que era el más querido de los hijos.
0:01:05 ¿Eran épocas en que los papas tenían hijos?
0:01:08 No. Eran épocas en que los que tenían hijos deben de papas,
0:01:13 pero también es cierto que no todos los papas tenían hijos, era preferible que no, pero...
0:01:19 Sí, en este caso, Alejandro tenía hijos, casi de inhabitable.
0:01:24 Juan de Gandía era uno de los hijos del Papa Borja, y de la Belia, Vanosa Catanae.
0:01:31 Vanosa Catanae que vivía, y mismo en Roma, era la mujer del tipo, no se habían casado,
0:01:36 pero se amaban y convivían aún siendo Alejandro Papa.
0:01:44 Yo creo que la novela, la estupenda novela que se llama Bomarzo, habla de estas cosas,
0:01:52 pero podría yo estar equivocado. Sí, sí, sí, en los nombres todos.
0:02:02 Había incluso otro hermano, me parece, más chico se llamaba Joffrey.
0:02:08 Juan nació en 1476 y recibió el título de Duque de Gandía, que era una posesión
0:02:15 que los Borja tenían en España, porque hizo una familia de origen español.
0:02:20 Borja, debió ser su primera lectura.
0:02:25 Bueno, lo casaron a Juan con María Enriquez, que era prima del rey Fernando de Aragon,
0:02:32 nada menos que Fernando el Católico.
0:02:37 Juan vivía en Roma para encontrarse con su esposa, viajó a España a los 18 años,
0:02:45 y en España, en vez de atender a la mujer, se entregó a diversiones nocturnas del siguiente tenor.
0:02:52 Paseaba con unos amigos y mataba perros y gatos.
0:02:56 Ay, qué mal.
0:02:57 Después visitaba Burdeles, jugaba todo lo que tenía en las timbas,
0:03:02 y orinaba en las puertas de las casas de las personas adineradas.
0:03:06 Lo que faltaba.
0:03:08 Ese es mi amigo.
0:03:10 Cuentan que el papa lo retó, me te dijo, qué es esto.
0:03:15 Y Juan obedeció, rinrió los homenajes pertinentes a su nueva esposa,
0:03:21 y mantuvo una conducta más civil.
0:03:24 Dos años después de estos episodios, el papa Alejandro necesitó de su hijo.
0:03:29 El rey francés Carlos VIII había invadido a Italia, y se requería de la tropa...
0:03:38 Se requería de Juan para comandar una tropa realmente.
0:03:42 Así que Juan se volvió a Roma en julio de 1496.
0:03:46 Apareció en Roma en un caballo en Galanau en telas de oro,
0:03:50 con los arneses bordados de campanitas de plata.
0:03:55 Llevaba una vestimenta de teresio pelo, sembrada de perlas y pedrería.
0:04:01 Eclipsó Juan la riqueza menos ostentosa del séquito de su hermano, Chez Sare Bolsa.
0:04:09 Y además, el papa tenía el proyecto de otorgar a Juan un principado.
0:04:18 Principado que pertenecía entonces a la familia Orsini, protagonista por cierto de Bon Marce.
0:04:26 Una de las principales familias de Roma que andaba a medión a mi estada con los Borjas.
0:04:31 Alejandro XIII, el papa, había decidido castigar a los Orsini culpables de haber favorecido a la invasión francesa.
0:04:39 Los Orsini fueron prolijamente excomulgados, se confiscaron sus bienes,
0:04:44 se persiguió a Virginia, que era el jefe de la familia, que fue apresado y murió en presión.
0:04:50 Me parece que envenenado tal como era el costumbre de los Borjas.
0:04:53 Juan recibió entonces el cargo de gobernador de las tierras de los Orsini,
0:04:57 y recibió también el bastón de capitán general de las tropas pontificias.
0:05:02 Todos admiraron la prestancia de Juan, la magnificencia de sus vestimentas,
0:05:08 las joyas que el papa le regaló para la ocasión.
0:05:11 Todos menos.
0:05:13 César, que reventaba de envidia, reventaba.
0:05:18 Los Orsini resistieron, Juan luchó con cierta torpeza.
0:05:23 Al final triunfaron los Borjas, pero con la ayuda de un militar español llamado Gonzalo de Córdoba,
0:05:29 César esperaba que Juan, una vez demostrada su inutilidad,
0:05:34 fuese enviado de nuevo a España, y él planeaba reemplazarlo y obtener su rango principesco.
0:05:41 Pero César no tenía en cuenta que el papa adoraba a Juan, que Juan era el preferido.
0:05:48 Por más que fuera medio pavo, el papa sostuvo sus dádivas, y nuevos feudos fueron atorgados a Juan.
0:05:57 En junio de 1497, Vanosa Katanae, la madre de los chicos, invitó a un banquete en su viniedo.
0:06:05 Todos sus hijos estaban presentes.
0:06:07 Vanosa, que era todavía muy bella, presidió con animación la fiesta nocturna.
0:06:13 Al final de la velada, Juan y César decidieron regresar juntos al Vaticano.
0:06:21 Parece que antes de llegar, César dijo que se iba a desviar un poco para distraerse.
0:06:27 Parece que se iba a ver una mina.
0:06:29 Seguimos solo que ya me había ver una mina.
0:06:31 Se metieron por un callejón, callejón Angosto llamado Entonces Plaza de los Judíos,
0:06:39 y César agarró por un lado y Juan para el otro.
0:06:45 Tiene un escudero, Juan, un viejo que lo acompañaba.
0:06:50 Cuando estaban ahí en el callejón de los Judíos, le dijo al escudero,
0:06:54 César, esperáme, esperáme que voy a estar acá no más.
0:06:56 Juan, César, ya se había ido.
0:06:58 Esperáme que voy a estar acá.
0:07:00 Dice, si no vuelvo en una hora, tómate las.
0:07:02 Bueno, al día siguiente, los servidores de Juan comprobaron que no había regresado a sus aposentos.
0:07:10 Informaron al Papa, pero el Papa dijo no, por ahí ha pasado la noche con una dama, que se dio.
0:07:17 Pero llegó nuevamente la noche cuando aparecía.
0:07:20 Entonces el Papa ordenó que lo buscaran por todas partes.
0:07:24 Los burgueses de Roma atrancaron sus puertas.
0:07:28 Se hablaba de un atentado de los enemigos de los Borjas.
0:07:31 Las tropas baticanas y españolas corrían por las calles con las armas desenvainadas.
0:07:36 Los orcini y los colonas eran enemigos del Papa y se trincheraron.
0:07:43 Al final encontraron al escudero de Juan, muy mal herido, tanto que no pudo hablar.
0:07:50 Y encontraron el caballo de Juan.
0:07:55 Los estribos estaban un poco frosados.
0:07:58 Finalmente por la tarde se presentó un testigo.
0:08:02 Giorgio Ciavillino había pasado la noche en una barca amarrada al borde del Tévere
0:08:10 para vigilar un cargamento de madera.
0:08:13 Y contó haber visto a dos hombres salir de una calle angosta.
0:08:17 Los dos hombres miraron a su alrededor, hicieron una señal.
0:08:21 Un jinete salió de la calle llevando un cadáver atravesado en la silla.
0:08:26 Llegó el jinete a la orilla cerca del vertedero de la basura y tiró así del cuerpo.
0:08:31 Llamaron a los pescadores, a los nadadores de la ciudad para buscar el cuerpo.
0:08:36 Se prometió una recompensa y al final lo encontraron.
0:08:40 Juan de Gandía tenía nueve puñaladas.
0:08:45 El Papa no vio ni recibió a nadie durante dos días.
0:08:48 Después tuvieron lugar los funerales.
0:08:50 El cuerpo fue inhumado en la capilla de Santa Lucia.
0:08:54 Su Santa Lucia, en la sepultura que vanosa la madre, tenía destinada para ella
0:09:00 y que estaba adornada nada menos que con frescos del pinturicio.
0:09:04 Inició la búsqueda de los asesinos.
0:09:07 Algunos acusaban a los orcini porque el asesinato se había cometido en un barrio de Roma
0:09:13 poblado justamente por clientes de los orcini.
0:09:16 Pero además podrían haber vengado la muerte de su jefe, Virginia Arsín.
0:09:23 Otras pistas indicaban que la muerte podía ser por venganza
0:09:27 de padres y esposos de las muchas mujeres que Juan amaba en Roma.
0:09:31 Se selló al conde Antonio María de la Mirandola
0:09:35 que se había mostrado irritado por un desliz de su hija con Juan.
0:09:40 Pero lo que nadie decía era que a lo mejor los celos de César
0:09:45 podían explicar aquella muerte.
0:09:47 Nadie se arriesgó a acusarlo.
0:09:50 Ni siquiera el Papa que seguramente los sospechaba.
0:09:53 Alejandro Sexto dio por terminar a la investigación sin haber encontrado el culpable.
0:09:58 Dijo que era consciente de que él mismo había irritado al cielo
0:10:03 con su mala conducta y con la mala conducta de su familia
0:10:07 y declaró que quería pedir perdón y corregir su conducta.
0:10:11 Garantizó la seguridad de sus enemigos
0:10:14 y se aseguró que desde entonces iba a ser bueno.
0:10:18 Por un tiempo él y también César fueron buenos.
0:10:22 Pero después se cansaron y se hicieron más malos todavía que antes.
0:10:26 Eso sí, el crimen de Juan no se aclaró nunca.
0:10:30 Me dirá usted, cada vez que hay un crimen sin aclararse
0:10:34 lo culpa a César Eborja porque la otra noche también.
0:10:37 La otra noche lo acusamos de matar Alfonso, Alfonso de Aragón,
0:10:42 el marido de... Yo que es el cuñado de él directamente.
0:10:45 Mataron cuñados a Aksion Santa muchas veces.
0:10:48 Pero el otro día lo acusamos de eso a César Eborja
0:10:52 y ahora lo acusamos de matar al hermano.
0:10:54 ¿A dónde vamos a parar? Dida usted.
0:10:57 Yo digo, sí, efectivamente, cada vez que hay un crimen
0:11:02 sin resolver el responsable es César Eborja.
0:11:07 Y esta noche ocurrirá lo mismo.
0:11:10 ¿A dónde fue Juan?
0:11:12 Cuando dijo, ahora vengo en una hora.
0:11:15 No lo sabremos.
0:11:19 Pero sí que apareció cocido a puñaladas en el tévere.
0:11:24 Pero yo creo que ese solo dato ya no incrimina a César
0:11:28 porque él iba a un lugar que ocultaba.
0:11:33 Si yo pudiera acordarme cuál es el libro en donde esto se cuenta
0:11:37 pero sí señalaste.
0:11:41 En realidad quienes no sospechan de Eborja.
0:11:44 Pero la actitud políticamente correcta es sospechar de Eborja.
0:11:51 Así que si usted sale con gente bien intencionada
0:11:58 le conviene sospechar de Eborja
0:12:00 porque si no van a empezar a sospechar de usted también.
0:12:06 El discotecario nos dijo, fue César Eborja y no hay nada que hacer.
0:12:10 A mí nadie me lo saca de la cabeza.
0:12:13 Digo, ¿por qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Por qué dijo el tipo?
0:12:17 Dos veces. Para enfatizar.
0:12:19 Y me dio un tango muy lindo que se llama Casejón
0:12:24 en conmemoración de aquel Casejón en donde fue
0:12:27 prolijamente asesinado Juan de Gandiliga.
0:12:30 El hijo querido del papa Alejandro Zéctor.
0:12:35 Casejón que es un tango de Roberto Grella
0:12:38 se lo ha interpretado por otro gran guitarrista que es nuestro querido
0:12:42 Juanjo Dominguez que según me he enterado es chino.
0:12:45 ¿Cómo chino?
0:12:47 Juanjo Dominguez es chino. Me lo dijo uno gente en...
0:12:50 Pero si donde se parece.
0:12:53 De Irán es chino Dominguez.
0:12:55 Dominguez. Me dijo el...
0:13:02 el oyente en cuestión.
0:13:04 ¿Quién es el que toca ahora este bellísimo, bellísimo tango que se llama Casejón?
0:13:25 Casejón.
0:13:55 Casejón.
0:14:25 Casejón.
0:15:57 Sonó en la guitarra de Juanjo Dominguez.
0:15:59 Extraordinariamente bien. Vamos a aplaudir a Juanjo Dominguez.
0:16:02 Bienvenidos.
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