Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de algunos sueños prolongados.
0:00:03 Estas llenas de sueños prolongados, el mundo de los mitos, el mundo de la literatura y los cuentos infantiles.
0:00:09 Empezando por el de la Vella Gormiente del Nuevo que, siguiendo por Rick Van Binto, aquel personaje Washington Irving,
0:00:20 que me parece era un aliado que vivía en los Estados Unidos en tiempos de la dominación inglesa.
0:00:29 Tenía una mujer que lo tenía bastante podrido, para eso recordaba.
0:00:35 Y ese tipo se fue al bosque. Se fue al bosque y se puso a dormir bajo de un agua.
0:00:45 Por ahí se despertó y encaró para la casa.
0:00:48 Se empezó a ver el pueblo medio cambiado.
0:00:53 Y en la casa también se habían producido algunos cambios. Bueno, vamos, que había dormido 20 años.
0:00:59 Y no se había dado cuenta. Había que a veces uno se ha puesto a dormir la fiesta y duerme 20 años y no se da cuenta.
0:01:07 Bueno, y la historia, el cuento de Van Binto es, la historia de uno que aterrizó un tiempo general subo.
0:01:18 Pero en pesar de eso, hubo hasta problemas políticos porque por ahí brindó por el Drey Jorge III
0:01:23 y la verdad que ya se había producido precisamente la revolución norteamericana.
0:01:27 Y él no se había dado cuenta mejor dicho. Cuando uno está durmiendo puede producirse tranquilamente la revolución norteamericana
0:01:34 y no se da mucha cuenta. Y eso precisamente lo que pasó a Van Binto.
0:01:39 Hay muchas otras historias, gente que duerme mucho menos.
0:01:44 El emperador Federico que está todavía durmiendo, esperando que alguien lo despierte para ir a derrotar a los infieles.
0:01:54 Hoy tenemos una historia poco conocida de gente que durmió mucho.
0:02:04 Así que, ubiciéndonos en Efezo, a Brilla del Ejeo, en el año 250, desde Cristo.
0:02:10 En Efezo estaba justamente el templo de Diana, el templo de Arstenis, que es una de las maravillas del mundo.
0:02:21 O que era una de las maravillas del mundo.
0:02:23 Que era solamente una de las siete maravillas.
0:02:26 Que son las pirarias, probablemente la menos graciosa de todas las maravillas.
0:02:32 Ese templo que destruido a propósito por un tipo.
0:02:38 El tipo que se llamaba heróstrato, que deseaba conseguir la fama a cualquier precio.
0:02:48 Entonces, para obtener renombre, tuvo la ocurrencia de prenderle juego al templo de Arstenis en Efezo.
0:02:56 Y lo agarraron, agarraron al gana.
0:02:59 Y lo llevaron ante los juicies.
0:03:04 Y le preguntaron, ¿por qué ha hecho usted, señor heróstrato, semejante de Sati?
0:03:09 Y no, era un heróstrato contesto, porque quería que hablaran de mí.
0:03:12 Quería la fama, quería el renombre.
0:03:14 Y los poces prohibieron que se lo nombrara en toda la era.
0:03:19 Prohibieron a la gente hablar de heróstrato.
0:03:22 Aquí estamos nosotros hablando de heróstrato, más de dos mil años después.
0:03:29 Y esa tendencia, hacer cualquier cosa para lograr la fama se llama herostratismo.
0:03:35 Porque hay gente que no le prende juego al templo de Arstenis en Efezo, pero por allá anda.
0:03:42 Bueno, nos ubicamos allí.
0:03:44 Prometo no detenerme más en ninguna consideración lateral, porque si no jamás empezaremos a encontrar la historia que nos sea convocada.
0:03:55 En el año 250 d.C. el emperador romano era Decio, que gobernó sólo tres años y que fue implacable con los cristianos.
0:04:04 Parece que la persecución de Decio fue innovadora en el punto.
0:04:10 No solamente se creció la violencia física sobre quienes se alejaban del pantón pagano, sino que además
0:04:18 organizó todo de la burocracia que legalizaba esa persecución.
0:04:24 Por ejemplo, todos los ciudadanos del imperio debían obtener certificados que demostracen que habían hecho sacrificios a los dioses oficiales.
0:04:33 Pues sí, eso sí, es un sacrificio a Júpiter olímpico y te daba un certificado firmado por él.
0:04:41 Y esto no por él, sino a la violencia.
0:04:43 Apreciaba la firma de una autoridad que asistía a aquel acto de negoción y los convalidaba.
0:04:51 La credencial, o esta firma, con un crecimiento, que le iba a ponerle unos meses, un año, o lo que sea.
0:04:58 Cuando se te vencía el documento, este certificado de sacrificio,
0:05:05 tenía que ir a sacrificar de nuevo.
0:05:07 Por el que paraban en la calle y se abren, se sacrificaba de sacrificio.
0:05:11 Está vencido.
0:05:13 No será que usted es cristiano, no, no, no, qué se diga.
0:05:18 Cuando se venció, tenía que ser otro nuevo alto de sacrificio también pantado por el Estado.
0:05:23 En tiempos de desloh tuvo lugar la historia de los siete hermanos márgiles,
0:05:28 muchachos a los que se les pidió el certificado de paganos.
0:05:37 No lo tenían, no lo tenían porque nunca habían sacrificado a los dioses.
0:05:41 Eran hijos de noble éxito, eran cristianos.
0:05:45 Y se llamaban Marciniano, Málco, Marciniano, Dionisio, Juan, Serapión y Constantino.
0:05:54 Por haber eludido los ritos oficiales fueron apresados y llevados ante el emperador.
0:06:00 Pero mire estos tipos ya no tenían el certificado.
0:06:05 Ya cuesta creer esto, ¿no?
0:06:07 Que les llevara a los emperadores los tipos que tenían vencido certificado, pero ésto no lo tenían vencido.
0:06:13 Nunca lo habían venido.
0:06:15 Ves, y al emperador con amenazza, pero incluso también con alguna clase de ala,
0:06:20 intentó conseguir que los siete hermanos adoracen a sus dioses.
0:06:24 Pero no lo logró.
0:06:25 Los muchachos dijeron que ellos les llevaban permanecer en la fe de Cristo y que no querían firmar nada.
0:06:35 Lo malo no era pertenecer a la fe de Cristo para el emperador Vesio y para todos los perseguidores de Cristiano.
0:06:42 Lo malo era que los Cristianos no querían adorar a ningún otro dios.
0:06:46 Es el asunto.
0:06:48 El emperador les mandó quitar...
0:06:50 Claro, lo que pasa es que la gente cristiana implica...
0:06:54 Hay nomás al comienzo de los mandos mientos que no tendrás otro dios más que a mí.
0:07:01 El emperador les mandó quitar entonces unos cientos de euros, lo que llevaban los muchachos,
0:07:06 y que eran distintivos de proponencia de la nobleza.
0:07:11 La extracción o la pista de esos cintos implicaba borrarlo también la nobleza.
0:07:17 Después de Vesio, movido por algo en la clase de compasión,
0:07:21 los dejó solos para que pensaran que era lo que más los convenía.
0:07:28 El emperador estaba seguro de que se rompirían a su voluntad.
0:07:33 Pero se equivocó.
0:07:34 Por el, los muchachos se escaparon y se retiraron una prueba que estaba cerca de la ciudad.
0:07:41 Allí se pidieron los enundos y como lo hacían otros cristianos en las catacumbas,
0:07:47 ellos se obtuvieron allí en la cueva su fe y sus ritos.
0:07:51 Vesio se enteró y se le acabó la compasión.
0:07:57 Entendió que estaban en esa cueva y directamente ni mandó a aprenderlos,
0:08:02 sino que mandó cerrar, tapiar la entrada de esa cueva.
0:08:09 De manera que los hermanos no pudieran salir de allí jamás.
0:08:13 Una vez cerrada la entrada, esto pensaron las autoridades romanas,
0:08:18 los siete hermanos morirían de hambre que esticieron en la iglesia.
0:08:22 Pero muy poco después, en el año 251,
0:08:25 Eito Murillo fue emperador Vesio.
0:08:29 Y el asunto de los hermanos encerrados en la cueva quedó en el olido por muchos años.
0:08:35 Mucho tiempo después, en el 431, en tiempos de deurocio,
0:08:40 segundo el joven, que era...
0:08:43 Siempre podían ser soldados, abrió la cueva.
0:08:47 Habían pasado 181 años de encierro ordenado por Vesio.
0:08:51 Y se encontraron los soldados con un milagro.
0:08:54 Aquellos siete hermanos estaban asurrectivos, como dormidos,
0:09:01 como si todo aquel tiempo iban dormido.
0:09:05 Y efectivamente, aparecieron a lo viz,
0:09:09 y al gobernador de la ciudad de Ejuso,
0:09:12 estaban todos mirando ahí, de los niños que dormían,
0:09:14 cuando el menor de los hermanos se despertó.
0:09:17 Se ve que hicieron ruido, ¿no?
0:09:21 Se despertó, seguida contó,
0:09:25 cómo se había escondido en aquella cueva por temor al emperador Vesio.
0:09:30 Pero más tarde, poco a poco,
0:09:31 fueron despertando los restantes hermanos,
0:09:34 y entre los pesos,
0:09:38 fueron interrogados por los soldados, los funcionarios,
0:09:42 y los curiosos que habían concurrido a la cueva,
0:09:44 que por otra parte, se enciaron a los pies de aquellos santos,
0:09:48 se propernaron ante aquellos santos.
0:09:51 El mismo emperador de odosio, viajó hasta la cueva de Ejuso,
0:09:56 para presenciar ante el despertar milagroso,
0:10:01 y tuvo una entrevista con los burbujantes.
0:10:04 Algunos ciudadanos fueron más allá en su pasión,
0:10:09 y trataban de robarle trozos del vestido a los hermanos,
0:10:16 como relíquia, ¿no?
0:10:18 A partir del momento de la certificación del milagroso,
0:10:22 le vieron decidir si qué tipo de milagroso había producido.
0:10:27 Muchos autores latinos y grigos contaron esta historia.
0:10:31 Ahí están Notafraste y Nisheforo,
0:10:33 que dicen que verdaderamente los hermanos durmieron todo ese tiempo,
0:10:36 tal como aquí en este programa se tenemos.
0:10:39 Otros autores, como el cardenal Barónio,
0:10:42 escribió anotaciones al martirolocio romano,
0:10:46 han dicho que estos siete hermanos,
0:10:49 a los que se conocían históricamente como los durmientes,
0:10:52 no se llamaron así por haber dormido y luego despertado,
0:10:55 sino porque en realidad había muerto y luego resucitado.
0:10:59 ¿Y por qué no le llamaron los siete resucitados?
0:11:02 En debate sobre las características del milagro fue ese.
0:11:07 Algunos fueron partidarios del sueño y otros de la resurrección.
0:11:12 No había tercer partido,
0:11:16 y si podía hacer, por ejemplo, de creer que nada de esto había sucedido en la mente.
0:11:22 Bueno, para precisar la calidad del milagro se escuchó a los siete santos.
0:11:28 Para terminar con el debate, le preguntaron a él.
0:11:30 Y ellos solo dijeron que habían dormido profundamente todos esos años
0:11:34 y que su despertar tenía un solo motivo.
0:11:38 Y para nosotros es claramente elificante,
0:11:41 el demostrar los poderes de su fe.
0:11:44 Por eso despertaron y por eso volvieron 181 años,
0:11:47 sino ni se hubiera molestado.
0:11:49 Pero que hicieron, ¿no?
0:11:51 Volter dice que hubiera sido más importante despertar antes de Constantino,
0:11:56 ya que Constantino fue el que oficializó la fe cristiana en el imperio,
0:12:01 y por ahí ese despertar hubiera adelantado un poco la conversión de todos los ciudadanos, etcétera.
0:12:10 Bueno, tras haber dado testimonio, los siete hermanos me dieron.
0:12:15 O se durmieron nuevamente, en forma disminutiva, que es casi lo mismo.
0:12:20 Sí, casi lo mismo.
0:12:22 Sus cuerpos fueron sepultados, tal vez como homenaje, tal vez como mera comodidad,
0:12:28 en la misma cueva que los vio despertar.
0:12:30 Ah, de la idea que están medio agotando, los sepultaron ahí.
0:12:34 Pero no deberían estar todavía si es que cualquier mañana no las pierdan nuevamente.
0:12:41 Esto es lo que queríamos decir acerca de sueños prologados.
0:12:47 Aquí hay que dedicar, Roland, esta historia de sueños, de milagros, de persecuciones,
0:12:58 y de antecedentes.
0:13:00 Digo, antecedentes son los que hemos dado al principio.
0:13:05 No, es de dormir.
0:13:07 Es que era por dormir, y un anante escuchando a un paciente aburrido.
0:13:14 Ya he dicho lo que no es paciente más aburrido que que ya está curado.
0:13:20 Porque a Roland le vivía.
0:13:23 Sí, claro, pero no le da alta nunca.
0:13:25 Bueno, a falta de dedicando, vamos a decir que conviene escuchar una veicima canción
0:13:37 que cantará el trío argentino y que se llama Duerme.
0:13:41 Y habrá sido compuesta, me parecía a mí, como canción de cuna para aquellos siete hermanos.
0:13:50 Toda vez que no estaban sus padres, tal uno que los hermanos se las cantarían entre ellos.
0:13:57 Ellos mismos se cantaban canciones de cuna hasta que se dormían.
0:14:04 Se dormía el último.
0:14:06 Estaba pensando en el último, que estaba cantando el mismo.
0:14:10 Si piensan tantos niños solidarios que se tienen que cantar ellos mismos.
0:14:15 Por ausencia o por negligencia de los padres.
0:14:22 Por el niño entre colgagrimas y tomando un osito que todavía no es muy lindo.
0:14:35 La madre se lo encajó igual.
0:14:39 Lo encontró en la casa.
0:14:41 El niño con el colgagrimas en los ojos empieza a cantarse.
0:14:47 Al rojo.
0:14:49 ¿Van a llorar los llomíos?
0:14:53 Al rojo.
0:14:55 Duérmame.
0:15:01 Y ahí, ahogado por el llanto, se va.
0:15:06 Ingrés en el terreno de la alza villa.
0:15:16 Hoy vamos entonces al trio argentino, el maravilloso trio argentino y lúster jugador de madre.
0:15:20 Era esta hermosísima canción que se llama Duerme.
0:16:06 No quiero que cierres los ojos mientras hablamos de nada de ellos.
0:16:22 Por fin amor, ya me he enamorado de su pendejo de su amor.
0:16:38 Duérmame.
0:17:16 Duérmame.
0:17:20 Y ahí se me deja.
0:17:22 Y ahí la ojo también volvió.
0:17:30 La flor es una baritosa.
0:17:36 Es sobre un arreglar.
0:17:40 Es sobre un lindar.
0:17:44 Es el lindón a la hora de ir a la noche.
0:17:48 No me camina la luna y el sol.
0:17:56 Encontro una noche su día.
0:18:04 Cervo a piscinos, rojas de sombras.
0:18:12 Y el paso del bajo, la cobra veniente a la lluvia.
0:18:20 Luziendo el sol.
0:18:30 Tuve la ala en el bosque claro sin dolor.
0:18:40 Tuve el barro en el peor.
0:18:44 Te dejamos por bombas en mi olor.
0:18:50 Te duerme en el ojo.
0:18:54 A tu sueño jamás te devuelo.
0:19:08 Tuve el barro en el peor.
0:19:14 A tu sueño jamás te devuelo.
0:19:20 Tuve el barro en el peor.
0:19:36 Hemos secusado al trío argentino y los cazugachó de mare interpretando duerme.
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