Transcripción automática
0:00:00 Sí, haremos hoy un catálogo, uno de tantos catálogos que hemos hecho de sustituciones amorosas.
0:00:06 La sustitución amorosa es un tópico, un tema clásico, los mitos,
0:00:12 incluso también en las historias de los barrios, ¿no?
0:00:15 Un tipo se va y otro se mete en su lugar.
0:00:18 Acá hay algunas sustituciones que más bien tienen pretensión de no ser ostensibles.
0:00:32 El dicidor te sustituye, pero no con la anuencia de tu mujer, sino haciéndome pasar por vos,
0:00:37 disfrazándome de algún modo de vos.
0:00:39 No le va a dar boliza a mi mujer entonces.
0:00:41 Es muy probable.
0:00:43 Bueno, así que la primera historia pertenece a la mitología de la India.
0:00:50 El Ramayana contiene un episodio en donde se cuenta, el más curioso que se cuenta con vergüenza esto,
0:00:56 un pecado de Indra, el Dios del firmamento.
0:01:00 Un pecado del Dios del firmamento, Dios en cuyas manos estaban el trueno y el relámpago,
0:01:06 y por cuya voluntad caían las lluvias.
0:01:09 Es decir, lluvía siempre y cuando Indra autorizar a tales precipitaciones.
0:01:15 Distinto el caso de la antigua Grecia, en cuyos mitos la lluvia es más casual o sujeta
0:01:27 a otras peripesias, ya que se trata nada menos que de las aguas menores de Zeus, el Príncipe
0:01:33 Cada vez que el Zeus orinaba, pues decirlo así, yo vi una lluvia.
0:01:40 Si no, no era exactamente la voluntad de Zeus, por lo ver, hasta cierto punto.
0:01:46 A veces no le quedaba otra.
0:01:48 Siempre cuento que una rima filológica muy interesante es esta, la palabra que designa el cielo en griego,
0:02:06 que es orano, es muy parecida a las palabras relacionadas con la operación urinaria,
0:02:16 orinar viene de urano, de urano.
0:02:23 No está mal en esa rima, no con nada.
0:02:27 Bueno, no sucedía así en la India, donde Indra decidía, no la sujetaba a sus periplos urinarios.
0:02:39 Este dios montaba al elefante Ayrabata, la monta del dios Indra era Ayrabata.
0:02:47 Es curioso que así todos los dioses griegos, los personajes míticos tienen, casi nunca son cabatos,
0:02:54 siempre son elefantes o un ave, el ave garuda por ejemplo, cada uno tiene su monta.
0:03:03 En una oportunidad, Indra tuvo la idea de seducir al esposo de un sabio muy poderoso,
0:03:09 llamado Gautama, no confundir con el Buda, no sonido, sino con la gautama.
0:03:16 La mujer llamaba Ahalia y era naturalmente muy hermosa.
0:03:21 Indra la vio y dijo que la había seducido.
0:03:24 Entonces para lograrlo sin perdiendo tiempo, como me gusta el sello, conversación,
0:03:32 directamente tomó la forma del sabio que ya estaba casado con la mina y se decía, ya está.
0:03:37 No tengo que conversar ni nada, llegó, exijo el cumplimiento del lévitito con Llevar y Gora Nocha.
0:03:42 Ay, me vuelvo, que la hago.
0:03:44 Entonces descendió a la tierra, bajo la forma del sabio Gautama, se presentó en la casa de Ahalia,
0:03:51 poco antes de que el esposo regresara y bueno, me hizo así, me voy a unir a esta mujer.
0:03:58 Pero parece que Ahalia supo que se había presentado en realidad Indra,
0:04:06 pero se guardó para sí esa percepción, no dijo, ah, qué dice, Indra, pase, no, no.
0:04:11 Ejó, hola, esposo mío.
0:04:13 Y parece que se dio cuenta porque, por dos cosas, vio que había una sustitución,
0:04:20 porque en la puerta de la casa estaba estacionado el elefante.
0:04:24 El elefante era Bata, ¿no?
0:04:32 Esto se imaginó que Indra debía andar por allí,
0:04:35 además vio en el cinturón de su marido un revenque plateado que usaba Indra para castigar al elefante y hacerlo a los parques.
0:04:48 Y tampoco era la hora habitual, como se ha dicho, aunque se presentaba Gautama,
0:04:52 así que la mina dijo, chau, Indra.
0:04:55 Ahora estaban ahí dando rienda suelta a su lujuria, tanto el Dios Indra como la señora de Gautama,
0:05:06 cuando apareció el verdadero Gautama.
0:05:10 Y se encontró con él mismo ahí de lejos la mujer.
0:05:16 Sí, lo estoy haciendo.
0:05:18 Y esto me llama poderosamente la atención, dijo Gautama.
0:05:24 Y era verdad, me huele adultelio, dijo Japón.
0:05:29 Y entonces, Maldijo era un sabio que tenía el secreto de la Maldición.
0:05:38 Maldijo a los dos, al Dios Indra y a su esposa.
0:05:42 Con consecuencia de esta Maldición, el Dios Indra perdió su virilidad.
0:05:47 Y a Jalya fue condenada a vivir invisible en un bosque durante muchos años.
0:05:54 Si uno va a ser invisible, mejor dicho, si uno está condenado a vivir en un bosque casi preferible, es el invisible.
0:06:00 Imagínense, si usted lo ven por esta durmiedad y se lo muerda.
0:06:05 Me refiero a las alemanias, a las fieras, etcétera.
0:06:08 Como quiera que sea una condena fulera y peor todavía la de Indra.
0:06:13 A la mujer, a Jalya, la encontró Rama y la ayudó a volver a ser visible, de a poco.
0:06:23 Empezó a ser visible de a poco.
0:06:25 Al principio se le veía un pedacito solo, así como el fóbal.
0:06:31 Sí, algo así, un asimismo que también.
0:06:34 Después se la veía pero muy nublada.
0:06:38 Podía verse a través de Jalya, hasta que cada vez se la fue viendo mejor.
0:06:43 Hasta que alcanzó a ver si está cual.
0:06:46 Otra versión de este maleficio del sabio Gautama, cuenta que Indra fue obligado a llevar mil marcas de sonrosa sobre su cual.
0:06:54 Una marca de sonrosa, no sé lo que será, pero tenía mil.
0:06:58 Eso era para que todos pudieran conocer el pecado de que era culpado.
0:07:03 Que tampoco sé cuál era.
0:07:08 Me gustó mucho este historiado.
0:07:10 Otra, esta pertenencia a los mitos griegos.
0:07:13 El rey Salmoneo de Tesalia era uno de los cuales hemos hablado alguna vez, que pretendía ser Zeus.
0:07:22 Parece que se disfrazaba de Zeus y recorría a las calles arrastrando un obstacho de bronce, atados ahí de al carro, para imitar el trueno de Zeus.
0:07:32 Y al mismo tiempo tiraba para arriba unas antorchas, algunas de las cuales caían y quemaban a los que estaban pasando por ahí.
0:07:40 Y él esperaba que la confundieran con rayos.
0:07:44 Así jugaba a ser el Zeus.
0:07:46 Hasta que Zeus se enteró y lo reventó con un rayo verdadero.
0:07:52 Este Salmoneo tenía una hija hermosa que se llamaba Tiro.
0:07:57 Qué sustiendo nombre para una novia, eh.
0:08:00 A quien le gustaría tener una novia que fuera un Tiro.
0:08:04 A mí me llaman el Tiro que a mi mujer le copé.
0:08:13 ¿Cómo te llamas Tiro?
0:08:15 Bueno, pero ¿cómo te llamas?
0:08:17 La muchacha.
0:08:21 La muchacha se había enamorado del río Nipeo.
0:08:33 Enamorarse de un río, va a haber.
0:08:35 Si no, no.
0:08:36 A quien se va a enamorar del río Lujago.
0:08:41 Vería poca gente ella.
0:08:43 Claro, lo que pasa es que en los vitos ríos los ríos también estaban personificados.
0:08:47 Entonces, de esa personificación se enamoró Tiro.
0:08:52 Y vagaba días tras días naturalmente por las orillas de su enamorado,
0:08:56 llorando su soledad.
0:08:59 Pero el dios fluvial Nipeo, a pesar de sentirse halagado y divertido por la pasión que provocaba,
0:09:05 no le daba el cinco de bolig.
0:09:07 ¿Se niñas al picaba?
0:09:09 Y él niñas al picadito.
0:09:12 ¿Se niñas al picadito?
0:09:13 Sí, de honda.
0:09:14 Claro, así no se le niña de nadie.
0:09:16 Entonces, el dios Posidón, que era el dios del mar, ganó un dios de provincia,
0:09:22 decidió aprovecharse de esa situación y tomó la forma de Nipeo.
0:09:30 La ventaja es el proteico.
0:09:34 E invitó a Tiro justamente a un encuentro.
0:09:39 Cuando ello se presentó, encantaba encantaba, ¿qué tal?
0:09:42 Posidón ni siquiera se molestó en sostener su figura en postola, como es tal cual era,
0:09:48 la sumió en un sueño mágico, los que es el poderoso, ¿no?
0:09:54 Y una ola negra se levantó como una montaña para ocultar su fechoría, por no decir otras cosas.
0:10:01 Y tras esa ola la amó.
0:10:08 La amó de arriba abajo.
0:10:11 Cuando Tiro despertó, Posidón le dijo que tendría unos estupendos mellizos,
0:10:18 hijos de un padre que era mucho mejor que un simple dios fluviado, ¿no?
0:10:23 Y esos hijos fueron pelias y en el leo, dos personajes singulares.
0:10:28 La última historia es China.
0:10:31 Figura entre las historias extraordinarias citadas por Gambao,
0:10:35 un hombre del siglo III después de Cristo,
0:10:38 que en realidad no hacía literatura, no es que escribiera cuentos fantásticos,
0:10:41 sino que compuso una antología de sucesos extraños con intenciones notariales,
0:10:47 solo para registrarlas como si fuera un notario.
0:10:51 Y con...
0:10:53 Fingiendo, o mejor dicho, creyendo las verazos,
0:10:57 eran historias fantásticas para él.
0:11:00 Las tomaba de libros antiguos o de tradiciones flores que bueno, la compiló.
0:11:04 La historia es él.
0:11:06 Liu Ding era un hombre especialmente hermoso, que tal,
0:11:11 que vivía en la localidad de Liu Yao.
0:11:15 Liu Ding se llamó Alte.
0:11:17 Tenía un puesto alto en la administración.
0:11:19 China tenía una administración muy copiosa.
0:11:24 En aquella localidad, Liu Yao, vivía en la familia Su.
0:11:29 La hija menor del señor Su, era hermosa como ninguna otra mujer de la región.
0:11:36 Un día, los Su tuvieron una visita inesperada.
0:11:40 Era el funcionario Liu Ding.
0:11:44 El padre naturalmente lo trató con una gran cortesía,
0:11:47 estuvo agasajando lo largo tiempo.
0:11:50 Finalmente le rogó que no regresara a su casa porque era muy tarde
0:11:55 y que lo honrara quedando hacia dormir bajo su tanche.
0:11:59 El funcionario Liu Ding aceptó y después de la cena,
0:12:04 le habló con franqueza, anfitrión.
0:12:08 Le habló de la belleza extremada de su hija y de su amor por ella.
0:12:15 El funcionario finalmente preguntó si no podía quedarse durmiendo con la hija
0:12:21 hasta el día siguiente.
0:12:23 Le daba en la mano el padre un poquito ofendido por lo que él consideraba
0:12:30 una propuesta inmoral, pero también considerando el gran prestigio y poder
0:12:35 de Liu Ding en la zona, accedió.
0:12:39 Me dijo más, llamó a su hija, le explicó el asunto y a ella le gustó.
0:12:45 Le gustó Liu Ding y esa noche durmieron juntos.
0:12:49 A partir de aquella noche, Liu Ding incrementó sus visitas de tal modo
0:12:54 a casa de los su, que un día, casi como a modo de agradecimiento, le dijo al padre
0:13:00 que lo ayudaría en cualquier asunto que a él se le ocurriera.
0:13:06 Cualquier cosa que el señor su necesitara de la administración
0:13:10 sería facilitada por el enorme poder de Liu Ding.
0:13:14 Y así que le dijo, búsqueme en cualquier momento en que usted crea que es necesaria mi influencia.
0:13:21 Tiempo más tarde, el viejo su, el padre de la hija hermosa, fue convocado por el gobierno
0:13:27 por una deuda que tenía. Le llegó una citación, pues se dio, paguenó, no sé.
0:13:32 Entonces el hombre inmediatamente salió corriendo y lo fue a buscar a Liu Ding
0:13:35 para pedirle a Liu Ding.
0:13:37 En cuantito se presentó la respuesta del funcionario Liu Ding fue la siguiente.
0:13:41 ¿Cómo viene a pedirme ese favor si ni siquiera sé quién es usted?
0:13:45 Nunca lo vi en mi vida.
0:13:48 El señor su estupefacto contó lo que había sucedido con todo detalle.
0:13:54 ¿Qué vino?
0:13:56 Le invité a dormir, yo dormí con mi hija, le fue un peso a vener, le dió a doblece por temán,
0:14:01 nace como un año. Y el funcionario Liu Ding dijo, mire, solo esto puedo decir.
0:14:07 Si el vuelvo a aparecer por su casa, máteme.
0:14:12 Poco días más tarde el señor su atrapó en su hogar a un ser que asustado en poco
0:14:19 asistente dejó de ser Liu Ding.
0:14:22 Y fue otro, fue un tigre, fue el señor su, fue zorro, fue perro, fue grito y después
0:14:31 se disolvió en el aire.
0:14:34 El verdadero funcionario Liu Ding nunca se interesó por la hija del señor su
0:14:40 que sufrió mucho por este desinterés.
0:14:44 Es una ley de la muel...
0:14:50 ¿A quién quiere dedicar estas tres historias acerca de sustitucciones amorosas?
0:14:58 Qué como he dicho es un formato clásico, ¿no? Empezando por la Biblia,
0:15:03 siguiendo por muchas historias parecidas, principalmente en la edad antigua eran muy...
0:15:10 eran ambientadas estas historias por aquella costumbre hoy afortunadamente abolida
0:15:17 de dormir en la más completa juridad, una columna favorecida por la falta de luz eléctrica, etcétera, etcétera.
0:15:24 Pero también porque se sostenía que era preferible hacer el amor en la oscuridad.
0:15:31 Y algunos hablaban mal de los griegos y la segunda o tercera de las acusaciones era que
0:15:42 acostumbraban a hacer el amor en plena luz eléctrica.
0:15:47 Esto lo contaban como una verdadera aberración.
0:15:52 Naturalmente en la más cerrada tiniebla las sustitucciones son muy fáciles.
0:15:58 De noche todos los gatos son pardos, especialmente algunos.
0:16:05 Me dirá usted y por qué no hablaban... bueno, por qué eran gente más directa?
0:16:12 De pocas palabras. No andaban como uno.
0:16:16 Me querés.
0:16:17 Claro, me querés.
0:16:18 De quién es esa monstrua?
0:16:19 ¿Sabéis lo que me pasó ayer?
0:16:21 No. Uno cuando amaba, amaba.
0:16:24 Por decirlo así.
0:16:26 Por decirlo así, no andaba conversando como si fuera una peluquería.
0:16:30 Bueno, a los griegos entonces Alejandro que no cerraban uno de los sentidos a la hora del mayor de los placeres.
0:16:40 Porque no se trata de poner faroles como si fueran conventorios.
0:16:44 Totalmente.
0:16:45 No, es cierto que cierta penumbra favorece la imaginación que es decisiva para el amor.
0:16:52 Como sabe cualquiera nosotros nos enamoramos de cosas que son existentes en una cierta porción
0:17:00 y son inventadas en casi la mayor parte de su sea.
0:17:06 Nuestra novia por ahí es una chica gáscara.
0:17:10 Interesante, pero uno necesariamente pone en ella unas virtudes inventadas.
0:17:17 Y también nuestra novia inventa unas virtudes que no tenemos y así somos todos felices.
0:17:23 Pero en esto cabe Alejandro la diferenciación que para los psicólogos hay entre una alucinación y una ilusión.
0:17:29 Usted sabe la alucinación es una percepción sin objeto.
0:17:32 La ilusión es una percepción deformada de un objeto.
0:17:35 Si te lo permite la tiniebla, lo que hace esa media luz es permitirnos deformar un poquito el objeto a favor de nuestro deseo.
0:17:44 Permítame también dedicarlo al pobre indra, cuya pecado, cuya vergüenza no la entiendo del todo.
0:17:50 Digo, pero que ha sido muy malo el castigado.
0:17:53 Y también teniendo en cuenta que ser amado del ser sustituido todo el tiempo, te lo he dicho una vez,
0:17:58 pero que la sustitución no es voluntaria.
0:18:00 Creo que no lo hace uno necesariamente a veces la persona que nos ama nos va sustituyendo según sus deseos.
0:18:06 Digamos, alguna de aquellas mujeres que algunas veces nos han permitido cambiar para seguir deseando.
0:18:11 Usted dice, claro, siempre y cuando esa sustitución la verifiquemos nosotros.
0:18:16 Por supuesto.
0:18:17 Algunas nos sustituyen en serio, literal.
0:18:21 Es decir, empiezan a salir con otro.
0:18:24 Y a veces dicen, no me gustas más, y en cambio sí me gusta otro.
0:18:30 Me gusta con rado, un chico que tengo sido.
0:18:33 Y también me gustó la definición final de este ser raro, Alejandro,
0:18:39 que pasó de ser el hombre elegido y empezó una cadena de degradación.
0:18:44 Pasó a ser tigre, pasó a ser hombre, pasó a ser sombra hasta que pasó a ser nada.
0:18:49 Porque eso es lo que ocurre con uno cuando me dejan damar, ¿no?
0:18:52 Sí, sí, empieza a degradarse en su ser hasta que es nada.
0:19:00 Siempre y cuando uno no tome algunas precauciones.
0:19:04 Por eso yo digo que las apuestas amorosas deben ser altas, pero no locas.
0:19:15 Altas, altísimas.
0:19:16 La vida no está mal.
0:19:18 Pero no deben ser injustas.
0:19:20 ¿Qué es una apuesta injusta?
0:19:23 Una apuesta que me usura.
0:19:25 Si yo juega la ruleta, me juega la cabeza, pero si gano necesito 35 cabezas.
0:19:30 Ahora, si yo apuesto y si gano no me pagan nada,
0:19:34 y si pierdo, me quitan lo que aposté, más un montón de otras cosas,
0:19:39 esa apuesta no debe ser aceptada por ningún enamorado.
0:19:43 Hay que hacer una apuesta alta pero justa.
0:19:46 Y ahí es cuando uno puede salvarse de la degradación y de la indignidad.
0:19:53 Con qué vamos a ilustrar esta pequeña charla que hemos tenido.
0:20:01 Bueno, recuerde, sé que esta mujer ajaldía, la mujer del viejo Gautama,
0:20:10 se percató de la presencia de Indra,
0:20:13 primero por el elefante estacionado en la puerta,
0:20:16 pero también por el reven que plateado, que tenía en el cinturón.
0:20:22 Es supuesto, señor Gautama.
0:20:24 Así que escucharemos una cifra.
0:20:26 Ya que estamos en Mercedes, escucharemos una cifra.
0:20:30 Espero que no haya que explicar que es una cifra aquí.
0:20:33 Porque en Buenos Aires, a veces, tienen que una cifra ser el 7.
0:20:37 Que se llama mi reven que plateado.
0:20:44 Que cantará Alberto Merlo.
0:20:47 Algunas veces ponemos esta canción y nos creemos en el caso de mencionar
0:20:54 que también es un título metafórico.
0:20:57 El reven que plateado, evidentemente es otra cosa.
0:21:01 Va a cantar ahora mismo aquí en Mercedes, Alberto Merlo.
0:21:31 La noche que reven que hermoso,
0:21:36 si hasta llegó ser famoso por los pesados del talero,
0:21:44 y no hubo nunca un pul, pero que no lo haiga codicia,
0:21:52 si hasta me le han oferta una plata que no valiga,
0:21:58 todo el mundo lo quería, a mi reven que plateado.
0:22:17 Cuando a una carrera fui,
0:22:25 mi reven que llevaba,
0:22:33 porque no se me apartaba ni se alejaba de mí,
0:22:40 y si alguna vez corría algún caballo por fiat,
0:22:47 siempre salí bien para huir ganado, con mucha suerte.
0:22:54 Y eso sin pegarle fuerte con mi reven que plateado.
0:23:14 Me ha dicho más de una moza.
0:23:20 Me ha dicho más de una moza que si se lo regalaba,
0:23:29 y si ese gusto le daba le pidese cualquier cosa.
0:23:37 Algunas de caprichosa al ver que no se lo era,
0:23:44 el saludo me ha negado total por una pavada,
0:23:52 por estar enamorada de mi reven que plateado.
0:24:14 Es la venganza será terrible,
0:24:16 he escuchado Alberto Merlo interpretando mi reven que plateado.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!