https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_I_del_Sacro_Imperio_Romano_Germánico
Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, nos estimamos la venganza, será terrible, estamos en el auditorio de Radio del Plata, aquí en la calle Gorriti 5963.
0:00:09 Maniana también, eh. Hacemos el programa en vivo aquí.
0:00:14 ¿Usted Guil le dijo que iba a estar en Mendoza el 5 o el 5?
0:00:17 5, viernes 5 por la noche, Teatro de Independencia.
0:00:21 ¿Dónde está Doryo estos días?
0:00:23 Doryo va a estar en Puerto Madre y Maniana.
0:00:25 ¿Y quién viene acá?
0:00:26 ¿Quién viene?
0:00:26 Eú.
0:00:27 Ah, vienos te.
0:00:28 Bueno, si, va a estar en... Maniana en Puerto Madre y el sábado entre Leo, me dijo Doryo.
0:00:34 ¿Dando una charla?
0:00:35 Con el Café Cultura.
0:00:37 En un café que ni siquiera sabe cuál es.
0:00:39 No se sabe cuál es.
0:00:40 Pero deben poner ahí un cartel...
0:00:42 En Puerto Madre, en el Automobil Club ponen el cartel.
0:00:46 Pero se vuelan.
0:00:48 Y aquí también me dicen que va a estar en Café Vinilo, pero esto va a ser el jueves 4, Fabricio Pereira, eh.
0:00:55 Que es un contrabajista brasileño.
0:00:58 Esto va a ser el jueves 4 de septiembre a las 9 de la noche en Café Vinilo, que es Gorriti 3780.
0:01:08 Hablaremos esta noche de talismanes.
0:01:14 Atención, eh.
0:01:16 Talismanes para hacerse invulnerable.
0:01:20 Tenemos aquí algunos datos.
0:01:22 Atención, amigos.
0:01:25 Por si alguno quiere hacerse invulnerable.
0:01:29 No gustaría tener talismanes.
0:01:31 Claro, aquí no le gusta.
0:01:33 Cuenta por ahí que las tropas cristianas en épocas de las cruzadas eran palpadas, eran revisadas para saber si los soldados llevaban escondidos talismanes
0:01:51 que no tuvieran que ver con la ayuda natural que debía brindarles dios.
0:01:55 Entonces, bueno, cada tanto agraban a uno y dios, a ver, pongas ahí que lo vamos a revisar, a ver si lleva algún talismán.
0:02:07 Y se suponía que si un tipo tenía un talismán de los muchos que se repartían por ahí, era porque no tenía confianza ni en sus fuerzas, ni en dios,
0:02:17 que era el único que los podía proteger.
0:02:20 Así que antes de entrar en batalla, lo revisaban para ver quién andaba con un talismán abajo el poncho.
0:02:28 Y a quien le encontraban un talismán era considerado un cobane.
0:02:36 Era acusado de cobardía en forma pública.
0:02:40 Vamos a contar una historia breve.
0:02:42 En la localidad de Nancy, vivía, mediados del siglo XVI, un hombre llamado Honorius Ofe.
0:02:49 Vendía toda clase de amuletos que daban a quien los portaba el poder de eludir cualquier estocada, cualquier golpe.
0:02:57 O al menos eso es lo que decía el vendedor, Honorius.
0:03:01 Honorius era un mercadero de telas que ocultaba entre sus ceras, sus terciopelos, sus vigelas, estos amuletos.
0:03:09 Y también tenía elixires para que cualquier herida se sanara con la mayor prontitud.
0:03:15 Cuentan que la tienda de Ofe era visitada por mujeres virtuosas, guerreros, herejes perseguidos, criminales precavidos.
0:03:25 Los productos que vendía Honorius eran de una ineficacia completa. No servían panada.
0:03:34 Ahora bien, este vendedor delixir creció que la comprobación de esta ineficiencia iba a ser imposible.
0:03:44 Los que iban a la guerra y volvían victoriosos, desde luego creerían fervientemente en los productos de Ofe.
0:03:51 Y los que quedaban mal heridos o se morían, ya iban a tener la posibilidad de quejarse.
0:03:58 Desde luego, bueno, pero vino a suceder algo que Ofe no había esperado.
0:04:04 Porque no fue ni un criminal, ni un hereje, ni un guerrero el que se acercó para pedirle ayuda una tarde.
0:04:12 Resulta ser que enterado por abladurías de pueblo, el rey Fernando I, que fue el sucesor en Alemania de Carlos V, Carlos I de España,
0:04:23 el rey Fernando estaba por operarse del estómago y estaba aterrorizado naturalmente,
0:04:31 porque en aquella época, en el siglo XVI, operarse del estómago daba más miedo que ahora, así que calculen.
0:04:39 Entonces, Fernando pidió a Honorius Ofe un licor para no percibir los dolores de una operación, que en aquel entonces era tremenda.
0:04:52 Honorius no tuvo otra alternativa que entregarle uno de sus elixires, que desde luego no dio el menor resultado.
0:05:01 Fernando I padeció todos los errores y los horrores de la operación, cuando pudo hacerlo, cuando tuvo voluntad para hacer algo,
0:05:11 mandó a apresar a Ofe y lo mandó al potro, lo mandó a darle tormento.
0:05:18 Incluso le ofreció a Ofe, antes de atormentarlo, sus propios productos para evitar los dolores del tormento.
0:05:28 Y él ni siquiera los aceptó.
0:05:33 Así que los padecimientos fueron los correspondientes y tras ellos murió.
0:05:39 Era el año 1562.
0:05:42 Hacemos algunos años y vayamos a Irán.
0:05:45 A mediados del siglo XIX apareció así una secta, una fe, podríamos decir, conocida como el babismo.
0:05:55 Desde luego era considerada erética por el rito oficial.
0:06:00 El fundador fue Mirza Ali Muhammad, a quien sus seguidores llamaron el bab, es decir, la puerta.
0:06:10 Recuerde el estrecho de Bab el Mandeb, que es la puerta del Mandeb.
0:06:19 Además, está muy bien, sí.
0:06:23 Tenemos hoy muchas autoridades en eso.
0:06:26 Que es el estrecho que está al cabo de la península arabia.
0:06:32 En el cuerno de África.
0:06:36 El cuerno de Somalia y, del otro lado, la península arabia.
0:06:42 Mirza, este hombre, decía que él encarnaba la puerta entre el aquí y el más allá.
0:06:50 Dice que es curioso.
0:06:52 Viene un tipo, se presenta, dice, permiso, soy la puerta.
0:06:55 Viajó a la meca y anunció la inminente llegada de un ser de luz, una encarnación divina.
0:07:03 El bab era el mensajero, una especie de profeta del futuro imán, almas di, el Mesías.
0:07:10 El Mesías escondido, que yo, al venimiento, esperaba en los chinos.
0:07:16 Bueno, allá de Persia no le gustaba nada ese presagio.
0:07:21 Porque calculó que el señalamiento de un Mesías venidero podía causarle perturbaciones.
0:07:27 Pero no se pensó perseguirlo.
0:07:29 El bab fue acusado de elejía y detenido por la cana.
0:07:34 Sin mostrar ningún temor, Mirza alimu amad, es decir, el bab, le dijo a sus seguidores,
0:07:42 incluso a sus carceleros, que era invulnerable, pura piedra divina y coraza impenetrable del mujadir venidero.
0:07:52 Y eso, eso le dijo a los carceleros, muy pregato.
0:07:56 Mirza, entonces, insécrepto la ejecución de Mirza, que tuvo lugar el 9 de julio de 1850 en Tabriz.
0:08:06 Y sucedió un milagro.
0:08:08 Sucidió un milagro que no cambió la historia, porque para cambiarla hubieran sido necesarios dos.
0:08:14 Un par de soldados se encargaron de ejecutar sentencia.
0:08:19 Los soldados ataron al bab, al profeta, junto con uno de sus jóvenes discípulos.
0:08:27 Caracara los ataron ahí nomás.
0:08:29 Y abrieron fuego.
0:08:31 El bab no resultó ni siquiera herido y el discípulo tampoco.
0:08:38 Los soldados que habían efectuado los disparos retrocedieron espantados y convertidos inmediatamente al babismo.
0:08:46 El bab rezaba hactancioso.
0:08:49 Como diciendo, visto.
0:08:51 ¿No les he dicho acaso que soy invulnerable?
0:08:54 Pura piedra impenetrable del mujadir venidero.
0:08:59 Antes de que los súbditos de Persia se enteraran de aquel prodigio y se convirtieran masivamente
0:09:06 el funcionario encargado de la ejecución, que era un eséptico.
0:09:11 De eso que usted no lo convence ni apatada.
0:09:15 Revisó el estado de las armas con que habían sido efectuados los disparos.
0:09:19 Y con toda malicia, vio como son los esépticos.
0:09:25 Los que no creen.
0:09:27 Comprobó que los cañones estaban vencidos y que los disparos habían ido a parar a cualquier parte.
0:09:32 El bab, ante esta declaración que hizo en Bosal del funcionario eséptico,
0:09:37 gritó que los cañones habían sido vencidos por la divinidad.
0:09:41 Lo que siguió fue el terror.
0:09:44 Se reunió un regimiento de 30 soldados que se instaló a dos pasos de los herejes.
0:09:50 El hombre que ordenó los disparos le sugirió al bab que rogara que se perjudicaran 30 fusiles al mismo tiempo.
0:09:59 El bab respondió que un solo milagro ya había sido suficiente para solidificar la creencia.
0:10:06 Muy bien, no había razón.
0:10:09 Pero no hubo otro milagro. Ya con las primeras balas alcanzó.
0:10:14 En realidad el babismo se obtuvo porque creyeron que un milagro bastaba para comprobar nada menos que la posibilidad del milagro.
0:10:24 Parece que un tal Jusain al-inuri era aquel cuya venina había sido anunciada por el bab.
0:10:32 Y adoptó entonces el nombre de Baja al-ah, el esplendor de Dios.
0:10:37 Otro día contaremos lo que sucedió con él, que fue de algún modo el sucesor.
0:10:43 Pero ahora estamos solamente con invulnerables y sultales mares.
0:10:48 Hemos hablado además de este tipo.
0:10:51 La última historia es China.
0:10:53 Xiao Wang fue el cuarto emperador de la antigua dinastía Zhou en China, una dinastía anterior a Cristo, bastante de las primeras.
0:11:04 Vivió entre el año 1052 y el 1002 a.C.
0:11:09 Y un mago de la corte le dijo a Xiao Wang cuando era un niño que gracias a su magia había conseguido volverlo invulnerable.
0:11:19 Le dijo, niño eres gracias a mí invulnerable.
0:11:25 Xiao Wang vivió contento creyendo que era invulnerable hasta un día durante un paseo por los campos en que se clavó una espina en el pie y le dolió y le salió sangre.
0:11:40 Y entonces Xiao Wang vivió triste el resto de sus años.
0:11:45 Porque vivió triste porque se supo engañado y se supo vulnerable y se supo mortal.
0:11:53 Es una bella historia, una hermosa historia.
0:11:57 Me gustó muchísimo porque todos hemos vivido durante un tiempo como Xiao Wang creyendo...
0:12:07 La infancia, ¿no?
0:12:09 La primera infancia cuando uno cree que nadie se muere, que nadie pierde nada hasta que perdemos algo.
0:12:18 ¿A quién dedicar este catálogo de supuestas invulnerabilidades?
0:12:26 Xiao Wang me gustó mucho.
0:12:29 El programa Involverable de la televisión...
0:12:32 ¡Vulnerables!
0:12:34 Es vulnerable.
0:12:36 Me hubiera gustado mucho más.
0:12:38 ¡Involverables!
0:12:40 Era burrido invulnerable.
0:12:44 ¿A quién más quiere dedicar?
0:12:52 A todos los que me conocen.
0:12:56 El caso es que...
0:13:02 Hemos ido al discotecario, ¿no?
0:13:08 Y hemos explicado la primera de las historias.
0:13:13 Yo estaba pensando que el artista invulnerable o el músico invulnerable,
0:13:20 no sé qué calidad de música puede hacer.
0:13:24 Tiene razón.
0:13:26 Porque es una música muy triunfal, muy que está todo bien.
0:13:29 La persona invulnerable, no sé qué clase de arte puede hacer.
0:13:33 Porque el arte, como usted ha dicho, maravillosamente bien,
0:13:36 es hijo de la vulnerabilidad.
0:13:39 Una raza de invulnerables no haría poesía.
0:13:42 La poesía, ¿de qué habla?
0:13:44 De lo que nos puede pasar,
0:13:46 de lo que podemos perder,
0:13:48 de lo frágiles que somos.
0:13:50 Podrá ser poesía triunfal.
0:13:54 ¡Tengo que ser contento!
0:13:55 ¡Feliz militar!
0:13:57 ¡Vamos para adelante!
0:13:59 ¡Tal de la exacero triunfale!
0:14:02 Bueno, eso no es la poesía.
0:14:06 Y eso fue lo que nos dijo también el discotecario,
0:14:09 que lo habían cambiado.
0:14:12 Si hicieron un discotecario vulnerable.
0:14:14 ¿Cual? Lo echaron, mañana no viene.
0:14:18 Me dijo, mire,
0:14:22 a mí nunca me cayó simpático el súper, man.
0:14:26 privado.
0:14:27 Porque el verdadero valor solamente aparece
0:14:34 cuando uno es, usaré otra vez la palabra vulnerable,
0:14:37 o es frágil.
0:14:40 El valor reside en oponer
0:14:44 a las circunstancias toda nuestra fragilidad.
0:14:48 En cambio, el tipo que se sabe indestructible
0:14:54 y que opera en virtud de esa condición
0:14:58 y que enfrenta enemigos y los derrotes,
0:15:00 es nuevo aliente.
0:15:02 Pero es la idea que tienen algunos pueblos,
0:15:05 lo que es admirable y lo que no lo es.
0:15:08 De manera entonces,
0:15:10 y yo diciéndome el discotecario,
0:15:15 que lo que en otras tierras
0:15:19 se llama el hombre de acero,
0:15:22 se llama valor y se llama potencia y fuerza,
0:15:26 aquí se llama cobardía.
0:15:29 Y cobardía es el tango que vamos a escuchar ahora,
0:15:33 un tango que es de charlo y que canta Gardel.
0:15:58 No sé qué baño quise yo pa' merecer,
0:16:02 esta cadena inencuentable de dolor
0:16:05 que cuando no te beso no puedo respirar
0:16:09 y siento que me ogan tus labiosas al verdad,
0:16:13 de sufrir tanto perdí la dignidad
0:16:17 y no me importa saber que me engañas,
0:16:20 no ves que necesito de vos te quiero ver.
0:16:24 Hablame como siempre, decí que me querés.
0:16:29 Yo sé que es mentira
0:16:33 todo lo que tal diciendo
0:16:37 que soy en tu vida
0:16:40 solo un remordimiento.
0:16:44 Yo sé que el de pena
0:16:48 que mentí pa' no matarme
0:16:51 o lo sé y sin embargo
0:16:53 sin esa mentira no puedo vivir.
0:16:57 A noche mismo he podido comprobar
0:17:01 que ni la puerta de esta casa respetás
0:17:04 yo vi con estos ojos los besos que teníos
0:17:07 y hoy que se reían burlándose los dos
0:17:11 humildemente sin embargo ya lo ves
0:17:15 yo te pregunto todavía me querés
0:17:18 y cerrando los ojos el cuyo que curás
0:17:22 que nunca me engañaste
0:17:25 que no me olvidarás.
0:17:29 Yo sé que es mentira
0:17:32 todo lo que tal diciendo
0:17:36 que soy en tu vida
0:17:40 solo un remordimiento.
0:17:43 Yo sé que el de pena
0:17:47 que mentí pa' no matarme
0:17:50 o lo sé y sin embargo
0:17:53 sin esa mentira no puedo vivir.
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