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11 de Abril de 2008

Tanchelmo de Amberes, un falso Mesías

Transcripción automática

0:00:00 Hoy hablaremos, atención, atención a las personas que coleccionan falsos mesías,
0:00:04 porque hoy tenemos uno, tenemos otro en realidad, hemos dado cuenta de cantidad de falsos mesías,
0:00:12 que a tanto engrosamos aquí en este programa los catálogos de las personas que tienen ese tipo de colección.
0:00:19 Vamos a ver qué pasó con un señor llamado Tanchelmo de Amberes, allá por el siglo XII.
0:00:26 Tanchelmo es extraordinario, ¿cómo me gustaría llamarme? Tanchelmo.
0:00:30 Ya de movida a mesías no me suena, Tanchelmo.
0:00:34 Tenga de fe, si usted no tiene fe en ella, mal que menos para un mesías que ya cuando le dice cómo se llama,
0:00:42 genera descrevimiento, con gente como usted.
0:00:45 Vamos a seguir esperando mucho.
0:00:48 Bueno, Tanchelmo de Amberes del siglo XII era un monje extraordinariamente versado en asuntos teológicos,
0:00:56 y dotado de una eloquencia poco común.
0:01:00 Allá por el año 1110 le ordenaron que abandonara la diosesis de Utrecht para dirigirse al Condado de Flandes.
0:01:12 Allí, Tanchelmo, se ganó el favor del conde Rodolfo, que lo mandó como embajador a la Santa Sede.
0:01:20 Llevaba de embajador a la Santa Sede.
0:01:24 Su misión consistía en persuadir al Papa de que dividiera en dos la diosesis de Utrecht.
0:01:32 Le dijeron, vaya, y convenza al Papa de que dividiera en dos la diosesis de Utrecht.
0:01:39 El problema era simple.
0:01:41 El conde Rodolfo temía la hegemonía del emperador alemán,
0:01:46 y la diosesis de Utrecht se encontraba precisamente bajo la férula germánica,
0:01:52 y si se obtenía la división de aquella diosesis se podía debilitar de algún modo al adversario de Rodolfo hacia el emperador.
0:02:03 Pero la misión de Tanchelmo fue un fracaso.
0:02:05 No consiguió convencer al Papa de ninguna cosa, de nada.
0:02:10 Y por ese motivo perdió el favor de Rodolfo, su protector.
0:02:14 Algunos dicen que ese fracaso influyó en la conducta posterior de Tanchelmo.
0:02:20 Nosotros no sabemos nada.
0:02:24 Pero después de este episodio dejó abandonó la diplomacia y se puso a predicar,
0:02:33 se convirtió en un predicador itinerante, con características más bien pintorescas.
0:02:39 Para demostrar su poder sobre la naturaleza se hacía seguir por cientos de animales.
0:02:46 Y luego se dio a predicar lo que se llevaba, a Repientansen, y atrás cientos de animales.
0:02:54 Desde luego primeramente los adiestraría, cálculo yo, no lo sé.
0:02:58 El caso es que Tanchelmo caminaba a seguiros por vacas, perros, pájaros, chanchos, puercuespines, ratones, culebras y batracias.
0:03:11 Y también decían que a su paso los árboles se sacudían, tal como sucedía, según dicen,
0:03:18 cuando Orfeo tocaba la flauta o acaso cuando cantaba, porque me parece que Orfeo no tocaba la flauta.
0:03:26 Cantaba.
0:03:28 Bien, de todos modos algunos cronistas esélticos, de esos que nunca faltan,
0:03:32 dicen que Tanchelmo tenía unos amigos que se acudían los árboles cuando él pasaba.
0:03:39 Entonces la gente demasiado crédula pensaba que los árboles se movían por decisión propia.
0:03:45 Bueno, más allá de las explicaciones de este caso, la cuestión es que Tanchelmo era seguido fervorosamente por animales,
0:03:52 pero también por algunos cristianos.
0:03:55 Recorrió la región del Brabante, de Flandes, Bavaria, llegó hasta Amberes, y ahí Cerrádico se instaló en Amberes,
0:04:04 pero salía a predicar en los campos.
0:04:06 Su mensaje era moralista, denunciaba a los aserlotes corruptos que vivían en concubinato,
0:04:13 o que se enriquecían a expensas de los pieles.
0:04:16 Después se agarró con cierta burocracia teológica, decía que los sacramentos eran profaraciones,
0:04:25 y que cómo podía hacer, que las iglesias, decía, ya cuando tomaba un par de cañas,
0:04:31 decía que las iglesias eran burdeles, que sobrevivía a marsez al diezmo.
0:04:37 Su prédica tuvo un efecto efíbero pero contundente.
0:04:43 Primero, las iglesias de Amberes quedaron desiertas.
0:04:46 La gente se enojó y no fue más a la iglesia.
0:04:49 Todo decía, no tienes razón, es del tipo, que manga de la torrente no hubo y más.
0:04:55 Desde luego las arcas de estas iglesias dejaron de percibir el diezmo,
0:05:00 y Tanxelmo formó ahí mismo una especie de comunidad teocrática
0:05:05 y organizó a sus propios fieles en tres castas.
0:05:10 En torno al maestro había en un primer círculo doce apóstoles,
0:05:15 más una mujer que simbolizaba a la virgen.
0:05:18 Después venía el ejército, que estaba formado nada menos que por tres mil hombres,
0:05:23 quiere decir que estaba teniendo éxito en su prédica.
0:05:27 Por último los simples creyentes, que eran los que participaban en los oficios.
0:05:32 Poco después de esta organización, Tanxelmo declaró algo bastante fuerte.
0:05:39 Un día, quiero decir algo, y dijo que era redondamente Dios, nada menos.
0:05:47 No sé cómo lo van a tomar, pero soy Dios.
0:05:53 No un enviado.
0:05:54 No, no, no, sin ningún enviado, soy Dios. Vine solo.
0:05:59 No mandé a nadie, vine yo. Esta vez vine yo.
0:06:05 Y dijo también que poseía al Espíritu Santo en el mismo grado que Cristo,
0:06:11 y para demostrarlo realizaba unos actos paródicos que se yo.
0:06:16 Y llegó a realizar una especie de esponsales con un estato de la Virgen María,
0:06:21 es decir, algo terrible.
0:06:23 Cuando daba un sermón, se rodeaba de una escolta que directamente lo llevaba en andas.
0:06:30 Así que en vez de subirse a un púlpito, se subía a unos señores.
0:06:36 Y desde arriba de ellos, predicaba.
0:06:41 Tanxelmo disteeró los crucificos originales y puso en lugar de Cristo su propia figura.
0:06:49 Esto era especialmente nojoso porque Tanxelmo era bien distinto al Cristo,
0:06:54 y así aparecieron crucifijos con un señor calvo y rechoncho que no convidaba en absoluto la piedad.
0:07:02 Cuando Tanxelmo tomaba un baño, repartía el agua que usaba para la ablución
0:07:09 para que pudieran utilizarla como medicamento milagroso.
0:07:13 Los partidarios de Tanxelmo eran invitados a donar todos sus bienes al propio Tanxelmo.
0:07:22 Así lo hicieron, de modo que este hombre se enriqueció muchísimo,
0:07:27 pero empezó a olvidar los preceptos del monacato, por lo menos.
0:07:34 Vivía rodeado de una guardia pretoriana, muy lucosamente,
0:07:41 andaba siempre en banquetes más bien orgíásticos,
0:07:44 y cuando alguien se acercaba a él sin ser anunciado, lo hacía matar.
0:07:50 En una oportunidad creyó conveniente que su séquito se reprodujera,
0:07:57 es decir, que nacieran niños que perpetuarán esta secta.
0:08:01 Y entonces ordenó un encuentro marital y general, colectivo, obligatorio y orgíástico.
0:08:10 Para provocar el embarazo simultáneo de todas las mujeres del grupo.
0:08:17 Esas son fiestas y no las que vámonos son.
0:08:25 Está Rolón contando cuentos.
0:08:28 Los que no estaban casados fueron unidos, aunque sea de modo efímero, para aquella noche.
0:08:35 Y parece que la velada fue un éxito.
0:08:39 Buena parte de las damas de la secta quedaron embarazadas.
0:08:42 Pero vino a suceder que los niños que habrían de nacer de aquel encuentro no tendría ya a quién seguir,
0:08:50 porque cuando el poder de Tanchelmo de Amberes fue demasiado para las autoridades clericales,
0:08:56 estas enviaron directamente a un circario para que lo matara.
0:09:00 Así, en el año 1115, un hombre enviado por Enrique V, del Sacro Imperio Romano Germánico,
0:09:08 entró en las filas de la custodia de Tanchelmo y lo mató.
0:09:13 Ningún inconveniente.
0:09:17 ¿Cómo sucede en muchas ocasiones? La muerte del líder debilitó la secta.
0:09:24 Máxime cuando el líder desea ser Dios mismo.
0:09:28 Así que resultaba un poco contradictorio que Dios mismo fuera engañado por nada menos que por un hombre de Enrique V,
0:09:35 que no se había hecho con tanta facilidad.
0:09:38 Pero las autoridades de la Iglesia evitaron hasta el recuerdo, porque hicieron desaparecer todos los objetos que pertenecían a Tanchelmo.
0:09:47 Así que cuando estos chicos que nacieron de aquella noche orgíastica, tenían 7 u 8 años, ya nadie se acordaba de Tanchelmo.
0:09:56 Y este es el otro falso messías que teníamos para nuestro catálogo.
0:10:03 Una cosa, adivine qué es lo que más me sorprendió de todo esto que he contado.
0:10:14 ¿Qué es lo que más me sorprendió?
0:10:16 De todo esto que conté, ¿cuál fue la cosa que me resultó más sorprendente?
0:10:21 Que el tipo se bañara y le partiera la agüita para hacer milagro.
0:10:30 Y que la gente lo creyera además.
0:10:34 Pero hay muchas repartijas así que la gente lo cree.
0:10:38 Sí, pero en este caso el agua de un bañito es raro.
0:10:44 Yo quiero dedicar esta charla a los que lo de Crucifico...
0:10:47 A poco mal.
0:10:48 ...del pelado también.
0:10:50 Yo dedico esta charla a los que tomaron esa agüita.
0:10:55 Por ahí estaban enfermos y se tomaron el agua y empezaron a esperar a ver.
0:11:00 Incluso primero esperaron a que el tipo se enjuagara.
0:11:04 Después se tomaron el agua y empezaron a esperar el milagro y no ocurría.
0:11:08 Yo sentía siempre mal.
0:11:10 Bueno, qué raro porque si uno tiene fe las cosas suceden.
0:11:14 Me dicen a mí, no me acuerdo bien.
0:11:16 Tanchelmo.
0:11:17 El mismo, no haber sido.
0:11:18 No, no, no, eso son cosas que uno oye en la radio.
0:11:21 La fe mueve montañas dice en la radio.
0:11:24 Exactamente, si deseas mucho una cosa, a mí me dijeron...
0:11:29 Te pasa.
0:11:30 Te pasa.
0:11:31 Sí, tenés cuidado dice.
0:11:33 Me pago, yo hay un montón de cosas que deseé mucho y que no se cumplieron nunca.
0:11:40 ¿A usted nunca una cosa que había deseado mucho no se le cumplió?
0:11:44 Y muchas, muchas veces.
0:11:46 Yo casi diría que esa es la historia de mi vida.
0:11:50 Pero no lo dejan solo algo más que desear una cosa que nunca se hace.
0:11:54 Son hombres de poca fe les quiero decir.
0:11:57 De ir a usted desea mal.
0:12:01 Claro, no sé.
0:12:04 No sabe desear y comete algún error en la forma de desear.
0:12:09 ¿Cómo se aprende a desear?
0:12:10 De culpa no.
0:12:11 No sé, hay que leer el libro Ilusiones de Baja.
0:12:15 Que los cansevás te ama.
0:12:20 El tema de la fe está bueno porque si sales por la fe y si no sales porque tuviste poca.
0:12:25 Sí, también te dicen algo.
0:12:27 Hay una falacia parecida con respecto al deseo.
0:12:32 Uno dice pero nada de lo que deseo se cumple.
0:12:36 Y entonces te dice, poniendo cara de piola,
0:12:39 lo que pasa es que vos solo deseas lo que no se cumple.
0:12:43 Objesión, digo yo.
0:12:45 Objesión.
0:12:47 Yo primero deseo.
0:12:49 Y después me fijo a ver si se cumple.
0:12:51 No es que empiezo a desear una vez que no se cumplió.
0:12:56 ¿Cómo puedo empezar a desear algo después que no se cumplió?
0:12:59 Para que algo no se cumpla tiene que haber una formulación.
0:13:03 Tiene que haber un deseo formulado.
0:13:05 Y después notamos que no se cumple.
0:13:07 Entonces no.
0:13:09 Disculpe, pero yo deseo así.
0:13:11 Primero deseo.
0:13:13 Y después te digo, uy, no se cumplió.
0:13:15 Y eso para que ven a dice,
0:13:17 ah, porque ustedes les gustan todas las menas que no le dan bolillas.
0:13:21 Mentira, hay muchas menas que no me dan bolillas y no me gustan.
0:13:28 O sea, ¿qué es primero el deseo o la gallina?
0:13:30 Es primero el huevo.
0:13:33 Segundo el deseo y después la gallina.
0:13:39 O sea, muy bien.
0:13:40 Hemos sido a la discoteca hablar de este asunto
0:13:43 del deseo que se cumple, del que no se cumple,
0:13:47 que se yo que haga mucha fuerza a la noche
0:13:51 para desear.
0:13:54 Y le conté la historia al discotecario.
0:13:58 Principalmente la historia del crucifijo, aquel
0:14:02 en el que estaba tan chelmo.
0:14:06 Sonriendo, ahí agarrado.
0:14:08 Y el tipo me dio el tango cruz de palo
0:14:12 que vamos a escuchar en la versión de Nelly Omar.
0:14:17 Adelante por lo que más quieran.
0:15:11 El saúl se le llora una bebarilla.
0:15:17 El bollero en cada chifrido queda.
0:15:21 ¿Acaso le quiere rezar un bendito?
0:15:25 Junto con las quejas que en don Alzavia.
0:15:29 Dicen los más viejos haciéndose cruces.
0:15:34 Y al pasar de noche por ese lugar.
0:15:38 Oye que se quejan los comias cruces.
0:15:42 De un modo tan fiero que hasta se entemblan.
0:15:48 Las noches malas cuando en queda el viento.
0:15:52 Su vago lamento en el sause tal.
0:15:55 Por la cruz de palo una luz camina.
0:15:58 Me corre que buena por el pastel salvo.
0:16:03 A un día y junto de hace varios años.
0:16:07 Se llegó una mosa juntito a la cruz.
0:16:11 La cabeza en vuelta, el negro fruebozo.
0:16:15 Los ojos llorosos, tristes y sin luz.
0:16:20 Que frío canejo sentía los guardos.
0:16:25 Pues la mosa que ella se le arrodizó.
0:16:29 Lloró cuanto quiso, me subió la tumba.
0:16:33 Le dijo hasta pronto pero no volvió.
0:16:41 El sause le llora una de maría.
0:16:46 El gollero en cada chifillo quedó.
0:16:50 ¿Acaso le quieres rezar un bendito?
0:16:54 Junto con las quejas que en don Alzavia.
0:16:59 Dicen los más viejos haciéndose cruces.
0:17:03 Y al pasar de noche por ese lugar.
0:17:07 Oye que se quejan los niacurguses.
0:17:11 De un modo tan fiero.
0:17:14 O que hasta se temblan.
0:17:22 Nelly Omar en la venganza será terrible.

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