Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de esteofanía de Visancio. Así que vamos a dedicarnos en Constantinople, también llamado Visancio, ya en el año 941.
0:00:11 En ese año nació una niña a la que se llamó Anastasia. Era hija de un tabernero llamado Crátero.
0:00:20 Al parecer era una niña hermosa que los visitantes de la taberna miraron con un aspecto que se transformó en deseo cuando Anastasia creció, como suele ocurrir.
0:00:31 Uno de sus admiradores le propuso al padre que le cambiara el nombre. Empecé a llamar a Anastasia, les llamara Theofanía, para indicar que había sido elegida por Dios.
0:00:44 Y se adoptó entonces ese nombre. Y un día para otro, lo cual debió haber sido, me imagino yo, robada, traumático cuando no molesto.
0:00:54 A partir de mañana, o Anastasia, te llamara Theofanía, o Theofanía.
0:01:01 Cuando cumplió 16 años, Theofanía ya pelaba las naranjas sobre la.
0:01:08 Participó en uno de los concursos de belleza que se celebraban para buscar esposa al emperador o al príncipe.
0:01:16 Hemos hablado esos concursos a los que asistían miles de señoritas.
0:01:24 Algunos emisarios recorrían el imperio, marcaban a las rambas de mejor ver y después la traían una especie de final.
0:01:34 Y me imagino yo, parecería el propio príncipe, pero va a dejar uno que le eleja las novia y el otro.
0:01:40 Pero había una selección que se llamaba, Hicemos a los loros.
0:01:48 Una vez esa selección había una final y venía al príncipe con las manos atrás o con una mano atrás y otra adelante.
0:01:57 No sé en donde venía.
0:01:59 Y venía de paliava y por ella, esta, esta, esta, hasta casi no se quedaba con una.
0:02:06 El caso es que Romano, emperador que era sucesor de contatino séptimo, se enamoró de Theofanía y le propuso casarme alto.
0:02:18 Hay uno de esos concursos.
0:02:20 Theofanía desde luego aceptó, sino para que se había presionado.
0:02:25 ¿Lo único que falta?
0:02:27 Bueno, se casaron.
0:02:30 En un visancio, gracias a esos concursos, una plebella podía casarse tranquilamente con el emperador sin que existiera ningún tipo de problema de cuna.
0:02:39 Un año después Theofanía dio a Luz un hijo, el futuro vacilio segundo.
0:02:45 El que se conoció después con el nombre de Vulgaróctonos, que como todos sabemos quiere decir matador de vulgaros.
0:02:54 Bien, pero después se lo conoció.
0:02:57 Cuando nació todavía, supongo, no habría matado a ningún vulgaro.
0:03:01 Es un requisito indispensable para que aún no le digan vulgaróctonos.
0:03:06 A la muerte del emperador contatino séptimo, Romano subió al trono, tenía 21 años.
0:03:12 Hizo después a Theofanía 10 años.
0:03:16 Lo primero que hizo la mina al ser proclamada al pedatriz fue despojar de cualquier poder a su suegra elena, que según parece no se llevaba bien con ella.
0:03:29 Después echó de la corte a cinco cuneadas, que son las peores.
0:03:34 Incluso las hizo encerrar en varios conventos para que no pudieran conspirar.
0:03:41 Viste la crónica que el emperador Romano, el emperador se llamaba Romano, no era un emperador Romano, se dice era un emperador bizantino.
0:03:50 Pero el emperador bizantino, que es un hombre romano, es como casado, es realmente un sello inconveniente para un emperador bizantino, llamarse Romano o chino.
0:04:05 Bien, el chino romano se dedicaba a la casta y entre cacería y cacería le hizo cuatro hijos a Theofanía.
0:04:17 Una de las últimas partidas de casa parece que fue fatal para el emperador.
0:04:22 Y si igual palacio muy sudoroso se metió en la cama y se murió.
0:04:26 Ya se sabe que cuando uno viene muy sudado de una partida de casa, lo peor que puede hacer es morirse.
0:04:39 Bueno, muchos dicen que la emperadriz había pronunciado la fragilidad de Romano con insistentes embates amorosos.
0:04:49 Entonces, ¿sabe que en aquel tiempo se creía que el demasiado ejercicio enerio provocaba la muerte antes de la felicidad?
0:04:57 Otros dicen que a Romano lo mató su afición al vino.
0:05:02 Y otros dicen que uno de esos vinos estaba emmenenado, es decir, no sabemos cómo murió.
0:05:08 Lo cierto es que Romano estaba muerto, esto es indiscutible.
0:05:12 Theofanía se asustó. Como sus hijos eran menores de edad, se podía dar el caso de que algún general o algún alto dignitario de la corte
0:05:22 hizo un golpe de estado para acceder al poder y alejara del palacio.
0:05:29 Ahora voy a Theofanía y a sus hijos.
0:05:32 Eso no me acuerdo los casos, porque también podían liquidarla o recluirla en un molaceno.
0:05:38 Bueno, fue todo como había hecho ella con las oeras y las cuneadas.
0:05:42 Desesperada entonces Theofanía buscó rápidamente a un hombre, uno que sustituye a ese Romano en el lecho y en el trono.
0:05:52 Y ahí estaba como candidato el general Misefuro Focas, un señor de 51 años, que era moreno, viudo, muy religioso y muy aséctico
0:06:06 hasta el punto de que dormía en el suelo, a polidez de la nación del techo.
0:06:13 Y llevaba siempre un silicio, un especial lápico, para surgirse.
0:06:20 Y por cuando...
0:06:21 Son gustos.
0:06:22 Son gustos.
0:06:23 De cierto, un poco más.
0:06:24 Pero no son miedos.
0:06:26 Bueno, ahí se dormía en el pico duro.
0:06:29 Usted que toma mate con miedos, bueno, esto se surtía con un labio.
0:06:34 Así que déjenlo tranquilo.
0:06:38 Theofanía mandó a llamar a Nisefuro, que se encontraba al mando de un ejército en la frontera norte del Imperio.
0:06:44 El general se presentó velozmente, juamado por el Emperatrío, muy bien, buen día, buen asamble, listo y asamble.
0:06:50 Luego, Theofanía le presentó su plan de casorio y Nisefuro lo aceptó.
0:06:55 Fue una decisión hábil por parte de Theofanía.
0:06:58 Nisefuro era muy querido y aunque no se respetaba la sucesión dinástica, el tipo fue consagrado emperador con el aval de la mayoría de los funcionarios.
0:07:08 Así con aquel casorio, con la consagración, Theofanía se quedaba en el trono.
0:07:13 El matrimonio fue un tanto extraño, porque Nisefuro, en vez de dormir en el lecho con Jugal,
0:07:23 lo hacía en una habitación a partir de luego en el suelo. No había caso, no se podía acostumbrar.
0:07:28 Claro, lo cierto es que el emperador no le daba aval de su esposa y peor aún.
0:07:36 Theofanía se veía cada vez más alejada del poder.
0:07:40 El tipo no solamente no compartía su lecho, sino que no le hacía partícipe de las decisiones de esta.
0:07:46 Un día, en general, Nisefuro había empezado a ser económico en todas las áreas, especialmente en las que le molestaban Theofanía.
0:07:58 Redujó notablemente los lujos de la corte, recortó las excensiones de Biclero,
0:08:05 prohibió la fundación de nuevos monasterios, aumentó los impuestos, resultado de agüentas.
0:08:14 Y la revuelta más importante, la hermosa propia esposa, que, aburrida del punto oeste, ya se había hecho amante de otro tipo,
0:08:23 llamado Juan Simicés. Simicés, un sobrino de Nisefuro.
0:08:31 Las fuentes que escriben a Juan Simicés como petizo, con cabellos rubios rojizos, barba y ojos azules.
0:08:42 Un lindo tipo de obvielo de colorado. Simicés, que era un intrigante, le dijo a que Ophania que Nisefuro planeaba matarla a ella y a todos los hijos
0:08:52 para fundar una nueva dinastía. Teofalia decidió entonces entrar en acción y, mal lugar al expo, yo y matarlo antes.
0:09:00 Le pidió a Simicés que buscar a unos hicarios para litigar a Nisefuro.
0:09:06 Se decidió atacar al emperador durante sus sueños. En la noche indicada, los asesinos, que no estaban al tanto de las costumbres de Nisefuro,
0:09:15 entraron a la habitación imperial y encontraron la cama vacía.
0:09:21 De luego, pensaron que quizá Nisefuro, enterado del altar, que los estaba esperando en alguna otra habitación.
0:09:28 En el momento en que ya se las tomaban, Nisefuro, que estaba durmiendo en el suelo naturalmente, se despertó y pido un grito de insulto.
0:09:38 ¿Qué ha sido usted cuando estaba durmiendo en el suelo y entran los asesinos a matar? Un grito.
0:09:45 Y eso le fue fatal porque al grito de aquí está, los hicarios se precipitaron sobre él y lo cosieron a Pugnalas.
0:09:57 Este es un consejo evidente que surge de esta acción. Cuando uno es emperador y está durmiendo en el suelo y entran los hicarios con bienes,
0:10:07 incluso irse corriendo para meterse abajo a la cama y no empezar a gritar, aquí estoy.
0:10:16 Lo mataron. Teofanía estaba otra vez libre y decidirá casarse con Juan Simichés.
0:10:22 Pero sucedió que el patriarca, con Santinopla, al presentarse Simichés a las puertas de la iglesia para ser condenado a un coronado, emperador,
0:10:32 le prohibió la entrada ante todo el mundo de llevón al cascaro, al trajo, al peticillo y le dijo,
0:10:37 ¿qué te crees con esa barba? Y eso lo hizo.
0:10:42 Simichés decidió cargar con todas las culpas del asesinato a Teofanía.
0:10:49 Cuando vio que no le dejaban entrar, y si usted lo me deja entrar porque se cree que yo matea, ni sepura, no, se lo mató acá Teofanía.
0:10:57 Esta mujer aquí donde la ve dijo el tipo, me ha embrujado con su belleza.
0:11:02 Después dijo que perdidamente enamorado de ella había cometido el crimen.
0:11:06 Es una excusa de cinco pobres, es un peso, ¿no?
0:11:10 El patriarca, sin embargo, aceptó y puso una condición.
0:11:15 Consagraría a Simichés cuando él expulsara y desperlara para siempre la Teofanía, causante de tantos escalos.
0:11:25 Como se ve, una decisión justa.
0:11:29 Juan Simichés acató las condiciones, claro, alguien importado.
0:11:34 Expulsó a Teofanía que quedó encerrada en un monasterio muy alejado de Constantinopra.
0:11:39 Ella tenía entonces 29 años.
0:11:41 Su belleza había alcanzado el apogeo y su temperamento no la llevaba precisamente a la vida monástica.
0:11:49 Así que en cuanto pudo, se escapó del encierro y se presentó otra vez en Constantinopra.
0:11:54 Allí buscó asilo en la Iglesia de Santa Sofrina.
0:11:58 Quizá imaginó que contaría con la ayuda de los corpésaros que le habían rodeado en otros tiempos, pero no fue así.
0:12:05 Nadie le dio ni cinco de bolillas.
0:12:07 Y Simichés, al saber que ella andaba por ahí, encargó a uno de sus hervidores que entrasen de Iglesia e hiciera prisionera Teofanía y asesoridad.
0:12:18 Teofanía pidió ser llevada a presencia de Simichés, esperando como verlo, conseguir su gracia o tal vez convencerlo de que volviera a reunirse con ella.
0:12:29 Pero no le salió.
0:12:31 En general, y me remito a ejemplos viejos, las letras clásicas prefieren que ante la presencia de una mujer o de algún viejo amor
0:12:47 los guerreros aploguen y se tornan piadosos.
0:12:52 Recuerdo a Elena y a Menelau, claro, durante el sitio de trola, Elena que después de todo lo había presionado.
0:13:01 Menelau se había escapado a trola con paris, pero Menelau espada en manos y se ve frente a frente con Elena.
0:13:12 Y Elena le muestra uno de sus pechos. Es una ordinaria manera de solicitar piedad extravenoria y efectiva por otra parte, porque en Menelau, ante la amostración de si es algo conducto, por decirlo así,
0:13:33 dijo, señora, y envainó la espada, lo cual pareció un contraseo.
0:13:44 En este caso no hubo tal exhibición. Cuando Simichés vio a teofanía, su actitud fue distante.
0:13:54 Y ella se enojó. Entonces se lanzó sobre ella los golpes.
0:13:59 Hay que saber. Los guardias se la llevaron, fueron cerradas otra vez, pero esta vez mucho más lejos.
0:14:06 Un rincón de armeña donde permaneció seis años hasta que se murió Simichés.
0:14:12 Usted se volvió, pudo volver con Santinopla, donde ya era Rey su hijo Vasilio, de aquí el primer matrimonio con el finado romano, que se murió al principio de Pacharra.
0:14:26 Díselo con extra que, si bien su poder había desaparecido para siempre, aún conservaba la belleza que le había llevado al trono.
0:14:34 Sin embargo, pasó el resto de su vida viviendo oscuramente en la corte, tan oscuramente que se ignora incluso las fechas en muerte.
0:14:45 Qué triste historia, querido Rolón, de teofanía, ¿cómo son tristes todas las historias?
0:14:54 Todas las historias son tristes porque terminan. La única manera de que una historia no sea triste es suspenderla en un momento de felicidad.
0:15:07 Es decir, que el cuento terminó, pero no terminó. Los cuentos siguen y se envíen.
0:15:14 Y para ti no sé si esta historia había terminado en el casamiento de Teofanía con Romano, hubiéramos dicho,
0:15:21 y se casaron en medio de una gran fiesta, en gran boato y fueron felices.
0:15:29 Pero seguimos esto.
0:15:33 Un final feliz es un oxismo, una contradicción en el arfetivo.
0:15:39 Si hay final, no hay felicidad. La felicidad no admite el final.
0:15:44 Repito, la felicidad no admite el final, salvo el final de una infelicidad, por ejemplo el final de una prisión.
0:15:53 Pero una historia de amor con final ya no es feliz porque el amor tiene, aunque ya finito, apetito de eternidad.
0:16:02 El amor quiere ser eterno. No importa que nos regamos nada más que esta noche y mañana, y si tenemos suerte pasado.
0:16:09 Pero durante esos tres días el amor es eterno.
0:16:15 ¿A quién quiere dedicarse esta charla, Rolón?
0:16:20 A Romano, Alejandro.
0:16:22 Al emperador bizantino que se llamaba Romano.
0:16:26 A ycino Romano.
0:16:27 Ni ya por los problemas que le traía este hombre.
0:16:30 Y que poco porque se va tan rápido esa historia que no tuvo tiempo de hacer demasiadas cosas malas.
0:16:33 No, no remado de los pocos que no hizo daño.
0:16:35 Por el grado, por lo más, un poco la pregución de morirse.
0:16:38 Además seguramente lo cargarían y le dirían,
0:16:40 ¡Cámalo! ¡Cámalo!
0:16:42 Yo se enojaba, que no le gustaba.
0:16:44 No le gustaba que le dijera Romano.
0:16:47 Mi Santino decía.
0:16:53 Y no mentía.
0:16:56 Hemos sido a la discoteca y así nos han dado
0:16:59 un tango que alude a la elección
0:17:03 del Romano
0:17:05 entre un poco centenares o bisambinres postulantes.
0:17:10 Este tango que va a tocar
0:17:13 Héctor Camponi en solo del piano
0:17:16 se llama Issa.
0:17:18 ¿Qué es lo que habrá dicho él cuando señaló
0:17:21 cuando miró cuando se decidió?
0:17:29 No creo que ha lo señalado con el dedo
0:17:34 porque los emperadores
0:17:36 romanos o isantinos
0:17:39 eran sujetos muy educados
0:17:41 y sus madres
0:17:43 decidían con toda seguridad
0:17:46 no se señala con el dedo en el.
0:17:49 Entonces acaso con los ojos
0:17:52 la señaló, también le contó
0:17:55 una amiga
0:17:57 que en Venezuela
0:17:59 señalan con los labios.
0:18:02 ¿Para mí quedan mentiras de esta amiga?
0:18:05 Que quería solamente ella señalar
0:18:08 con los labios para lucirse.
0:18:12 Entonces por ejemplo, disculpeme a Rolo.
0:18:14 No, no por favor.
0:18:16 Pregúntenme, ¿dónde están los santiosos?
0:18:19 ¿Dónde están los santiosos?
0:18:23 Hacen como una especie de trompeo y señalan al lugar.
0:18:26 Me podría indicar el baño.
0:18:31 ¿Dónde la trompe?
0:18:35 Por ahí un poco confuso puede llegar a hacerlo.
0:18:37 ¿No es la que baila una mila de tres o cuatro juntas?
0:18:40 No, no, pero usted no señala.
0:18:43 Usted indica un lugar.
0:18:46 Admito que es amigo.
0:18:48 Y el dedo, el dedo,
0:18:50 se senta en una trayectoria inequíboca.
0:18:52 En la boca no siempre.
0:18:55 Bueno, de todos modos
0:18:57 sea con los labios o con el dedo
0:18:59 el emperador la misiva ella
0:19:01 y el desentículo espectáneo
0:19:03 que toca allá mismo nuestro querido hecho de Campón.
0:19:10 Y no es el mismo.
0:19:12 No es el mismo.
0:19:14 No es el mismo.
0:19:16 No es el mismo.
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