Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de personajes y grupos que se destacaban por tener una capacidad de memorización extraordinaria,
0:00:09 o sea, tipo común de memoria. Atención.
0:00:16 En la antigüena griega, los aeros, algo así como los poetas cantores, realizaban ejercicios nemotécnicos
0:00:24 que consistían en recitar largas listas de nombres de los jefes, o de los dioses, o de los navíos.
0:00:34 Estas listas de nombres inconexos, este procedimiento de repetir palabras inconexión,
0:00:41 servidas según ellos aseguraban para expandir la memoria,
0:00:45 y luego recordar con más facilidad al canto poético que por ser dueño de sentido,
0:00:49 fluía de la memoria con mayor comodidad.
0:00:54 Es decir, aprendían no solo a ver eso, lo que era útil para su profesión,
0:00:58 sino también listas inconexas de palabras y nombres para expandir la memoria.
0:01:04 Se puede hacer eso. Yo jugaba hace mucho a eso, hacía listas de nombres que,
0:01:13 mejor dicho, yo no las hacía, porque las hacía si era uno, que me las hacía repetir,
0:01:18 y después las repetía de atrás para adelante, adelante para atrás, etcétera.
0:01:22 Pero son ejercicios relativamente fáciles de hacer, y me parece que bastante pertinentes,
0:01:32 para que les sea ejercitar la memoria. No me voy a hacer ejercicio.
0:01:36 Pero bueno, esto hacía en los aeros.
0:01:40 Entre algunos poetas antiguos se cita la escroñena de memoria de Simóniles de Seos,
0:01:46 que vivió en el siglo V antes de Cristo. Escribió odas, elejillas, epitafios y epigramas.
0:01:53 Era el cantor de las glorias de Grecia en Maratón, en Salamina y en las termópilas.
0:01:59 Simóniles era amigo de Ana Creonte y de Esquilo, y su rival era Píndaro, nada menos.
0:02:05 Decimos que era su rival porque los poetas se sometían a competencias constantes en aquella época de la historia.
0:02:12 Simóniles fue el que más premios se sacó en los concursos de poesía,
0:02:18 y Píndaro quedó rabiosamente segundo en varias oportunidades.
0:02:24 Simóniles era siempre consultado por su poder de cita por casi todos los poetas.
0:02:30 Cuando no se podía identificar a qué segmento de una obra se refería a alguien,
0:02:36 Simóniles empezaba a un recitado completo de la obra en cuestión,
0:02:42 a la espera de ser detenido en el momento preciso de la cita buscada.
0:02:46 A ver, recíteme Simóniles en Martín Friarro, y ahí empezaba el tipo, eso, eso es lo que decía el don.
0:02:53 Cuentas, y serón, que Simóniles tenía también grandes actitudes
0:02:57 para recordar la ubicación de los asistentes en cualquier poro,
0:03:02 que se acordaba cómo estaban sentados.
0:03:04 En una oportunidad existió un banquete multitudinario de él que se retiró prematuramente.
0:03:10 Poco después, el techo se desmoronó y aplastó a los comensales que habían quedado dentro,
0:03:17 y Simóniles fue convocado para recordar el lugar que cada uno ocupaba
0:03:23 y de ese modo pudo reconocerse a lo finado.
0:03:31 Según Platón, cipias de élida, con oír sólo una vez 50 nombres los recordaba.
0:03:39 Cénica fue capaz de repetir 2.000 palabras en el mismo orden en que acababan de serles pronunciadas.
0:03:46 Se trató de una marca que aumentó hasta ese punto a lo largo de su vida.
0:03:52 Quería decir, un record, el tipo iba recordando cada vez más palabras.
0:03:58 El record de toda su vida fue 2.000 palabras.
0:04:01 Y en sí, incluso, los paró.
0:04:03 Tenga mano, tallador, que voy a repetir las 2.000 palabras que acaba de decir.
0:04:10 Muchas tradiciones apelaban a esos ejercicios de memoria,
0:04:14 porque la escritura podía ser peligrosa.
0:04:16 Los druidas, por ejemplo, la prohibieron, me refiero a la escritura,
0:04:22 ya fuera para impedir la divulgación de sus secretos,
0:04:26 o para que los alumnos no dejaran de valorar su memoria,
0:04:29 que de hecho se necesitaba para pasar los complicados ricos de iniciación.
0:04:35 Hemos dicho alguna vez que los ejercitotes druidas eran reclutados entre los jóvenes
0:04:39 que alcanzaban más alto rango,
0:04:42 incluso entre aquellos que presentaban señales y favores divinos.
0:04:48 Pero antes de alcanzar el título sacerdotal, había que estudiar durante 20 años.
0:04:53 El primero había que ser favorecido por los dioses, pero después había que estudiar la itárea.
0:04:57 Uno de los grados de la iniciación consistía en aprenderse de memoria
0:05:01 las extensas sagas de poesía mitológica.
0:05:04 Pero había cosas peores que esas.
0:05:06 Recuerdas que tenía que pasar la noche en una tabur lleno de agua
0:05:11 y componer, mientras tanto, un canto que viniera a mueblar con letra
0:05:24 una música que le habían dado al meterlo dentro de la tabur.
0:05:28 Si querés, un ejercicio de composición, pero metido dentro de una tabur con agua,
0:05:33 una situación más cómoda para un compositor o para un poeta.
0:05:38 Pero hay más sobre las pruebas de los druidas.
0:05:43 Algunos dicen que la prueba central era morirse y regresar a la vida.
0:05:49 Es una prueba un poco difícil y especialmente nojosa cuando uno no la cumple.
0:05:58 San Agustín tenía una memoria notable, pero admiraba a un condigitulo
0:06:05 que su nombre no da en las confesiones.
0:06:08 Y este condigitulo, según dice San Agustín, probablemente se hubiera olvidado el nombre.
0:06:13 Recitaba a Virgilio de atrás para adelante, con gran menoscabo de su eficacia puética.
0:06:21 Si Ceron recuerda a un muchacho al que todo se le imprimía sobre las tablillas enceradas de la memoria.
0:06:32 Esa era la figura que usaba Cicero.
0:06:35 Algunos creían que memorizar un texto era beneficioso para el cuerpo.
0:06:39 Y citaban como autoridad Antilo, que era un médico romano del siglo II,
0:06:43 que decía que quienes nunca habían aprendido versos de memoria
0:06:49 tardaban en eliminar los fluidos perjudiciales que permanecían en el cuerpo.
0:06:55 Es decir, los demás a la memoria tenían retención de líquidos.
0:07:02 No parece más bien al redés, ¿no?
0:07:04 Que la retención fuera propia de los memoriosos.
0:07:08 Por el contrario, los que no retenían versos retenían el cambio de líquidos y humores perjudiciales.
0:07:15 En cambio, quienes recordaban bien las sentencias poéticas y las decían en cualquier circunstancia
0:07:21 expenían sin problemas todo aquello que al cuerpo les obrace.
0:07:26 Entre los poetas más cercanos, escansen el tiempo,
0:07:31 cuentan que Jean Racine tenía una memoria proyeciosa.
0:07:35 En 1658, Racine, que tenía por entonces 18 años,
0:07:40 estudiaba en la Vallea de Porro Ayal bajo la mirada vigilante de los monjes y pernenses.
0:07:47 Y un día descubrió un libro antiguo griego, que era
0:07:52 Las historias etiópicas de Teaz en esiclaricera.
0:07:55 Racine se fue al bosque con el libro y había empezado a leerlo
0:08:01 cuando lo sorprendió un sacristán que se lo arrebató y lo quemó al libro naturalmente.
0:08:08 Foco después, Racine consiguió un segundo ejemplar, que fue también descubierto y quemado.
0:08:14 Eso lo animó a adquirir un tercer ejemplar y a prensárselo de memoria.
0:08:18 Y a continuación, entregó el libro a aquel sacristán intransigente
0:08:22 y le dijo con todo desgrenque que se podía quemarlo.
0:08:26 Ella fue a por miedo o por pasión. Racine sostuvo esa costumbre
0:08:31 y se aprendió de memoria cada libro que le dio en aquella Vallea.
0:08:34 Y tal por miedo a que se lo quemaran.
0:08:36 Del mismo modo que Simónia y de Seos, Racine era permanecemente consultado
0:08:42 por su literalidad para el verso menos transitado de cualquier obra.
0:08:49 Si tenemos a Petrarca, si puso estas palabras en boca de San Agustín
0:08:54 en un diálogo imaginario, siempre que leas un libro y te tropieces
0:08:58 con cualquier frase maravillosa que te vereite,
0:09:00 fuertes a aprender la memoria de manera que cuando se presente
0:09:03 un motivo grave de aflicción tengas el remedio preparado
0:09:06 como si los de obra se escritó en la mente.
0:09:10 Esto pone con toda dificultad en boca de San Agustín Petrarca.
0:09:16 Poner este inciso en boca de alguien implica una apertura vocal muy considerable.
0:09:26 Terminamos con un caso contrario, el de la desmemoria.
0:09:30 Comentado por César, para el caso de los cobres Struelbruch
0:09:35 que había encontrado allá en sus viajes.
0:09:39 El capitán Uri Gódega.
0:09:42 Se trataba de aquellos inmortales que se conducían como mortales
0:09:46 hasta los 30 años y luego gradualmente iban tornándose melancólicos
0:09:51 y abatidos hasta llegar a los 80.
0:09:54 Cuando llegaban esas edades no solo tenían todas las flasquistas,
0:09:57 la vez es sino muchas más nacidas de la perspectiva de no morir nunca.
0:10:03 Los Struelbruch no podían divertirse leyendo
0:10:07 ya que la memoria no les permitía ir desde el principio hasta el final de una frase.
0:10:11 A cada paso, a cada paso lector, olvidaban la palabra precedente.
0:10:19 Y después el pobrefunes, ¿no?
0:10:21 En el abarrotado mundo de funes que lo recordaba todo.
0:10:25 No había sino detalles.
0:10:28 El recuerdo minucioso lo inhabilitaba para cualquier actividad.
0:10:33 El menos importante de sus recuerdos era más minucioso y más vivo
0:10:37 que nuestra percepción de un goce físico o de un tormento físico.
0:10:42 Hice el autor que no era otro de vosotros.
0:10:46 Hemos ido a la discoteca en busca de canciones relacionadas con la memoria.
0:10:54 ¿Usted quiere dedicar este catálogo de memoriosos a alguien?
0:11:00 A todos sí, Alejandro, que dan una buena preunza de algo que en ese momento no la tíden.
0:11:04 Le dio que era cada vez que está como un conte.
0:11:07 No sé si es la técnica pedagógica que se excluye en la memoria.
0:11:11 ¿Qué quiere que estuvo?
0:11:13 ¿Qué ha sido tan importante para estudiar bien?
0:11:16 No somos mucho más que la memoria.
0:11:21 A todos los que han desarrollado esta técnica, ¿no?
0:11:24 También hay una memoria que es casi, diríamos, moral o inmoral.
0:11:32 Es decir, no olvidar todo, especialmente aquello que nos compromete.
0:11:36 O aquello que nos sitúa en la condición deludora.
0:11:42 Entonces, si os olvidé todo esto.
0:11:45 Ya estaré.
0:11:47 Y yo también prefiero a los memoriosos, prefiero a los que tienen.
0:11:53 La memoria sirve también como hilo del collar de esos numerosos seres que somos.
0:12:05 ¿Qué es lo que permite afirmar que un chico que estaba anotado hace muchísimos años
0:12:11 en la escuela número 38 de caseros era este mismo que está hablando con usted?
0:12:18 Si clase de seguridad podemos tener acerca de esa identidad.
0:12:23 El hilo del collar es la memoria.
0:12:26 El hilo del collar.
0:12:28 Pero también es cierto que la memoria puede ser falsa, puede fallar.
0:12:34 Y a lo mejor los hilos de nosotros que ya están anudados.
0:12:40 Y somos, tenemos las cuentas recordar,
0:12:44 recorriendo y los diferentes que nosotros nos parecen que se quieren.
0:12:48 Y con el mes.
0:12:50 En si no hay ninguna seguridad de que seamos los que subimos aquí hacia allá.
0:12:55 No hay ninguna seguridad.
0:12:57 Y hay una continuidad jurídica,
0:13:02 indefensable para que la vida no se convierta en un continuo litigio.
0:13:08 Se supone que la persona que hace 10 años vive en un determinado domicilio es la misma.
0:13:16 Es la misma.
0:13:18 Si presenta un afecto más o menos parecido, se supone que la misma.
0:13:23 A lo mejor no.
0:13:25 Pero no hay ninguna seguridad de que yo sea el mismo que estuvo acá ayer
0:13:32 o que usted conoció hace algunos años o que, etc.
0:13:37 No lo sé, por ahí sí, por ahí no.
0:13:40 Por ahí en algún momento se acudió un salto.
0:13:43 O sea, no se lo había decidido.
0:13:45 Otros, quién no sé, no lo podría decir.
0:13:51 Pero he visto eso, sabes.
0:13:54 ¿Habéis encontrado con compañeros del colegio que usted curaría no haber visto jamás?
0:14:05 Ah, de ni siquiera sé de este compañero del colegio.
0:14:08 Yo podría ser mi padre.
0:14:15 Bueno, hemos ido a la discoteca a pedir discos de memoria.
0:14:19 Porque el mejor discos de memoria que tenemos ya hemos olvidado.
0:14:25 Y me lo sé, rápidamente, porque se trata de la extraordinaria interpretación de Charles.
0:14:30 Directango, Olvira.
0:14:49 No tendría ni la fuerza de vivir.
0:14:54 Pero yo creo que hay soledad, ni arreglino sin procesar
0:15:02 en lo cura para vano del honor,
0:15:06 en lo sondo ya se ha perdido el melo.
0:15:10 Sin placer más, sin un reto, voy solo con mi caldión.
0:15:18 Nadie pregunta, no me hachino en el pasado,
0:15:21 si fui rico, si fui honrado, si hubo cedas en mis cunas.
0:15:26 A nadie importa el riesgo de lo que veo,
0:15:29 ni si hay algo que me acerda, no es pregunta cuántos cegos.
0:15:34 Miren los cerapos que llegan mi pobreza de hoy.
0:15:38 Tiene esos cerapos de la gente cuántos vales y quién soy.
0:15:42 Pero no importa para mí que lo divido.
0:15:45 No sé todo lo que sigo, lo que nunca más crees.
0:15:50 Es por eso que mi boca no dirá
0:15:55 el secreto de un pasado ser feliz.
0:16:00 Vuy, gran señor, prego en un día que a veces
0:16:05 me niega el paro y en lo cura se hará el dolor
0:16:12 de los hombres que ha perdido el melo.
0:16:16 Sin placer más, sin un reto, voy solo con mi caldión.
0:16:26 Nadie pregunta, no me hachino en el pasado,
0:16:29 si fui rico, si fui honrado, si hubo cedas en mis cunas.
0:16:34 A nadie importa el riesgo de lo que veo,
0:16:37 si alguno tenía cegos me pregunta cuántos cegos.
0:16:42 Miren los cerapos que llegan mi pobreza de hoy.
0:16:46 Tiene esos cerapos de la gente cuántos vales y quién soy.
0:16:51 Pero no importa para mí que lo divido.
0:16:56 No sé todo lo que sigo, lo que nunca más crees.
0:17:07 Ha cantado Charlo de Rubinstein y Amadori Olvivo.
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