Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de un amor oculto de María Antonieta.
0:00:06 Atención, porque no hace mucho.
0:00:10 Al menos deja esto, que si bien no de estos episodios.
0:00:14 Vamos a obligarnos en Francia en el año 1775.
0:00:19 Por esos tiempos, el rey era el 16 y su esposa la reina María Antonieta.
0:00:25 Con cada mos, lo hace mucho, no hace unos días atrás,
0:00:30 que aunque Luis mostraba la regla, solicitud e interés,
0:00:36 andaba un poco flojo de habilidad
0:00:41 y no podía satisfacer las exigencias amatorias de su esposa.
0:00:47 Pareció una enfermedad.
0:00:49 La pobre María Antonieta, después de cuatro años, más trimólogo.
0:00:55 Prácticamente no consumaba.
0:00:57 Empezaba a empacientarse como cualquier, imagínense.
0:01:01 Se sale con un señor durante cuatro años
0:01:05 y el tipo no damos esperas, se lujuria.
0:01:11 Una se pone mal.
0:01:14 Cuanto más uno se ha casado con el tipo y si una es la regla de Francia,
0:01:22 vemos que tiene hasta la obligación de dejar su sesión.
0:01:26 Hace tiempo contamos la naturaleza de los problemas que el rey tenía en las zonas generales fríces.
0:01:34 María Teresa de Austria, la madre de María Antonieta, estaba preocupada naturalmente
0:01:40 y se preguntaba si su serno conseguiría algún día ejecutar sus bebés con su naturaleza,
0:01:44 con regularidad.
0:01:47 O sea, ¿acá soviendo?
0:01:50 Solía escribir a Bresalles e indagaba, según sus palabras, si la cosa estaba lista.
0:01:56 Y María Antonieta le respondió en el 1775 con la siguiente carta.
0:02:02 Respecto a la importancia de madre, no puedo y me duele dar la menor noticia.
0:02:08 Juro que la indolencia no es culpa ni la madre.
0:02:12 Ciertamente la indolencia no era suya.
0:02:14 Todo su ser reclamaba ser homenajeado.
0:02:19 Se turbaba de escuchar los violines.
0:02:22 Seguía atentamente con la mirada a los capitales que paseaban por los jardines de Bresalles.
0:02:29 Se acosaba suspirando y se levantaba con el cuerpo devorado por un frenecido moníglico.
0:02:38 En una palabra.
0:02:42 Todo el mundo estaba de corriente de las imposibilidades del rey.
0:02:49 Se comentaba, con la corte, como en el pueblo,
0:02:53 que era un tema de conversación tan habitual como la limpia o el buen tiempo.
0:02:58 Los temberos, al cerrar sus comercios, se han lado a sus colegas diciendo,
0:03:03 ¡esperé porque, tal vez, el rey fuera!
0:03:07 Desde ya, en el techo de las vallanas, corría por el palacio, la misma noticia.
0:03:13 Luis no había podido.
0:03:16 En un garito de lo que más tarde fue la rile Sendéní, se hacían apuestas.
0:03:24 El lugar se llamaba le Marecá, el panzano.
0:03:29 Ahí los asistentes creaban los resultados.
0:03:33 Se hacían apuestas.
0:03:35 Al amanecer llegaba un paquete de Bresalles que sabía lo que había pasado
0:03:41 y contaba lo que había espiado o lo que había escuchado.
0:03:45 Algunos apostaban por la consumación
0:03:49 cuando corría el rumor de que Luis había sido alimentado con alguna comida prodigieca y así.
0:03:56 En Francia, los reyes jocodados a las mujeres y a los deleitos del lecho
0:04:01 gozaban, como hemos dicho, creo que ayer, de poco fervor popular.
0:04:06 Los franceses conservaban el recuerdo trascico primero de la Enrique IV,
0:04:11 de Luis XV que habían sido verdaderos degenerados.
0:04:17 Al casto, Luis XVI, empezaron a inventarle canciones.
0:04:24 Decía Michel que la gente le perdió el respeto
0:04:29 y que el pobre Luis al conocer esa de la letra, de las llenas canciones,
0:04:34 ya que la música no decía nada desde luego, se amargaba profundamente.
0:04:39 María Antonieta, después de cuatro años de castidad,
0:04:43 empezó a diversirse un poco con un muchacho de la córpia.
0:04:48 Iba todos los bailongos, se disfrazaba y se entregaba algunas libertades.
0:04:55 Una noche, en un baile de mágicas, se le acercó un tipo y le dijo,
0:05:00 fuimos siendo indignación.
0:05:02 Se asesé aquí para que está como de mascarita.
0:05:06 Se veían estar a culpa de vuestro marido que ya estaba doriendo.
0:05:11 La reina, en lugar de deshanderse, bajó la cabeza conriendo.
0:05:15 Los cortesanos vieron como horror que ya le acercaba demasiado la cara.
0:05:21 Por fin, el mascarado besó la mano de la soberanista, le jodó bailotea.
0:05:28 Y aquí el hombre era un famoso sedutor que aparece cada tanto en nuestras crónicas.
0:05:34 Se trataba de un actor que su nombre siempre producía,
0:05:38 algún murmur de consternación.
0:05:41 Se veían, era mucho sedutor, se llamaba Klauswa de Kulastron.
0:05:52 Muchos dijeron que fue amante de la reina, pero no existieron pruebas para corroborarlo.
0:06:03 El caso que María Antonieta continuó con las impudencias.
0:06:08 Una amiga de la reina, la señora del Políniac, tenía un salón que ofrecía graves peligros.
0:06:14 Los caballeros más elegantes lo preguntaba.
0:06:17 Uno de ellos era el duque de Juaní, que se enamoró perdidamente de María Antonieta.
0:06:23 Este duque, el olcronista, era un amable caballero de una figura dulce modales,
0:06:28 semblantes a sí factorial y lo más importante, enorme angacia.
0:06:33 El duque sabía de las dificultades de la reina y decidió actuar.
0:06:39 Le invitó a paseos por bosquecillos retirados, le contaba historias de tono galante,
0:06:46 por ejemplo, ¿qué le dijo una mano a la otra?
0:06:54 Y cuando Juan con hay pesilados junto a otros cortesanos,
0:07:00 el duque adulaba exageradamente la suerte de María Antonieta.
0:07:05 Por ejemplo, le diría, ¿qué suerte supe que está?
0:07:11 No he visto, semejante suerte en todo mi sal.
0:07:17 Pero María Antonieta no se entregaba.
0:07:20 En 1777 Luis, que percibió algunos movimientos ofreciosos,
0:07:25 decidió operarse de la zona que le iba a perilles.
0:07:30 Y todo salió bien.
0:07:32 Y así fue que el rey de Francia, no bien los médicos lo autorizaron,
0:07:36 fue a buscar a su esposa.
0:07:38 Así a siete años que la podré dormir sola.
0:07:43 Después de que le encuentro al día siguiente por la mañana,
0:07:47 la reina salió de su aposento a paso gimnástico
0:07:52 con una feliz expresión en su semblance.
0:07:55 Atravesó los salones y fue a visitar una amiga,
0:08:00 la señora de Campan, y le dijo,
0:08:02 Ya estoy reina de Francia.
0:08:07 Aconcejo las damas y como código con las amigas,
0:08:11 cuando salgan con un señor y la amiga le pregunten los resultados
0:08:16 de aquella entrevista le contesten,
0:08:19 Ya estoy reina de Francia.
0:08:30 Tras aquel suceso tan esperado sucedió a lo extraño.
0:08:34 Según parece, este nuevo menester
0:08:37 que el rey posibilitó después tantos años,
0:08:40 fue contraproducente.
0:08:42 La reina, tras otorgar primeramente sus favores a Luis
0:08:46 y romper con la espera eterna de aquel protocolo,
0:08:49 aceptó convertirse en amante el duque de Juan Mírez
0:08:52 y que le encontraba historias en el mundo.
0:08:55 Y esos amoríos tuvieron consecuencias
0:08:58 acerca de las cuales se duda hasta el presente.
0:09:01 Hubo un baile en el que la reina se disfrazó
0:09:04 con un dominogris.
0:09:07 Era un traje con capa y capucha ancha
0:09:09 que le imprevía que se le viera el rojo,
0:09:11 pero junto a eso estaban varias muchachas de su secuito
0:09:14 que se habían despedido.
0:09:16 Así que Mercedes de Lisbon, María Antoineta
0:09:19 que lo disimulaba entre sus compañeras,
0:09:22 por ahí se hizo repeluz en el sentío,
0:09:26 se pudo por una escalera y parece que ahí estaba el duque de Juan Mírez.
0:09:31 Un rato después, inquietos todos, empezó a buscar a la reina.
0:09:35 Le encontraron saliendo al galopo de un palco
0:09:38 tan agitada que casi se desmayan unas escaleras.
0:09:42 Y poco más tarde apareció el duque.
0:09:44 El duque estaba disfrazado de árbol
0:09:47 y según parece tenía el aspecto de haber sufrido
0:09:52 los embates de 100 de miadores.
0:09:55 ¡Qué lindo el disfrazarse de árbol!
0:10:00 Un par de veces después, en junio de 1770,
0:10:05 y yo la reina no, yo que estaba embarazada.
0:10:08 Y muchos creyeron que era el duque de Juan Mírez.
0:10:11 En diciembre de 1978, nación Versalles,
0:10:14 María Teresa Carlota, llamada Marán Roayal.
0:10:18 El día del autismo ocurrió un incidente
0:10:22 que certificó las creencias que circulaban en la corte al del texto.
0:10:26 El padrino que era el rey de España con los terceros
0:10:29 eligió al col de Provenza, que era el hermano menor de Luis XVI,
0:10:33 entre paréntesis el futuro Luis I.
0:10:36 para que no representara.
0:10:38 Ahora bien, el duque de Provenza, el conde de Provenza,
0:10:41 el hermano de Reyes Cuneado, odiaba a María Antonio,
0:10:44 y la quería que él pasara un paseo.
0:10:47 Y en el transcurso de la ceremonia,
0:10:50 el obispo preguntó por el nombre de la prensa.
0:10:53 Señor, dijo el Cuneado,
0:10:56 el ritual precibe preguntar a este,
0:10:59 ¿codo los nombres del padre y la madre del niño?
0:11:02 Y fue ahí entre los nombres.
0:11:04 El obispo, angustiado, respondió que esa pregunta
0:11:06 estaba fuera de todos usos,
0:11:08 puesto que nadie ignoraba que Madad Royal
0:11:11 era hija de Luis XVI y la reina de Francia.
0:11:14 Y entre el público hasta que no hay una sacacada.
0:11:17 La ceremonia terminó rápido, pero la duda continuó por los hijos.
0:11:23 Después de aquella ceremonia, María Antonieta le rogó al duque del cuaní
0:11:27 que se la tomó.
0:11:30 Se la tomó del acorde, el duque,
0:11:33 y se fue...
0:11:35 No sé si todas las palabras se han hablado.
0:11:37 Poco más tarde apareció otro hombre que vino enamorada, María Antonieta.
0:11:40 Era un sueco llamado Axel Persons,
0:11:43 del cual ya hemos hablado, pero es otra historia.
0:11:47 La de hoy, la de cuaní,
0:11:49 termina después el bautismo
0:11:52 de la pequeña Madad Royal
0:11:56 y del rage violento del duque del cuaní de la corte.
0:12:00 Tampoco se sabe si alguna vez volvió a encontrarse con aquel acorde
0:12:03 que hemos hablado algunas veces.
0:12:05 Ranzo a de Pulasó.
0:12:09 ¿A quién dedicar esta historia?
0:12:15 ¿Se larga se espera y una dama desesperada?
0:12:18 ¿Aquí en su marido no hubo menajía,
0:12:21 en virtud de alguna cierta enfermedad en la zona que era alperia?
0:12:25 Bueno, en primer lugar, Alejandro, al pobre Luis,
0:12:29 y si se ayudamos, sería una privada,
0:12:33 de modo demasiado público,
0:12:35 y se pareció una enfermedad.
0:12:37 Claro, como tanto.
0:12:39 Después, a este autor,
0:12:43 a los cuyos apellidos están descuso.
0:12:48 Están descuso.
0:12:49 ¿Como apellido?
0:12:51 ¿Y como desminación?
0:12:55 Me cazó el pan.
0:12:57 No se usa, no se usa.
0:12:59 Y después, Alejandro, a los aposadores que pegaron el batacazo,
0:13:03 ¿cuánto habrá pagado?
0:13:05 20 a 1.
0:13:07 ¿Está bien, si va a dar?
0:13:11 Ya soy reina de Prashe.
0:13:14 Es disculpón.
0:13:16 Y al duque del cuaní que se disfrazaba de árbol,
0:13:19 se fue de la pared.
0:13:21 La María Antoinista también es el pobre porque se nota a mi, todo.
0:13:27 Siempre a alguien.
0:13:29 Qué vida, ¿eh?
0:13:31 Eso se llama haber elegido el marido equivocado.
0:13:35 Me vas recordando como terminó la pobre María Antoinista.
0:13:39 Bueno, hemos buscado un disco adecuado
0:13:43 para ilustrar esta larga espera de María Antoinista,
0:13:48 y vemos el tango que se llama, háganme el favor.
0:13:55 Palabra así probablemente es la reina,
0:13:58 repetía ante el rey, ante sus amistades de artesia.
0:14:02 La versión es la clásica de Don Carlos Amén.
0:14:19 Fasiando, te voy a estar volviendo
0:14:23 en la espalda por estas palabras bien
0:14:27 Podrán ser María pero no creo
0:14:31 a mí me parece que no estoy tan mal
0:14:35 pa' que vea que tal es lo que te fue todo
0:14:39 Fasiando, estoy en la caza de mujeres
0:14:43 a entabar a bien, a todo, pero a mi modo
0:14:46 le gustó tu asunto a la roja.
0:14:51 Te crees que hay mierda
0:14:56 que con un agravado sol estará rujido
0:15:04 Me desesperas
0:15:08 y con luz a sube
0:15:12 un punto de guapo
0:15:16 te crees que te agarra
0:15:20 sin así cantar
0:15:22 por estas razones me verás reino
0:15:26 porque francamente no le doy valor
0:15:30 si no lo hago a tu amor, amor, del torrelo
0:15:34 por la joyera, María, me el favor
0:15:38 de tener tu sola fe la celueta
0:15:41 y por amor propio y por los cultores
0:15:44 siempre tengo varias como de reservas
0:15:48 sin algo, y la palga de las velas que te doy
0:15:53 y de nada vale
0:15:57 que mostrará en tu amena
0:16:01 frente a los perjudicios
0:16:05 de la solidad
0:16:09 verliar por mujeres
0:16:13 cuando te coloreas
0:16:17 es gastar el coraje
0:16:21 y perder el moral
0:16:23 por estas razones me verás reino
0:16:27 porque francamente no le doy valor
0:16:31 si no lo hago a tu amor, amor, del torrelo
0:16:34 por una pollaza, María, me el favor
0:16:38 de tener tu sola fe la celueta
0:16:42 y por amor propio y por los cultores
0:16:46 siempre tengo varias como de reservas
0:16:49 sin algo, y la palga de las velas que te doy
0:16:58 En la venga de Será Terrible
0:17:00 hemos escuchado a Carlos Gáner
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