Transcripción automática
0:00:00 accediendo a gentiles pedidos, como casi nunca en realidad, vamos a repetir una charla,
0:00:07 que es la que se llama el error de Max von Pettenkofer.
0:00:16 diremos que se trataba de un científico alemán que una vez se equivocó,
0:00:21 y ese error lo amargo profundamente y lo volvió loco.
0:00:25 Max von Pettenkofer era bárbaro, no bárbaro, bárbaro, de babaria, había nacido en Munich,
0:00:31 en Murphan, en 1618, lo crió un tío que era boticario de la corona.
0:00:39 Este tío lo bajaba con regularidad, y se todos los días le daba una viada.
0:00:45 Max huidó de su lado y más tarde entró en una compañía de cómicos, fue actor durante varios años,
0:00:53 y bastante famoso, se acortó el apellido al principio y al final, y se hacía llamar TENKOF.
0:01:00 Llegó a actuar para el rey de Prussia, Flerico Guillermo IV,
0:01:04 pero no le bró mucho su pasión por el teatro, volvió a Munich y estudió medicina y tímica,
0:01:11 y fue famoso por algunos descubrimientos.
0:01:13 Curiosamente volvió a sorprender al rey de Prussia, pero esta vez en otros asuntos.
0:01:18 Pettenkoff ha consiguió fabricar un cristal púrpura que el rey buscaba de mi hacía tiempo.
0:01:24 También logró una mejor combustión, quedaba mayor luminosidad, con lo que se llamó gas de madera,
0:01:31 y de esa forma se iluminaron las primeras estaciones en Flerico Guillermo.
0:01:36 Después se ganó el favor total de Prussia cuando le evolucionó el siguiente problema.
0:01:43 Parece que el rey ordenó que se anunara el aire de su palacio.
0:01:50 Algo pasa, mi querido Max le dijo al rey, con el aire de este palacio.
0:01:56 El rey decía que vivía seco y que la saliva se había unsentado de su cuerpo,
0:02:02 por lo cual le provocaba innumerables problemas con la correspondencia.
0:02:07 Pettenkoffer investigó galerinas, habitaciones con chimenea, sin chimenea,
0:02:12 descubrió que la casa real parecía una espantosa corriente de aire y cambios violentos de temperatura.
0:02:20 Y descubrió también que esto se debilidad al distinto nivel de humedad de los mubros.
0:02:25 Atención a aquellas personas que tengan el mismo problema que el rey de Prussia,
0:02:29 a saber si les acaba la saliva y tener que ver con la misma forma que el rey de Prussia.
0:02:36 Y que tengan vientos secos en la casa, porque las paredes tienen distinta humedad y distinta temperatura patrola.
0:02:44 Y porque las zonas más húmedas del palacio impedían las corrientes de aire,
0:02:48 que corrieron violentamente por las partes más cercas, como todo el mundo sabe.
0:02:52 Yo me cascae una otra vez.
0:02:55 El caso es que Pettenkoffer hizo unas refacciones y el rey volvió a tener saliva,
0:03:00 volvió a tener saliva entre las refacciones de Pettenkoffer
0:03:04 y la aparición de unos altilones que chupaba el limón en la vecindad del monarca la salió a retorno a la pausa regales.
0:03:14 Pettenkoffer obtuvo medallas y fue un hombrado investigador del cámara.
0:03:19 En el año 1854 apareció una epidemia de cólera mónice.
0:03:25 Pettenkoffer se enfermó. Pudo curarse.
0:03:29 Si había casado con una muchacha llamada Elena, la hija que tuvieron se llamaba Ana, también se formó y también se curó.
0:03:39 Pero la criada de la casa murió. Digo todo esto para introducir a Pettenkoffer investigando las causas de aquella enfermedad del cólera.
0:03:50 Recorrió todos los barrios de Vavíera, los palacios, los hospitales, las casas pobres, clasificó ropas, observó camas, observó el suelo,
0:03:59 sobre que se levantaba las casas donde había enfermo y escribió un informe.
0:04:05 Y en ese informe determinó que el cólera no se transmitía de hombre a hombre ni por las ropas ni por los cacharros ni por el agua.
0:04:12 Aseguro que los gérmenes se desarrollaban en suelos húmedos porosos o sucios.
0:04:19 Y llegó a decir que el cultivo del vacilo del cólera fuera del suelo no perjudicaba a nadie.
0:04:27 Tenía que entrar en contacto con suelos húmedos y putres pactos, con perdón de la expresión, para que se destonara toda la virulencia de este repugnante batrachio.
0:04:40 Con ese informe Pettenkoffer decía que en tanto no contagiaban debían suspenderse las cuarentenas o el encierro de los enfermos.
0:04:50 Ya que te contagiaba por decir el suelo podreguido.
0:04:55 Y al mismo tiempo sugiría que se examinara los suelos, que se limpiara las calles y el rey, lo que peor hizo caso.
0:05:02 Y Pettenkoffer se convirtió en eligenista del rey, el propio Ismar, el Canciller de Guerro y otro reciclo.
0:05:10 Pettenkoffer desarrolló entonces unos trabajos de ingeniería para curar suelos.
0:05:17 Diseñó un complejo de cloacas que desembocaban todas en el río Ismar.
0:05:22 Para eso tuvo que pelearse con los basureros, que de así a sí los transportaban los de pereo y se los tiraban en unos terrenos.
0:05:29 Pettenkoffer decía que el río se purificaba a sí mismo, mercen de la vegetación y a la corriente.
0:05:36 Dice con esta que Múnich se convirtió en la ciudad más linda de Europa.
0:05:41 Pero había un cruzano que se opuso a Pettenkoffer y lo destruyó.
0:05:45 Era Robert Koch, que por entonces había descubierto el vacilo de la Chuelculose y era más famoso que nadie.
0:05:53 Koch había estado en la India, donde el Koch era así a desastre.
0:05:59 Había investigado la fuente de agua en Calcutta y llegó a la conclusión de que nada tenía que ver el suelo con la propagación de la enfermedad.
0:06:07 El Koch era así, dijo un día, en el agua, por más lento y deportable que pareciera.
0:06:14 Solo con la que cada mínima de los permisos humanos a las corrientes podría sobrevenir la epidemia.
0:06:20 También el contacto bucal con el sudor de una víctima podría transmitir la valla.
0:06:29 Pettenkoffer, como decimos, insistía en que el problema estaba en el suelo.
0:06:34 Dice que el agua no hacía nada.
0:06:38 Hubo fuerte debate en Berlín entre Koch y Pettenkoffer.
0:06:42 Y Pettenkoffer no convenció a nadie.
0:06:45 Se volvió enojado a su laboratorio de muniz, que se llamaba El Palacio de la Hipótesis,
0:06:51 y empezó a investigar para jorobar a Koch, para refutarlo.
0:06:56 Cultivó, vibró en el Koch, era en tierra, para demostrar que allí se alteraban, se multiplicaban,
0:07:02 y que luego el viento esparcía los esporos.
0:07:06 El error.
0:07:08 Un aslante llamado Emmerich le dijo que sucedía exactamente lo contrario.
0:07:13 El suelo absorbía y destruía los vacilos.
0:07:16 Jamás se difundían con el polvo.
0:07:18 Pettenkoffer quedó atormentado.
0:07:21 A los pocos días en el hamburgo donde él mismo había diseñado un sistema de cantarillas,
0:07:26 apareció el cólera.
0:07:28 La gente se atenía a las reglas de Koch.
0:07:30 Bebían aguerbillas, se lavaban las manos.
0:07:32 Pero Pettenkoffer no se convenció.
0:07:36 Para demostrar finalmente que los vacilos tenían que estar en el suelo para producir el cólera,
0:07:40 hizo algo increíble.
0:07:42 Se hizo enviar de Berlín un cultivo de vacilos reproducidos en laboratorio.
0:07:51 Cuando se fue fuera del suelo, llamó a discípulos del Koch,
0:07:55 y delante de varios festivos se tragó el cultivo.
0:07:59 Ahora van a ver que esto no me hace nada,
0:08:02 porque para que me haga algo así lo tiene que pasar por el suelo.
0:08:07 Antes se había tragado el cultivo.
0:08:10 Por ahí se lo tragó después.
0:08:12 Sí, sería teatralmente más eficaz.
0:08:15 Hacer primero el Parlamento y después tragarse el cultivo.
0:08:20 Siempre quedan el público la sensación de que por ahí no se lo tragan.
0:08:24 Entonces el tipo de discurso sea.
0:08:26 Ahora venán y etcétera, ¿no?
0:08:28 Con el cultivo la mano no se lo tragan.
0:08:30 Pues si no tragan el discurso posterior,
0:08:34 queda tan palidecido por la ingesta del librón.
0:08:40 Así que ya saben, atención a los actores y pues testa.
0:08:44 Por alguna razón, tienen que representar esta escena
0:08:48 donde Pepe en Coja se traga el librón del cholera.
0:08:54 Es preferible que primero abre y después se lo trague,
0:08:56 aunque históricamente haya eso, ¿verdad?
0:09:02 Muy bien, por un breve tiempo crees lo que había triunfado.
0:09:06 Koch y sus ayudantes quedaron impresionados,
0:09:08 porque no le agarraba el cholera al tiempo.
0:09:11 Entonces tenían miedo que cayeran la teoría bacteriana
0:09:15 que habían desarrollado,
0:09:17 pero muy poco de fe, Pepe en Coja enfermó del cholera.
0:09:23 Y Koch demostró que tenía razón.
0:09:27 Ahora, John Pepe en Coja no murió de cholera.
0:09:31 Apenas dos horas después de reconocer su diagnóstico,
0:09:36 se pegó un tiro.
0:09:38 Tenía 83 años de edad.
0:09:44 Así que es una historia fuerte.
0:09:47 Atención a los puestistas que están.
0:09:50 Las creían que era una comedia y no.
0:09:56 Si quiere enseñarnos esto,
0:09:59 en lo primero que el cholera sí se transmite por el agua.
0:10:04 Esa es la enseñanza que queríamos divulgar.
0:10:07 Si usted es un poco más complejo de su insigión inicial,
0:10:12 podríamos decir que comiene mantener cierta humildad en las comisiones.
0:10:19 Porque podría ser que el vibrón que nosotros consideramos
0:10:27 inocuo sea mortal.
0:10:30 Y que los procedimientos que nosotros consideramos indicados
0:10:35 para la salvación de la humanidad
0:10:37 sean perfectamente inúteos.
0:10:40 Así que es preferible mantener una prudencia,
0:10:45 cosa de no tener que andar pegándose útiles.
0:10:50 ¿A qué tiene dedicarse esto?
0:10:53 Lo lo que me imagino es que al cobrejón peteencoja.
0:10:56 Si se apetar de la decisión final y de la obstinación,
0:11:04 digamos la careja que se lo merece.
0:11:06 Yo a esta gente que investiga que ha dado un problema,
0:11:10 se dedica.
0:11:12 Si se lo merece, pero creo que por esa teneja
0:11:14 que tenemos nosotros a darle la razón a las víctimas.
0:11:19 Por eso es que el asolo me parece que es al revés.
0:11:21 Escojo que lo merecería un poco más.
0:11:23 Ha salvado muchas masivas.
0:11:26 Porque de guapos como eso se estamos viendo.
0:11:29 Y ha muerto mucha gente por esa clase de obstinación.
0:11:35 Hemos ido a la discoteca, le hemos contado esta historia.
0:11:37 El discotecario que empezó a enjeguido a lavarse las manos.
0:11:40 Porque él también creía que el cólera se transmitía
0:11:45 solamente por los suelos putrefactos.
0:11:49 Y como el suelo de la discoteca estaba sucio,
0:11:51 pero no podrido,
0:11:53 que es raro que uno se le pudra el suelo.
0:11:57 Pero bueno, puedo ocurrir.
0:11:59 Lo primero que hizo fue lavarse las manos.
0:12:03 nos entregó un disco que se llama la última copa.
0:12:07 Que fue la última copa que veió
0:12:09 Petencoza,
0:12:11 la copa del cultivo.
0:12:13 Es la interpretación
0:12:15 de nuestro amigo Don Quisar Maldito.
0:14:36 Hoy me emborr跟ba leal.
0:14:38 Leal,
0:14:40 Leal,
0:14:42 ayan.
0:14:44 Que no se maca el país, que es todo mi dolor,
0:14:49 que viento de llorar y dígame.
0:14:53 Amigos, dígame que ha sido por su amor,
0:15:03 que mi vida ya se fue.
0:15:15 Ha cantado Guillermo Risco, acompañado por la Orquesta de Francisco Canaro,
0:15:20 La Última Copa.
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