Transcripción automática
0:00:00 Bueno, vamos a comentar un intento francés por asentarse en el Brasil.
0:00:07 Comenzamos por la Bula de Alejandro, el Papa Alejandro IV en el siglo XVI,
0:00:18 principio el XVI de Fira en 15, hizo un reparto del mundo, después del descubrimiento de América,
0:00:26 donde la mayoría de los lugares nuevos pasaron, con el aval de Roma, a manos de España y Portugal.
0:00:33 Esto movió a que el rey francés Francisco I, y hiciera su famosa protesta, dijo,
0:00:39 que me muestre la cláusula del testamento de Adam, en donde se diga que Francia está privada de lo que corresponde en el nuevo mundo.
0:00:48 En consecuencia envió a un señor llamado Jacques Carquiet a colonizar el Canadá,
0:00:54 de bandá y colonizame el Canadá.
0:00:57 Francisco extendió además patentes de cobroso para que, nabridos con bandera francesa,
0:01:03 nerodeacen en el Atlántico.
0:01:06 A la muerte de Francisco no eran pocos los marinos franceses llegados a las Santillas e incluso a las costas del Brasil.
0:01:14 Y ya en Burreos y en París se veían indios llevados desde aquellos sitios.
0:01:21 Cuando subió el trono enrique II, el hijo de Francisco I, el segundo hijo de aquel que el I habíamos de alto,
0:01:31 los pastos fueron extraños para el pueblo.
0:01:35 Para celebrar se montó un espectáculo extraordinario.
0:01:40 Los prados que había en aquel entonces, a orillas de escena, se transformaron en celos.
0:01:48 Se decoraron como si fueran celos, no pintaban de colorado los troncos de los árboles, que era el color del palo Brasil.
0:01:56 Al fondo se pintaron palnegas, de tronco a tronco se pintaban o se instalaban, se llaman, por decir, amacas.
0:02:04 En las ramas se aseguraban papagallos, desfilaron 300 indios desnudos, en realidad solo 50 eran al téntico.
0:02:14 Los otros eran marineros franceses y que habían venido desde el Brasil y que estaban disfrazados de indios.
0:02:20 Bueno, bailaban y jugaban con pelotas de caucho, fingían combates y fumaban.
0:02:27 Muchos literatos estaban encantados con aquella clase de exotismo.
0:02:33 Pierre de Ronsard escribió entonces el poema Las Cifras Aportunadas.
0:02:38 Señalaba como ideales aquellas regiones que invitaban a salir de Francia, que en aquel entonces estaba asolada por las guerras de religión.
0:02:53 Postulaba la conveniencia de dirigirse a esas tierras de paz donde podría soñarse como los indios que soñaban despreocupados de las hogueras donde se quemaban protestantes.
0:03:12 Cuentrosis que algunos luteranos empezaron a pensar en abandonar Francia para pasar al Brasil.
0:03:20 El almirante Gaspar de Coligny y de Ocundar en Guanabara, justamente en la Valle de Río de Janeiro, una Francia antarctica protestante.
0:03:32 De hecho, así debía llamarse la región por ocuparse.
0:03:37 En cuanto se quitar a la fundación, Francia debía ser deshabitada por todos los seguidores de la reforma que por esos tiempos ya eran de a cientos de mil.
0:03:49 Coligny confió en la misión de tomar Guanabara al vice almirante Vivan de Vilgañón.
0:03:57 Era el año 1555.
0:04:00 Como muchas de estas aventuras, o como sucede muchas de estas aventuras, participaron criminales buscados para sumarse a la prisión, ya se sabe.
0:04:12 No criminales buscados, criminales encontrados.
0:04:16 Me parece que está mal en esto.
0:04:18 Yo digo, pree esos cosas así.
0:04:21 Durante Vilgañón llegó al Brasil y en verdad no encontró la tierra prometida que se esperaba.
0:04:30 En una carta escrita con tinta cacada del palo Brasil, le escribió a Coligny acerca de las dificultades que se representaban.
0:04:42 Vilgañón pensaba llegar a tierras fertiles y ricas, y lo que vió fue un desierto, donde no había ni un indio ni un techo ni nada.
0:04:53 Cuando se adentró un poco más en aquellos andurriales escribió.
0:04:58 Los nativos, feroces y salvajes, sin religión alguna, me hacen pensar haber llegado a un sitio donde la vestia tiene seguro mala.
0:05:07 Hay agricultura y hay cantar de una u otra busca de grano.
0:05:12 Algunos hablaron de antropofagia entre los marinos.
0:05:21 De hecho el aventurero alemán Hans Taden fue salvado de ser comido justamente por esa expedición de los asescalvinistas.
0:05:31 Hay un libro de Montairo Lovato que se llama Aventuras de Hans Taden.
0:05:37 Crece que Hans Taden estaba preso de los tupinambás.
0:05:41 Y estuvo a punto de ser devorado en varias oportunidades.
0:05:47 Pero consiguió imponer algún respeto o alguna maniobra dilatoria que impidió aquella cena.
0:05:54 Cuando los franceses visitaron al casique de los tupinambás, Taden pudo verlo si habló con ellos.
0:06:01 Y se ideó un escape.
0:06:03 Escribió Hans Taden.
0:06:05 Habíamos convenado que unos diez hombres de la tripulación francés que de algún modo se me parecían,
0:06:12 se reuniesen y declaracen que eran mis hermanos y que querían llevarme consigo puesto que nuestro padre quería verme una vez más ante de morir.
0:06:20 El casique que se había encariñado con Hans Taden accedió.
0:06:25 Así me libró el señor, cierra contento, sus crónicas, Taden, que le había prometido al jefe tupinambás
0:06:35 que regresaría junto a él para formar parte de su merienda.
0:06:42 Bien, pero vuelvo a las cartas de Billy Gagnon.
0:06:50 Parece que los marineros del Billy Gagnon empezaron a ponerse culero.
0:06:58 Algunos se conjuraron para asesinarlo.
0:07:01 ¿Qué querían volverse?
0:07:03 Una oportunidad de nación evitó el crimen.
0:07:06 Billy Gagnon atrapó a los intrigantes e integrantes de aquella conjura.
0:07:15 Y parece que uno de ellos estaba tan desesperado que cuando lo liberaron,
0:07:25 primero en cadena, después lo liberaron para que pudiera trabajar,
0:07:29 y en cuanto se vio de las cadenas, corrió a lanzarse desde lo alto de unas rocas y se mató.
0:07:34 Billy Gagnon le escribió a Colini acerca de otro inconveniente.
0:07:41 Había algunos miembros de la expedición que no sólo deseaban regresar a Francia,
0:07:48 sino que deseaban regresar a Francia y hacerse católicos de tan harto que estaban.
0:07:56 Bien, a esta gente Billy Gagnon los condenó a morir.
0:08:01 Quedaron colgados a la vista de los demás a modo de aviso.
0:08:06 Los inicios de la Francia Antártica protestante no parecían muy obpiciosos,
0:08:12 ni tampoco muy tolerantes en verdad.
0:08:16 La capital del lugar, justamente donde está Río Canaeroso, se llamó Colini.
0:08:23 Poco más tarde viajó un tal sangre a la colonia y para consolidar la fundación
0:08:31 llevó 300 colonos. En realidad el Billy Gagnon había pedido 3000, pero no que quería venir.
0:08:38 Levy regresó a Francia y escribió Río Ramos, la historia de un viaje hecho a la Tierra del
0:08:48 Brasil. Levy, para intentar a otros, confirmaba las noticias para disiercas que había dado
0:08:56 a Médico Vespucio, insistía sobre todo en el asunto de la desnivez.
0:09:02 Levy decía que las mujeres de la Francia Antártica incitaban menos a la luricidad que los afeites,
0:09:10 trajes y joyas de que se servían las mujeres europeas. La teoría interesante acá por ahí no más
0:09:19 de la que se produjo después a Anatol Fras en la isla de los pingüinos,
0:09:26 le decía que las ropas, más que para tapar la desnivez y amenguar la lasilla,
0:09:35 se lo vivían para todos los contratos. No estoy tan recuerdo ni tampoco no es recuerdo.
0:09:40 Hay ropa y ropa, hay algunas tricotas que francamente.
0:09:44 Bien, de todos modos, aquel informe, aquel libro de la Escobar de Gamboa y Alche,
0:09:55 insistía en la multiplicidad de placeres que pudieran encontrarse en la cuenta.
0:10:01 Españé un pollo de tricotas. Pero esa Francia Antártica fue exigna.
0:10:06 Dos años después del arribo, una tropa de portugueses,
0:10:10 bajo el mando del gobernador Méndeza, atacó a los franceses y los aplastó.
0:10:18 La mitad de los franceses murió. Los que quedaron regresaron a su patria para vivir
0:10:23 tiempos difíciles, tiempos que desembocaron en la famosa noche de San Marcolomé,
0:10:30 en donde mataron justamente a Gaspard de Colingues.
0:10:34 Como sabe cualquiera que haya llegado.
0:10:39 Vamos, vamos a recomendar algunas novelas donde aparece la noche de San Marcolomé.
0:10:44 Los católicos hicieron de aquella mala suerte que tuvo la extradición protestante
0:10:51 un argumento para instalar al rebe el des a abrazar la liturga verdadera.
0:11:00 Algunos creyeron ese argumento, otros abandonaron Francia una vez más,
0:11:04 pero esta vez hasta regiones donde ya todo se hubiera fundado
0:11:08 y las instituciones protestantes funcionaran convenientemente.
0:11:12 Esta es la historia
0:11:19 del asentamiento francés en la valla de Guanabara.
0:11:22 Qué duro la...
0:11:25 Algún día hablaremos del pobre Gaspard de Colingues.
0:11:36 Era muy amigo de...
0:11:38 Bueno, ya veré.
0:11:42 Ah, me parece.
0:11:44 Hemos... ah, quien quiere dedicar esto?
0:11:47 Al pobre Colingues, el tipo, como el tipo.
0:11:53 Dicen que lo mandó a matar, este...
0:11:55 Catalina de Merch.
0:11:57 Que era...
0:11:59 En aquel entonces la reina madre, porque la mamá de...
0:12:03 Enrique II, pero...
0:12:05 Era la... no, la mamá de... de... de Enrique II, verdad.
0:12:09 La esposa de Enrique II.
0:12:11 Y cuando fue la noche de San Marcolomé, ya no era Enrique II al rey, ya había muerto en Enrique.
0:12:18 Murió en aquella...
0:12:20 En aquel torneo donde un tipo sin querer lo...
0:12:23 Sartó la lanza en el ojo.
0:12:25 Y entonces este...
0:12:27 Era el hijo de Enrique y Catalina, el... el rey.
0:12:33 Entonces sí, Catalina de Merch se era la reina madre, pero...
0:12:37 Pero era la que estaba detrás de aquella noche de San Marcolomé.
0:12:41 Aquí el otro quiere dedicar esto.
0:12:43 ¿Sabes que estaba ahí de aventurero y los tupinambás de lo que hicieron las tardas?
0:12:51 Bueno, mira usted en el casique este que le tuvo fe, le dijo, bueno, vaya, de vuelta.
0:12:57 Vaya, el casique de los tupinambás.
0:12:59 Si vaya, saluda su papá y vuelva.
0:13:01 Lo vuelva, dice, lo espero con la manteca en la mano.
0:13:03 Pero sí, sí.
0:13:07 Así que viste a buscar alguna cosa que nos gustara.
0:13:13 No importa si tenía mucho que ver con esto.
0:13:19 Hemos encontrado la...
0:13:21 La vaciana brasileira número 5 de Aytor Bilalobus.
0:13:25 Y vamos a escucharla por...
0:13:29 Mark Grovels en flauta y Ives Thoms en guitarra.
0:13:35 En flauta y guitarra la vaciana brasileira número 5 de Aytor Bilalobus.
0:14:05 En flauta y guitarra la vaciana brasileira número 5 de Ives Thoms en guitarra.
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0:18:03 por Mark Graves.
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0:18:13 En flauta y guitarra la vaciana brasileira número 5 de Ives Thor Dialogos
0:18:19 por Mark Graves.
0:18:20 En flauta e Ives Thoms en guitarra.
0:18:24 ¡Pones y guitarra!
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