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13 de Julio de 2004

El terrible señor Camstock

Transcripción automática

0:00:00 Bien, vamos a hablar del terrible señor Kamstock. Era un censor, un censor, un tipo que censuraba.
0:00:10 Volter escribió en un panfleto satílico, satílico no, satílico, que se titulaba,
0:00:18 del terrible peligro de la lectura, que los libros disipan la ignorancia que es custodia y salvaguarda de los estados bien gobernados.
0:00:27 Se escribió Volter Pajorovar. Pero muchos poderosos, atentos a la existencia de libros peligrosos para su extirpe, los condenaron.
0:00:37 Para esas condenas tenían unos ayudantes. En Grecia estaban los psicofantas, que aunque no trabajaban específicamente en la búsqueda de obras peligrosas,
0:00:46 eran batidores profesionales que acaboteaban al gobierno cuando alguien se excedía en la crítica.
0:00:56 Puede decirse que el puesto de censor fue instituido en Roma en el año 443 a.C.
0:01:02 Y durante cuatro siglos los censores fueron magistrados que vigilaban la conducta de los romános e incluso llegaban a supervisar las obras artísticas, las obras teatrables,
0:01:15 e incluso los casos privados y adultes gridió.
0:01:20 Pero cada tanto en otros reinos también había formas de censura.
0:01:33 Por empezar muchas veces se quemaban obras que eran consideradas no siglas para la nación.
0:01:39 Los escritos de protágoras se quemaron en Atenas en el año 411 a.C.
0:01:45 En el 213 el emperador Sino Siguantino, su amigo el constructor de la muralla,
0:01:53 trató de acabar con la lectura y también con el pasado quemando todos los libros del reino.
0:01:58 Se terminó el pasado y para terminar con el pasado ya hay que quemar los libros.
0:02:03 En el 168 a.C. la biblioteca de Jerusalén fue destruida durante la revuelta de los macabeos.
0:02:10 En el siglo I a Augusto envió al exilio a los poetas Cornelio Galo y Obidio y prohibió sus obras.
0:02:18 Y en el año 303, yo, que le hacía no, condenó al fuego todos los libros cristianos que no eran ninguno.
0:02:25 En 1559 el tribunal del santo fichio de Roma publicó el primer índice de libros prohibidos para toda la crincalidad,
0:02:34 fue el famoso índice donde escribían libros censurados incluso antes de publicarse.
0:02:42 Desde luego aparecía también otros que ya estaban publicados.
0:02:45 Este libro, este índice, la lista de prohibición, duró hasta 1966.
0:02:52 En el índice aparecieron Estandar, Victor Hugo, Josán, Balzac, Florell, Espinoza, Lecarde,
0:03:01 Solard, Berzon, Sartre, Canruso, entre muchos otros.
0:03:05 Yo he visto que estaba siendo chico algunas arcoalesaciones del índice en la Iglesia de la Oca.
0:03:12 Sí, sí, me acuerdo, y salió, no sé si era, fíjese, no, si era una cosa parroquial,
0:03:19 es decir, si me inventaba el cura, pero no he visto, muchos se han dado.
0:03:24 O si recibían una comunicación de la autoridad, alguno me salió a decir.
0:03:31 Pero yo recuerdo una película muy sonsa que llamaba Abote y Costelo en Venus, que figuraba en esa lista.
0:03:38 Por lo menos he visto una lista de películas, estaba en un carterista así muy sobrio en la Puerta de Iglesia.
0:03:45 Yo también prohibiría esa película.
0:03:51 Mejor que usted no la prohibiría.
0:03:56 Yo pediría a Dios que hiciera que nadie quisiera verla.
0:04:06 Es decir, que la prohibiera.
0:04:13 Bien, cuentan que este índice contribuyó a la costumbre de firmar libros con saludónimo.
0:04:19 Para ahorita ruidos con la iglesia.
0:04:22 Y en ese hábito se destacaba Voltaire, a quien se han atribuido algo así como 137 nombres falsos,
0:04:30 el más conocido de los cuales era justamente Voltaire.
0:04:34 Se llamaba Arué de Aprecibo, el hijo del notario.
0:04:37 Hubo quienes se encargaban, no ya de quemar, sino de depurar obras literarias,
0:04:44 quitando todo lo que se creía inmoral en ellas.
0:04:47 El ingreso más válvula que vivió allá por finales del siglo XVIII,
0:04:53 pasó a la historia por sus reescrituras.
0:04:57 En 1818, quiere decir que vivió a principios del XIX también,
0:05:03 edito, Family Shoxter, que reducía los pectos de Shakespeare,
0:05:11 haciendo los actos para la lectura de los niños y los adolescentes.
0:05:15 Y desde entonces, en los diccionarios ingleses,
0:05:20 figuraba, Baudelaire, una palabra que tiene equivalente al acto de limpiar de porcasidad o de erotismo,
0:05:32 cualquier obra literaria.
0:05:34 Acá se ha hecho mucho. También se hacía en la televisión muchísimo.
0:05:40 Se cortaban todas las escenas de las películas que tuvieran algún desnudo o algo así.
0:05:47 A veces era muy difícil, las películas que por ahí tenían escenas de desnudo de diez minutos.
0:05:53 Cortaban los diez minutos, pasaban los diez minutos, no sabías qué lo que había ocurrido.
0:05:59 ¿Por qué, bueno, en una de estas dos cintas dramáticas sucedían mientras ya que me estaba desnudo?
0:06:05 ¡Cosa muy probable!
0:06:08 Muchas de las cosas más dramáticas de nuestras vidas ocurren mientras ya estamos desnudos.
0:06:16 Y si a uno le sacaran, si a uno le depuraran la vida como cortaban las películas en aquel entonces,
0:06:23 y anularan las partes en donde uno está desnudo, nuestra vida cambiaría sustancialmente.
0:06:30 Sería mucho más sencilla.
0:06:35 Porque hay que reconocerlo, uno se compromete mucho más desnudo que vestido.
0:06:42 Los actos que nos comprometen para el resto de nuestras vidas, casi siempre los perpetramos desnudos.
0:06:50 Por eso un buen consejo cuando uno no quiere comprometerse es vestirse.
0:07:03 Bien, pero todo ese prolegó, menos lo de exorcio, es para inglesar a la figura terrible y casi caricaturista del sensor,
0:07:12 Anthony Comstock, que fue en Norteamericana, nació en 1844 en Conéricas, cuentan que era un hombre fornido y que en muchas ocasiones utilizaba su tamaño para derrotar a sus oponentes.
0:07:29 Comstock era pelado y dicen que tenía un cuello de toro, una espalda tremenda y las piernas muy gruesas.
0:07:37 A los veinte años llegó a New York sin un guita.
0:07:41 Trabajó como vendedor en una mercería, vendía el ástico y lo estiraba para medir.
0:07:46 Así conoció a la hija de un ministro presbiteriano y se casó con ella.
0:07:52 Ministro en el sentido de preditador.
0:07:56 La evangelización del suegro y alguna constitución previa convirtieron a Comstock en un personaje nefasto.
0:08:06 Empezó a ver en New York muchas cosas que le parecían censurables.
0:08:10 En 1668, después de que un amigo le contara como había sido apartado del buen camino y corrompido por cierto libro,
0:08:19 Comstock compró un ejemplar de ese libro que había corrompido al amigo y luego, acompañado por un vigilante que convenció, hizo detener al librero y se confiscaron las existencias del libro.
0:08:34 Y eso fue su primera incursión.
0:08:36 Y después de un éxito tan grande decidió continuar.
0:08:40 En general lograba la detención de pequeños editores.
0:08:44 Con la ayuda de quienes llegan en Comstock, su líder fundó la sociedad para la erradicación del vicio.
0:08:54 El lema era el siguiente.
0:08:56 Nuestro padre Adán no le irá en el paraíso.
0:09:03 Es decir, lo que quería erradicar era la lectura.
0:09:06 Que para él era el vicio.
0:09:08 Cuentan que desde luego ojeaba los libros antes de destruirlos o por seguir a los editores o autores.
0:09:17 Y mostraba ante sus secuaces mientras leía espasmos de dolor.
0:09:24 Leía, por ejemplo, era la mejor y la peor de las épocas.
0:09:29 Ah, gritaba.
0:09:31 Y decía que era el vicio que comenzaba a roerle el cuerpo.
0:09:36 Es trobinarlo.
0:09:39 Unas secciones de lectura con gritos en el momento en que el vicio te empieza a roer el cuerpo.
0:09:48 En la parte donde la prosa del autor o la prosa o la pochina despiertan nuestro vicio.
0:09:58 A partir de 1973, una ley que lo respaldo le dio posiciones casi policiales.
0:10:05 El arrobo de Kampstock fue responsable de al menos 16 suicidios.
0:10:11 William Hines era un cirujano grandez a quien Kampstock mandó a la cárcel publicar 165 clases de literatura limitinosa.
0:10:23 Hines se mató.
0:10:25 Foco después de esa muerte, Kampstock se disponía a tomar el ferry de Gryffin.
0:10:30 Él mismo aseguró que una voz le dijo que se dirigía a la casa de Hines.
0:10:35 Llegó en el momento en que la viuda estaba descargando de un carro de reparto las plantas para imprimir las clases prohibidas del marido muerto.
0:10:45 Kampstock se cactó de que con gran habilidad saltó al asiento del conductor del carro y a toda velocidad llegó hasta la sede de los erradicadores del vicio para destruir allí las plantas.
0:10:57 Los otros suicidios se produjeron por asuntos que comenzaron a exceder las lecturas prohibidas, ya que Kampstock empezó a perseguir a los adulteros.
0:11:09 Dice la frontera.
0:11:11 Se atribuye a Kampstock el reiterado orgullo sobre los hombres que había encarcelado y sobre las mujeres cuyo suicidio provocó.
0:11:19 Tras la amenaza de ventilar públicamente ciertos incidentes de adulterio que sólo él y suficiantes podían conocer.
0:11:28 En el diccionario inglés Western, que incluye algunos neologismos, la palabra chanstochery está definida como preocupación mojigata por combatir la inmoralidad, especialmente en libros periódicos y fotográficos.
0:11:40 Kampstock murió en 1915 y cuenta que alguien tacho el nombre de su vida.
0:11:47 Este era el nombre de la vida que se llamó Kampstock.
0:11:52 En el diccionario inglés Western, que incluye algunos neologismos, la palabra chanstochery está definida como preocupación mojigata por combatir la inmoralidad, especialmente en libros periódicos y fotográficos.
0:12:02 Kampstock murió en 1915 y cuenta que alguien tacho el nombre de su vida.
0:12:09 Este era el terrible señor Kampstock.
0:12:14 Así quiere dedicar esta aborrecible biografía.
0:12:19 Y a lo que ha parecido Alejandro la locura de esas personas que se creen dueños de lo que está viendo, lo que está mal, lo moral y lo que combina con la honestidad.
0:12:30 Pero bueno, puede ser muy peligroso, ¿no?
0:12:36 A lo que parezca la locura de las personas que se creen dueños de lo que está viendo.
0:12:46 Hay que enseñarle tolerancia aunque sea patada, amigo.
0:12:52 Bueno, Alejandro, que yo te lo tengo.
0:12:55 Bueno, hemos ido a la discoteca y le hemos contado al discotecario esta historia.
0:13:02 Le escuchó muy confundido.
0:13:06 Y después nos dio el disco a Fuego Lento que hacía alusión a la quema de toda clase de libros.
0:13:13 Y utilizó la versión del Objeto Buenos Aires.
0:13:17 Un Objeto notable.
0:13:19 Vamos a repasar la formación de aquel escrímelo conjunto.
0:13:23 A Scorpiastola y Leopoldo Federico tocan bandoneones.
0:13:27 A Tílio Campones el pianista.
0:13:29 Enrique Mario Francini, Hugo Baralis, son violinistas.
0:13:34 Horacio Maldicino guitarra, José Bragato Cielo y Juan Basalo Contrajo.
0:13:40 Y escucharemos a Fuego Lento que es un tango de Horacio Zairán compuesto.
0:13:45 Justamente después de haber leído, don Horacio, prolijamente la biografía de canso.
0:17:30 hizo Teto Buenos Aires.

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