Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de un ultraje a Julio César.
0:00:03 Atención, ¿no?
0:00:05 We can't lose en el lugar más conveniente para los ultrajes a Julio César.
0:00:09 Es decir, en Roma.
0:00:11 Estamos en el año 78 a.C. y Julio César buscó en Roma a quien podía hacer su segunda esposa.
0:00:20 Había estado casado con Cordelia, pero estaba muy creación de la muerte.
0:00:25 Para apoyar sus ambiciones políticas, le resultaba imprescindible que la nueva novia fuera de familia ilustre.
0:00:34 Y por ahí andaba Pompeya, hija de Quinto Pompeyo, y niega nada menos que decirle a el dictador.
0:00:41 La joven que era muy hermosa estaba con la visión de casarse por decirlo de humor.
0:00:47 César se acercó a ella y fue correspondido.
0:00:51 Se acercó en forma y pretendía enfarentarse con una de las familias más conservadoras y de mayor abuelo en el robo de Roma y lo había logrado.
0:01:00 Sila, el mencionado abuelo de Pompeya, había dirigido a los optimantes en partido aristocrático,
0:01:09 contra los populares que eran partidos los plebeños en tiempos de la guerra civil y de la república romana, de Mario y de todo ese tipo.
0:01:18 En esa guerra, César había pago el siglo la persecución de Sila porque su familia estaba del labor popular.
0:01:26 Por esa persecución, César había tenido que demigrar si estuvo en robas y en Hispania.
0:01:35 La alegría amorosa y política que le produjo a César, su unión con Pompeya, no le duró mucho.
0:01:42 Sucedió lo siguiente.
0:01:44 Pompeya participaba habitualmente en los festijos en honor del amor la vea.
0:01:52 Se trataba de una dignidad exclusivamente venerada por las mujeres.
0:01:56 La antigua diosa madre que delaba por la precundidad de la naturaleza, la diosa blanca, diría Graves.
0:02:03 Sus ritos se celebraban en diciembre.
0:02:07 En ellos se prohibía absolutamente la participación masculina.
0:02:13 Se tapaban incluso todas las figuras de las estatus de los hombres, incluso los animales machos en las decoraciones.
0:02:22 El caso es que en el templo de la diosa, el Quedra Ventino,
0:02:26 y incluso también a veces en casas de altos magistrados, se reunían las mujeres más ricas de la aristocracia romana.
0:02:37 Los cronestas aseguraban que en aquellas reuniones esto terminaba en una orgía de vino y lámina afronómica,
0:02:50 en la que las ramas de conducta intasable terminaban por Pompeya y a explegar sus más atrevidos deseos.
0:02:58 Disculpenos.
0:03:00 Juvenal a escrito.
0:03:02 Un consejo, amigos, golpear las puertas de estas señoras cuando la bomba deia haya terminada.
0:03:10 Bien, en el año 62 a.C. correspondía a celebrar la fiesta de la bomba deia,
0:03:16 justo en casa de César, que por entonces era pretor.
0:03:21 Pompeya, su esposa y Aurelia, la más mala de esas, sin cargar un organizador, lo hay longo,
0:03:27 y lo pidieron a César que ella se llevara a la casa.
0:03:33 Es momento, ahora que se hayos deja de la café de esquina,
0:03:37 de decir que Pompeya se veía con un hombre llamado Puglio Clodio Pulperio.
0:03:45 Era un personaje de unos 35 años que tenía fama de ser el más disoluto de la ciudad.
0:03:55 Como no le recortaron fácil burlada la urgencia de César y entrar en el domicilio de Pompeya,
0:04:00 Clodio consiguió la vida de disfrazarse de mujer, se infruzó de cantora
0:04:06 y fingió participar en la ceremonia en honor de la bona bella.
0:04:10 Clodio calculaba que no había mejor ocasión para exatar la lucuria de Pompeya y la suya propia.
0:04:19 Inspiraba que el vino, embolachada a la mamá de César, que era la vieja medio gigilante,
0:04:26 para acercarse luego al objeto suécer.
0:04:29 Allí que se metió a lo más la fiesta de César, dice la acabanica.
0:04:33 Una joven estrada se le acercó en plan amistoso.
0:04:37 A Clodio que estaba disfrazada a mujer.
0:04:39 El disminuador Clodio le dispensó un saludo.
0:04:43 Pero acaso por disfrazación o incovernabilidad de sus car,
0:04:46 le demostró poseer unas condiciones físicas que no correspondían a sus supuestos sexos.
0:04:52 Otros dicen que lo descubrieron por la voz.
0:04:56 El caso es que la esclava con lo que Jueres se asustó
0:05:00 y corrió a donde estaba Aurelia, la vieja, la mamá de César.
0:05:03 Y le dijo señora, en esta casa hay un hombre disfrazado de mujer.
0:05:08 A todo esto, Clodio, mucho no se había asustado
0:05:12 y ya se había llevado a Pompeya a las habitaciones interiores.
0:05:16 Y tú también.
0:05:18 La vieja Aurelia no le creció a la esclava.
0:05:23 Y realmente la chica le señaló en rincón
0:05:26 y en el que estaba la cantora falsa y Pompeya.
0:05:30 Aurelia entonces hizo que regalara las puertas de la casa, buscó al intruso,
0:05:34 lo sorprendió junto a Pompeya en medio de unos tocamíamitos.
0:05:39 Aurelia se mascaró a Clodio y lo hizo expulsar sin contemplaciones.
0:05:45 El escándro fue tal magnitud que el senado ordenó una invirtiación.
0:05:50 Se descubrió todo y el adulterio de Pompeya se hizo de dominio público.
0:05:56 Por otro lado, además del adulterio, la satríla, la violación de una fiesta religiosa,
0:06:01 mereció un castigo ejemplar.
0:06:03 Entonces inició un proceso de un re culpable.
0:06:07 Pero sucedió algo curioso.
0:06:09 El papel de marido ultrajado no le caía muy bien a Julio César.
0:06:13 Y entonces, aunque ciertamente ha sido engañado,
0:06:16 hizo todo lo posible para que el juicio resultara la solución de los culpables.
0:06:23 ¿Para qué eso sucediera?
0:06:24 Si en algo va a testimoniar contra Clodio,
0:06:27 a pesar de que ya lo había hecho su madre, la vieja Aurelia,
0:06:30 movilizó además a todas sus amistades para que presionaran a los jueces.
0:06:36 Incluso llegó a sobornarlos con dinero y mujeres hermosas.
0:06:40 Al fin, Clodio fue al sueldo.
0:06:42 César declaró con toda frescura que su mujer debía hallarse por encima de toda su pecha.
0:06:49 Esa frase es de Plutargo.
0:06:51 Su vectorio le adjudicó una un poco diferente.
0:06:54 Los míos deben estar libres del crimen con lo de la supecha.
0:06:58 Yo creo que la frase es esta.
0:07:02 La mujer de César no solo debe ser inocente, sino que también debe parecerlo.
0:07:08 Esa es la frase que yo conocía.
0:07:11 De todos modos, César abandonó a Pompeya, me refiero a su mujer.
0:07:17 No como Ventadron.
0:07:20 Y con nuevos amores, que es el verón en lugar a otras historias.
0:07:25 La historia de hoy termina aquí con el abandono de Pompeya y la resolución de Clodio.
0:07:36 Vamos a condenar a cada uno que se nos frea a su mujer y imagínense.
0:07:41 Mucho labor.
0:07:43 Esto es lo que quería contarles.
0:07:47 No sé qué opinó usted.
0:07:49 Usted, mujer contraferencial, me gustaría que mi mujer sea derecedera.
0:07:58 Porque un amigo de mí se distraza a la mujer.
0:08:03 O peor, que una pregunta.
0:08:06 Le gustaría que sea derecedera.
0:08:08 ¿Qué quiere su mujer?
0:08:15 ¿Pero qué fue la simboluca?
0:08:21 Bueno, ¿quién quiere dedicarlo?
0:08:23 Bueno, creo que me dedicárselo a las mujeres que no necesitan de Bonadé a alguna para manifestar que es la delante.
0:08:33 Yo se lo voy a dedicar a Diego Bonadé.
0:08:40 Tengo que estar escuchando.
0:08:42 Tengo que estar escuchando el lado de la divisa ahora.
0:08:48 No voy a estar escuchando el lado de Diego.
0:08:53 Escucharemos algo para usted.
0:08:56 ¿No costó mucho?
0:08:58 Entraba prohibida, no lo teníamos.
0:09:03 Tenemos una canción que se llama Llegues.
0:09:07 Que al luge a la naturaleza de esta fiesta.
0:09:10 Y además es una bellísima canción, a pesar de que la comporto yo.
0:09:16 La bellísima está dada por la interpretación de Ruth Alta Aguilí y de María Marta Pichu.
0:09:22 Tiene una especie de fiesta de la Bonadé.
0:09:25 Canta en esta canción llamada Llegues, pero también Llegues de la decepción.
0:09:30 Que en otra cosa es lo que ocurre cuando hay solamente mujeres.
0:09:34 Adelante, muchachas, Ruth y María Marta.
0:09:40 Mi amor, mi bien, la voz, la voz.
0:09:48 Estamos todos a los delos pidos.
0:09:54 Ay, si pudiera, amor, cantar.
0:10:00 Una canción que los pudiera enamorar.
0:10:06 Ay, si pudiera, amor, cantar.
0:10:11 Un ver tu tiempo para la vacillidad.
0:10:17 Me suelen, me suelen vender al día.
0:10:23 Si el de Tiengani es obera, me voy a cantar otra vez.
0:10:30 Mi amor, mi bien, la fiesta, mi caja.
0:10:36 Fisto ti a la venta, la venta, la venta.
0:10:43 Yo soy la venta que arrepiera la boca de tu puta.
0:10:51 Yo soy la venta que arrepiera la boca de tu puta.
0:10:57 No se lo tenta.
0:11:02 Que fue, que fue, fue un día en día.
0:11:09 Si el de Tiengani es obera, me voy a cantar otra vez.
0:11:16 Mi amor, mi bien, la fiesta, mi caja.
0:11:22 Fisto ti a la venta, la venta, la venta.
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